Disclaimer: Hetalia no es mío, es de Himaruya, de lo contrario el mundo sería sexo, drogas y alcohol \m/ fuck yeah!

Pareja canon: BulgariaxRumania (aunque yo prefiero a Ruma-chan con Prusia, esto no me inspira!)

— Aght!... —me quejé, logrando que sacase sus colmillos de mi cuello y retrocediera hasta poder mirarme a los ojos.

— No tienes que hacerlo si no quieres —dijo con remordimiento.

— Ya qué, solo termina de una vez —hablé restándole importancia al asunto, sólo Dios sabe como llegué a esta situación tan enfermiza.

— Tendré cuidado...—me dijo en un susurro, volviendo a mi cuello.

Desde que tengo uso de razón somos vecinos, nuestras madres muy amigas y siempre estudiábamos en los mismos lugares. Pero no fue hasta que llegamos a la secundaria que me anime a hablarle, porqué de niños me daba algo de temor. Sé que suena cobarde de mi parte pero es que no todos los días veías a un niños menor de cinco años empalando o jugando a ejecutar a sus muñecos, o que se emocionara cada vez que alguno de nuestros compañeros se lesionaba y sangraba, pero dejando de lado sus singulares manías que contrastaban totalmente con su inalterable alegría, él siempre se mostraba travieso y risueño todo el tiempo... pese a estar solo.

Cuando entramos a la secundaria comencé a fijarme en lo apuesto que era y lo mucho que me constaba quitarle la mirada de encima, y de pronto un día me vi haciendo tonterías como elegir las misma materias en las que estaba él o unirme al club de magia, que por cierto me aterraba. Intentaba seguirle el paso, conocer sus intereses, gustos y pensar un resto del día en que tan compatibles eramos. Él se había convertido en algo que nunca espere tener... un amor platónico. Y por supuesto no me lo callaría.

Y esta era mi situación actual, a mis diecisiete años estaba intercambiando sangre por sexo ya que a quien consideraba el amor de mi vida no me correspondía, al menos saber que yo había sido el primero en su vida era un consuelo, pero seguía sin ser suficiente para mí.

— Ya terminé! —anunció con jovialidad quitandose de encima mío— ¿Y ahora qué quieres hacer? —preguntó animado, conociendo de sobra la respuesta.

La noche estaría ajetreada, al menos podría escucharle decir te iubesc en lenguaje corporal.

...

Salio más cortito que un cortito de tequila un friday en Ohiggins(ele) pero bueh... hacia falta ¿no?, sólo lo hice porque me sueño es llenar ff. net con Rumania ;D

Ayuden a esta noble causa y escriban sobre él.