Me encuentro acurrucada al lado de Christian en nuestra habitación después de una maravillosa ronda de sexo en el cuarto de juegos, es la primera vez que vamos desde el accidente con Jack Hyde; finalmente lo pude convencer de que era seguro y fue maravilloso.
- Sabes, amor, debemos comunicarnos lo más rápido posible con Gia y Elliot, debemos prepararnos para la habitación del bebé. Aunque no me siento cómodo que duerma sólo, se quedará en nuestra habitación los primeros meses.
- Chris...tian yoo- logró articular cuando mi cerebro comprendió lo que acaba de decir Christian. - Amor, ¿prefieres que duerma sólo? - exclama con preocupación en cada línea de su bello rostro.
De que forma le digo qué es tan maravilloso que este empezando a aceptar a nuestro bebé después de su reacción cuando le dije del embarazo, no quiero hacerlo sentir más culpable de lo que ya se siente, él me mira expectante. Elijo la honestidad.
- Claro que quiero que duerma con nosotros los primeros meses, es más fácil y seguro. No tienes ni idea de lo maravilloso que es que estés aceptando al bebé- digo en un tono de voz tan bajo, sino es por la expresión de tristeza dibujada en su rostro podría jurar que no me ha escuchado.
- Ana, yo..., cariño, no podré vivir los suficiente para pedirte perdón mil veces, por lo que te hice pasar. No te merecías que me comportara de esa forma, ni tú ni nuestro blip, creado con amor- dice Christian mientras me acaricia mi vientre.
- Te amo, Christian. Te perdone hace mucho, es lo que una hace cuando amas a alguien, lo perdonas. - digo mirándolo a los ojos y colocando mi mano sobre la de él que está en mi vientre.
Así nos quedamos dormidos soñando acerca del maravilloso futuro que le espera a nuestra familia.
...
- Sí, mamá, estoy bien. No, mamá, sí tengo que durar una semana de reposo, por eso no he ido al trabajo.- respondo a mi madre, tenemos veinte minutos hablando, bueno mejor dicho estoy tratando de tranquilizarla, desde el accidente de Jack Hyde, me llama dos veces al día y tres veces a Christian para asegurarse de que estoy siendo sincera y que no le estoy ocultado nada.
- ¿Cómo está Bob? - pregunto cambiando el tema pues ya me cansé de ser el centro de atención.
- Ohhh querida, el fin semana inició un curso para aprender a cocinar dice que le tengo los nervios de puntas y el estómago asustado con mis invenciones culinaria- escuchó a mi madre mientras ahogo unas carcajadas.
Pobre Bob, ya ha esperado mucho y se puede decir que es un sobreviviente a la cocina experimental de mi madre
Me despido de mi madre prometiendole que iré a visitarla lo más pronto.
Estoy tan ansiosa de verla y contarle lo del bebé. Tengo muchas dudas e inquietudes y me gustaría discutirlas con ella. Pero que tal sí todos piensan cómo Christian y creen que me embarace para retenerlo a mi lado. Sí, él lo pensó porque los demás opinarían distinto.
- ¿Y qué importan lo que piensen los demás? - me dice mi diosa. Quizás ella tenga razón.
- Jajajajaj, ilusas. Todos pensaran que tranqulizarla embarasaste a propósito para retener al millonario por lo menos dieciocho años. ¿Y el trabajo? ¿Cómo crees que te ganarás el respecto de tus compañeros, no es suficiente con que crean que eres una cazafortuna?- claro la arpia de mi subconsciente no entiende que callada es más torelable. Me duele admitir que quizás ella tenga razón.
Después de leer y colocar notas a los manuscritos que Hannah me envía en Pdf y responder a todos mis correos, decido que es hora de traer a la Ana, sencilla y humilde, que ni tenía guardaespaldas ni amas de llaves. Me doy un baño y me visto en unos sencillos shorts y en unos de Los t-shirt de la universidad, voy a sorprender a Christian con una cena romántica. Primer paso, dar el día libre a Gail.
- Ana, ¿Cómo te sientes? - Gail me da una mirada y sonrisa cómplice. Tengo la intuición de que ella será cómo una abuela para mi bebé, es de esas mujeres que aunque no tienen hijos desarrollan una especie de comportamiento maternal.
- Estoy mucho mejor, Gracias Gail. De hecho me siento tan bien que me gustaría que te tomes el resto del día libre, Christian no tarda mucho en llegar y me gustaría sorprenderlo con una cena romántica.
- Yo... Ana, el señor Grey dio estrictas órdenes de que debes reposar, entiendo que eres mi jefa también ahora, pero no quiero causar inconvenientes- iba empezar a interrumpirla, pero me detuvo con su dedo índice- ¿Qué tal sí te ayudo a preparar esa cena?.
-Ok, puedo aceptar eso. - le digo cómo al niño que le dicen que sólo puede comer golosinas una vez al día. No tiene sentido discutir cuando conozco a Christian y sé que sí descubre que estoy desobedeciendo sus órdenes de estricto descanso se subirá por la paredes.
- ¿Qué planeas para la cena? - la Sra. Jones me saca de mis pensamientos.
- macarrones y queso, pollo al curry, ensalada de vegetales al grill y me gustaría hornear un bizcocho de chocolate- no puedo dejar de reírme cuando veo la expresión de Gail - jajajajjajaaj sí este pequeñito ya está haciendo estragos en mi.
- Que esperamos! Manos a la obra- puedo ver lo mucho que Gail sé preocupa por hacer su trabajo. Nunca soñé con la riqueza ridícula por eso symbian consciente de que personas cómo Taylor, Swayer y Gail no las compra el dinero. Me siento muy agradecida de tenerlos como amigos.
- Será mejor que suba a cambiarme, Christian ya debe de estar de camino- digo mientras doy los toques finales a la mesa. - Gracias Gail por tú ayuda. Le digo mientras rodeo el desayunador para darle un fuerte abrazo. -Eres muy valiosa para nosotros, ahora ve y descansa, nuestros hombres ya vienen de camino.
En un tiempo récord de 20 minutos estoy vestida en un maxidress verde esmeralda con una cola alta y con mi pelo ondulado. Decido no llevar de bajar me miro en el espejo, conclusión: necesito un corte de pelo urgente, parezca una indígena, aparte de eso necesito tomar más el sol, estoy casi transparente.
- Gracias Taylor, puedes retirarte. - mi cincuentas está n casa casi estoy me dirigo al vestíbulo cómo una niña dando saltitos.
Cuando nuestros rostro sé encuentran es cómo sí viéramos todas las maravillas del mundo en ese instante. Y al abrazarnos siento esa sensación de cuando estás con frío y los rayos del sol justo en ese momento deciden iluminar tú cuerpo. Y al olerlo es cómo sí estuviera en casa. No sé cuánto minutos o sí fueron horas las que duramos abrazados.
Con un dulce beso en la boca, sé separa de mi, pero mantiene sus fuertes manos en mis caderas.
- Hola, mi amor - ohhh Dios que bien hice para ganarme a este hombre.
- Hola, ¿Cómo estuvo tú día? - le digo timidamente. Kate y Mi mamá han llegado la conclusión de que mi voz cambia y baja par de decibeles cuando habló con mi esposo, les daré la razón en ese punto.
- Esta mucho mejor ahora que te tengo entre mis brazos.- sus manos me rodeano la cintura acercándome a su cuerpo, puedo sentir cada músculo suyo moldeandose a mi cuerpo. - Te Amo, Ana Grey- sus labios atacando los mios, su lengua entran con todo su deseo y pasión a mi boca, yo le doy la bienvenida de la única forma que se entregandome a su amor.
...
- mmmmhhh, estaba delicioso, la sra. Jones se ha esmerado con esta cena familiar, aunque percibo que mi mujer le ayudo. - me dice Christian, con una sonrisita burla, mientras su mano acaricia mi rodilla por debajo de la mesa, ya afuera la lluvia y los truenos se han apoderado de la noche.
- El servicio meteorológico tenia razón. - intento despistarlo aun no hemos discutido mi regreso al trabajo, se que se subirá por las paredes cuando le diga que planeó volver mañana al trabajo.
- No no no, Anastacia Rose Grey, no cambiente de tema, continuas desobedeciendo las reglas del doctor y las mias, y sabes lo que pasa cuando eso ocurre.- sus manos sigue su camino a la meta, lentamente, deslizando con su paso la tela de mi suave vestido,.
- El cuarto rojo del pla..cer?- es lo que logró articular justo en el momento en que su enorme mano cubre mi sexo, que ya destila amor y deseo por mi marido.
- Oh no, bebé, quiero que los rayos y truenos formen parte del ambiente- Retira su mano muy rápido de mi sexo, pero inmediatamente antes de darme tiempo para reaccionar me la ofrece para ayudarme a ponerme de pie.
- Los platos , amor,- digo mientras trato de zafarme de su agarre para recoger la mesa antes de entregarme a mi marido en cuerpo y alma.
- Gail se encarga.- me dice mientras me toma en sus brazos, no puedo resistir y lo beso apasionadamente mientras rodeo su cuello con mis brazos.
Me coloca suavemente en nuestra cama y empieza a deshacerse de su ropa, afuera esta oscuro como boca de lobo, la nubes han escondido a la luna en su hechizo.
- Oh, amor, he deseado estar dentro de ti todo el dia. - ya mi marido esta en sus Calvin Klein y su inmenso pena pide al gritos que lo liberen. Lo tomó por sorpresa cuando me siento en la cama y le ayudó a bajar los calzoncillo, le doy un beso en la punta de su pene, y empiece a darle un sexo oral, succiones y chupadas como se que le gustan.
- Ohhhh, si nena, wooow, amor, eres genial- me anima mi marido mientras sus manos guían mi cabeza, y me folla sin piedad la boca. Entra y sale, nuestros fluidos corporales se mezclan y yo no puedo evitar el río que fluye en mi ropa interior de La Perla.
- Quiero venirme dentro de ti, amor. - dice mientras se separa de y relámpagos se mezclan con nuestros gemidos.
Christian me ayuda a despojarme de mis ropas. Se arrodilla y empieza a besar cada centímetro de mi cuerpo. Sus cuidados no olvidan a mis pechos, pero cuando su boca toma una de mis tetas no puedo evitar el grito de dolor.
- Oh, Dios mio, mirame Ana, lo siento. Olvidé que están sensibles, ¿Estás bien ? - Su cara de angustia y preocupación borra todo dolor de mi cuerpo. Extiendo mi mano para acariciarle la mejilla le sonrió y le aseguro que todo está bien.
- Debemos ser más cuidados, si, debes decirme si algo te incómoda,ok?, estamos en una nueva etapa del sexo.- No puedo evitar reírme de sus comentarios.
- Hahahahha, si guru del sexo, mi guru, esta bien, te prometo que te diré, si algo me incómoda. Mis labios retomaron por donde no quedamos, ataqué su boca sin clemencia mordiendo sus labios y retando su boca a un tango apasionado. Sus manos me liberan del pedazo de tela que cubre mi vagina.
- Te amo, Christian...- Le digo mirandole a los ojos, mi voz apenas audible por la tormeta.
Con la punta de su pene masturba mi clitoris, su mano en la cintura controla mis movimientos. Cuando ya siente misericordia de mi necesidad de correrme, me penetra lentaments, mientras nuestros labios y lengua imitan el movimiento de nuestros genitales.
Sus movimientos circulares tocan mis partes más sensibles, estoy a punto de correrme. - Vamos nena, abre los ojos y mirame, quiero que nos corramos juntos, eso es.
- Más fuerte, Christian, por favor, muévete más rapido.- no fue necesario pedirlo de nuevo. Aceleró sus estocadas y nos corrimos juntos, no puedo evitar clavarle las uñas en la espalda cuando senti la descarga de su semen en mi vagina.
- Te amo, Ana Grey - me dijo mientras cuidadosamente, retiraba su largo pene mi vagina, no pude evitar las lágrimas, anhelaba nuestro contacto físico, las hormonas empezaban a hacer estragos en mi.
- !MIERDA! ¿Te he lastimado?- me dice mientras se sienta en la cama arrastrandome consigo.
- No, es sólo que queria que te quedarás dentro de mi.- le dije mientras lo abrazaba con cuidado por mis pechos.
- Lo siento, debiste decir lo antes, pero que tal y una segunda ronda. - Le respondí con un beso.
...
- Grey, ¿El Sr. Chong No aceptó la propuesta?, no puedo creer que no haya aceptado nuestra oferta, no, no quiero ni puedo viajar a China, en este mes, trataremos de darle una contraoferta, si sabe lo que le conviene la aceptará. - admiro a Ross, por tener la paciencia de trabajar con Christian, menos mal que ella no le acepta su aptitud pedante. Christian y Ross llevan 10 minutos hablando o discutiendo negocios por el teléfono, mientras nos dirigimos al hospital, no funcionaron mis intentos de decirle a Christian que no tenia ningun problema en ir sola al hospital. Es bueno tenerlo a mi lado en la segunda visita a la Dr. Greene, pero tampoco quiero obligarlo a algo que él no quiera hacer.
- ¿Estás nerviosa? - Mi esposo toma mis manos en la suya y se la lleva a la boca dando pequeños besos en cada uno de mis nudillos.
- Si, tengo mucho miedo de que por mis estupideces el bebé tenga algun daño o de perderlo- opto por la sinceridad y anuncio mis miedos en voz alta, mientras las lágrimas amenazan por caer por mis ojos.
- Ohh, nena- Christian me despoja del cinturón de seguridad, y con una mano en la cintura me levanta hasta que estoy sentada en sus piernas, mis brazos rodean su cuello, y escondo mi cara aspirando su olor, mientras las lágrimas fluyen sin merced. Sus manos tratan de calmarme con pequeñas palmadas en mi espalda. Lloré por el miedo a lo que pudo pasar dando gracias porque estoy aqui junto al amor de mi vida, lloré por mi inmadurez, lo que en su momento pareció valentia ahora lo veo como algo estúpido.
- Ya llegamos amor,- Christian me ayuda a arreglar mi cabello, trato de levantarme de sus piernas pero sus manos me lo impiden, miro a los asientos delanteros y veo como Taylor sale del vehículo para darnos unos minutos de privacidad.
-Todo esta bien, Hyde estará mucho tiempo en prisión, mi padre y Yo ya estamos trabajando en eso. Confia en mi, nunca verá libremente la luz del sol.- Mi esposo trata de reasegurarme, pero el miedo sigue habitando en mi, nunca olvidare la cara del hombre que trato de acabar con mi vida y mi familia, ya son dos los hombres que han tratado de abusar de mi, Hyde y Morton, pero Christian no puede saber que pasó con Morton, el daño qu ese infeliz le hice a mi madre y a mi, sólo ella y yo sabemos, Papá sólo sabe parte de la verdad.
- Te amo, mi amor- le digo mientras le doy un timido beso en sus labios, sus manos mantienen mi cabea en su lugar mientras se profundiza el beso, su lengua en mi boca, mientras me acaricia las piernas y su mano juega con mi pelo, puedo sentir su erección creciendo cada segundo que se prolonga nuestro apasionado beso.
- Será mejor que entremos si, te tengo una sorpresa después que salgamos de aqui.- Me dice mientras me ayuda a bajarme de su regazo, y me ayuda a acomodarme el vestido. Tomó mi bolso de Chanel, buscó un klenex y trato de disimular que estuve llorando.
Christian, me ayuda a bajar del auto y tomando mi mano me guia al hospital, mientras rezo fuertemente para que mi bebé este bien.
