Celos

"Diez escenas del sentimiento culto que los consume"

Celos

"Los celos se consumen en el odio, y el odio en la venganza, y la venganza sólo halla su fin en la muerte"

Prefacio:

-¿Qué son los celos? No más que el reflejo de la inseguridad que sientes, miedo de perder aquello que sin saberlo aun no es tuyo…ni lo será. Miedo de saber que no eres la única persona en el mundo que lo desea…Y que lo puede obtener.

-¿Qué son los celos? Un sentimiento oscuro y doloroso, que consiguen hundirte en tan sólo un suspiro en un profundo y desolador abismo de amargura, dolor, resentimiento…Y más dolor. Consiguen dejarte sin aliento, acaban de una forma completa e irrevocable con tu felicidad.

Dejando a tu corazón caer y estrellarse en la desconfianza quebrándolo en mil pedazos como una delicada muñeca de porcelana que llega a su fin.

-¿Qué son los celos? No más que el reflejo de la desconfianza que profesas a tu persona, de la incapacidad que crees tener de retener a esa persona especial a tu lado por tus propios méritos…Por ti.

El reflejo de la decepción que sientes por ser tú quien te devuelve la mirada en el espejo. Con ojos vendados y oídos sordos a cualquier palabra de ánimo. Sólo ves lo negro del cielo…Por que te niegas a ver las estrellas.

¿Por qué habrían de amarte si no das razones para ello? Sólo tú decides como te ve el mundo. ¿Quieres ser una opción? Actúa como una. La oportunidad se te escapa de las manos como la seda deslizándose entre tus dedos.

-¿Qué son los celos? La proyección de lo que tu inseguro corazón de verdad siente…Miedo de no ser suficiente.

Cap. 1

"Mírame como a ellaAcércate a mí. No dejes que nos aleje"

= Las Fans.

-¡Manténganse alejadas!-Les gritó Yuuki tratando de mantener a raya a la multitud de chicas (Y chicos) que forcejaban contra ella. La otra mitad se mantenía en silencio tras la espalda de Zero tratando al primer descuido zafarse, pero sólo obtenían una fría e intimidante mirada del chico a cada intento obligándolos a retroceder de nuevo.

Las grandes puertas de madera se abrieron lentamente mostrando a los ángeles más bellos bañados por la luz tardía del Sol que comenzaba a ocultarse en las montañas.

-¡AHHHH!-Gritaron a vivo coro de pura emoción.

-¡Hola! ¡Hola!-Saludaba el rubio con una gran sonrisa en los labios causando varios desmayos en la multitud, aceptando los múltiples obsequios y acercándose más de lo debido a las chicas.

-¡Aidou-sama! ¡Por favor!-Chilló Yuuki, el aludido soltó la mano de la joven con expresión inocente.

-No estaba haciendo nada…Sólo intentaba ser cortés.

-Aidou…-Kaname le dirigió una mirada seria, el rubio rápidamente tomó una distancia prudencial de las chicas. Yuuki suspiró aliviada.

-Gra…Gracias Kaname-sama…-Le agradeció haciendo una reverencia.

-Hola Yuuki. ¿Cómo has estado?-Le dirigió una dulce sonrisa, la multitud gritó al verlo sonreír.

-Bien…Bien…-Titubeó la chica nerviosa.

-Me alegro…

-Vamos Yuuki…-La haló Zero por el brazo arrastrándola tras él, Kaname sólo le dirigió una intensa mirada antes de voltearse y continuar su camino, con el resto de la clase nocturna siguiéndole.

Ya toda la clase diurna se mantenían tras los muros de su dormitorio. En una de las salas principales sentadas en un mueble de cuero negro estaban dos chicas platicando.

-Yuuki se aprovecha por ser la hija del director y de ser prefecta para acaparar a la clase nocturna.

La otra chica asintió de acuerdo.

-¿Viste como me alejó de Aidou-sama cuando tomó mi mano? Juro que sentí que moriría de felicidad, pero ese no es el punto. ¡Es una estúpida envidiosa!-Despotricó la chica…- ¿Cuándo se me repetirá otro momento como ese?-Replicó frustrada…- ¡La odio!

-¡Yo también! Pero de igual forma no logrará arrebatárnoslos. Tengo un plan.

-¿Qué tienes en mente?

-Esta noche le harás una visita a Aidou-sama y yo a mi Kain-sama…-Sonrió la chica.

La noche llegó a su apogeo y la luna brillaba con intensidad en el cielo iluminaba el oscuro y solitario bosque que rodeaba el dormitorio de la clase nocturna.

-¿Estás segura de que ya no están aquí?-Preguntó la chica oculta tras un árbol manteniéndose a una distancia prudencial de la gran puerta principal.

-Cien por ciento…-Asintió…-He anotado las horas de regreso de Yuuki y esta es la hora promedio. Ya debe ir camino al dormitorio.

-Pero…

-¿Quieres ver a Aidou-sama sí o no? ¿Acaso este pequeño sacrificio no vale la pena por él?-Le espetó con severidad.

-¡Por supuesto que lo vale!-Chilló indignada ante tal suposición.

-Entonces vamos, no seas cobarde. Por aquí…-La joven asintió decidida saliendo del árbol.

Ambas chicas bordearon el muro hasta hallar una esquina donde las enredaderas trepaban el muro.

-Vamos, subamos por aquí…

Después de varios minutos y unos cuantos intentos fallidos lograron burlas los muros.

-¡SÍ!-Rieron alegres ante su logro.

Se tomaron del brazo y caminaron a través del jardín gigante. Como dos ladronas furtivas cubiertas por la noche. Pasaron frente a una pequeña fuente, donde el agua burbujeaba alegre. En el fondo de ésta habían muchas monedas doradas brillando bajo el agua cristalina.

La chica hundió su mano en el agua tocando con sus dedos las monedad, hasta que el hielo se extendió congelando la fuente manteniendo aprisionada su mano.

-¡Ah!-Gritó asustada tratando de liberarse, pero el hielo se negaba a ceder.

-¿Qué sucede aquí? ¡Oh! ¡Pero si son dos hermosas jóvenes!-Exclamó el chico que venía caminando gracílmente hacia ellas.

-¡Aidou-sama!-Suspiraron ambas chicas, olvidando incluso que una de sus manos estaba atrapada en el frío hielo.

-¡Oh!-Fingió estar preocupado…- Déjenme ayudarlas…

Tomó la muñeca de la chica que se sentía desfallecer ante el contacto de su ídolo.

-Aidou…-La voz de Kain resonó con desaprobación, saliendo de las penumbras.

-Sólo ayudaré a éstas doncellas perdidas…-Sonrió éste.

Haló la mano, que se desprendió del hielo ahora de aspecto quebradizo, cortando su piel en el proceso.

-¡Demonios!-Susurró…- ¡Déjame ayudarte!-Pidió, y sin esperar se llevó el dedo herido de la chica a los labios, saboreando el hipnotizante sabor de su sangre, succionándole su elixir de vida a pequeños sorbos, deleitándose en ese tortuoso pecado.

La otra chica no se enteraba de nada a su alrededor aún, sólo veía a Kain con ávida obsesión brillando en sus ojos miel.

-¡Aidou-sama!-La vara de acero lo separó bruscamente de la chica que se calló de espalda de sopetón.

Aidou chasqueó la lengua con desaprobación.

-¿Por qué tienes que llegar en los momentos menos apropiados?

-¿Por qué tiene que siempre darme problemas usted?

Pero Yuuki no tuvo tiempo de nada cuando la chica que estaba en el suelo a sus espaldas se levantó y le dio una fuerte y sonora cachetada para luego jalarle el cabello tan fuerte que Yuuki gritó de dolor. Rápidamente Aidou y Kain la separaron alejándola de Yuuki, sabiendo de sobra lo que les pasaría si algo le llegara a ocurrir estando ellos cerca, y luego concentraron su atención en ésta.

-¿Estás bien pequeña delegada?

-Sí, si…-Contentó Yuuki levantándose tomando la mano que el joven le ofrecía gentilmente…- Gracias Kain-sama.

Las dos chicas posesas, consumidas y cegadas por los celos le lanzaban cualquier cosa a su alcance, Aidou les congeló las piernas y los brazos, pero no antes de que lanzaran unas piedras, Yuuki en el intento de esquivarlas se movió muy rápido y perdió el equilibrio cayendo al piso de rodillas, unas lágrimas silenciosas brotaron de sus ojos.

-Yuuki…-Su voz sonó preocupada y luego se endureció…- Kain, Aidou…-Los dos chicos quedaron inmóviles con una gota en la sien al escuchar sus nombres en los labios del chico…-Explíquense.

Kaname tomó a Yuuki en brazos con ternura y la puso de pie, esta le sonrió mientras el joven limpiaba sus lágrimas.

-E…Este…Kaname-sempai..Yo…-Titubeó Aidou, buscando una forma de explicarse sin salir herido en el proceso.

-Kain-sama y Aidou-sama sólo me estaban defendiendo se dos estudiantes que me atacaron cuando intentaba detenerlas…-Intervino Yuuki cuando vio que miraba a Aidou y Kain con ira en la mirada.

Kaname levantó la mano en dirección a las chicas inmovilizadas por el hielo, y sus ojos brillaron en un intenso color rubí y ambas chicas cayeron inconcientes.

-¿Qué…que les hizo?-Inquirió Yuuki con temor.

-No debes preocuparte por ellas Yuuki, sólo están inconcientes, les borré los recuerdos más recientes…

***…***…***…***…***…***…***…***…***…***…***...

Después de desayunar con un leve dolor de cabeza ambas chicas hablaban mientras caminaban por los pasillos hacia el salón de clases.

-¡No la soporto! ¡Todos están hablando de que anoche, Kaname-sama, Kain-sama, y Aidou-sama la trajeron anoche! Aunque no recuerdo nada por mí misma, ¡La odio!

-¡Le haremos la vida imposible!

-Ustedes son unas estúpidas!-Les espetó la chica castaña clara pasando a su lado.

-¡Tú no te metas Yori! ¡La defiendes porque es tu amiga!

-¡Ustedes lo que son es unas psicópatas! ¡Se la pasan tramando todo el día contra Yuuki-shan! Pero lo que sienten hacia ella no es más que celos, celos de saber que ella sin esforzarse habla con ellos, la protegen, en cambio ustedes…No tienen ni la mínima oportunidad, por más regalos que les den.

Y se fue dejándolas con la palabra en la boca.

Celos…De aquella que lo tiene todo, aún sin desearlo.