A endulzarnos un poco que se nos aproxima San Valentin!!

"Sakura"

(Fic dedicado a mi amiga personal PauPau, preludio a mi fic de San Valentin q muy prontito publicaré. Y para todas las LeonSora maniacas como yo xP)

Porque todo tenia su por que. Nada se escapaba de aquello que marcaba el destino, aquella línea quebradiza del futuro incierto.

Sentada bajo un florecido árbol de dulce sabor rosado, contemplaba como si nada el tiempo pasar. Aquellos niños que a la distancia recogían las flores que el viento o la simple gravedad le arrebataba a alguno de esos gigantes de madera, le hicieron recordar su infancia antes y después de la muerte de sus padres biológicos. Esa infancia bifurcada entre el dolor y la alegría.

De pronto, frente suyo vio pasar un par de chicas con su uniforme del colegio hablando de sueños, de lo que deseaban para su futuro. Fue ahí cuando recordó el día que les dijo a sus padres adoptivos que iría a USA a formar parte del gran escenario Kaleido. Allí también hubo momento felices como tristes. Venciendo duramente cada obstáculo ella pudo convertirse en parte de la fantasía de los niños que la iban a ver. Ella le dio un renombre al escenario que amaba, pero ahora Rosseta estaría a cargo de acrecentar la fama de Kaleido. Y sabía perfectamente que su amiga lo lograría.

Una suave pero helada brisa le provocó un ligero escalofrío que la recorrió por entero. Ya anochecía en la gran ciudad de Tokio. Las luces comenzaron a prenderse en ese pequeño parque donde se encontraba. El ruido de la hora pico hizo su aparición con fuertes bocinazos y las conversaciones de todo aquellos que salían del trabajo o del colegio.

-Sora, no crees que es hora de regresar? Está refrescando y te puede hacer mal.-Su voz viril entremezclada con legitima preocupación, la guió a observarlo cuando con caballerosidad le coloco su saco gris sobre sus hombros. Esos ojos de un fascinante color entre lila y perla a escasos centímetros le decían todo de él. Por medio de miradas se había enamorado de aquel que varias veces la hizo llorar. Un hombre que se mostraba certeramente mortífero, cuando él quería que alguien sufriera, no mostraba ninguna contemplación.

Frente a ella vio su mano extendida que se ofrecía a ayudarla a levantarse. Con cansancio, aunque en realidad podría llamarse sueño, aceptó su ayuda y se incorporó un poco adolorida.

-No debería exponerte tanto, deberías descansar- volvió a hablar una vez que estaban en camino a su hogar.

-Ya, estoy bien, no te preocupes- dijo la muchacha con esa sonrisa con la que nadie podía discutir en su rostro, el joven se detuvo en seco.-Ocurre algo?- Sora se preocupó.

Él simplemente se le acercó y, sin aviso previo, la arrinconó contra una pared sin ejercer demasiada fuerza. Habían pasado solo unas horas pero él anhelaba esos labios como si se tratase del agua para un sediento en el desierto. Su gran altura lo obligo a agacharse un poco para estar al nivel de la muchacha.

La devoró lentamente, sin importarle las miradas inquisitivas de los transeúntes. Cuanto más tiempo pasaba con su ángel, sabia que no tendría salvación, no sin ella. La amaba quizás desde el momento en que la conoció, pero su obstinado y resquebrajado corazón no lo asumió un par de meses después de su primera función juntos, de aquella función donde la técnica angelical libero a los corazones de todos los espectadores inclusive el suyo propio.

-Leon...- exhaló tan excitante que por poco él pierde la razón. Su pequeña lo enloquecía y jamás se había sentido mejor.

-Será mejor volver a casa pronto-Sonrió al ver la expresión de incertidumbre de Sora. Ella no sabia lo que cada uno d sus gestos provocaba en él.-Tu mama nos preparó una gran cena de despedida.

Extrañarían Tokio, pero su vida no estaba allí. Al día siguiente marcharían al cual sería su nuevo hogar, a la esplendorosa Paris.

Un pequeño dolor en su vientre, le dio la razón de por que estaban allí.

-Leon, Sophie dice que nos apuremos porque ella también tiene hambre.- dijo en medio de una risita, sobandose ligeramente su un poco abultado vientre.

Y el orgullo deslumbro en los ojos del futuro padre.

-Sora, te dije que te amo?- llevo su mano hacia la de ella, acariciando a si también el fruto de su amor.

-No sé, es que tengo mala memoria- Bromeo con encanto lo cual lo hizo volver a sonreír.

-Te amo tanto, mi amor...tanto...- Fue lo ultimo que dijo ya sobre sus labios nuevamente.

Y es verdad, cuando el destino impone ni el ángel ni el demonio podrán ir en contra de él. Su destino era encontrarse y amarse hasta el final.

Fin... ?

Subaru Amagiwa.