Disclaimer: Los personajes y lugares son obra de JKR. Yo solo los mezclo un poquito y los uso para divertirme con ellos sin ánimo de lucro.

N/A. Harry POV, angst y ambientado al principio del último libro. Escrito y subido en menos de media hora. Nunca había escrito algo parecido, advierto que Harry está un poco OOC… espero que me lo perdonen. Cualquier cosa que quieran, R&R. Y gracias de antemano.

ETERNO

Te obligas a cerrar los ojos una vez más, mañana será un día importante. La boda de Bill y Fleur, el inicio de vuestra aventura. Quizás aventura no sea el término más adecuado, suena demasiado infantil. Búsqueda. Eso, vuestra búsqueda. Una búsqueda que parece más un suicidio que otra cosa. Pero sabes que no debes llenarte de negatividad ahora, no serviría de nada.

En la cama de al lado, Ron ronca sonoramente pero mentirías si dijeras que esa es la razón por la que no duermes. Tampoco es a causa de las pesadillas sobre Cedric o sobre Sirius, pues en las últimas noches hasta ellas te han abandonado. Pero no te duermes. Y te conoces lo suficiente como para saber que quedarte ahí tirado no hará que te duermas antes, así que decides salir y despejarte un rato, decir adiós en silencio a La Madriguera, al igual que hace unos días hiciste con Privet Drive.

Por la noche la casa parece distinta. Casi puedes tocar la paz que lo envuelve todo. Ese mero pensamiento te provoca un escalofrío que recorre tu cuerpo en un instante. Porque paz a veces no significa ausencia de guerra, a veces sólo significa muerte. El reloj de pared de los Weasleys, ese que Molly pasea durante todo el día, está ahora olvidado en la destartalada mesa. Lo miras una vez más, el "Peligro de muerte" al que señalan todas las manecillas te produce un desasosiego mayor que nunca, como si fuera un mal presagio.

Y te vuelve a embargar la misma sensación, esa que se ha instalado en ti desde la muerte de Dumbledore, desde que viste el miedo en los ojos de Draco Malfoy. No vais a ganar la guerra, de hecho, esta nunca va a acabar. Jamás. Aunque consiguieras destruir los Horcruxes y acabar con Voldemort, aunque todos los mortifagos se redimieran… no habría victoria. Porque tarde o temprano, de esa mal llamada victoria resurgiría el odio y ese odio atacaría a un ser vulnerable, a un niño. A otro niño, que también se sentiría solo y vengaría en el mundo su dolor, un nuevo Tom Riddle. Pero como cada villano tiene su héroe, probablemente existirá otro crío, que habría sufrido por culpa de las acciones del primero y que tratará de detenerlo a cualquier precio, un Harry Potter en toda regla.

Y así, la historia se repetirá hasta el fin de los días. Buenos y malos, inocencia destruida y un niño olvidado que llora en un orfanato, o en una alacena, mientras todos le ignoran.

Te levantas y miras al cielo completamente cubierto de estrellas. Pero ni siquiera eres capaz de sentir esperanza ya. No cuando ahí fuera pueden estar llorando pequeños Harry Potters o asustados Tom Riddles, sin nadie que esté ahí para salvarlos. Maldices nuevamente a esta guerra eterna y cruel que nadie, excepto Voldemort y tú llegará a entender. Y te vuelves a acostar, nada hay que puedas hacer ya.