Bueno, aquí estoy, subiendo uno de mis FF. Espero que les guste, porque lo hice con todo mi cariño para ustedes .
espero que lo disfruten
Aclaraciones:
- la letra en cursiva son los pensamientos de los personajes
- oOoOo cambio de escena
- Naruto no me pertenece. Este FF lo escribo sin fic de lucro.
Sin más que aclarar, aquí va el fic
Resumén
Esta historia se ambienta a mediados del siglo XIX en ¿brasil? (Es que me inspire con una telenovela llamada la esclava Isaura que se ambienta en Brasil. Entonces no se si ambientarla en Brasil o en Konoha… uds. Me dicen) Se trata de que Sakura es hija de una esclava y un capataz de una gran hacienda. Su madre muere después de dar a luz a Sakura y fue adoptada por la dueña de la hacienda, Camelia. Ella la cría como una hija y la forma como toda una señorita. Cuando Sakura creció, mataron a la dueña de la hacienda. Siendo esclava de uno de sus sobrinos, el cual se enamoró de ella, pero ella no correspondía su sentimiento, por eso él la maltrataba. Pero un día, logra escapar junto a Hinata e Isabella hacia la hacienda de el hermano de esta última. Allí Sakura sabrá lo que es el amor a primera vista...
Cuando Sakura tenía 10 años, llegaron dos sobrinas de la señora Camelia. Ellas eran Hinata e Isabella. Hinata era de la misma edad de Sakura, y Isabella era menor por 7 años. Ellas eran primas. Hinata era hija del hermano de Camelia, Hiashi, e Isabella era hija de su hermana, Mikoto. Camelia le dio la tarea a Sakura de ser la maestra de la más pequeña, enseñándole los modales apropiados para una dama y las materias como idiomas, matemáticas y etc. Hinata y Sakura se volvieron muy amigas, porque a Hinata no le importaba que fuera hija de una esclava, ella no era del tipo de personas que rechazaban a gente de color, aunque Sakura no fuera morena.
Así fueron creciendo hasta que las chicas mayores, tuvieron 17 años…
oOoOo
En la hacienda de la señora Camelia, estaba Isabella en el salón principal esperando a Sakura.
-¡Señorita Sakura, ya estoy lista! –Dijo en un grito la pequeña Isabella, de 11 años de edad-
Isabella era una niña de pelo negro con reflejos violeta, lo tenía cortado a la altura de los hombros, sus ojos eran de color negro y era de una estatura media para su edad.
-Tranquila Isabella, todavía hay tiempo -Replicaba una chica de largo cabello rosado-
Ella era Sakura. Era una chica de impresionante belleza, con su pelo de extraño color rosado, sus ojos de color jade que podían alegrar o entristecer a cualquier persona cuando los miraran, y con un cuerpo envidiado por muchas damas de clase alta. Ella era hija de una mujer que por ser de color, fue esclava, y de un capataz que fue expulsado de la hacienda por tener una hija con una esclava. Su madre había fallecido al dar a luz y desde ese momento, ella ha estado al cuidado de la señora Camelia.
- Es que quiero ir después de la lección a recoger flores para mi tía – Dijo la niña de oscuros ojos-
- ¡Verdad! Mañana es el cumpleaños de tu tía- exclamó abriendo mucho sus ojos la pelirrosada-
- ¿se había olvidado, maestra?- preguntó acusadoramente la pequeña-
- je je je tu maestra puede tener errores, Isabella –Dijo nerviosa Sakura- ¿Sabes? Hoy vamos a hacer clases al aire libre. ¿Qué te parece?
- ¡Genial! –chilló la pelinegra-
- Bien, entonces vamos- agregó con una hermosa sonrisa la maestra-
Entonces, fueron caminando con sus sombrillas hasta un pequeño río que pasaba por las grandes tierras de la hacienda. El río se encontraba rodeado de árboles de todo tipo. El paisaje era muy relajante. Sakura se encontraba sentada en un árbol que se había caído hace tiempo, esperaba a Isabella, que recogía las flores para su tía.
- ¡Señorita Sakura! –Gritó la pelinegra mientras se acercaba a paso rápido hacia su maestra- ya termine de recoger las flores-
- Bien entonces ahora nos vamos –indicó la pelirrosa-
- ¡Hey! ¡Sakura, Isabella! ¡Esperen! –gritaba una chica de ojos perlados y largo cabello azul-marino-
- Señorita Hinata, ¿no debería estar en sus clases de etiqueta?-preguntó extrañada la ojijade-
- Por favor, Sakura, no me llames de ese modo, solo dime Hinata –dijo la chica ojiperla-
- Bien, bien, ¿pero por que no estas en tus clases? –preguntó nuevamente-
- Bueno, etto… es que los vestidos para mañana ya llegaron desde Francia, y quería ir a verlos con ustedes – se excusó con un leve sonrojo Hinata-
- ¡Si! Vamos Sakura, por favor ¡vamos, vamos! – Rogaba la pequeña chica -
- Esta bien, vamos – dijo derrotada la joven pelirrosa-
- ¡Vamos! –exclamo la muchacha de largo pelo azul-marino para después llevarlas arrastrando, literalmente, mientras corría a una velocidad pocas veces vista antes en una dama en esa época-
Ya en la casona, la señora Camelia las esperaba inquietada. Camelia era la mayor de 4 hermanos. Tenía el pelo color café oscuro y sus ojos eran negros. Era una mujer muy cariñosa y buena con todo el mundo, trataba a los esclavos mejor que cualquier otra hacienda y se mantenía ella sola con su siembra de granos de café que los transportaba a Europa, ganando así mucho dinero.
- Espero que no se tarden mucho tiempo más, si no la costurera se irá – Se decía a si misma con un notable tono de preocupación-
La mujer alzó la vista y miro por la ventana que tenía cerca. Vio que su sobrina Hinata venía con Sakura e Isabella corriendo tan rápido, que dejaba una nube de polvo por donde pasaba.
- Por Dios, esa chica si que tiene velocidad –comentó con una gotita resbalando por su sien-
- ¡Tía! ¡Ya llegamos! –Exclamó una voz que tenía un notable tono de alegría-
- ¡Bien! Entonces vamos a que se prueben los vestidos –Dijo comenzando a caminar hacia una salita donde habían implementos de costura y algunas telas-
oOoOo
Al otro día…
La fiesta de cumpleaños de la señora Camelia había comenzado. Todos los esclavos vestían sus ropas más decentes, servían a los señores los exquisitos licores de sabores frutales, los pequeños y deliciosos bocadillos y los pedazos de tartas de muchas variedades. Habían muchos invitados, todos celebrando en los patios de la hacienda, donde yacían unas grandes mesas con manteles bordados blancos. Todo era hermoso. Los vestidos de las señoras y señoritas daban un alegre detalle con todos sus encajes y bordados. La señora Camelia, que estaba acompañada de su pequeña sobrina, llevaba un vestido color verde, con bordados en color blanco en el abdomen, y una gran falda que llegaba hasta el suelo. (Si han visto la esclava Isaura, conocen los vestidos que se usaban en aquella época, pero si no los conocen, busquen en youtube por: La esclava Isaura. Eso les dará una idea) Isabella llevaba un vestido color blanco de manga corta con un moñito azul en cada una y con una gran cinta del mismo color en el abdomen.
- ¿Sabes donde se encuentran Hinata y Sakura? –Preguntaba la señora Camelia-
- No, no sé. Pero las puedo ir a buscar a la casa- se ofreció amablemente la pequeña-
- Si, por favor. Es que quiero presentarles a unos sobrinos míos –agregó la mujer-
- Entonces, voy y vuelvo –dijo para después salir corriendo al interior de la gran casa-
Isabella entró rápidamente a la casa y subió las escaleras que llevaban a las habitaciones. Fue directamente a la habitación de Sakura y allí encontró a Hinata.
- Hinata, ¿Por qué se tardan tanto? Nuestra tía esta un poco preocupada –dijo Isabella algo agitada después de tanto correr -
- Lo siento, pero es que Sakura no quiere bajar, y yo no quiero ir sin ella –se excusó la joven de ojos perlados-
- ¡ai no! Mi madrina debe estar molesta por la demora, bajen sin mí – Dijo una voz que provenía del baño de la habitación-
- ¡Pero Sakura! Te ves preciosa con el vestido, no tienes por que avergonzarte- insistía Hinata. Estaba desde hace una hora intentando convencer a Sakura para que bajaran, pero la pelirrosa no se inmutaba, decía que el vestido no era para ella-
- ¡Vamos rápido Hinata! Nuestra tía se va a enojar – dijo un poco temerosa la pequeñita por los famosos enojos de su tía-
- Bien, bien, vamos, pero Sakura, baja pronto, por favor- agregó para después desaparecer por la puerta junto con su pequeña prima-
Cuando Sakura se quedó sola en la habitación, salió del baño
- Si Hinata-chan dice que me veo bien… Saldré- dijo esto último con decisión, una gran sonrisa, y salió de su habitación-
oOoOo
En la fiesta…
Estaba Camelia con una cara que denotaba intranquilidad. ¿Por qué sus pequeñas tardaban tanto? De pronto vio a Isabella llegar con Hinata.
- Niñas, al fin, ¿y Sakura? –preguntó extrañada-
- Ya viene –respondió un poco cabizbaja Hinata, abriendo su abanico de encajes color celeste-
- pff… bueno, solo espero que no tarde tanto -dijo la señora con un poco de cansancio- Bien, les presentare a unos primos suyos, que hace mucho tiempo no ven –dijo recuperando su alegre sonrisa- ¡Gaara! ¡Temari! Hinata e Isabella están aquí –exclamo Camelia-
Un chico alto, pelirrojo, con un extraño símbolo en el lado derecho de su frente, caminada tranquilamente hacia ella con una chica de porte elegante, de ojos color similar al mar, con cabello rubio oscuro recogido en un sofisticado moño.
- ¿Cómo ha estado, tía Camelia? Hace muchos años que no nos hemos visto –dijo con tono venenoso la rubia-
- ¡Oh! Gaara, Temari, como han crecido, si los comparará con los pequeños que eran antes, ni los reconocería –dijo maravillada la señora Camelia- ¿Recuerdan a Hinata? –pregunto esperanzada-
- Por supuesto. ¿Cómo nos íbamos a olvidad de nuestra querida prima? –Dijo con tono arrogante el chico pelirrojo – Pero, no sé quien es esta pequeña dama que tenemos acá –hablo bajando a la altura de Isabella-
- Soy Isabella Uchiha, un gusto, primos –se presentó sonriente la pequeña-
- Ella es hija de su tía Mikoto, ¿la recuerdan? – Habló Camelia-
-Claro, ¿Como olvidarnos también de la tía Mikoto? Que hayamos viajado a la capital no significa que no nos acordemos de nuestros familiares, tía –hablo levemente enfadada Temari-
- Oh, lo siento –dijo entristecida la mujer de castaños cabellos-
- ¡Mira tía, ahí viene! –Exclamaron al unísono Hinata e Isabella –
- ¿Quién viene? – Preguntó Gaara a su hermana-
- Ni idea – respondió la rubia-
Una chica de preciosos ojos color verde jade venía bajando la escalera de la entrada de la hacienda, con un hermoso vestido de la gama de colores del vino tinto, que hacían resaltar su ahora ondulada cabellera rosada.
- Lo siento por tardar tanto, madrina –dijo con voz suave y melodiosa Sakura-
- No hay por que preocuparse, Sakura – respondió la señora. Tomando la mano derecha de Sakura entre las suyas-
Gaara estaba anonadado. Nunca había visto tanta belleza en una sola chica. Definitivamente tendría que llevar a cabo su plan para arrebatarle la hacienda a su tía, lo más pronto posible, y lo más pronto sería… en unos instantes…
Espero que me haya quedado bien. No estoy muy segura si mi redacción estubo lo suficientemente buena. Pero espero que les haya gustado.
A Hinata le cambié un poquito la personalidad, pero va a ser la misma tímida Hinata cuando se encuentre con Naruto .
Espero que a dos chicas que admiro muchisimo les haya gustado mi FF
y espero que a todas/todos los que hayan leido, encerio haya sido de su agrado.
cuidense mucho
nos estamos leyendo!!
sayoo!
