Rurouni Kenshin pertenece a Nobuhiro Watsuki.
Obviedades
Kaoru sabía que no tenía nada que hacer contra Sombrero Negro en cuanto a la lucha se refería; pero eso no le impedía mostrar resistencia durante el trayecto hacia el bosque, donde el asesino había citado a Kenshin. Trató de zafarse varias veces de su agarre, sin mucha suerte; y una risa hosca escapaba de los labios de Jin'ei junto al humo del cigarro.
Confiaba en que todo terminaría pronto; Kenshin acudiría, eso no lo dudaba. Tampoco dudaba sobre el resultado del combate.
Jin'ei Udo, sin embargo, parecía más interesado en la pelea en sí que en el resultado. Incluso juró haberlo oído canturrear mientras le ataba las manos dentro de aquel templete. Estaban en un claro del bosque, y la luz de la luna le permitía ver el fulgor rojo de los ojos de Sombrero Negro. Aquel tipo le daba escalofríos.
―Pareces una chica fuerte, después de todo. No has soltado ni una lágrima ―cacareó, encendiéndose otro cigarro.
Kaoru apretó los labios y alzó la barbilla, altiva.
―Porque no tengo miedo. Kenshin vendrá.
Jin'ei soltó una nueva risotada y la tomó de la barbilla. Sus ojos negros la escrutaban de una forma que Kaoru no sabía cómo interpretar, aunque algo le alertó de las segundas intenciones que podría tener el tipo.
Le dio un manotazo, aun con las muñecas maniatadas, en un acto reflejo. El asesino esbozó una sonrisa macabra.
―No tienes de qué preocuparte, chiquilla. Seré un asesino; pero no toco a la mujer de otro.
A la mujer de otro. Las palabras resonaron en su mente y de repente el estómago le dio un vuelco. La implicación de esa frase era demasiado evidente y, al parecer, ella era demasiado obvia.
Clavó los ojos en Jin'ei, sin apartar la mirada de él, y con el ceño levemente fruncido. Un ligero temblor le recorrió el cuerpo. Jin'ei se percató y ladeó la cabeza hacia ella, expulsando el humo maloliente del tabaco de entre sus dientes.
―Juju… no me mires así. Al fin y al cabo, no te he secuestrado para comerte, ¿me oyes?
No, claro que no. Lo había hecho para enfurecer a Kenshin. Porque Kenshin era el "otro" en a la mujer de otro.
Definitivamente, pensó Kaoru, era tan obvia como para que ese tipo se hubiese referido a ella como tal.
-fin-
Viñeta tonta que se me ocurrió después de leer el tomo dos, aprovechando que ahora estoy con la edición kazenban. Tenía ganas de hacer algo en plan escena perdida, y Kenshin/Kaoru.
