_Olvídalo. Viviré sola, y no hay nada que puedas hacer para impedirlo._ Habló Sakura Haruno con una voz fría y amenazante.
_Pero, Sakura-chan, ni siquiera has cumplido los dieciséis años, y con lo que paso…
_Cállate._ Sakura interrumpió a su abuela. Sus fríos ojos jade atravesaron a la anciana._ Ya tengo edad para vivir sola en esa casa._ Sakura miró a través de la ventana del auto, hacia la gran mansión, y murmuró molesta_ No te preocupes tanto.
La anciana miró con lastima a su ya no tan pequeña nieta. Sus ojos jades fríos y calculadores estaban clavados en la mansión de sus padres. Su cabello rosado caía en ondas hasta un poco más debajo de su cadera. Y su figura de mujer relucía entre su ropa negra.
Solo queda una semana de luto, pensó la anciana.
_Me voy. Que estés bien_ Dijo la adolescente y bajó del auto, se encaminó a paso decidido hacia la mansión. Dos sirvientas salieron a recibirla, ella solo les hizo un gesto con la cabeza para luego entrar al lugar, como la dueña y señora que era.
Sakura miró todo el interior de la casa, seguía como siempre.
Al ingresar estaba el living y sala de estar, todo decorado con antigüedades y cuadros carísimos. Dos escaleras inmensas a cada extremo de la casa se unían en el segundo piso, que llevaba a las habitaciones. En el medio de las escaleras, en el primer piso, estaba el paso a la cocina y piezas de sirvientes. Sakura subió la escalera de la derecha y llegó a la cima, donde estaba la gran puerta que daba al dormitorio de sus padres. A la derecha, por el gran pasillo estaba su pieza al fondo, y piezas de invitados. A la izquierda, igualmente por el gran pasillo, había más piezas de invitados.
Sakura lanzó un suspiro y se encaminó a su habitación. Al mirar cada una de sus pertenencias, sintió unas inmensas ganas de gritar. Y fue lo que hizo.
Las clases del penúltimo año en la secundaria Konoha empezaban ese día, y en lo único que pensaba Sasuke Uchiha, era, qué aburrido.
Se colocó el uniforme y se calzó los zapatos. El uniforme de Konoha, para hombre era unos pantalones de colegio negros, una polera blanca estilo piqué con algunas rayas negras y rojas al final de las mangas y en el cuello, y el resto, zapatos, bufandas, parkas, o accesorios eran de elección propia, respetando el negro y rojo.
En el caso de Sasuke, ocupó unas zapatillas negras y un polerón delgado negro. En su cuello se veía un tatuaje, llamado por él y el resto del instituto como, "la marca de Maldición". Revolvió un poco su cabello mojado con la ducha que recién se había dado y tomó su mochila negra. Salió a grandes pasos de su pieza y bajó al primer piso de la mansión. Saludó a su madre con un beso en la mejilla.
_Que tengas un lindo día, Sasuke-kun_ dijo con voz dulce.
Salió hacia el garaje y se subió en su Mercedes Benz negro, último modelo.
Sasuke vivía en una de las partes más ricas de la ciudad, y cuando iba saliendo del "Barrio Uchiha" casi choca de frente con un Bentley último modelo, color carbón. Tocó fuertemente la bocina, y quien iba dentro del Bentley ni se inmutó.
_Hmp. Idiota_ murmuró por lo bajo, y aceleró al máximo, alcanzando al Bentley que iba en dirección al Instituto Konoha. Lo adelantó pero no pudo ver quien iba en el interior, ya que los vidrios estaban completamente polarizados.
Cuando iba entrando en el estacionamiento de Konoha, el Bentley pasó rápidamente por su lado y se estacionó frente a la puerta del instituto. SU estacionamiento.
Sasuke enfurecido estacionó a un lado y bajó del auto. Se acercó a la puerta del Bentley para encarar al imbécil que le había ocupado el estacionamiento y casi chocado el auto.
Notó a algunas chicas saludarlo embobadas, pero hizo caso omiso. Ahora tenía un solo objetivo.
_ ¿Qué te ocurre?_ le gritó al vidrio. Al instante se abrió la puerta del auto y lo primero que vio fueron unas botitas con tacón, negras de cuero. Luego unas medias con tejido de telaraña rojas. Puestas en unas piernas largas, contorneadas y cremosas. Subiendo un poco más vio una faldita a cuadros, negra y roja. Después una cinturita y unos pechos bien marcados en la polera del instituto que era igual a la de Sasuke, pero ajustada. Vio un cuello largo y cremoso, igual que sus piernas, con un collar negro largo puesto como una corbata, que se perdía entre sus pechos. También tenía un collar de plata en su cuello con un dije de corazón rojo. Y luego, vio la cara de un ángel. Facciones perfectas, labios rojos y carnosos, unos ojos verde jade, y un pelo largo y ondulado extrañamente rosado.
_ ¿Algún problema?_ preguntó fríamente la chica.
_Te estacionaste en mi lugar_ respondió Sasuke saliendo de su embobamiento.
_ No veo un nombre por ningún lado_ le contestó cerrando su auto y dirigiéndose al interior del instituto.
Varios estudiantes se quedaron viendo lo que había ocurrido, Sasuke lanzó una mirada fría y algunos ingresaron al instituto, otros lo saludaron o se quedaron esperando fuera del instituto.
Sasuke Uchiha recién notó a su mejor amigo parado cerca de la entrada viendo a la chica con pelo raro, que iba caminando como si fuera la dueña del lugar. Su extraño pelo se movía a cada vaivén que daba al caminar.
_Nunca te cortes este hermoso pelo, ¿está bien?
Sasuke frunció el ceño al venir esas palabras a su mente, dichas por él.
_ ¡Eh, Teme! Qué carácter, ¿no?_ dijo Naruto Uzumaki con su típica voz chillona.
Él solo murmuró unas cuantas maldiciones antes de ingresar al recinto con unas mujeres a la siga. También noto que varios hombres habían quedado embobados mirando a la chica, que debía ser nueva. Pero eso no le perdonaba el quitarle el estacionamiento y haber sido tan rebelde con él.
Ninguna mujer se comportaba así con Sasuke Uchiha. Y que manerita de empezar el año, ¿no?
Sakura se dirigió a dirección, la secretaria de la directora, Shizune, le pidió que esperara un momento, que ya la atenderían. Sakura simplemente se dirigió a una ventana que había en la sala de espera de dirección, y miró el sol que aparecía entre las nubes.
Ese día había amanecido nublado, pero ya se estaba despejando de a poco. Aunque al ser tan temprano no sabía si el día iba a estar nublado o soleado.
Aunque daba igual, ¿no? Todos los días eran grises para ella.
El día anterior había terminado su luto. Y hace ocho días que había llegado a esta ciudad, Hokage. Y en veintisiete días más sería su cumpleaños, sus "dulces dieciséis". Sí, súper dulces, pensó irónica. Sería el primer cumpleaños que lo pasaría sola, el primer veintiocho de marzo que sería absolutamente solitario.
_Sakura Haruno, la directora la atenderá ahora_
_Hmp.
Tsunade Senju esperó a que la chica se sentara frente a su escritorio para empezar a hablar. Una vez que lo hizo comentó_ Así que te tenemos aquí por fin, Sakura-san.
_Veo que ya vio las recomendaciones, y supongo que me aceptará_ dijo Sakura bastante segura de sí misma.
_Claro_ la directora sonrío sin tomarle importancia a la frialdad de la chica._ Aunque aquí nos dice que sería recomendable mandarte a un sicólogo…
_No_ interrumpió_ simplemente no lo hará, pues ya estoy bien. Estoy superada.
Tsunade lo pensó unos segundos y luego miró los papeles de la chica. Promedio perfecto en toda su vida escolar, a pesar de la tragedia de sus padres y hermana. Tsunade creía que debería mandarla a un sicólogo, pero conversaría después con la tutora de... Un momento.
_ ¿Y quién es tu tutor, o tutora?_ preguntó extrañada.
_Nadie, me cuido y vivo sola._ Sakura se estaba hartando del interrogatorio.
_Pero si ni siquiera has cumplido los dieciséis…
_Hmp.
Hubo un silencio incómodo, Sakura no dijo nada más, solo se quedó observando retadora a la directora, y ésta analizó a Sakura con la mirada. ¿Cómo era posible que no tuviera tutor? Bueno, eso lo vería después, ahora debía ir a clases.
_Está bien, Shizune te entregará tu horario cuando salgas.
Sakura se levantó del asiento y salió de la oficina sin decir nada. Miró la primera clase… Empecemos, pensó cansada. Otro año más empieza hoy. Sólo esperaba que este año pudiera ser feliz.
Sasuke Uchiha miró al profesor, desde su último asiento en el salón de clases. Y en ese momento noté por qué tanto revuelo. Estaba tan enfrascado en la música que estaba escuchando que no había notado que esa chica pelirrosa había entrado a la clase y hablaba con el profesor.
Sasuke se sacó los audífonos y escuchó al profesor hablar.
_Ella es Sakura Haruno_ mencionó Kakashi_ Sakura, este será tu curso hasta que se gradúen, espero se lleven bien. Siéntate allá atrás, junto a Sasuke Uchiha.
Sakura miró a la clase con aire despectivo, y vio el asiento vacío al lado del tipo de la mañana, el del Mercedes, ese tal…Uchiha. Lo miró un momento y luego caminó donde él. Dejó la mochila tras la silla y se sentó. No dijo nada, sólo se quedó mirando hacia el profesor.
Algunas chicas rezongaron por lo bajo al ver que se sentaría junto al chico más sexy del instituto. Y un par de chicos rezongaron también al pensar en que Sakura, la sexy chica nueva, caería en las garras del Uchiha.
Sasuke la miró y se sorprendió al notar el calor que desprendía él mismo. Esa mujer era malditamente sensual. Ruda y sensual. Y ese cabello rosado y largo, angelical, no hacía más que darle otro toque hermoso.
Frunció el ceño al darse cuenta que generalmente las mujeres se le quedaban mirando, no él a ellas.
Agarró su celular y mandó un mensaje a uno de sus mejores amigos, sentado tres asientos mas adelante. "¿Ves esta mujer que hay a mi lado? En mi cama. Le doy dos semanas" Le pulsó a enviar, y guardó su celular. Miró a su nueva compañera con el ceño fruncido. Qué rara, sonrió, pero la tendré en mi cama, eso es seguro.
Fue la hora de recreo, había quince minutos, pero Sakura no salió y simplemente se quedó mirando por la ventana, viendo que el sol quería salir, pero no lo hacía. Varias personas más se quedaron en el salón.
_ ¡Llegué, Sasuke-kun!_ Escuché exclamar a alguien con voz gritona que hace que casi se me rompan los tímpanos. Me di vuelta para lanzarle una mirada matadora a quien haya hecho eso, cuando la vi. La vi y la furia hirvió en mis venas.
Ino Yamanaka estaba colgando del cuello de "Sasuke-kun", mi compañero de puesto. Su piel blanca y su largo cabello rubio pálido se movía mientras ella parloteaba sin parar.
_ ¡Perdón, me quede dormida en la mañana!_ Seguía gritando.
Sakura no aguantó las ganas de ir donde ella y tirar su cabello desde la cola de caballo que tenía._ Al fin te encuentro, maldita perra_ Sakura dijo mientras la tiraba del cabello y la lanzaba contra la pared más cercana.
Ino cayó semi inconsciente al suelo, y algunas amigas corrieron gritando a ayudarla.
Sasuke miró sorprendido cómo Ino era agarrada del pelo y tirada contra la pared. Más le sorprendió al ver que era la nueva quien le daba un merecido a la capitana de las porristas, y su… sí, se podría decir que novia.
_Me vengaré por lo que me hiciste_ Sakura se había arrodillado a su lado. Tomó el pelo de la rubia y le subió la cabeza. Ella aún se encontraba en el suelo, bastante desarmada. Miro fijamente sus ojos que había visto en sueños. Esos ojos mojigatos de un color celeste pálido. El terror estaba plasmado en sus ojos.
_No creí volver a verte_ susurró.
_Creíste mal, perra. Y supongo que ya sabes que no te conviene que nadie sepa de esta…_Sakura hizo como que pensara_ Amenaza.
Sakura le dio una cachetada a la chica y se paró, miro a su alrededor. Estaba Sasuke Uchiha, dos amigas, supuso, de Ino… e Ino.
Sakura Haruno tenía en mente su venganza. Lo conseguiría cueste lo que cueste.
Después de que la nueva golpeara a Ino, ella se había levantado e ido corriendo con sus amigas al baño, supuso Sasuke.
Sasuke no pudo dejar de mirar a Sakura, había algo en ella que… Le traía recuerdos.
_Mi amor, ¿me amarás aunque terminemos?_ la voz dulce de una mujer resonó en la cabeza de Sasuke Uchiha. Miró a todos lados de la sala de clases, y vio que varías personas venían llegando y conversaban entre sí.
_Claro que sí, hermosa._ su voz era ahora la que resonó en su cabeza. Era su voz pero sonaba tierna, dulce, amorosa. ¿Qué diablos pasaba?
Sakura Haruno se encontraba sentada en el asiento de su compañero, la ventana estaba a su lado por eso le había quitado el puesto. Ella no era callada, pero luego de ver a Ino Yamanaka, esa maldita perra que había aparecido en sus sueños y recuerdos, algo había quedado dando vueltas en su mente.
Sakura estaba escondida debajo de una mesa, sus dos manos estaban aprisionando sus labios tratando de apaciguar los sollozos. Un hilo de sangre caía por su frente. Su pelo rosa estaba sucio y lleno de sangre. Para suerte de ella, el sangrado de la herida en la parte trasera de su cabeza se había detenido. No sufriría una hemorragia.
Desde el lugar en el que se encontraba tenía vista de primer plano a la puerta del galpón.
El galpón era gigante, y estaba muy oscuro. Su acechador daba vueltas por todo el galpón, sabía que ella se estaba escondiendo. Pero a él le entretenía.
_ ¡Vamos, pelirrosa! No te hagas la difícil. Te va a gustar_ rió de forma demente.
Sakura estaba asqueada, no debía dejar que la encontrara. No quería que de nuevo la encontrara, y ella debía hacer lo posible porque eso no pasara.
Un golpe un tanto débil se escuchó en la puerta. Y el acechador se dirigió hacia ahí. Abrió completamente la gran puerta de madera, y Sakura vio parada a Ino Yamanaka, la recordaba de la escuela… Ino siempre la trataba muy bien. ¡Estoy salvada!, pensó inocentemente Sakura.
_ ¡Ah, rubiecita! Estaba a punto de entretenerme con mi presa_ dijo al acechador, a lo que Sakura tuvo un revoltijo en el estómago, por dos cosas. Él conocía a Ino, y dos… si no escapaba ahora, no sería lo suficientemente fuerte para soportar de nuevo al tipo.
Ino se veía un tanto nerviosa. Vestía un vestido strapless blanco inmaculado, con un cinturón ancho negro en su cintura y unas chalitas blancas. Su cabello rubio claro iba suelto y ondulado, sus ojos celeste pálido miraban nerviosos para todos lados.
_Debe hacer que pierda la memoria_ dijo con voz firme, pese a todo el nerviosismo.
_ ¿Sirvió con el otro tipo?_ ante la pregunta del acechador, Ino asintió.
_No recuperará la memoria, dicen que tiene un daño cerebral severo. No recordará nada de lo que pasó en todo el año anterior.
Sakura sintió la sonrisa macabra del tipo en su cara._ Con la pelirrosa haré algo parecido. Mis métodos son buenos. El niñito quedó traumado al ver como violaban a su novia.
La cara de Ino fue de asco y arrepentimiento._ Ahora violaré a esa niñita hasta que quede con el mismo daño_ la sonrisa torcida del hombre provocó un escalofrío en Sakura.
_Ahora iré a ver a mi Serpiente_ dijo Ino, y salió corriendo de ahí, dejando un fajo de billetes en las manos del hombre.
La mente de Sakura se nubló. No, no era su mente, sino sus ojos. Despertó de la ensoñación cuando escuchó la voz varonil de su compañero llamarla.
_ ¡Hey, Haruno! Que es mi asiento. _ Sasuke le dijo un tanto molesto, pero al ver los ojos llorosos de la chica, algo en su interior se paralizó.
_ ¡SAKURA!_ Su grito atravesó el cielo, pero solo existió en su interior. Sasuke frunció el ceño, hoy le habían ocurrido cosas raras.
_ Tómalo_ Sakura se paró molesta y se acomodó a un lado. Fijó la mirada en la cabellera rubia de Ino, sin prestar atención a su compañero, y notó como la rubia se removía incómoda en su asiento.
Ino sabía que Sakura la observaba, y la culpa la invadió. Invadió su alma, y su corazón se rompió. ¿Qué había hecho?
