El Líder.
Por: Marisaki
Disclaimer: SCC no me pertenece y por ende ninguno de los personajes.
En un enorme palacio ubicado en una de las mejores y mas seguras zonas de Hong Kong un anciano caminaba por los grandes jardines. Sostenía un libro en sus manos y su vista se perdía en el horizonte. Su barba era larga y blanca y sus ojos eran serenos y mostraban gentileza. Nunca mostraba precipitación o enojo, era muy difícil verlo con ira porque siempre procuraba mantener a calma.
Por eso el era el jefe del Concilio de Magia de Occidente.
Precavido, sereno, inteligente y gentil eran unas de tantas cualidades que poseía el anciano. Y esas cualidades lo convertían en un gran líder. Nunca tomaba decisiones precipitadas y siempre analizaba las situaciones difíciles. En su comunidad era el más respetado, ya que era un gran hechicero. Los adultos lo admiraban y los jóvenes lo idolatraban, pero a pesar de eso, todo el mundo sabia que su mandato en el concilio estaba llegando a su fin. Pronto el concilio tendría que escoger a un nuevo líder.
El anciano se detuvo en medio de un pensamiento y abrió su libro, dentro había una hoja suelta con varias palabras escritas.
Una lista.
Leyó una vez más aquella hoja, octava vez en aquel día. Aunque se la sabia de memoria, sabía que en aquellos nombres que estaban escritos se encontraba el próximo líder del concilio. 16 nombres en total. Su vista se detuvo en un nombre bastante familiar para él: Shaoran Li.
Cerró en medio de un suspiro el libro y siguió caminando. Conocía a Li, porque conoció a su padre. Un gran hombre quien murió por tener a salvo el mundo de la magia. Se imaginó al joven sentado en la gran silla que había en el edificio del concilio dando órdenes, escuchando atentamente los asuntos de los diferentes clanes de Asia. Serio como un adulto, sin embargo aun era muy joven, 20 años. Él mismo había asumido el liderazgo del concilio hasta los 30.
El anciano sonrió. No había duda que de llegar a ser un líder, Shaoran Li iba a ser uno de los mejores sino es que el mejor. Pero no era el único "candidato" al puesto.
Un ave distrajo al anciano de sus pensamientos. Aquel pequeño animal se encontraba en el suelo tocándose el ala con el pico. Estaba lastimado. El anciano se acerco al pequeño pájaro, pero este presa del miedo se alejo inmediatamente de él.
-"Vamos, ven aquí"- susurro el anciano-" no te voy hacer daño"
El ave se alejo más de él con unos cuantos brincos, pero el anciano no se iba a dar por vencido. Siempre había ayudado a los indefensos, fuera quien fuera. Otra cualidad que se volvía en una peligrosa debilidad.
Alcanzó al ave y al estar a su altura le ofreció su mano para que el pequeño animal subiera. El pájaro aun desconfiaba, pero observo el rostro del anciano, un rostro que mostraba bondad y entonces el pequeño pájaro subió a la mano del anciano.
-"Vez"- le dijo una vez estaba en su mano- "no es tan difícil"
-"Una vez más ayudando a los necesitados"- se escucho una voz detrás de él. El anciano sin precipitarse le respondió a la voz.
-"Buenas tardes Woon-Jae. ¿Donde quedaron tus buenos modales"?
-"Mil disculpas"- el mencionado hizo una reverencia- "Buenas tardes, espero no molestar"
-"¿Que es lo que se te ofrece?"
-"Quería verlo por un momento señor"- contestó con una sonrisa burlona
-"Tu vienes por algo mas" –el anciano estudio la mirada del joven delante de él- "¿Que necesitas?"
-"Como siempre, usted está en lo correcto, sensei."- el joven dio unos pasos atrás –" Pero yo no voy a ser quien se lo explique, será él"- señaló a la espalda del anciano.
El anciano dio media vuelta y se encontró con una gran sombra delante de el lista para atacarlo. El anciano no tuvo tiempo de defenderse, inmediatamente fue atacado y su cuerpo cayó al suelo ya sin vida. El ave que se encontraba en sus manos se echó a volar para escapara de la oscuridad que se acercaba.
Tomoeda, Japón
Llamaron a la puerta. Fuyitaka Kinomoto levantó su vista sonriente.
-"Aquí esta la cena!"- dijo alegremente una chica llevando una bandeja con comida –" y esta vez no quiero excusas"
-"Gracias hija"- el señor Kinomoto dejo a un lado su trabajo para poder cenar-" Huele delicioso ¿Qué es?"
-"Sopa de fideos"- respondió la joven sentándose sobre la cama de su padre- "¿Aun te falta mucho?"
-"Un poco, solo tengo que revisar las fuentes de información y la redacción"
-"Humm..."- suspiro la chica un poco decepcionada-" entonces te dejare terminar"- la joven se levanto dispuesta a salir de la habitación.
-"Lo siento Sakura, pero me tomaste de sorpresa. Te esperaba hasta el fin de semana."- su padre se disculpó notando cierta tristeza en ella.
-"No te preocupes papa, de todas formas vendré el fin de semana, cuando ya no tengas tanto trabajo."
-"¿Ya te vas?"
-"Si..."- dijo mirando por la ventana-" Mejor me voy ahora antes de que comience a llover."
-"Tienes razón. Vete con cuidado hija. Háblame cuando llegues"
-"Si..."
Sakura Kinomoto abandonó la casa en la que vivió durante su niñez y parte de la adolescencia. Antes de subir a su automóvil observo el aspecto del cielo. Aun no anochecía y sin embargo el cielo estaba lleno de nubes grises. En escalofrió recorrió todo su cuerpo. ¿Qué era esa sensación?
Desconfiada, subió a su automóvil y lo echo andar. Sin prisa alguna, abandono las tranquilas calles de Tomoeda para reincorporarse a la carretera que la llevaría a Tokio, lugar donde ahora vivía con una compañera de la universidad.
Mientras manejaba, recuerdos de su infancia pasaron en su mente y de pronto sintió cierta nostalgia. En cierta forma extrañaba su niñez. Aquella época en la que no tenía que preocuparse por grandes cosas, como pagar las deudas y decidir qué hacer por el resto de su vida. Pero creció, y se afronto con nuevas cosas, no como las "aventuras" que tenía cuándo era una Card Captor, lidio con cosas reales, situación reales y a partir de eso, creció. Cayó en cuenta de la realidad.
Las partidas de sus amigos no ayudaron en mucho, pero no podía hacer nada. Ellos tenían vida propia, y tenían que crecer y al parecer lejos de aquella ciudad. Pero no importo, ella siguió adelante con la sonrisa que la caracterizaba.
Al vagar en recuerdos, perdió la noción del tiempo, para cuando recapacitó, estaba entrando a Tokio. En el primer semáforo soltó el volante y se relajo un poco. Vio a los peatones que cruzaban la avenida y encontró en ellos a alguien que le llamo la atención, era un hombre y tenia cabello blanco.
-"Que raro..."- se dijo a si misma
Ese hombre le recordó a Yukito. El buen Yukito. La última vez que lo vio fue hace un año. Se había mudado al sur de la isla por sus abuelos. Su abuela estaba enferma y los médicos le recomendaron el clima de la costa para que se sintiera mejor. Los cambios de estaciones que había en Tomoeda le afectaban mucho ya que eran muy extremos. Miro una vez más al señor y estudio sus rasgos. No. No era Yukito, simplemente era un anciano. Una persona más.
El semáforo cambio de color indicando que Sakura podía continuar su camino. Acelero y al cabo de unos minutos se detuvo en una pastelería.
-"Buenas noches señorita Sakura"- saludo una agradable mujer del otro lado del mostrador.
-"Buenas noches Yoko"- respondió Sakura sonriéndole
-"Y bien, que es lo que le apetece el día de hoy?"
-"Flan"
-"¿Flan?"- pregunto la mujer bastante extrañada
-"Si, flan..."- Sakura noto la sorpresa de la empleada –" Porque..."
-"Lo siento... es que usted nunca ha comprado flan, siempre se lleva pasteles"
-"Lo se...-"Sakura desvió la vista a una vitrina donde había gelatinas-" pero acabo de visitar a mi padre y recordé lo mucho que me gustan los flanes"
-"Oh ya entiendo..."- la señorita se alejo del mostrador y fue con Sakura-" pues en ese caso, acabo de preparar este"- tomo un flan en medio de dos grandes gelatinas y se lo llevo al mostrador para ponerlo en una caja.
-"Wow a Kero le gustara"- dijo Sakura sin pensarlo
-"¿Kero? "
-"Oh..."- la chica se puso nerviosa ante su descuido- "Si es mi ... em gato. Si, eso es. Es mi gato"
-"Oh bueno..."- la empleada termino de guardar el flan. ¿Un gato que come flanes?
Sakura salió de la tienda bastante contenta. Abrió la puerta del automóvil y acomodo el flan en el asiento del copiloto, entonces su celular comenzó a sonar.
-"¿Diga?"
-"Sakura soy yo..."- se escuchó una voz masculina-" están atacando el templo Nakazawa"
Sakura cerró la puerta de su automóvil y lo hecho andar.
-"Oh dios! ¿Quién está atacando?"
-"Los Redcap* y son demasiados. Ten cuidado porque puse un hechizo alrededor de la manzana."
-"Esta bien, voy para allá. Llegare lo más pronto posible"- No bien hubo terminado la conversación y Sakura arrojo su celular al asiento del copiloto. Aceleró y mientras manejaba susurro para si misma:
-"Viento"
Una luz comenzó a brillar en su bolso y una carta salió de él. Floto en el aire por unos cuantos momentos. Sakura, ajena a eso, le dijo a la carta:
-"Kerberus"
La carta floto unos cuantos segundos antes de salir disparada por la ventana. Finalmente Sakura se detuvo en un callejón. Bajo del automóvil y comenzó a correr por una calle hasta que se topo con unas escaleras. La entrada al templo. Desde ahí podía sentir un campo de magia. Antes de atravesarlo susurro unas palabras para si:
-"Llave que guardas los poderes de mi estrella, muestra tu verdadera forma ante mi, quien acepto la misión contigo. Liberte!"
De su mano una llave comenzó a girar rápidamente y en un destello de luz la llave se transformo en báculo. Sakura lo sostuvo firmemente en sus manos. Miro una vez más el campo de magia que tenía delante y con paso firme lo atravesó.
Subió las escaleras lo más rápido que pudo y cuando llego al templo vio a varias personas peleando con lo que parecían pequeños duendes demoníacos con capuchas rojas. Busco a alguien a quien ayudar, pero al parecer la situación estaba bastante controlada. Según ella.
-"Sakura!"- el guardián de las cartas, en su forma original apareció detrás de ella.-" Recibí la llamada de "viento" ¿Que sucede?"
-"Míralo por ti mismo"- dijo antes de ser atacada por dos de los duendecillos. Kerberus trato de ayudarle, pero a su vez fue atacado por otros tres.
La chica se defendía bastante bien, con movimientos de su báculo alejaba a sus oponentes. Ellos, sin embargo, no se daban por vencidos. Escurridizos y maliciosos sonreían de forma malévola. Al caer al piso sacaron unas pequeñas espadas que brillaron con la luz de la luna. Sakura invoco una carta.
-"Agua!"- un chorro de agua ataco a los duendes, pero al desaparecer, los duendes le sonreían a Sakura victoriosos. –"Rayos, debí suponerlo. Viven en pozos"
Los duendes se abalanzaron contra Sakura quien los rechazó,pero un tercer duende atacó a Sakura por la espalda, clavándole su espada en un costado. La pelicastaña gritó de dolor.
Alguien le quitó el duende de encima. Un muchacho con un báculo (n/a el baculo tiene parecido con el que usa el Monje Miroku en Inuyasha)(no se si es báculo pero es parecido) de casi su estatura arrojó al duende lo mas lejos de Sakura.
-"¿Estás bien?"- preguntó el chico.
-"Si, descuida."- Sakura siguió peleando con los duendes. Mientras derrotaba a unos, llegaban más. Al parecer había más duendes que cuándo había llegado.
-"Sakura congélalos!"- advirtió el joven quien parecía impacientarse por no poder derrotarlos por completo.
-"De acuerdo"- Sakura arrojó un par de duendes lejos mientras se concentraba para atacar.- "Congelar"- del báculo de la chica salió lo que parecía una tormenta de nieve que congeló a todos los duendes.
-"Listo"- susurro Sakura bastante satisfecha.
-"De acuerdo..." – el chico que había salvado a Sakura cerró por un momento sus ojos y comenzó a recitar una serie de palabras inaudibles y al hacerlo su báculo empezó a brillar con un aura amarilla. Termino su conjuro y levanto su báculo y lo clavó en el suelo. Una grieta comenzó abrirse desde donde el báculo había caído y se esparció hacia los Redcap congelados que solo observaban en silencio como caían por aquella abertura. Cuando todos ellos desaparecieron la tierra volvió a cerrarse y el templo quedo intacto. Las personas comenzaron a vitorear al chico. Sakura se acerco a él junto con Kero quien regreso a su falsa identidad.
-"Eso estuvo muy bien no?"- dijo la ojiverde sonriendo.
-"Si..."- el chico seguía con su semblante serio.
-"¿Qué ocurre?"- pregunto Sakura-"Los Redcap no suelen atacar a menos que encuentren un gran tesoro o que estén bajo las ordenes de alguien"- dijo cruzándose de brazos.
-"¿Entonces crees que los mandaron?"- dijo el pequeño Kero. Sakura seguía viendo la expresión de su amigo.
-"Aun no estoy seguro, tengo que consultarlo con mi padre"- el chico suspiró y miro a su amiga-" pero nada es seguro"
Sakura sostuvo su mirada unos momentos. Kero los miro y no le agradó la situación así que voló en medio de ellos dos.
-"Ya basta! Ganamos ¿Ya podemos irnos?"- dijo bastante molesto.
-"Tranquilo Kero, no me la voy a comer"- dijo el chico con una gran sonrisa cosa que desagradó el muñeco.
-"¿Comer? ¿A quién?"- preguntó Sakura.
-"Nada Saku... SAKURA ESTAS SANGRANDO!"- Dijo Kero acercándose a su herida hecha por el Redcap.
-"No te preocupes Kero estoy bien"- la chica toco su blusa que estaba manchada de sangre.
-"¿Estas bien? Puedo llevarte si quieres con mi padre para que te cure"- dijo el chico acercándose a ella. Sakura negaba la cabeza.
-"Estaré bien no te preocupes. Le diré a Naya que me cure."
-"Pero..."
-"Ya dijo que esta bien..."- el muñeco estaba ya bastante molesto por la preocupación del amigo de Sakura.- "Además estaré con ella todo el tiempo"
-"Esta bien. Entonces nos veremos después."- el chico se despidió y se alejo del par. Las demás personas involucradas en la lucha se fueron junto con el chico dejando el templo en total silencio.
-"No me gustan esas miraditas"- susurro Kero cruzado de brazos.
-"¿Hoe? A que te refieres?"
-"Nada. Vayámonos. Tengo hambre"
-"¿Hoe?"- exclamo de nuevo. No entendía la actitud del guardián.
Un joven de pelos castaños y revoltosos practicaba artes marciales en el jardín su casa. Con su ceño fruncido y manteniendo total concentración en cada uno de los movimientos que hacía, lo hacían muy apuesto. Cualquier chica caería en sus brazos con una mirada.
Bajo la sombra de un gran árbol, era observado por una joven de mas su menos su edad y una mujer. Ambas sostenían una taza de te y mentían una conversación. La joven tenía pelo negro lacio y muy largo, siempre lo había llevado así, desde que era una niña.
-"Tía..."- decía la chica-" ¿Tu crees que el esté listo para ser líder del concilio?"- dijo con referencia al ambarino.
La mujer observo orgullosa a su hijo mientras hacia otros movimientos y con un suspiró le contesto a su sobrina-" no me cabe duda. Ha trabajado mucho para ser líder del clan y ahora tendrá la oportunidad de ser líder del concilio."
-"Pero si el concilio... aun así,. Es muy joven y quizás le falte experiencia..."
-"La experiencia se aprende con la práctica. En este momento el concilio esta elaborando una lista, que después darán a conocer, con los nombres de las posibles personas que puedan llegar a ocupar el lugar Takashi Endo."
-"Entonces ¿existen personas que pueden ocupar el lugar?, no solo Shaoran y posiblemente sean iguales o mas fuertes que Shaoran"
-"Meiling..."- Irean Li tomo la mano de su sobrina-" Solo ten fe. Además no creo que haya alguien que se iguale a Shaoran."- termino con una sonrisa. Meiling la observó por un momento y después también sonrió.
-"Señora!..."- un empleado salió de la casa corriendo con un papel en mano-" es un mensaje urgente... del concilio"
Shaoran se detuvo al oír esas palabras. Meiling ayudo a su tía a levantarse del pasto y el empelado le entrego un sobre con su nombre escrito. El empelado se alejo con una reverencia.
-"Madre... ¿qué dice?"- Shaoran se acerco a las chicas.
Irean saco una carta del sobre y comenzó a leer. Las palabras estaban un tanto confusas ya que al parecer quien había escrito tenía demasiada prisa. Conforme su mirada bajaba, Irean se ponía pálida.
-"Oh dios mío!"- dijo cuando termino de leer. Se tambaleó un poco y entre Shaoran y Meiling la sentaron cerca del árbol.
-"Madre... ¿qué pasa?"- volvió a preguntar su hijo.
-" Es...es... Takashi...Endo... Murió esta mañana. Infarto..."- logro decir mientras recuperaba el aliento.
-"¡que!"- Shaoran comenzó a caminar en círculos- "no es posible... esto...esto.."
-"El concilio tendrá que apresurar las cosas. Nunca previeron esto. Contaban con Takashi por lo menos un año más. Esto es muy rápido..."- Ilean recupero la cordura-" Van a convocar una junta con todos los clanes de Asia. Esto no es bueno, el concilio quedo vulnerable sin líder, necesitan uno de inmediato."- con estas últimas palabras observo a su hijo seriamente.
Japón
-"Ya llegamos!"- grito Kero entrando al departamento.
-"Vaya por fin, me tenían preocupada"- una chica contesto desde una de las habitaciones. Sakura entro a su "hogar" y se dirigió a la cocina donde se disponía abrir un paquete.-"Mi hermano me hablo por teléfono me contó todo"- la dueña de aquella voz apareció en la cocina.
Era una chica de la misma edad de Sakura, ligeramente mas alta que ella. Poseía cabello negro con ojos color carmín.
-"¿Qué compraste? Dime dime dime que huele delicioso!"- Kero daba vueltas alrededor de Sakura mientras ella trataba de sacar el postre de la caja.
-"Kero no te desesperes"- dijo Sakura con una sonrisa.
-"¿Trajiste postre?"- a laotra chica le comenzaron a brillar los ojos- "¿qué es? ¿qué es?"
-"Esperen..."- dijo Sakura sacando finalmente un gran flan.
-"FLANNNNNNNNNNN!"- Kero empezó a bailar de lo contento que estaba, para sorpresa de Sakura, su compañera lo empezó a imitar.- "Que rico! Flan! flan!"
Una gota corrió por la espalda de Sakura mientras los observaba y partía el flan en porciones iguales y se los daba. Kero tomo su cuchara y comenzó a comer y comer... y comer.
-"Esta delicioso!"- dijo con varios restos de flan alrededor de su boca.-" nunca pensé que volverías a comprar o preparar flan..."- un bocado mas-"... porque la última vez que preparaste flan..."- un bocado mas.
Sakura borro su sonrisa de su rostro y salió de la cocina dejando a su compañera sorprendida.
-"Kero... ¿qué fue eso?"- pregunto la chica al muñeco.
-"Yo y mi bocota... lo que pasa es que la última vez que Sakura compro flan, el mocoso ese... su ex novio" –agrego al ver la cara de la chica-" la dejo."
Kero y la chica se quedaron viendo la puerta por donde Sakura había salido.
Notas de la autora: Bien, he vuelto. Creo que hace 5 años fue la última vez que publiqué algo y hace un par de semanas decidí retomar la escritura. Es algo que me complementa y no se por qué dejé de hacerlo. Tengo muchas historias sin terminar. Planeo hacerlo el tiempo que pueda. Me comprometo con ustedes lectores.
Ahora bien, esta historia la he vuelto a leer, he corregido la ortografía (si encuentran errores favor de decírmelo, se los agradecería mucho) e inclusive he quitado escenas y hecho mas largos los capítulos. Sentí que me había atascado un poco. Por eso he vuelto casi a empezar. La próxima semana procuraré subir un nuevo capítulo. Pido que me tengan un poco de paciencia. A mis 16 años era demasiado fácil imaginarme escenas y personajes. Ahora a mis 22 me está costando un poco de trabajo, aunque hago mi máximo.
Bien, los monstruos que verán a lo largo de esta historia los he sacado de un libo infantil llamado "Tratado universal de monstruos" al final de los capítulos los describiré un poco mas. Espero que disfruten y dejen reviews!
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Espero que lo disfruten!
REDCAP: El mas malvado duende del Pequeño Pueblo de los Duendes. Habita en las ruinas de los castillos y pozos, –aunque de baja estatura- es robusto y corpulento. Con sus largos dientes, manos que terminan en garras de fiera y ojos de color rojo tiene un aspecto realmente terrorífico. Se le conoce por "capucha Roja" debido a la abominable costumbre de teñir su gorro con la sangre de los que degüella.
