Edite la historia, no me habia gustado como habia quedado, espero que les guste mas asi, tratare de actualizar lo mas pronto posible (la proxima semana)
Nota: no se si ya lo había mencionado, pero por si acaso, lo que esta dentro de las comillas son los pensamientos. Listo.
Disclaimer.- Ningun personaje me pertenece, bueno al menos que no les suene, si no les suena es porque me lo invente jeje, todo lo demas esde J.K. ROwling.
MUCHO FRÍO, MUCHA LLUVIA Y POCA PACIENCIA
Era una mañana de verano calurosa, los rayos del sol se escurrían por la ventana y tocaban su delicada cara, así era en sus sueños, pero en la vida real el clima era de lo peor, un frío del demonio y estaba lloviendo a cantaros.
Ella estaba ahí, calientita en su cama, durmiendo y no tenía ni la más mínima de las ganas de levantarse hasta que sonó por doceava vez la alarma, había tratado de ignorarla porque en sus sueños el día era mucho mejor, para cuando aquella castaña decidió hacer caso a los constantes y molestos sonidos de la alarma era muy tarde.
-Demonios ¿Cómo pudo pasar?- se levanto de la cama de un salto y se metió a bañar.
"El día de mi entrevista, me levanto tarde ¿Por qué hoy?, esta es mi oportunidad para impresionar y la voy a echar a perder", pensó mientras se bañaba.
Hermione era una chica castaña, alta, con apenas veintidós años había logrado grandes cosas a su corta edad, era decidida. Al no poder obtener el apoyo del ministerio para sus proyectos como abogada decidió renunciar, sin pensar que tenía cuentas por pagar y un gato al cual alimentar.
Flashback
-Granger, no puedo hacer mas por los elfos, ellos no quieren ayuda, quieren seguir sirviendo¿Porque es tan difícil que lo entiendas?- pregunto Percy Weasley.
-Porque no es verdad, lo que pasa es que el ministerio no quieren invertir tiempo ni dinero en los elfos, ni en las hadas que están siendo cazadas, ni en los magos de escasos recursos, no les interesa- declaró Hermione.
-Tienes razón-dijo Percy muy sereno
-Pedazo de cínico, quiero hablar con Rufus Scrimgeour- exigió Hermione, ya muy enojada.
-No creo que debas molestarlo por algo tan insignifican…- Percy fue interrumpido por Rufus que salía de su oficina – Pero¿Qué pasa aquí?-
-Quiero hablar con usted- dijo muy decidida Hermione
-Adelante señorita Granger, pase a mi oficina- dicho esto ambos entraron a la oficina y cerraron la puerta antes de que Percy pudiera entrar –¿Y ahora que le molesta señorita Granger?-
-No es que me moleste solo a mi, sino a todo el mundo mágico- pero fue interrumpida por Rufus –Los elfos no quieren ser liberados, ya se creo un sistema para proteger a las hadas y se crearon refugios para magos y brujas de bajos recursos¿Qué mas quiere, que construyamos una nueva sección en San Mungo para todos los que han sido victimas de un Confundus -
-No estaría mal-
-No estoy jugando, ya se le ha dado suficiente apoyo y creo que ha llegado al limite, si no le parece puede marcharse-
-Es lo que voy a hacer-
-Granger piénselo bien no va a encontrar trabajo como este-
-No es tan bueno, créame- y tras decir esto salio de la oficina y presento su renuncia en cuestión de minutos.
Fin del Flashback
Tras casi un mes haber dejado estupidamente su trabajo por fin había conseguido una entrevista en un nuevo, pero prometedor despacho de abogados, era su ultima oportunidad.
Al renunciar a su trabajo el ministerio se encargo de sabotearla, llamando a todo aquel que le paso por la cabeza contratar a Hermione y como favor o como amenaza les prohibía que la contratasen, este despacho era el único que al parecer no le importaba lo que el ministerio podría llegar a hacer si la contrataban. Por eso debería dar lo mejor para que no hubiera duda de que valía la pena arriesgarse al contratarla.
Hermione salió de la ducha y se vistió lo más rápido que sus dos manos le permitieron, para su buena presentación decidió usar un pantalón de vestir azul marino, una blusa azul cielo satinada y un saco a juego con el pantalón, unos zapatos azul marino que cómodos y horrendos por igual.
El cabello lo llevaba suelto, con el paso de los años sus rizos se habían vuelto mas definidos. Hermione era una chica a la que no le gustaba tomarse horas peinando o maquillándose, prefería la comodidad, lo sencillo y natural.
Al ver su reloj se dio cuenta que era demasiado tarde, para llegar ahí a tiempo decidió utilizar la red flu, al intentar pasar por la chimenea se dio un buen golpe, confundida se acerco a la mesa de la sala para recargarse y ahí vio la primera plana del Diario del Profeta horrorizada, en esta avisaban a todos los magos que durante aquel día no iba a funcionar la red flu durante las primeras horas de la mañana, ya que se iban a regular las chimeneas y a cerrar las chimeneas que no estén registradas.
"Demonios ya voy muy tarde, porque tuvo que ser hoy, voy a tener que aparecerme y con lo que me encanta" y así Hermione se apareció a las afueras de un edificio de cinco plantas, se sintió terriblemente mareada y con ganas de vomitar, pero se tuvo que aguantar.
Decidió entrar rápidamente y dirigirse a la recepcion, ya que amenazaba con llover nuevamente pero al parecer esta vez iba en serio.
-Disculpe ¿Dónde se encuentra el despacho Eidelman?- preguntó a la recepcionista.
-En el piso veinte, ocupe el elevador de la derecha-
-Gracias-
Hermione se dirigió al elevador a toda prisa al tiempo en que inspeccionaba el lugar, era bonito, por fuera era solo otro edificio, pero por dentro tenia un ambiente bastante peculiar, las paredes eran blancas y había mucha gente yendo y viniendo algo apresuradas y había recados voladores por todos lados, en las esquinas había grandes plantas que desprendían un olor muy agradable. Entró al elevador que seguramente vacío era muy espacioso pero en ese momento llevaba demasiada gente, gracias a que era delgada logro encontrar un pequeño espacio entre la gente, vio los botones de cien pisos diferentes y varios ya estaban encendidos entre ellos el numero veinte.
Las puertas se abrieron en el piso numero ocho y ahí bajaron diez persona pero entraron dos, el espacio ya era suficiente para que ella no se sintiera tan apretada, la puerta se cerro y continuó su camino, se volvió a abrir en el piso numero trece y ahí solo bajo una persona, el elevador siguió y por fin llego al piso numero veinte donde bajo ella, estaba muy nerviosa y tenia el estomago revuelto, no sabia si por la aparición o por los nervios que le causaba el llegar tarde.
Junto con ella bajo un joven rubio, le pareció conocido pero no le dio mayor importancia se dirigió a un escritorio.
-Buenos días, soy Hermione Granger, vengo a una entrevista-
-La estábamos esperando, permítame-
La señorita tomó su teléfono y anuncio la llegada de Hermione, del otro lado se escucho un hágala pasar, la señorita se quito todo el cablerio que tenia en la cabeza, debido a todos las líneas telefónicas que tenia que atender y ordeno todos los recados que habían llegado con el elevador.
-Sígame, por favor-
Hermione siguió a la señorita a través de los escritorios y la condujo a una oficina, ahí la abandonó frente a la puerta sin decir mas se alejó.
Al entrar Hermione se quedo asombrada la oficina era realmente grande, era blanca como todo el edificio, pero por eso no estaba sorprendida, sino por la decoración, en las paredes había hermosos cuadros pintados por poco reconocidos pintores, a decir verdad nada reconocidos pintores, pero ella los buscaba en las plazas para poder comprar sus trabajos que estaban a bajo costo, ella tenia una pequeña colección en su sala. Un carraspeo la saco de sus pensamientos, Hermione dirigió su mirada al lugar de donde este provenía, no podía creer lo que sus ojos veían, era Draco Malfoy, se quedo totalmente helada.
"Tengo que conseguir este empleo, mi estrategia será actuar como si no lo hubiera reconocido"
-Buenos días- pronuncio Hermione muy optimista y estiro la mano, de verdad esperaba que su plan funcionara.
Aquel rubio que estaba sentado al otro lado del escritorio era el mismo que había visto al salir del elevador, era el mismo que la había insultado durante siete años en Hogwarts y era el mismísimo demonio.
"Debe de tener unos 23 años, esta realmente guapo, pero eso no le quita lo idiota, imbecil, patán, altanero, puedo seguir así durante mucho tiempo"
-Buenos días, Granger- pronunció dejándola con la mano estirada.
"Claro pero que plan tan tonto" pensó Hermione "¿Cómo se me ocurrió, es obvio que sabe quien soy, ni que fuera imbecil, bueno si lo es"
-Siéntate has llegado muy tarde, a mi me gusta la puntualidad- pronuncio mientras Hermione tomaba asiento, ella estaba apunto de explotar, "pero que le pasa a este imbecil, si llegamos al miso tiempo, si hubiera llegado mas temprano seguro que hubiera tenido que esperarlo", para controlarse pensó en las cuentas, "Si, las cuentas, ya llegaron los recibos, hay que pagar de algún modo, es esto o acabar como la asistente de Rita Skeeter".
-He leído tu currículo, bastante bien, creo que serás un buen elemento, quedas contratada –
-¿No va a tener problemas con el ministerio por contratarme?- al momento que Hermione a cabo de articular estas palabras deseó poder tragárselas.
"Tenia que ser Granger ¿trata de sabotearse a si misma?" pensó Draco
-No, no hay problema, el ministerio no quiere que la contratemos como abogada y no lo vamos a hacer-
-¿Pero entonces de que?-
-Pues de que más, se le contratara en el área de intendencia-
-¿Que?- los ojos de Hermione no podían estar más abiertos. Draco estaba disfrutando la mala broma que acababa de hacer, como le encantaba hacerla enojar.
"Que amable ha sido el ministerio, mira que entregarme a Granger en bandeja de plata, no cualquier tonto", -Cálmate Granger, aprende a reconocer una broma-
-"¿Pero entonces de que, si abogada es lo que soy"-Hermione intento calmarse- "pero que estupidez, si no es de abogada entonces¿de que?"-
-Voy a contratarte como mi asistente y si quieres de vez en cuando puedes ayudarme con algunos casos, depende de cómo te portes-dijo mientras se reía a carcajadas mentalmente.
Draco estaba feliz por dentro, toda la amabilidad que había tenido que fingir anteriormente valió la pena con tal de ver la cara que Hermione puso cuando le dijo que la contrataba como su asistente, ahora solo faltaba que ella aceptara para poder fregarla todos los días- ¿Qué dices?-
-"Me lleva, yo de asistente ¿y de este, pero las cuentas, es lo mas cerca que voy a estar de ser abogada, maldito ministerio, le voy a decir que su oferta se la puede meter por el…"-
-¿si o no?-
-Si, "pero que demonios Hermione ¿Estas loca?"-
-Bienvenida al equipo- declaró Draco, pero Hermione pudo notar su falsa alegría.
-Hablemos de mi salario-
-Vaya Granger, vas directo al punto-
-Claro-
-Vas a ser muy bien remunerada –
-¿Qué tan bien?-
-Muy bien, mejor que cuando trabajabas en el ministerio- "Si hice mi investigación"
Hermione se levantó de la silla y se dirigió a la puerta dispuesta a irse.
-¿Nos vemos mañana?-
-No, aquí hay mucho trabajo, tendrás que empezar hoy, "De verdad me la estoy pasando bien, hace mucho que no me divertía, tan solo con ver su cara, veamos ¿Qué le pediré para que se enoje?"-
-Pero yo pensé que comenzaba mañana-"Maldito, explotador"
-No es así, tráeme un capuchino, tu escritorio esta frente a mi oficina, primero ve por mi café y te diré después lo que tienes que hacer- pronunció Draco en un tono un tanto arrogante, que hizo que la castaña se enfadara aún mas, pensó-"Su cara, esto es mucho mejor de lo que pensé, tal vez y hasta renuncia hoy mismo ¿Quién dijo que uno no se podía divertir trabajando?"-
-"Me revienta, las cuentas, las condenadas cuentas, en ningún otro lado me van a querer contratar", Claro, ahora regreso- estaba a punto de salir cuando…
-No muy caliente, Granger- pronunció Draco con un ligero toque de burla que no le paso desapercibido a la castaña-"Es cuestión de tiempo para que se canse de esto y renuncie"-
Mientras Hermione se encontraba a las afueras de la oficina de Draco sacó su varita y apareció una taza de café.
-"Como deseo poder echárselo en la cabeza, pero como no puedo haré otra cosa"- Hermione calentó demasiado el café y no le puso azúcar –"Eso es algo que a cualquiera se le puede olvidar"-
Draco sin ninguna precaución tomo la taza y bebió de ella, el café estaba demasiado caliente, se quemó la lengua y escupió sobre algunos de los papeles que tenia sobre el escritorio. Había dejado de ser divertido para Draco.
-"Con que así nos vamos a llevar eh Granger, pues ya veras, VENGANZA", Lo calentaste demasiado, te lo advertí, ahora limpia todo este desorden y mis papeles los quiero secos-
-"Pero que poco aguanta", De verdad no sabia que estaba muy caliente, hay que ser mas específicos en cuanto a la temperatura deseada- Hermione sacó su varita, con ella tocó los papeles, los cuales se secaron enseguida, después con la varita enfrió un poco el café.
-Listo ¿ahora que tal el café?- el rubio tomó con mucha precaución un poco de café.
-No le pusiste azúcar- pronuncio Draco un tanto enojado.
-Mi error, se me pasó- Hermione apareció con su varita el azúcar y se la acerco a Draco para que él le pusiera a su gusto y así lo hizo.
-¿Cuál va a ser mi función¿Qué tengo que hacer?-
-"Momento de mi venganza", pues no es nada complicado, debes ordenar mis cosas, me gusta mi escritorio y mis papeles bien ordenados, atender mis llamadas, tener listo mi café para cuando llegue y como me gusta, si no te despido, programar mis citas, anticiparte a mis necesidades, si no te despido, harás la llamadas telefónicas que sean necesarias, si no te despido, redactaras cartas, estarás al pendiente de lo que necesite, si no…-
-Te despido-
-Bien, ya entendiste, una ultima cosa, si estoy trabajando en un caso muy importante y no quiero que nadie me moleste lo digo en serio, no quiero que nadie me interrumpa, nada de llamadas, nada de visitas, no me importa si es mi madre, novia o amante ¿Entendido?-
-"¿tiene novia y amante, pero a este que le pasa, ni crea que voy a trabajar con él , mejor renuncio"- un carraspeo la saco de sus pensamientos.
-¿Y bien?-
-Si claro que entendí, "imbecil si no necesitara el dinero ya te hubiera mandado al diablo"-
Dejen reviews, si quieren, si les gusto, no les gusto, se aceptan opiniones.
Atte. Cyn
