Muerta hasta el anochecer
Caminé hacia el salón la luz del crepúsculo entraba por las ventanas llenando la estancia de suaves destellos, envolviendo todo en suaves tonos anaranjados y rosáceos.
El estaba ahí sonriéndome, alto poderoso pero sobre todo sublime… si sublime ¿cómo podía existir criatura semejante?
- Te amo...- susurró a mi oído abrazándome fuertemente.
¿Se había movido? Observé su rostro ¿fue él quien lo dijo?
-Te amo—repitió… su rostro estaba demasiado cerca; él me sonrió y encontré en su sonrisa algo inquietante y nocivo ¿qué era?
Su piel era demasiado pálida, sus manos demasiado frías ¿quién era esa persona? ¿Por qué me ponía tan nerviosa?
Una alarma sonaba en mi cabeza ¡corre! ¡Corre! –Gritaba.
-Pero deseo estar aquí, en sus brazos - le reproche
-Corre!... -
-¿por qué? ¿Quién es esta persona? ¿Por qué debo temerle?
Él me miraba de nuevo, sentía su mirada sobre mi piel.
-Eres mía…-susurró a mi oído.
-¿Quién eres?—
-No te detengas…- susurró la alarma en mi cabeza - huye y no te detengas!...
El me abrazó más fuerte contra su pecho.
-No… Eres mía…- volvió susurrar como si él también hubiera escuchado esa voz en mi mente…
Sus manos bajaron por mi espalda, y se metieron debajo de mi blusa, acariciando mi piel desnuda; sus manos eran muy frías, inconscientemente me abracé a él más fuerte aplastando mis pechos contra el suyo, me sonrió y yo escondí mi rostro.
-¿Quién era él?
Mi blusa yacía en el suelo; sentí su aliento en mi cuello y sus brazos me estrecharon más contra él.
No podía moverme,… no deseaba moverme.
La voz en mi mente iba disminuyendo como si estuviera demasiado lejos.
-…huye… -susurró antes de que unos labios se cerraran sobre los míos acallando a aquella vocecilla para siempre.
Uno de sus brazos me tomaba por la cintura y el otro de la nunca obligándome a levantar el rostro devolviéndole el beso. Como si se moviera sola, mi mano se aferró a su camisa, se detuvo y me observo.
Ahí estaba de nuevo esa sonrisa… habían ella algo nocivo… ¿qué era?... su mirada se tornó con un matiz rojizo ¿una ilusión?...
No podía moverme…
No podía hablar…
No podía pensar…
Se inclinó de nuevo hacia mí y sentís su aliento en mi cuello, un beso y luego otro.
Su mano recorría mi espalda de nuevo y sus uñas acariciaban mi piel.
Un beso… y luego otro…
-¿Quién era él?
Sus labios recorrían mi hombro y besaban la curva de mi escote… y regresaron… besando,… lamiendo… apretándome más contra él.
Un gemido escapó de mis labios, y me sujeté más fuerte de su camisa… como si mi vida dependiera de ello…
Observé su rostro impasible… sus ojos…
Rojos…
Sangre…
Dolor…
…Muerte…
Y ahí estaba el arma nociva… unos colmillos largos y afilados sonriendo para mí cerrándose irremediablemente sobre mi cuello…
Ojos rojos…
Sangre…
Dolor…
…muerte…
Sus manos recorrían mi espalda, sus uñas se clavaban en mi piel...
Un líquido cálido y viscoso caía por mi pecho…
Dolor…
Sangre…
Lágrimas…
…Terror…
Pero no podía moverme, no podía llorar ni podía gritar…
Su lengua recorrió el trayecto de la sangre…
Tenía frío…
Tenía sueño…
…y tenía miedo…
Sus ojos… rojos me miraban triunfantes.
La oscuridad se acercaba... Rodeándome…
Su abrazo ya no era frío sino más bien cálido… su lengua recorrió una vez más mi pecho… su boca se cerró con un dulce beso en mi cuello…
Miedo…
Dolor…
…Muerte…
La oscuridad me rodeo por completo… había muerto…
.-
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Abrí los ojos, me levanté del lecho y caminé hasta el salón, la luz del crepúsculo se filtraba por los ventanales llenando la estancia de suaves luces… y él estaba ahí sonriéndome…
-te amo…- susurró…
Observé su rostro pálido… y vi mi reflejo en el espejo detrás de él… ahora yo era igual de pálida…
Mis ojos sorprendidos me lo volvieron la mirada… y él me sonrió...
Estaba muerta…
