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Sácame de allí. Prólogo.

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Abri los ojos cuando el despertador empezó a sonar a las siete y media de la mañana, lo apagué rápidamente, me pasé las manos por mi pelo, bf mi pelo, que desastre de melena rosa que tenia por la mañana, me giré hacia el lado izquierdo de la cama, vacio, otra vez. Pesadamente me levanté y me vestí, el chandal negro, y una camiseta de manga larga de igual color.

Me peiné con una trenza, jamás lo llevaba suelto, no me lo había arreglado en años, y llegó un punto que ya no tenía buena forma.

Abrí la pequeña ventana para que respirará la habitación, y caminé hacia la habitación de en frente.

El pequeño montoncito de manta que había enroscado en el colchón empezó a moverse cuando abrí la puerta, sonreí.

- Cielo, levántate.- De las mantas apareció la niña de mis ojos, mi hija Momo, de cinco años, que era una miniatura mía, tenía el pelo corto rosa y unos ojazos verdes.- Venga Momo, vas a llegar tarde al colegio.- Después de hacer un mohín y yo devolvérselo me hizo caso, era muy buena niña.

Le di de desayunar lo único que quedaba para ella, dos tostadoras con un poco de mermelada de sobre, y el culin de una botella de zumo.

Salimos de casa después de abrigarla y la dejé en el colegio, que suerte que fuese público.

Llegué a casa y una peste a alcohol me hizo toser, él había vuelto, llegue hasta la puerta de nuestra habitación y lo encontré tirado boca abajo en la cama, suspiré, cada día igual.

- Te podrías duchar al menos.- Le dije. Este no se inmutó.- Necesito dinero Sasori... No hay nada de comida, ni para mi ni casi para la niña.- Se removió y se puso boca arriba tapándose los ojos.

- Me importáis una mierda tu y tu maldito diablo, si no tienes para comer búscate la vida.- Fruncí el ceño.

- Momo es tu hija... Y tu eres el único que trabajas porque como comprenderás a mi con estas desastrosas pintas no me cogen en ningún sitio...- Antes de continuar el me cortó.

- Sakura cariño...- Me estremecí, me daba asco que me llamara así.- Si no la hubieses tenido, serias dichosa con todo lo que te daría, pero lo estropeaste teniéndola y ahora tienes lo que te mereces, nada, igual que esa niña.- Rió.- Y si no, ya sabes, lárgate, pero no esperes por mi parte nada.- Cerré la puerta de un portazo.

Las lágrimas invadieron mis ojos, me apoyé con las manos en la mesa de la sala. Joder... ¿Cómo era posible que Sasori hablara así de su propia hija? Era cruel... Momo había venido sin esperarlo, pero tampoco me esperaba que el reaccionara así con ella...

El timbre de casa sonó, oí a Sasori murmurar enfadado algo pero no hice caso. Abrí, era mi vecina, era diez años mayor que yo, vivía con Sai, su marido, y sus cinco hijos.

- Hola Sakura,¿Como estas?- Sonreí.

- Hola Ino... Bien, he dejado a la niña en el colegio ahora mismo.- Me sonrió pero al momento se le desvaneció la sonrisa.

- ¿Has ido así?¿ Sin chaqueta?- Me miré.

- Es que Sasori me quemó la chaqueta con una colilla ayer.- Me encogí de hombros. Ella se llevó las manos a la boca.

-¿Y porque no me lo has dicho?- La vi saliendo disparada hacia su casa, fui a cerrar la puerta cuando ella puso la mano.- Toma.- Me tendió un polar de cremallera y lo cogí.- No me sobra porque sabes que con cinco hijos es difícil... Pero no quiero que en pleno febrero vayas así.- Sonreí y me puse el polar negro.

- Gracias Ino... Sai y tu sois increíbles personas.- La abracé.

- Por cierto, la madre de una de mis hijas me ha dicho que en el barrio de Konoha, hay un supermercado que casi cada mañana dan la comida que le queda un día o dos por caducar a la gente que la pide.- Alcé ambas cejas.

-¿El barrio Konoha? Pero ese es un barrio muy pijo.- Asintió.

- Si, pero no queda muy lejos de aquí, y según tengo entendido la comida es de calidad y va poca gente, el chico del almacén, que por cierto está cañón, sale con dos o tres cajas y lo reparte.- Volvi a alzar las cejas.

- Vaya, eso es bueno, mañana me acercare a ver, no quiero que Sasori me pille con el monedero.- Ino asintió, me despedí de ella y volví a la cocina, miré y rebusqué entre los armarios pero nada...

Me asomé por la habitación y comprobé que Sasori seguía en coma durmiendo, me dirigí al perchero y saqué la cartera. Bien, tenía algo de dinero que le había sobrado de la noche anterior. No era lo más habitual, normalmente cada vez que buscaba sólo conseguía unas monedas o directamente nada, y de esto vivía, junto con lo que mis vecinas me daban de comida. Lo cogí y me lo metí en el escote, me subí la cremallera y sobre el medio día fui a buscar a Momo.

Llegamos a casa y la ayude con los deberes.

A media tarde Sasori se levantó y se marchó de nuevo sin decir nada, se pasaba las noches fuera, cenaba bebía, a saber que haría, me daba igual, hacia años que dejé de amarle, volvía a media mañana a dormir y cuando se despertaba se iba, se que tenía un trabajo de cuatro horas y con ello pagaba los suministros, (el piso estaba pagado por sus padres) y sus vicios.

Cuando salió por la puerta volé hasta la habitación de mi hija.

- Momo.- La niña me miró.- ¿Vamos a comprar?- la niña sonrió.

- ¡Si mami!¿Hoy cenarás conmigo?- Le sonreí mientras le ponía la chaqueta, es verdad que había muchas mañana, mediodías y noches que no comía, y que iba vestida como un desastre, muchas veces con prendas rotas, pero juré desde el día que Sasori me dio la espalda que a mi pequeña motita rosa no le iba a faltar de nada.

Compramos cena y varios alimentos y cuando llegamos a casa me ayudó a organizarlo.

Cenamos y la acosté en la cama. Mañana sería otro día, si en el supermercado del barrio de Konoha daban comida cada día, pediría poca comida, si caducaba a los pocos días mejor coger poco pero bueno..


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Holaaaaaaa

Nuevo fic! sip, en primera persona con Sakura, que os parece la idea?

es sasusaku... pero quien os imaginais que sera sasuke en esta historia? que papel tendrá? lo averiguaremos en el proximo capi!

un saludo!