Disclaimer; Los personajes pertenecen a Atsushi Okubo.

Solución

Kid estaba en el suelo, tapándose la cabeza con ambos brazos mientras gimoteaba cosas sin mucho sentido. A su lado estaba Patty, partiéndose de la risa y pinchándolo con un dedo.

- Si tanto te molesta; ¿Por qué no te lo tiñes? – preguntó con curiosidad.

El chico dejó de aporrear el suelo con el puño, que ninguna culpa tenía, y la miró fijamente. Mortalmente serio se levantó, muy digno él.

- Nunca se me había ocurrido. – admitió.

- ¡Que idiota! – se le rió la chica mientras le palmeaba la espalda. La mirada del hijo del gran Shinigami-sama brilló reluciente, lanzando chiribitas por los ojos. Incluso se podían apreciar claramente las circunferencias sonrosadas en sus mejillas.

- ¡Eso es! ¡Si me tinto el pelo dejaré de ser un desgraciado que vale menos que un escarabajo pelotero! ¡Seré perfecto! ¡Totalmente simétrico! ¡Un Dios...!

- ¿Y cuando se te destiña? – Liz interrumpió el monologo ardiente de su técnico. Vio como Kid se quedaba petrificado en el sitio antes de volver a caer de rodillas en el suelo. Se podía sentir y ver el aura negra de depresión encima de su cabeza.

- Soy una aberración de la naturaleza… Me quiero morir. En otra vida quiero ser un erizo de mar…

- ¡Que divertido! – Se carcajeaba la hermana pequeña. La otra, simplemente los ignoró a los dos.


Lo escribí antes de leer en el manga que Kid ya había probado antes lo de teñirse, pero que su pelo estaba como impermeabilizado.