Disclaimer: El universo y los personajes incluidos en esta historia son propiedad intelectual de The CW (Porque Jason no se los merece, honestamente) y Kass Morgan. Han sido tomados sin animo de lucro.
Advertencia: Al ser un AU, algunas personalidades (o todas) van a estar cambiadas un poco con el fin de adaptarlos a la trama.
Las probabilidades del destino.
(Clarke 00:01): Perdí el vuelo, Abby va a matarme.
(Raven 00:02): No te preocupes por ella ;)
(Clarke 00:02): ¡Raven!
(Raven 00:07): Sabes que bromeo – no lo hago - ¿a qué hora sale el siguiente?
(Clarke 00:08): A las 5 de la mañana, al parecer han retrasado el resto de los vuelos.
(Raven 00:15): Busca en que entretenerte Clarkie, yo ya tengo asegurada una excelente noche XD
(Clarke 00:16): ¡Aléjate de mi madre! Hablo en serio Raven
(Clarke 00:20): Raven, más te vale que estés bromeando.
(Octavia 00:22): Griffin, Raven me ha pedido que te diga que tu mamá está bien. Espero que tu vuelo sea agradable J
(Raven 00:22): No te preocupes Clarke, dejaré energías para ti también XD
Justo cuando estaba por responderle a Octavia para pedirle que detuviera a Raven, su móvil le indico que quedaba poco menos de 5% de batería, lo que significaba que tenía exactamente dos minutos para conectarlo o quedarse incomunicada hasta llegar a casa.
No había planeado nada de esto. Desde extender su estadía en una ciudad que no era la suya hasta el punto en que perdió su transporte prácticamente con una hora de diferencia, eso no habría sido gran problema de no ser porque estaba en un sitio donde el clima no era tan predictivo y habían tenido que atrasar los vuelos subsecuentes por una tormenta que ni siquiera se situaba cerca. Era el destino hablando. No llevaba más que un pequeño bolso y un portafolio, en ninguno de ellos había guardado su cargador porque se suponía que estaría en casa para esa hora.
Se dirigió molesta a la sala de espera que indicaba su boleto. No era tan tarde, pero se encontraba prácticamente vacía, seguramente porque el resto de los pasajeros habían elegido ir a dormir a otro sitio más cómodo en lugar de morir de desesperación entre sillas hechas para torturar el cuerpo humano. No obstante, aun entre la tranquilidad de la sala había una joven mirando distraída por el ventanal la oscuridad que se extendía más allá de la pista de aterrizaje.
Clarke dejo caer sus pertenencias en la butaca a su lado, aun bastante molesta por la broma de Raven y su mala suerte. No reparo en que había demasiado espacio en todo el lugar y había decidido irse a sentar precisamente al lado de la joven por lo que en un momento de claridad intento no parecer tan borde como aparentaba.
"Lo siento, ¿puedo sentarme aquí?" le sonrió apenada cuando se dio cuenta de que la miraba con curiosidad.
"Por supuesto," contesto y segundos después volvió la mirada al horizonte no sin antes acomodarse un rebelde mechón de cabello y lamerse los labios mientras un inocente amago de sonrisa se plasmaba en ellos.
No supo exactamente que de toda aquella combinación fue lo que la atrajo más, pero le fue inevitable apartar la vista de la joven sin inspeccionarla por completo primero. Sus observaciones tempranas la hicieron concluir en que era absolutamente hermosa, la armonía entre el color castaño de su pelo y sus ojos verdes le hacían recordar a la naturaleza, sus facciones eran demasiado perfectas para sólo pasar la vista por ellas una sola ocasión. Clarke se sintió tonta por pensar en aquello, pero no se detuvo ahí, siguió mirándola, parando únicamente para definir como provocadoras a sus manos. Si pudiera, le hubiera pedido que dejara que las dibujara. Era la modelo ideal para esa parte de la anatomía tan difícil de representar en sobre un papel.
De un momento a otro se sintió incomoda, probablemente era porque la victima de su agresiva inspección estaba preguntándole con los ojos de que iba todo eso. Clarke sólo pudo sentir sus mejillas calentarse por la vergüenza de haber sido atrapada.
"¿Tendrás un cargador contigo?" señalo su móvil en un intento muy torpe de evadir su inquisitiva mirada.
"Si," fue lacónica respuesta mientras se volvía a su pequeña maleta de viaje y sacaba el objeto, "la única conexión aquí es esa" le señalo unos cuantos metros más allá de donde estaban. Clarke no puso atención a su indicación si no al simple ademan que la chica hizo con sus hermosas manos.
"Bueno, quizá pueda vivir un par de horas sin comunicarme" intento bromear Clarke, pero su interlocutora era un público difícil.
"Si lo requieres, puedo prestarte el mío" ofreció amablemente.
Clarke detuvo su mano en el aire mientras tomaba el cargador de las de la joven, entre sus ojos misteriosamente verdes- aunque podía verlos azules o incluso grises si se detenía más- y la tersa piel que fue capaz de tocar, sencillamente su cerebro tuvo un pequeño corte en el intercambio de información.
"¿Estás bien?" le pregunto la chica tras dos segundos de silencio en los que sus manos no se habían separado.
"Si, yo… ehm, no creo necesitar con verdadera urgencia comunicarme con nadie por ahora" se negó aún más torpemente a su ofrecimiento. Sus mejillas sólo tomaron más color cuando su compañera sólo asintió. "Por cierto, mi nombre es Clarke" su presentación era algo tardía pero no fue mal recibida.
"Lexa," le sonrió ella, "me preguntaba en que momento te presentarías, antes de pedirme un favor o después de terminar de desvestirme con los ojos" le guiño el ojo de forma divertida.
"Oh, no. Estaba viendo tus manos, no lo niego, pero…"
"Es una broma," se rio Lexa volviendo a acomodarse el cabello tras la oreja. "Sólo quería romper el hielo, llevo horas aquí y lo único entretenido que he encontrado es contar las luces en la pista"
Clarke la miro con recelo. Era una forma muy rara de pasar el tiempo, sobre todo cuando tienes un teléfono con carga y red inalámbrica.
"Soy una negada a la tecnología," confeso Lexa. "Me estás juzgando, lo veo en tu mirada"
"Claro que no" se negó por completo Clarke, pero sabía que era verdad. Raven siempre le decía que era demasiado transparente en las situaciones menos apropiadas. "Bueno, si un poco"
Lexa tuvo la amabilidad de regalarle una sonrisa para deshacerse de la tensión, pero todo lo que pudo ver Clarke fue como su comisura izquierda se elevaba primero antes de completar el gesto.
"Lo estás volviendo a hacer" señalo Lexa.
Clarke volvió a quedarse congelada observando esos detalles. Estaba cometiendo todos los errores que podían cometerse en situaciones como está.
"Creo que iré a conectar esto" dijo antes de levantarse y buscar la conexión que amablemente le había señalado para poder comunicarse con alguien que la ayudara a dejar de avergonzarse a sí misma frente a la mujer más hermosa que había visto hasta ahora.
"Esta justo ahí" le indico Lexa de nuevo.
"Gracias," y ahí, Clarke se tropezó con sus propios pies. Parecía que quería ridiculizarse de otra forma que no fuera sólo su actitud, pero Lexa fue lo suficientemente amable para no reírse y preguntarle si estaba bien. "Claro, son los zapatos."
Oh, Dios… si no fuera porque tenía su cargador y la chica no fuera tan atractiva, seguro se habría mudado de asiento, o inclusive de aeropuerto, dos frases atrás.
(Clarke 00:31): ¡Raven!
(Raven 00:32): Tranquila Griffin, tu mamá está a salvo… por ahora
(Clarke 00:32): Necesito tu ayuda. Con una chica.
(Raven 00:33): Pensé que lo tuyo con las chicas no volvería a pasar, olvida a tu mamá. Puedo empezar contigo.
(Clarke 00:35): Esto es serio, dime qué hacer si todo lo que he hecho hasta ahora es observarla de forma que puede considerarse perturbadora y tropezarme frente ella.
(Raven 00:37): Eres toda una romántica Clarke Griffin jajaja
(Raven 00:39): El secreto, querida kouhai, es que no hay secreto, invítale un café y, sobre todo, deja de mirarla raro. Usa tus "encantos".
(Raven 00:40): ¿Cómo es? Necesito detalles y tu mamá pregunta también.
(Clarke 00:41): Por tercera vez, aléjate de mí mama.
(Clarke 00:42): Es hermosa, y tiene una sonrisa abrumadora. Sus ojos son del color que desees, depende de tu perspectiva, pero pueden ser verdes o melancólicamente grises…
(Raven 00:45): Esto va más allá de mis capacidades. Es una chica en un aeropuerto y está hablando contigo, creo que deberías preguntarle su destino antes de imaginarte casada y con hijos, Clarkie.
(Octavia 00:46): ¡Has conocido a una chica! Espero que no hayas perdido el avión sólo para quedarte a charlar.
(Raven 00:46): ¡Deja de hablar con nosotras y ve con ella!
(Raven 00:46): Olvida eso, queremos detalles Griffin, mantennos al tanto.
Clarke dejo el móvil y decidió regresar con Lexa. Nada de lo que le habían dicho le ayudaba realmente, aunque pudo rescatar dos puntos importantes de su conversación con Raven.
"Espero que no se hayan preocupado," dijo Lexa cuando Clarke tomo asiento.
"Oh, no. Quizá estén vendiendo mis pertenencias por internet mientras hablamos" se río de su broma, pero Lexa no conocía a sus amigas. A decir verdad, no se conocían de otra cosa que no fuera el nombre, "¿Vienes de paso también?" señalo Clarke a su pequeño bolso de viaje.
"Si, visite a… una vieja amiga" suspiro.
Clarke interpreto ese suspiro y la frase como Raven lo habría hecho: vieja amiga igual a ex novia.
"¿A ti que te trae aquí?" añadió Lexa observando las dos cosas que Clarke llevaba consigo.
"Una muy mala entrevista de trabajo," indico con un rápido movimiento de la cabeza a su portafolio. "Soy diseñadora y artista en mis tiempos libres" sonrió mientras decía aquello, era la frase con la que su mamá solía definirla, "así que quise venir a probar suerte, pero terminé en un bar con un montón de gente y una negativa instantánea para el puesto" alzo los hombros. Ya no le parecía algo tan malo, "¿Tú también perdiste el avión o retrasaron tu vuelo?" pregunto en un cambio rápido de tema, sugerencia del criterio robado de Raven Reyes.
"Ninguna, me gusta viajar en horas que a nadie más le apetece. Es más tranquilo" confeso Lexa, "¿puedo ver tus dibujos?"
"Primero tendrías que invitarme un café" aquello salió inesperadamente de sus labios, tan pronto lo hubo dicho, sus mejillas le ardieron de la pena.
Esto no le pasaría a Raven nunca, por Dios, ¡no le pasaría a nadie!
Lexa abrió sus ojos por la sorpresa, pero era demasiado amable como para negarse de inmediato.
"Yo, estoy bromeando, puedes verlos sin necesidad de un café, es más tómalos son todos tuyos," añadió y puso el portafolio en las manos de Lexa. "Iré a ahogarme en lo primero que vea"
Lexa siguió escuchándola mientras decidía como proseguir ante toda la verborrea de Clarke, pero en sus labios estaba creciendo otro amago de una sonrisa. Era demasiado pronto para decirlo, pero aquella rubia la estaba fascinando de una forma en la que nadie lo había hecho ese día.
"Puedes callarme cuando lo creas necesario," termino Clarke después de un pequeño discurso que más allá de embarazoso, le resulto adorable a Lexa. La chica no llevaba más de unos minutos de conocerla, pero estaba intentándolo con mucha fuerza.
"Es una pena que decidas guardar silencio justo cuando iba a decirte que el café de este sitio es estupendo," Lexa se levantó y le extendió la mano a Clarke. ¿Cuantas veces en la vida podía invitarle un café a una completa extraña a la mitad de la noche y que esto realmente te resultara intrigante?
Clarke asió su mano dubitativa e imitándola se puso de pie, anonadada por su suerte.
"¿Estás segura? No quiero que pierdas la cuenta de las luces en la pista"
"Clarke…"
"Griffin" completo en un susurro ella aún más distraída por la forma en la que pronuncio su nombre. De un momento a otro su nombre pronunciado con aquella voz se convirtió en su sonido favorito.
¿Qué demonios estaba pasando ahí?
"Estoy segura de que las luces seguirán ahí cuando volvamos"
Oh, Dios, esta chica no pierde el tiempo. Pensó Clarke internamente. Su plan improvisado no llegaba más lejos, necesitaba ayuda con más urgencia que antes.
"Tengo que ir por mi teléfono primero, no puedo darme el lujo de perderlo." Dijo apenada. Lexa asintió y Clarke fue a encontrarse con los consejos más raros de su vida en forma de mensajes.
(Raven 01:01) Clarke, contesta. Hazlo por tu gente,
(Raven 01:02) Espero que estés realmente ocupada como para no poder contestar
(Raven 01:02) ¿Ya le preguntaste dónde vive? ¿Le gustan los gatos? Es una pregunta básica de supervivencia en este mundo hostil Clarkie.
(Raven 01:05) Ni tu mamá ni yo creíamos que fueras una chica fácil, Griffin. Estamos decepcionadas.
(Raven 01:06) Por Dios Griffin, espero que no estés avergonzándote a ti misma y a mis enseñanzas con ella.
(Clarke 01:10) Estoy en problemas.
(Raven 01:11) Ya hablamos de esto, las niñas no te pueden embarazar…
(Clarke 01:12) Muy graciosa Raven. Ya le invité un café, creo, no lo sé
(Raven 01:12) ¿Cómo no puedes saber si le invitaste un café?
(Clarke 01:12) ¿ahora qué hago? Nunca he llegado tan lejos.
(Raven 01:012) Haz lo que yo haría.
(Clarke 01:13) Ya lo has dicho, no soy tan fácil.
(Raven 01:15) Jaja Griffin, hilarante. Estás sola en esto y no se te ocurra llamarle a tu mamá. Ya está durmiendo.
Se preguntó porque seguía pidiéndole consejos a Raven cuando era obvio que terminaría burlándose de ella de alguna forma. Opto por silenciar el móvil, sabiendo que la chica no cedería tan fácil con sus comentarios mordaces. Quizá en otra ocasión le preguntaría a Octavia, después de todo ella había sido quien invito a salir a Lincoln y parecía llevarlo bastante bien.
Lexa ya estaba sentada en una pequeña mesa para dos en el rincón de esa pequeña cafetería abandonada en un aeropuerto a media noche. No era la típica cadena comercial y por eso le costó a Clarke encontrarla de inmediato, parecía cliente frecuente del sitio o quizá era Lexa quien parecía pertenecer en cualquier lugar en el que estuviera.
Estaba fascinada. Debía admitirlo.
Después de todo, cuántas veces en la vida puedes perder un vuelo y quedar varada en un aeropuerto donde la única compañía posible era aquella chica.
La respuesta fue un grito interno en la mente de Clarke y las posibilidades eran prácticamente nulas.
"¿Puedo sentarme aquí?" pregunto tomando el respaldo de la silla libre.
"No," respondió Lexa automáticamente, "Estoy esperando a una chica rubia con unos ojos exasperantemente azules e intenciones misteriosas, temo que se ha perdido o tropezado en el camino"
"Muy graciosa" se río de mala gana Clarke, rindiéndose ante la sonrisa de Lexa de inmediato.
"Me tomé la libertad de escoger" comento Lexa, "un borgia para ti, supuse que no eras chica de un solo sabor" acerco el café a Clarke.
"¿Eres experta en leer el tipo de café que toma la gente?"
"No, sólo me imagine que no querrías algo monótono para esta hora," ahí estaba de nuevo, esa inusual sonrisa que se originaba en la comisura izquierda y aquel mechón que necesitaba ser acomodado de nuevo.
No tuvo otra opción que probarlo para saber si Lexa no le había pedido una especie de brebaje asqueroso, fue una grata sorpresa encontrarse con una exquisita mezcla entre chocolate y café condimentado perfectamente con la canela y un ligero toque de naranja.
"No puedo decir que te hayas equivocado en elegir," reseño Clarke jugando una carta de indiferencia mientras veía como Lexa la miraba con expectación y daba un trago corto a su propio café. "¿Puedo saber qué haz pedido tú?"
"Expresso doble," revelo sencillamente, "Es la bebida perfecta para aquellos que peleamos con nuestros sueños"
"¿De qué sueños huyes precisamente?" pregunto Clarke de forma inocente deleitándose con la dulzura de su propio café.
"Prometiste que me mostrarías tus dibujos si te compraba un café," le recordó Lexa para evadir su pregunta.
"Creo que tengo otra petición antes," pronunció Clarke seriamente, pero Lexa fue incapaz de evitar reírse de su cara. Parecía que el cliché del bigote por la espuma del café no era tan equivocado y su distracción no lo suficientemente superficial.
"Sólo dilo," dijo entre risas Lexa. Sus ojos brillaban mucho más cuando el gesto los alcanzaba.
Clarke paso una servilleta por sus labios apenada, pero con determinación, "Nos depara una espera de horas aun, así que, si no te molesta…"
"Ya he aceptado Clarke," La forma en la que pronunciaba su nombre estaba por convertirse en su sonido favorito.
"¿Puedo dibujarte? Al menos tus manos, son fascinantes" soltó Clarke con un tono que podría resultarle inquietante a su compañera.
"Es la primera vez que me hacen ese cumplido," contesto Lexa.
"Lo siento, fue inapropiado"
"Inesperado quizá, pero lejos de ser inapropiado" le guiño el ojo Lexa.
Era el coqueteo más obvio al que podría haber aspirado, pero se las arregló para arruinarlo. Raven tenía razón, estaba dejando de lado cualquier impráctico consejo que le hubiera dado jamás.
Dio un sorbo corto a su café y le sonrió en respuesta mientras le extendía su portafolio a la joven con cierta renuencia. Por supuesto, olvido que no llevaban un orden y había añadido algunas de sus obras más atrevidas por recomendación de sus amigas, sólo por si su entrevistador le pedía que le mostrase algo un poco más incitador.
Casi se ahoga con el café cuando Lexa alzo ambas cejas sorprendida por el primer diseño que sacó Tuvo que aclararse la garganta antes de sólo decir: "Espero que no pretendas dibujarme como a una de tus chicas francesas" asevero con tono ligero, lo suficiente para que afirmara su negativa pero no tan grave como para descartar que era una broma.
Las mejillas de Clarke, en realidad todo su rostro fue atacado por un rubor más allá de lo normal. Quizá había roto un record esa noche. Era tanta su suerte con haberse encontrado con alguien como Lexa que el destino había decidido que todas sus interacciones serían bochornosas.
"Lo siento, no se suponía que tendrías que ver estos" se apresuró a decir mientras seleccionaba material más adecuado.
"Está bien, me gusta tu técnica y veo tu fascinación por dibujar manos" río Lexa, derrochando encanto cada vez que lo hacía. Paso sus dedos entre otros de sus trabajos, decidiendo que Clarke era una chica con talento y pasión. "Es una lástima que no hayan apreciado tu trabajo en la entrevista. Su perdida"
Una pequeña corriente recorrió la espalda de Clarke cuando escucho aquellas palabras. Por sus primeras impresiones, sabía que Lexa era demasiado amable para decir algo negativo, pero aquello había sonado tan genuino que no pudo evitar sentir mariposas en su estómago. Recordó el consejo de Raven, no precisamente el de no imaginarse con ella en un futuro- era algo tarde para ello-, y ataco con una serie de preguntas.
"¿Tú a que te dedicas?"
"A demostrar que la vida es algo más que sólo sobrevivir," respondió Lexa sin pensarlo mientras seguía distraída con sus dibujos. Clarke sólo pudo mirarla extrañada sin entender verdaderamente de que iba aquello, "Estudio leyes en mi tiempo libre" contesto de la misma forma en la que la rubia había presentado su trabajo.
"¿Qué te trae a esta ciudad precisamente?"
"Esa pregunta ya la formulaste y la conteste, lo recuerdo bien" dio otro trago a su café mirándola, casi retando a que continuara con sus preguntas.
"Si, lo siento, no suelo hacer esto a menudo" se disculpó Clarke. Raven la miraría con desaprobación si estuviera ahí.
"¿Qué exactamente? ¿preguntar cosas o coquetear con una chica a mitad de la noche en un aeropuerto casi vacío?" Definitivamente la chica era abogada. No se andaba con rodeos.
"¿Las dos?" dudo Clarke.
Lexa alzo una ceja.
Clarke sintió como si hubiera puesto una barrera con aquella respuesta y no estaba segura de cómo solucionarlo. Para bien o para mal, su teléfono empezó a vibrar en ese preciso instante y la persona que le llamaba era la única que podría haber esperado que le salvara de tan incómoda situación.
"Tengo que responder," se disculpó.
"No lo sientas."
Clarke se preguntó cómo es que aquella mujer podía arreglárselas para decir las palabras correctas.
"En serio, seguiré aquí cuando termines tu llamada," le insto cuando la artista dudo entre contestar o quedarse en su sitio.
"Clarke Griffin, ¿por qué no contestas tus mensajes?" escucho la voz de Raven gritarle al otro lado de la línea.
"Porque estoy intentando sobrevivir a mis errores," le espeto. "No sé cómo demonios me he metido en esto"
"Para empezar, ¿cómo es que una chica te detuvo en un aeropuerto Clarke?" la voz de Octavia se coló en la conversación.
"Hey, esto no lo planee. Sólo sucedió"
"Estoy consciente de ello, Clarke no puede vivir el momento. Esta fue buena suerte" interrumpió Raven reflexionando un par de segundos, "Demasiada suerte."
"Coincido y compadezco a la chica desde ahora" añadió Octavia.
"Concentrémonos, ¿ya le preguntaste si le gustan los gatos?"
"Claro Raven, voy a atacarla con un estereotipo. Ni siquiera sé si es gay…"
"Clarke, cariño, ni siquiera sabes si tú eres gay" la observación de Raven era válida.
"Nylah…"
"Nylah no conto, estabas molesta por Finn y ebria. MUY ebria." Señalo Octavia. La única con un poco de cordura en esa conversación tan extraña.
"Finn no cuenta, es como un paso obligado en la vida estar con él" bromeo Raven, el asentimiento por Clarke y Octavia fue automático "Averigua si es gay primero y partamos desde ahí"
"¿Cómo hago eso?" le pregunto Clarke desesperada.
"Mira sus dedos, si el índice es más corto que el anular. Ya la tienes" dijo Octavia convencida.
Pero fue la pregunta de Raven la prueba definitiva, "¿Ya te miro los pechos?"
"¡Raven!"
"Concluyo que no. Ya tienes la forma de averiguarlo, ve y descubre si has encontrado a tu alma gemela Griffin." Le ordeno Raven con tono claro. "Hazme sentir orgullosa."
"No hagas nada que yo no haría" recomendó Octavia antes de despedirse.
Bueno, considerando que Octavia conoció a Lincoln de una forma bastante cuestionable, el límite estaba entre algo que Raven haría y aquello que O. evitaría… lo cual dejaba a Clarke con un amplio rango de posibilidades con Lexa esa noche.
Lexa iba por su segunda taza de café cuando Clarke volvió apenada. La llamada había sido suficiente para tranquilizarla, pero no para darle ideas de como proseguir así que decidió hacer algo que usualmente no hacia: Improvisar. Lo que podía ser traducido en dejar que Lexa dirigiera las cosas, lo hacía muy bien.
Lo único que hizo con doble intención fue retirarse la chaqueta que llevaba y sutilmente desabrochar un botón. Fue la primera vez en toda la noche que vio algo parecido a un leve sonrojo en las mejillas de Lexa.
"¿Todo bien?"
"Si, sólo hace calor aquí" era una gran mentira, pero tampoco tenía el suficiente frío para resentirlo de momento.
"Te haré una pregunta directa Clarke,"
"Soy bisexual, bueno, en realidad estoy explorando mis opciones… no era esa tu pregunta, ¿verdad?" Lexa negó lentamente tras la pausa de Clarke. "¿En algún momento de la noche vas a callarme cuando diga algo inapropiado?"
"Y privarme de verte avergonzada, ¿cuán egoísta crees que puedo ser?" se río, "En realidad te iba a preguntar si habías pasado por este aeropuerto antes"
"No, es la primera vez que vengo aquí" aceptó Clarke.
"En ese caso, tienes que venir conmigo" la apresuro a tomarse lo que restaba del café y le cogió de la mano – otra vez- guiándola por un par de pasillos hasta que fueron capaces de encontrarse con unas escaleras. Por supuesto la puerta decía Acceso restringido, pero eso no iba a interrumpir el aire de aventura con el que Lexa te impulsaba a ir tras ella.
Pasaron un par de pisos antes de llegar al verdadero destino. La gélida brisa del exterior golpeo a Clarke con fuerza, se arrepentía de haberse quitado la chaqueta en la cafetería, pero estaría loca si pretendía regresar por ella sólo por un poco de frío.
Lexa camino casi al final de la enorme terraza. No era un sitio mágico ni nada que se le pareciera, pero en sus ojos diviso cierta fascinación.
"Vaya…" comento Clarke sin entender nada.
Lexa regreso y la tomó por los hombros con cuidado, llevándola justo al lugar donde ella estuvo segundos antes. El cálido contacto con la piel de Lexa la hizo dar un pequeño salto de sorpresa, había sido agradable tener sus manos sobre ella. Agradeció por un momento la oscuridad porque seguro su rostro estaba al rojo vivo.
"Estas congelándote, ten" Lexa se quitó su propio abrigo y se lo extendió a Clarke con decisión. En realidad, con bastante autoridad.
"No es necesario, puedo soportarlo…" quiso decir, pero Lexa ya la había obligado a introducir ambos brazos. Era una mujer que no aceptaría un no por respuesta, "Ok, bien." Pudo decir después de someterse voluntariamente a su imposición.
Estaba preparada para muchas cosas después de que su vuelo fuera cancelado, pero nunca para padecer tan buena suerte en una sola noche. No pensó que terminaría hablando con una extraña que le resultaría tan atractiva, mucho menos el consecuente café y ahora esta pequeña aventura en la azotea de un aeropuerto en una ciudad completamente desconocida.
En serio, ¿cuáles era las posibilidades de que todo aquello pasara?
Mientras su mente volaba entre cálculos y probabilidades. Lexa pensaba en causas y consecuencias. Había prometido que ese sería el último año que volvería a visitarla, quería empezar de nuevo. Decidió ir por última vez a despedirse, sabía que sería una noche insufrible porque tras tomar el vuelo estaría diciendo adiós definitivamente.
No obstante, su noche cambio cuando una pequeña rubia muy molesta decidió sentarse justo a su lado poco después de que Lexa optó por disfrutar de los pequeños detalles que había descubierto en aquel solitario sitio a través de los años en cada visita. No le habría resultado tan encantadora de no haber sido por su actitud, pudo sólo sentarse y guardar silencio, pero decidió sentarse y volver cada segundo un completo deleite para su sentido de humor.
Aquel año era el último que iba, aquel era el último vuelo que tomaba a esa ciudad y, aun así, ¿cuáles eran las probabilidades?
"Descubrí este sitio un par de años atrás," dijo por fin Lexa. Clarke sólo esperaba una explicación para que la hiciera pasar por el frío, "Si esperas lo suficiente puede sorprenderte" le dijo mirando entre la oscuridad donde las luces de la pista se perdían, pero segundos después regresaban. Era un vaivén, un pequeño espectáculo alzándose entre la calma del lugar. "Además, el amanecer se ve estupendo desde aquí" señalo Lexa.
Clarke se escandalizo pensando en que la mantendría ahí por tanto tiempo.
"Pero creo que la verdadera razón por la que te traje aquí era para estar completamente solas" comento Lexa sonriendo con cierta timidez.
Clarke no supo cómo interpretar sus palabras, pero fue muy consciente de que su boca quedo completamente seca cuando escucho la palabra: solas.
"¿Te gustan los gatos?" pregunto de la nada.
"¿Qué?" Lexa rio desconcertada.
"Lo siento, no sé de dónde vino esa pregunta" se disculpó Clarke.
"Personalmente me gustan más los perros, pero jamás descartaría otras opciones para mascotas" contesto Lexa para restarle toda la importancia a su pregunta.
"A mí también me gustan más los perros," añadió la rubia sonriendo.
Sus ojos se encontraron en el silencio que surgió. Clarke aún estaba desconcertada por todos los matices que había en sus pupilas, eran fácilmente los ojos más inusualmente bonitos que había tenido la suerte de mirar en toda su vida.
Por su parte, Lexa se atrevió a perderse en los tiernos ojos azules de Clarke, había algo en ellos que la fascinaban, no sabía si era su brillo eterno o la alegría que no dejaba de llegar a ellos cada momento. Era como observar una sonrisa eterna en ellos. Sabía que, de darse una oportunidad, podría perderse con gusto en ellos y dejarse embargar por esas emociones también. Hacía años que no sentía algo así al reflejarse en unos ojos y, por alguna extraña razón, aquella hermosa joven que en un principio sólo le hipnotizo, ahora estaba generando cierta calidez en su pecho.
"En serio moriría por dibujarte," se aventuró a confesar Clarke. "Y creo que es una gran hora para llevarlo a cabo"
Lexa asintió en silencio y se dirigieron a la sala de espera que había originado aquel inesperado encuentro. Clarke no era una chica que perdiera el tiempo, tan pronto pudo poner sus manos en una hoja en blanco y un lápiz se perdió en trazos delgados que llevaron a plasmar rápidamente detalles del rostro de su objeto de atracción.
"¿Eres consciente de tu rostro cuando dibujas?" preguntó Lexa. "Porque tus labios parecen dispuestos para proporcionarte un suspiro robado en cualquier segundo"
Clarke se sonrojo. "Y lo están" declaro sin reparos, "al menos por ahora"
Lexa hizo un amago de sonrisa mordiéndose un labio para limitar el gesto y prosiguió a entretener a la artista con otra pregunta: "Dime, Clarke, ¿Qué te gusta más el atardecer o el amanecer?"
"Ehm… ¿el atardecer?" dijo distraída.
"No lo has considerado siquiera, Clarke" riño Lexa.
"Creo que es romántico," encogió los hombros Clarke. "Deberías iluminarme con tu respuesta" la reto.
"Prefiero el amanecer," respondió ella deteniéndose sólo un instante para justificar su respuesta, "Muchos eventos trascendentales se dan por la noche, creo que visualizar la primera luz del día ayuda a esclarecer que son reales y, con suerte, perpetuos"
"¿Puedo cambiar mi respuesta?" comento Clarke tras escuchar las palabras de la futura abogada, pero sólo recibió una sonrisa en respuesta. "Creo que necesitaré otro favor de tu parte" observo, cambiando de tema porque sus ilusiones comenzaban a incrementarse, "¿podría tomarte una foto? No creo poder terminar mi obra maestra sin tener los exactos colores y, no vengo del todo preparada para hacerte justicia sólo con carboncillo" confeso apenada.
"A estas alturas, creo que me es imposible decirte que no, Clarke" expreso a su vez Lexa, "Pero a mis manos no. No sé qué ideas raras traigas en mente" la rubia sólo negó con la cabeza divertida.
Tuvo que ponerse de pie para tomar los mejores planos de Lexa, tenía una línea mandibular perfecta, tanto que haría llorar a muchos si admiraban el conjunto de sus bellos rasgos faciales. En el caso de Clarke sólo la hacían perder por segundos enteros la sinapsis entre sus neuronas, pero quién era Lexa para sacarla de su embelesamiento, ¿no?
"Tendré que sacar una de tu ojo, ¿te molestaría?"
"Claro que no,"
Clarke se acercó más allá de lo prudente para enfocar adecuadamente la pupila de Lexa, en un punto pudo sentir la respiración de la morena sobre la piel de sus propias manos. Estaba tan cerca que, en lugar de enfocar sus ojos, no pudo evitar mirar sus labios y preguntarse si aún podría degustar el sabor a café en ellos. No parecía que Lexa pensara diferente por la forma en la que no perdía de vista los de Clarke.
El móvil ya no estaba en medio de sus rostros, sólo había una mirada demasiada intensa y un magnetismo casi imposible de ignorar. Clarke ya había acortado todo el camino que podía, sólo faltaba que Lexa completara esos centímetros que las mantenían alejadas y estaba haciéndolo… cuando el celular de Clarke comenzó a vibrar como loco.
El hechizo se rompió en ese mismo segundo. Lexa se aclaró la garganta un poco incomoda y Clarke juro que mataría a quien se le hubiera ocurrido llamar en ese momento, y no lo decía en vano, si la pantalla decía Raven, la chica tendría contados los días sobre ese planeta.
"Maldita sea Rae, eres muy inoportuna." Reprendió Clarke contestando automáticamente la llamada.
"Imagina mi sorpresa cuando he llamado a tu apartamento y Octavia me ha dicho que te quedaste atrapada en el aeropuerto," la voz de su mamá resonó al otro lado de la línea. "Podrías haberme avisado Clarke, esta clase de irresponsabilidad no la esperaba de ti"
"Lo siento, lo olvide por completo" se disculpó bajando su tono completamente avergonzada.
"Lo peor ha sido cuando Raven me dijo que perdiste el vuelo por una chica, ¿es en serio Clarke?" su cara debió ser un verdadero poema ya que hasta Lexa la miro preocupada.
Lexa no pudo ocultar su decepción cuando aquel infernal aparato interrumpió algo que había estado esperando desde que Clarke se sentó a su lado y que ni siquiera sabía que deseaba tanto. Pero tuvo oportunidad para observar el dibujo en el que la rubia estaba trabajando antes de que todo aquello sucediera.
Podría decirlo con una somera exploración por sus otros trabajos, Clarke era talentosa. Pero ese trabajo sobrepasaba lo que muchos podían hacer en una sala de espera con una iluminación que dejaba a desear muchísimo y una modelo que no dejaba de moverse incitando los sonrojos de su autora. Si así era como Clarke la percibía, se declaraba completa y absolutamente intrigada para descubrir de que otra forma la veía la rubia.
Mientras Clarke seguía discutiendo con alguien por el teléfono Lexa escribió un pequeño mensaje en el margen de su dibujo. Había sido una velada estupenda, pero debía aceptar que estaba por llegar a su fin, en menos de una hora su vuelo salía y aquella perfecta extraña volvía a ser sólo eso. Aunque la aventura había sido lo mejor que le había pasado en mucho tiempo y estaría agradecida con la oportunidad de, al menos, haberle conocido.
La pequeña sala de espera empezó a tener más afluencia de viajeros madrugadores. El anonimato y la privacidad que habían estado compartiendo se fugó sin que Lexa ni Clarke se dieran cuenta.
"Raven exagero, perdí el vuelo porque la gente del trabajo me invito una copa tras la entrevista,"
"Entonces, ¿perdiste tu vuelo por irte a beber?"
"¡No! El tiempo aquí es impredecible, retrasaron mi vuelo…"
"Creo que deberíamos hablar de esto cuando regreses sana y salva, tengo que regresar a trabajar" finalizo Abby, "No creas que lo olvidaré"
"Te llamaré en cuanto aterrice, ¿está bien?" prometió, "algo más antes de colgar, ¿Raven te ha dicho algo raro?"
"No, deberías ser un poco más como ella Clarke, al menos sabe lo que quiere" y dicho esto la llamada finalizo.
Era el momento de Clarke de reñir a Raven por delatarla ante su madre, pero se encontró con más de doscientos mensajes en su bandeja de entrada esperando más detalles sobre la misteriosa chica que la tenía embrujada.
(Raven 03:20) Te lo digo ya Clarke, quiero estar en la boda.
(Raven 03:25) No puedo creer que no te dignaras a enviarme nunca una foto Griffin, te la pedí hace 20 mensajes. Por cierto, tu mamá llamo preocupada…
(Octavia 03:40) Rae al fin se durmió. Ten un excelente vuelo.
Para responder a la insistencia de Raven, pero presumir su suerte, Clarke envió una de sus bien logradas fotografías al grupo que compartía con ambas por mensaje y guardo el móvil.
Te volviste a sentar al lado de Lexa justo como la primera vez hacia horas atrás. Ya había más gente esperando por su vuelo, definitivamente la magia de la noche había pasado.
"¿Todo bien?" te pregunto.
"Lo vendieron todo" bromeaste y por primera vez se río de tu broma.
Segundos después empezaron a notificar cuales vuelos saldrían empezarían a ser transbordados en los siguientes minutos, el tuyo fue el primero.
"Me la he pasado muy bien," confesaste en un susurro.
"Ha sido una experiencia fuera de cualquier expectativa," coincidió Lexa, "Nunca fue tan placentero conocer a alguien a mitad de la noche en un aeropuerto abandonado, invitarle un café y ser dibujada en el transcurso" sonrió. Clarke sintió un nudo en el estómago.
"Si, cuáles son las probabilidades, ¿cierto?"
Lexa se mostró sorprendida con tu elección de palabras, "Cierto"
Compartieron una mirada aún más íntima de cualquiera en toda la noche y fue cuando Clarke recordó que llevaba el abrigo de Lexa y el suyo había sido abandonado en la pequeña cafetería.
"Oh, diablos, lo había olvidado" le regreso la chaqueta a Lexa apenada por no poder embriagarse una vez más con su aroma sin verse demasiado intensa. "Debo volver por la mía,"
En ese momento vocearon el primer vuelo de la mañana, Clarke estaba tan perdida en la idea de ir a recuperar su abrigo que no puso atención ni a la notificación ni a la pregunta de Lexa.
"Están llamando a mi vuelo… Sabes, hay algo que no te he preguntado en toda la noche" expuso Lexa, "¿Cuál es tu destino?"
Pero Clarke se había ido en búsqueda de su prenda creyendo que tendría suficiente tiempo y Lexa no había escuchado que iría a buscarlo por atender al llamado para subir a su avión. Se vio muy decepcionada cuando la rubia desapareció entre la gente que estaba llegando, la chica había dejado su portafolio abandonado a su lado, quizá con la esperanza de volver y encontrarlos a ambos aun ahí.
Lexa lo inspecciono esperando que contuviera los datos de Clarke o algo que pudiera ayudarla a localizarla, pero no tuvo suerte.
Escucho el último llamado de su vuelo y tuvo que aceptar su derrota.
"Hola, hace unas horas deje una chaqueta en la pequeña mesa de allá" se acercó Clarke a la chica que atendía la cafetería.
"Eres la chica que estaba con Lexa, ¿no? ¿la chica del borgia?" pregunto y Clarke asintió. "Es una gran persona, es una lástima que haya decidido que esta ciudad ya no sería su destino favorito" comento desilusionada, "hablar con ella es un deleite"
"¿Cómo sabes que ya no volverá?"
"Ella me lo dijo un par de horas antes de venir contigo por un café. Era mi cliente esporádica favorita" señalo con nostalgia, extendiéndole la prenda. "que tengan un excelente vuelo"
Tan pronto te diste la vuelta y empezaste a correr de regreso a la sala de espera recibiste un mensaje de Raven, quien aparentemente había despertado ya.
(Raven 04:57) Escúchame bien- o léeme con detalle, lo que prefieras- eres una maldita con suerte. Esa clase de chicas no suelen estar ahí para que alguien como tú las conozca. Más te vale y lo digo muy en serio, que al menos hayas conseguido su número telefónico Clarke Griffin.
(Raven 04:57) Y si lo tienes, es mejor que me lo pases porque tú no la mereces :P
Clarke lejos de enojarse le dio la razón por primera vez a Raven en mucho tiempo.
"Pasajeros del vuelo 214, puerta 2" llamaron por el altavoz.
Demonios, era su vuelo.
Clarke prácticamente corrió, esperaba despedirse de Lexa y hacer caso del único consejo útil de Raven pero tan pronto llego a su sitio y se encontró con asiento vacio y sus cosas ausentes sintió como el corazón se subía a su garganta.
No le había preguntado su destino.
No le había preguntado su apellido.
No le había preguntado su número.
Y no sabía prácticamente nada de ella…
Se había dedicado a disfrutar de su compañía e inventarse un futuro ficticio a su lado que había olvidado por completo obtener los datos que podrían haberlo hecho real. Se sentó derrotada en la silla que ella había ocupado la primera vez que la vio. Odiaba su suerte con más intensidad ahora que nunca.
"¿Es usted Clarke Griffin?" un pasajero de otro vuelo se acercó a ella. "Una señorita me pidió que si veía volver a una rubia con ojos azules demasiado atractiva para creerse posible, le entregara esto. Sus palabras textuales" se aseguró de aclarar dado que su esposa estaba detrás de él.
"Gracias" dijo Clarke tomando su portafolio, lo hizo de una forma tan torpe que su último dibujo resbalo de él. Fue una bofetada de su mala suerte cuando se percató que era el retrato de Lexa.
Lo recogió de mala gana, ofuscada por la frustración de haber perdido su oportunidad, pero no bien lo miro cuando percibió que había algo extraño en su trabajo. En la esquina inferior derecha había seis palabras escritas con una letra que no era la suya.
Hasta que nos volvamos a encontrar.
Esa frase no pudo sólo ser escogida al azar.
"Última llamada para los pasajeros del vuelo 214, transbordar por la puerta 2"
(Clarke 05:00) La he perdido.
(Raven 05:01) Sólo tenías un trabajo Clarke, ¡Sólo un trabajo!
(Octavia 05:02) Regresa a casa Clarke.
(Raven 05:02) Tenemos la fotografía Clarkie, podemos hacer magia con ella. Operación: Buscando el alma gemela de Clarke Griffin empieza oficialmente cuando llegues.
(Clarke 05:05) Gracias chicas. Nos vemos pronto.
Camino con poco animo hasta la puerta 2 donde la esperaba el vuelo que había perdido la noche anterior. La azafata fue muy amable a pesar de que ella era la última en subir al avión y los había retrasado algunos minutos.
"Bienvenida" le regreso su boleto y la dejo pasar.
Apenas puso atención por donde caminaba. Estaba realmente molesta consigo misma, había terminado la noche como la había empezado y no dejo de parecerle irónico. Llego a su asiento asignado de muy mal humor, sentándose de mala gana y sin considerar a la pasajera a su lado.
"Deberíamos cambiar la forma en la que te acercas a mí"
Clarke levanto la mirada incrédula y se encontró con esos perfectos ojos verdes sonriéndole.
En serio, ¿cuáles eran las probabilidades de que eso pasara justo cuando el amanecer las alcanzaba?
Nota de autor:
La idea original era en una estación de trenes, sacada de otro de mis fanfictions de otro fandom pero decidí alterarlo y jugar un poco con la trama. Fue escrito durante la semana previa al episodio 316 de la serie como terapia de evasión y no fue hasta ahora que pude terminarlo.
Gracias por pasar y leer.
