Disclaimer: El universo de Haikyuu le pertenece a Furudate Haruichi.
No se sentía de la misma manera que siempre y por alguna razón los rally extendidos más que antojársele excitantes, estaban siendo muy cansinos hoy.
Por fin la pelota rebotó en el suelo y ni siquiera le afectó que hubiese sido de su lado de la red. Kai la lanzó hacia los de Ubugawa para que hicieran el saque y dando un par de fuertes palmadas alentó a sus chicos, cosa que debería estar haciendo Kuroo, el capitán, en vez de tener el cuello torcido hacia la cancha de al lado donde Karasuno tomaba su primer tiempo libre contra un casi invencible Fukurodani que estaba teniendo uno de sus mejores días.
"Debes tomarte más en serio el voleibol", "Eres un bloqueador, no mejorarás si no practicas". Sus propias palabras hacían un débil eco en el fondo de su cabeza tratando de rasguñar alguna neurona que lo hiciera enfocarse en el oponente que tenían delante, sin embargo la imagen de Tsukishima quitándose los anteojos para secarse con el borde de su camisa, presumiendo sus notorias costillas y poco definidos abdominales, le hizo un kill block a cualquier otro pensamiento que no fuera el de querer masturbarse en ese instante.
El rubio terminó por darle la espalda mientras se colocaba la mano en la cintura y dejaba caer todo su peso en una sola pierna en una pose totalmente desinteresada, mientras escuchaba las indicaciones del entrenador.
— Nice serve!
"Oh sí, nice", pensó notando la forma en la que se marcaba apenas aquel trasero con esos shorts oscuros.
Y apenas logró volver a la realidad para recibir ese temerario saque que le hizo arder desde la capa exterior de su piel hasta el interior de los músculos de sus brazos, con una técnica mucho menos agraciada que de costumbre, por lo que Kenma tuvo que moverse con pereza de su posición para cubrir la pelota y enviársela a su encendido As.
De alguna manera lograron robar ese punto y felicitó a Yamamoto para huir de la mirada "no moveré un dedo ni diré nada pero te observaré de una forma jodidamente incómoda" que le estaba echando Kenma por su asqueroso rendimiento en ese partido.
¿Pero quién podría culparlo? Ya que desde anoche tenía un bonito y larguirucho rubio malhumorado como novio.
