Nunca más volvería a aceptar un trato con Fiona. Y mucho menos un trato tan estupido como ese. ¿Por qué era importante para ella que hiceran eso? Él no encontraba el sentido en el hecho de estar dos horas con la ropa del príncipe del reino más rosa de Aaa. Pero igualmente había aceptado el trato.

Esos eran los pensamientos de Marshall, el cual se encontraba en la habitación de Gumball. Ambos chicos habían tenido que intercambiar su vestuario por capricho de la humana. Así que ahora Marshall llevaba el típico traje elegante del príncipe junto a la corona de este. Y el príncipe llevaba unos vaqueros azules, una camisa blanca de manga corta y, por encima, una camisa roja a cuadros.

Ambos chicos mantenian un cómodo silencio entre ellos, ninguno quería pelear; ya que estarían allí encerrados una hora y media más. Marshall se entretenía observando las extraña habitación del príncipe, mientras que este observaba unos papeles en su escritorio. Marshall ya había observado toda la, extremadamente rosa, habitación cuando se fijó en un armario empotrado en la esquina; flotó hasta el armario y lo abrió lentamente. Dentro de este había varios inventos viejos, algunas hojas con formulas que él no comprendía llenas de tachones, y una caja negra.

Le dió mucha curiosidad saber que escondía su amigo/enemigo así que sacó la caja con cuidado de que el peli-rosa no se enterara. Se sentó en una esquina, dandole la espalda al príncipe, y abrió la caja. Sonrió. Dentro de la caja había fotos de ellos dos cuando eran buenos amigos, varias cartas que él le envió cuando se tuvo que ir unos meses a la Nocheósfera, y una camisa negra con el símbolo de una banda de rock. Sonrió más. Guardo otra vez la caja y se dirigió al príncipe; pero al voltear a verlo observó como el rosado olía la camisa que llevaba puesta, su camisa.

-Huela a Marshall. -le escuchó susurrar con una sonrisa

El vampiro se sonrojó levemente, pero no dudó ni un segundo en aprovechar ese comentario para avergonzar al príncipe.

-¿Y cómo sabes a que huelo yo? -preguntó el vampiro con una sonrisa curiosa

Marshall observó como las mejillas del príncipe se tornaban de un intenso color carmesí y como un claro nerviosismo se apoderaba del chico. Sonrió.

-Etto... Yo... Tú... -balbuceaba cosas sin sentido el peli-rosa, a lo que Marshall rió

-Eres muy lindo. -comentó el vampiro sonriente

Lo siguiente que hizo el príncipe fue adquirir un tono rojizo por toda su cara. Marshall decidió hacer algo, algo que nunca pensó hacer. Flotó hasta el príncipe, le levantó el rostro con una mano y le besó tiernamente. El vampiro notó como el cuerpo del chico se tensó ante el beso, pero también notó como el príncipe intentaba responder al beso. Sonrió. Segundos despues Marshall decidió dejar los labios del príncipe, besó su mejilla y bajó hasta el cuello del rosado; besaba y mordía el cuello del chico que se aferraba a su camisa, bueno, a la camisa del príncipe.

Ciertamente Marshall nunca volvería a aceptar un trato con Fiona, a no ser que ese trato incluyera a su príncipe favorito y a su camisa. Pues el vampiro consiguió saber como sabía el príncipe a que olía él.

Tenía su camisa.


Espero que les guste este nuevo one-shot sobre esta pareja.

¡Bye!

Winter-san