Disclaimer: Lavender y Stephen son personajes de Jotaká. Únicamente sus hijas son de mi invención.
N/A: El tema que me había tocado para el drabble era "Ligereza: la vida es bella", y las palabras que tenía prohibido usar son: feliz, ligero, ser, maravilloso y reír, junto a todas sus variaciones. Al final, salió un pequeño 155w. Este fic participa en el reto "Pequeño desafío" del foro Draco Dormiens Nunquam Titillandus.
Una nueva vida.
Lavender se sentía bien. O quizá, no había suficientes adjetivos como para describir las sensaciones que pasaban por su mente y su cuerpo en ese momento. ¿Cómo podría no sentirse de esa forma? Su tercera hija acababa de nacer, y se notaba a leguas que compartía lo bella y llorosa con sus hermanas. Stephen estaba a su lado, incansable, como en los dos partos anteriores. Ambos sonreían ampliamente, como si no existiera un mañana, y observaban en silencio a la pequeña.
Los dos sentían que no había forma de que más alegría y júbilo les cupiera en sus cuerpos. Dos diminutas niñas rubias revoloteaban alrededor de una tercera, la cual tenía los ojos cerrados pero movía sus puños sin cesar.
—¿Cómo se llamará? —quiso saber la mayor de las tres, Hope, y sus padres se miraron a los ojos.
—Zoe —respondieron a coro, sonrientes. Un nombre griego... que significaba "vida".
