(N.A. Albus Dumbledore debe tener casi 150 años, nació en 1841)
...Una carta es enviada a Hogwarts...
"De tu antiguo opositor. Hogsmade a la media noche. La carta te dará
más instrucciones
Ya estas viejo y agotado Vancastle, morirás esta noche."
En la escuela Hogwarts de magia y hechicería todos se preparaban para el verano, pero esa noche era extraña, no solo por la tormenta sino por otro gran suceso que estará en la historia, y que en la mente de muchos será lo que haya cambiado sus vidas para siempre.
En el despacho de Director de la escuela una silueta mira quieta hacia el bosque prohibido.
Es el 30 de junio de 1914 y Abner Vancastle, un hombre robusto pero viejo, siente que el fin se acerca, el ya conocía ese sentimiento frío que atravesaba su pecho y que lo dejaba sin aliento, seguía ensimismado en sus pensamientos mirando con el seño fruncido por la ventana de su estudio, la noche tormentosa llena de relámpagos decían que todo estaba por concluir, que por fin después de tanto tiempo estaba por..., en ese momento tocaron a la puerta.
- Adelante -dijo, un joven de unos 14 años apareció por la puerta.
- ¿Me mando a llamar señor? -dijo el joven, de largo cabello cobrizo que rozaba los hombros.
- Albus pasa -señalando un sillón.
El joven entró y se distinguía su insignia de prefecto que colgaba sobre su túnica de la escuela al lado del escudo del león, parecía hace poco cuando el salvó al chico de la muerte hace casi 50 años.
- ¡Vaya, ya eres prefecto de Gryffindor, felicidades!
- Si, -dijo el joven sonrojándose- el profesor Dippet me la entrego hace rato en mi cuarto cuando preparaba mi baúl, dijo que era mejor recibirlo ahora que después del verano.
- Tu hermano sigue sin estudiar no?
- Si, Albertoth es un poco testarudo, pero sé que podré hacerlo cambiar de opinión.
Abner sonrió, pensó lo optimista que era este chico, y de cómo veía el bien en ciertas personas y desconfiaba muy acertadamente de otras, como si pudiera ver a través de ellas, volvió a tener su semblante serio.
- Te llamé a ti y tus compañeros para que me hagan un favor, este verano... -en ese momento llamaron a la puerta- deben ser tus amigos, el señor Fletcher y la señorita Jenkins.
Un par de jóvenes de la misma edad de Albus entraron, la joven era esbelta, tenía el pelo y los ojos negro azabache con una cara muy linda, el joven era bajito, de rostro vivaz pero con inquietud y admiración. Entró mirando el despacho sonriendo nerviosamente.
- Chicos siéntense, bueno, le decía al señor Dumbledore, que este verano me harán un favor -se volteó y busco en un cajón del armario una cajita dorada con relieve, y poniéndola en la mesa percibió a los chicos que miraban con expectativa el cofrecillo.
- Esto se lo van a entregar al señor ministro.
- ¿¡Al mismísimo ministro de magia, señor?! -dijo Fletcher con cara de asombro
- Si Mandungus, por que sé que él protegerá esto, -poniendo una mano en el cofre- y él se lo entregará a un grupo de caballeros para que lo resguarden hasta que sea necesaria.
- ¿Pero por que nosotros señor?, usted se lo puede dar, es el director del colegio
- Si señorita Jenkins pero yo no tengo mas tiempo.
- ¿Señor de que habla?
- Albus esta noche será mi ultima noche en Hogwarts, y no creo que regrese, para serles francos, tendré la ultima pelea de una batalla muy antigua, tal vez hasta deba morir.
Los chicos lo miraron con terror, estupefactos y después un alboroto de los tres chicos señalándose entre ellos y al director
- Calma -dijo en vos baja, y esto fue suficiente para que los tres se sentaran- ya les dije que no les iba a durar mucho
La chica agachó la cabeza y unas lagrimas bajaron por su rostro.
- ¿Pero señor que es tan importante que siquiera tiene un día, y que es eso de su ultima batalla?- dijo Albus con cara de desespero.
- Tranquilo Albus, mi misión esta por concluir, pero preocúpense por ustedes por que la suya comienza ahora- dijo con un rostro apacible.
- ¡¿De que misión habla?! -dijo Mandungus con un chillido y rostro de terror.
- Son jóvenes pero en el habrá futuro grandes responsabilidades que les serán encomendadas.
La chica esta secándose las lagrima y mirando al anciano, dijo con reproche
- Director, ¿pero no nos puede dejar?, ¿Usted no puede morir?, usted es el mago más poderoso de nuestro tiempo después del gran Merlín, usted es el Fallw
- Si, pero la misión del Fallw está por concluir y le será pasada a otros.
- Y esa misión es la nuestra ¿verdad?
- Si Albus pero sé que ustedes lo harán excelentemente - dijo Abner con aires de triunfo y felicidad.
- ¿Señor lo volveremos a ver? -dijo Mandungus.
- Tal vez, pero eso lo decidirá el destino, no olvides ser un buen chico.- poniéndole una mano en el hombro.
Tomo su capa de viaje, su sombrero y un par de cosas del cajón, una parecía un tubo y la otra una pelotita blanca. Abrazó a los chicos y se dirigió al salón de profesores.
Al entrar encontró a todos los profesores. Miro a todos y después dijo:
- Bueno ya he preparado todo, envié las cartas al ministerio y al consejo escolar.
Las profesoras estaban sollozando.
- Tranquilos recuerden lo que les dije en la ultima reunión, todos estarán bien y si tengo suerte la mayoría del mundo mágico no se dará cuenta.
- Profesor de verdad no quiere que lo acompañemos.
- No, gracias Dippet, esto es algo que debo hacer yo solo, mas nadie debe estar involucrado.
Se puso sus ropas para salir y se dirigió a la entrada principal, bajo todo el camino hasta Hogsmade, el pueblo estaba casi desierto, solo se escuchaba el ruido de la lluvia y el alboroto de los bares de la zona.
Volvió a sacar la carta y esta se convirtió en una brújula, pero esta era diferente en ves de la aguja girar, estaba quieta pero mientras se movía una luz se acercaba al centro del artefacto, pronto llegó a un claro y una luz brillaba dentro de una laguna que de seguro recién se había formado por la lluvia, cuando se acercó, vió en el fondo una estatuilla con forma de dragón que centelleaba, Abner con un conjuro mental hizo salir la estatuilla hasta unos centímetros al alcance de su mano, tenia desconfianza del objeto, pero sabia lo que tenia que hacer, después de pocos segundos de meditar en varias cosas la tocó, de repente sintió como si el suelo debajo de sus pies desapareciera y todo se volviera mas oscuro, Abner sabia que había sido trasladado, ¿pero adonde?...
Continuara...
***Ya ven! Esta es una historia antes de H.P. es sobre mi personaje importantísimo, es un fic que trata de explicar un poco el mundo de los magos, porfa dejen Reviews, tratare de poner mas capítulos e historias.
...Una carta es enviada a Hogwarts...
"De tu antiguo opositor. Hogsmade a la media noche. La carta te dará
más instrucciones
Ya estas viejo y agotado Vancastle, morirás esta noche."
En la escuela Hogwarts de magia y hechicería todos se preparaban para el verano, pero esa noche era extraña, no solo por la tormenta sino por otro gran suceso que estará en la historia, y que en la mente de muchos será lo que haya cambiado sus vidas para siempre.
En el despacho de Director de la escuela una silueta mira quieta hacia el bosque prohibido.
Es el 30 de junio de 1914 y Abner Vancastle, un hombre robusto pero viejo, siente que el fin se acerca, el ya conocía ese sentimiento frío que atravesaba su pecho y que lo dejaba sin aliento, seguía ensimismado en sus pensamientos mirando con el seño fruncido por la ventana de su estudio, la noche tormentosa llena de relámpagos decían que todo estaba por concluir, que por fin después de tanto tiempo estaba por..., en ese momento tocaron a la puerta.
- Adelante -dijo, un joven de unos 14 años apareció por la puerta.
- ¿Me mando a llamar señor? -dijo el joven, de largo cabello cobrizo que rozaba los hombros.
- Albus pasa -señalando un sillón.
El joven entró y se distinguía su insignia de prefecto que colgaba sobre su túnica de la escuela al lado del escudo del león, parecía hace poco cuando el salvó al chico de la muerte hace casi 50 años.
- ¡Vaya, ya eres prefecto de Gryffindor, felicidades!
- Si, -dijo el joven sonrojándose- el profesor Dippet me la entrego hace rato en mi cuarto cuando preparaba mi baúl, dijo que era mejor recibirlo ahora que después del verano.
- Tu hermano sigue sin estudiar no?
- Si, Albertoth es un poco testarudo, pero sé que podré hacerlo cambiar de opinión.
Abner sonrió, pensó lo optimista que era este chico, y de cómo veía el bien en ciertas personas y desconfiaba muy acertadamente de otras, como si pudiera ver a través de ellas, volvió a tener su semblante serio.
- Te llamé a ti y tus compañeros para que me hagan un favor, este verano... -en ese momento llamaron a la puerta- deben ser tus amigos, el señor Fletcher y la señorita Jenkins.
Un par de jóvenes de la misma edad de Albus entraron, la joven era esbelta, tenía el pelo y los ojos negro azabache con una cara muy linda, el joven era bajito, de rostro vivaz pero con inquietud y admiración. Entró mirando el despacho sonriendo nerviosamente.
- Chicos siéntense, bueno, le decía al señor Dumbledore, que este verano me harán un favor -se volteó y busco en un cajón del armario una cajita dorada con relieve, y poniéndola en la mesa percibió a los chicos que miraban con expectativa el cofrecillo.
- Esto se lo van a entregar al señor ministro.
- ¿¡Al mismísimo ministro de magia, señor?! -dijo Fletcher con cara de asombro
- Si Mandungus, por que sé que él protegerá esto, -poniendo una mano en el cofre- y él se lo entregará a un grupo de caballeros para que lo resguarden hasta que sea necesaria.
- ¿Pero por que nosotros señor?, usted se lo puede dar, es el director del colegio
- Si señorita Jenkins pero yo no tengo mas tiempo.
- ¿Señor de que habla?
- Albus esta noche será mi ultima noche en Hogwarts, y no creo que regrese, para serles francos, tendré la ultima pelea de una batalla muy antigua, tal vez hasta deba morir.
Los chicos lo miraron con terror, estupefactos y después un alboroto de los tres chicos señalándose entre ellos y al director
- Calma -dijo en vos baja, y esto fue suficiente para que los tres se sentaran- ya les dije que no les iba a durar mucho
La chica agachó la cabeza y unas lagrimas bajaron por su rostro.
- ¿Pero señor que es tan importante que siquiera tiene un día, y que es eso de su ultima batalla?- dijo Albus con cara de desespero.
- Tranquilo Albus, mi misión esta por concluir, pero preocúpense por ustedes por que la suya comienza ahora- dijo con un rostro apacible.
- ¡¿De que misión habla?! -dijo Mandungus con un chillido y rostro de terror.
- Son jóvenes pero en el habrá futuro grandes responsabilidades que les serán encomendadas.
La chica esta secándose las lagrima y mirando al anciano, dijo con reproche
- Director, ¿pero no nos puede dejar?, ¿Usted no puede morir?, usted es el mago más poderoso de nuestro tiempo después del gran Merlín, usted es el Fallw
- Si, pero la misión del Fallw está por concluir y le será pasada a otros.
- Y esa misión es la nuestra ¿verdad?
- Si Albus pero sé que ustedes lo harán excelentemente - dijo Abner con aires de triunfo y felicidad.
- ¿Señor lo volveremos a ver? -dijo Mandungus.
- Tal vez, pero eso lo decidirá el destino, no olvides ser un buen chico.- poniéndole una mano en el hombro.
Tomo su capa de viaje, su sombrero y un par de cosas del cajón, una parecía un tubo y la otra una pelotita blanca. Abrazó a los chicos y se dirigió al salón de profesores.
Al entrar encontró a todos los profesores. Miro a todos y después dijo:
- Bueno ya he preparado todo, envié las cartas al ministerio y al consejo escolar.
Las profesoras estaban sollozando.
- Tranquilos recuerden lo que les dije en la ultima reunión, todos estarán bien y si tengo suerte la mayoría del mundo mágico no se dará cuenta.
- Profesor de verdad no quiere que lo acompañemos.
- No, gracias Dippet, esto es algo que debo hacer yo solo, mas nadie debe estar involucrado.
Se puso sus ropas para salir y se dirigió a la entrada principal, bajo todo el camino hasta Hogsmade, el pueblo estaba casi desierto, solo se escuchaba el ruido de la lluvia y el alboroto de los bares de la zona.
Volvió a sacar la carta y esta se convirtió en una brújula, pero esta era diferente en ves de la aguja girar, estaba quieta pero mientras se movía una luz se acercaba al centro del artefacto, pronto llegó a un claro y una luz brillaba dentro de una laguna que de seguro recién se había formado por la lluvia, cuando se acercó, vió en el fondo una estatuilla con forma de dragón que centelleaba, Abner con un conjuro mental hizo salir la estatuilla hasta unos centímetros al alcance de su mano, tenia desconfianza del objeto, pero sabia lo que tenia que hacer, después de pocos segundos de meditar en varias cosas la tocó, de repente sintió como si el suelo debajo de sus pies desapareciera y todo se volviera mas oscuro, Abner sabia que había sido trasladado, ¿pero adonde?...
Continuara...
***Ya ven! Esta es una historia antes de H.P. es sobre mi personaje importantísimo, es un fic que trata de explicar un poco el mundo de los magos, porfa dejen Reviews, tratare de poner mas capítulos e historias.
