—¡Nico! ¿Pero qué…? -Jason se calló al darse cuenta del estado en el que me encontraba; sus facciones se oscurecieron y suspiro cansadamente- ¿Lo hizo de nuevo, no es así? ¿Por qué…?

Demasiadas preguntas para, en aquel momento mi revoltosa y muy confundida mente. No conteste, es su lugar intente descifrar los extraños grafitis y rayones pintados en el muro trasero del bar.

Jason seguía con cara perpleja y, aun así, se notaba molesto. No le di importancia. No le di tiempo de continuar cuando me abalancé sobre él en un abrazo quebrantahuesos.

—¡JASON! HOLA, ¿qué haces aquí? -dije, ladeando la cabeza de forma dubitativa, luego me reí como histérico al ver su expresión confusa, quizás preguntándose lo mismo sobre mí, o lo que era más probable, el porqué de mi estado tan… animado.

Estaba sonriendo como un idiota, debía de ofrecer un espectáculo interesante. Yo el chico espeluznante vestido de negro y con una habitual aura trágica y melancólica, ahí en medio de un callejón a la media noche (ahora que lo recordaba ¿Qué hacía Jason ahí?) detrás de un viejo club y abalanzándome sobre un pobre y desprevenido hijo de Zeus, mientras reía como un poseso, no que me importara en el estado en el que me encontraba. Los dioses debían de estar partiéndose de risa en este momento.

Mierda, estaba borracho… ¿A qué hora sucedió?... tampoco que fuera importante.

Era una sensación agradable, como flotar a la deriva sobre nubes, mmm… No, flotar sobre nubes debía de ser desagradable, por el frio, la altura… Zeus lanzándome fuera de su territorio con su Supercacharro lanza rayos… una idea empezó a cruzarme la mente; tenía que ver con Jason, me obligue a pensar, ¡Zeus… Júpiter… claro!!, Júpiter el papá de Jason, mi tío, entonces Jason era mi… primo ¿Ah?... mierda me desvié y la idea se fue, lastima tenía la sensación de que era algo divertido y emocionante.

Mire a Jason desilusionado por la pérdida de mi genial idea. Luego hice la pregunta con la que debí haber comenzado.

—Por cierto, ¿Qué haces aquí?

Solo bufo. Jason no se encontraba contento. Al parecer no se alegraba tanto de verme como yo de verlo a él.

—Leo me llamo, dijo que no habías llegado a casa y estaba preocupado, él no sabía qué hacer y entonces acudió a mí-comenzó a explicarme, aunque yo solo le estaba prestando atención a medias, el mundo empezaba a verse un poco desenfocado-. Le dije que se calmara y fuera a dormir, ya sabes que no está acostumbrado a soportar tus comportamientos asociales, no llevan el suficiente tiempo compartiendo casa -lance un bufido ante eso, Leo no era precisamente la persona más normal del mundo-, como sea le asegure que yo me encargaría, pensé que probablemente estarías… esto… ya sabes… con… Percy- su voz se convierto en un susurro al pronunciar la última palabra.

Me examino buscando alguna señal que me delatara, pero mi cabeza estaba tan embotada por el alcohol que era incapaz de procesar del todo lo que Jason decía, tal vez lo haría por la mañana cuando la resaca pasara y estuviera sobrio. Mientras tanto mis pensamientos eran un misterio para el mundo (más de lo acostumbrado), incluyéndome a mí. Aun así, no pude dejar de notar un sabor amargo en la boca cuando Jason menciono a Percy.

—Así que hable a su apartamento para saber si estabas ahí… fue Annabeth la que respondió la llamada. Me sorprendí mucho, ella sonaba muy contenta, creo que están juntos de nuevo -me miro, aun esperando una reacción-. Me lo paso y él caso es que Percy me conto que Annabeth llego de improviso desde California a Nueva York solo para verlo -me dio una mirada de "puedes creerlo"-. Tal parece que una de las mejores universidades de arquitectura ya no es lo mismo después de un tiempo si no tiene al idiota de Jackson con ella, el punto es que cuando le pregunte por ti, me dijo que por la llegada de Annabeth se había olvidado de que habían quedado de verse en el club de siempre-"El monte Olimpo" el bar al que solían acudir cualquiera que tuviera relación con los dioses- a eso de las 8:00, pero ya era muy tarde, así que pensó que lo más seguro es que ya te habrías ido a casa… Nico, ¿Qué haces aun aquí? Ya es la una de la mañana, ¿Por qué no volviste a casa?

Inhale profundamente, estaba empezando a tener problemas con mi respiración y mi cabeza comenzaba a despejarse un poco. Genial, simplemente maravilloso. Mi vida era un asco. Ni siquiera borracho podía sacarme al imbécil de la cabeza. Como siempre todo lo que hacía de una u otra manera se volvía en mi contra.

Justo después de que Annabeth se fuera a la universidad, ella y Percy rompieron, al parecer lo de las relaciones a distancia no les funcionaba como antes de lo de la guerra contra la diosa cara de tierra. Percy no estaba acostumbrado a estar sin Annabeth por lo que paso más tiempo en el campamento mestizo, lugar donde se encontraba Nico con su en ese entonces novio Will Solace, claro eso había sido hace poco más de 3 años, y no es que se cruzaran muy seguido, Percy aun asistía a una universidad en New York(al final no fue a nueva roma, ya que su universidad no tenía ninguna carrera relacionada con el océano, después de todo los romanos no eran muy fanáticos del dios del mar y lo evitaban a toda costa), lo que le permitió pasar más tiempo con su familia mortal lo que incluía a su nueva hermana pequeña y bueno, Annabeth no era muy devota de los romanos, así que ingreso a la universidad del Sur de California al otro lado del país, justo después de medio año rompieron.

¿Y Nico? Bueno, se quedó en el campamento mestizo y eventualmente visitaba a Hazel en el romano, también seguía yendo al inframundo y de vez en cuando hacia algunos encargos para su padre. Luego de un tiempo se dio cuenta de que lo suyo con el hijo de Apollo no funcionaría, así que se lo dijo y terminaron, ahora eran tan amigos como podrían llega a serlo. Después de eso por algún motivo se encontraba pasando más tiempo con Percy, quizás fuera que, en el campamento mestizo la mayoría de los veteranos se habían marchado y solo algunos volvían ocasionalmente.

Solo estaban ellos; Jason que no contaba mucho por todos sus viajes como pontifex maximus, un título muy rebuscado y gracioso como Leo le hacía ver a menudo cuando se encontraban; Will que como siempre seguía muy ocupado en la enfermería del campamento; Clarisse y por añadidura Chris durante las vacaciones, ellos eran los dueños del club "El monte Olimpo" en asociación con los Stoll; y algunos otros campistas.

Así que pasaba más tiempo con Percy, y al parecer como el idiota que es se volvió a enamorar del hijo del dios del mar. En su momento cuando se dio cuenta se enojó una barbaridad, con lo que le había costado superarle la primera vez va como un tonto a caerse en el mismo hoyo. Por Hades que era un total idiota.

La única diferencia fue que el despistado de Percy sí que se dio cuenta esa vez, después de muchos raros y confusos encuentros que incluían parte del apocalipsis zombi y por alguna razón a cierto Pegaso amante de las donas con Percy montado encima guiando a algunos hipocampos tras un barco fantasma, terminaron besándose, entonces Nico pensó que quizás no era tan malo, que esta vez estaba siendo correspondido, así que siguió con una relación indefinida y voluble. Pero como de costumbre se equivocaba.

Con el tiempo se dio cuenta de que Percy solo le estaba usando, no era más que una distracción, algo con lo que Percy se entretenía cuando estaba aburrido y cuando eventualmente también se cansaba de él lo botaba hasta la próxima vez. Alguien prescindible. No Annabeth.

Los últimos meses después de que Nico entrara a la universidad en Nueva York y se mudara con Leo, ya que era el único disponible (larga historia, pero Nico pensaba que calipso definitivamente se lo merecía, además fue muy gracioso), en realidad todo fue obra de Jason (que en opinión de Nico era un entrometido, algo así como una mama gallina), Percy había estado más alejado de él y lo había dejado plantado en varias ocasiones. De todas formas, Nico ya se había desencantado de él, de hecho, el que no haya asistido esa noche solo había reafirmado su decisión de tomar distancia de una vez. De todas maneras, no es que fueran "algo", nunca habían hablado de ello, jamás habían comenzado, así que entonces ¿cómo se suponía que iban a terminar? La única razón por la que había seguido con todo aquello era que en realidad ya no le importaba, al final termino haciendo lo mismo que Percy y también acudía con el cuándo se aburría y no hallaba que hacer. Una relación sin importancia y fácilmente rompible.

—Así que volvieron… -susurré, después de todo no pude evitar sentirme hueco por dentro.

—Quizás… y-yo no asegure na-nada, probablemente así sea-Jason me interrumpió- mira no importa sí, Jackson ni siquiera lo vale- una sonrisa burlona apareció en su rostro-. Él ni siquiera es del tipo correcto para alguien como tú.

No pude evitarlo, de seguro era culpa del alcohol, me eché a reír ante eso. Aun no olvidaba la cara estupefacta y perdida de Percy cuando le dije que había tenido un enamoramiento por él para luego soltarle que de todas formas no era mi tipo.

—No me importa- le asegure a Jason- de todas formas, no era nada serio, ni importante… no me afecta en lo absoluto.

Jason no se veía convencido, a decir verdad, yo tampoco lo estaba. Más bien me estaba engañando a mí mismo, lo cual era una reverenda estupidez. Ni siquiera borracho se me quitaba lo terco y orgulloso, no lo suficiente para admitir que sí que me importaba, más de lo que debería, pero tampoco es algo que pudiera evitar.

Miré hacia el cielo en busca de estrellas, pero el cielo estaba totalmente cubierto de nubes, entonces recordé mi brillante idea de cuando Jason llego, estaba lo suficiente desinhibido como para exponerla ante mi amigo. Voltee a verle mientras una sonrisa se iba formando en mi cara.

Algo positivo del alcohol: hace que tu mente se convierta en una nebulosa inestable, que los pensamientos vayan y vengan a su antojo, te hace olvidar más fácilmente sí es que realmente quieres hacerlo.

—Jason llévame volando al cielo-me miro con cara estufecta-. Quiero que me hagas tocar las nubes.

Era hora de superar a Percy Jackson.

Lo jalé y empecé a reírme como loco. A quien le importaba Percy, es más… ¿Quién era Percy Jackson?