Les traigo esta nueva locura mia, que espero sea de su agrado.

Todos los personajes le pertenecen a la creadora de sailor moon NAOKO TAKEUCHI

El llamado de la luna llena

cAPITULO 1

Hace mucho tiempo en un lugar alejado del centro de europa, cerca de los alpes se encontraba una pequeña aldea. En ella vivía una joven de 16 años llamada Serena. Era una joven aldea de una piel blanca como la porcelana, unos ojos celestes como el cielo, y unos cabellos rubios.

Por costumbre y prácticamente ley, en su aldea a la edad de 16 anos ya eran comprometidas con algún hombre de la aldea que según la conveniencia de sus padres habían hallado al candidato ideal para cuidar de ella. Serena se comprometería contra su voluntad con el hijo del Alcalde, un joven de 20 años llamado Darién de piel morena y ojos zafiros tan profundos como la noche.

Por eso mismo los padres de serena acordaron la fecha de la boda en tres semanas antes de la luna llena. Porque ellos sabían que ya habían pasado quince años desde que los lobos vinieran a buscar a una doncella para procrear al nuevo alfa de la manada. Por eso cada determinado tiempo salían los cambiantes para aparearse, aunque sólo eran los novatos, ya que los cambiantes adultos se apareaban solo con las mujeres de su misma clase.

Serena, al igual que todos en la aldea, sabía que existía un rumor que en cada Luna Llena las doncellas tendrían que estar bajo resguardo. Es por eso que Ikuko, su abuela, siempre le platica que hubo una joven que quedo en cinta por una extraña criatura, pero en la aldea era costumbre de que cuando era una joven era poseída por un cambiante tendría que abortar, o las que se aferraban a tenerlos era encerradas o abandonadas a la orilla del bosque para que sobrevivirá sola, o que algún cambiante la encuentre y la lleve a la manada.

Siempre que Ikuko le contaba estas historias a la rubia, sus padres se enojaban, puesto que ellos sabían que su hija ya tenía la edad suficiente para poder ser tomada por algún cambiante, puesto que desde pequeña Serena siempre ha sentido una gran atracción por la Luna, y según para los de la aldea esa era un mal presagio. A las afueras de la aldea donde vivía Serena y su familia, quedaba el Bosque Oscuro al cual se le tenía prohibido a todos los aldeanos, ya que al entrar al bosque quedaban atrapados y se perdían y no sólo eso, también es el hogar de los cambiantes. También había un lago el cual separaba a la aldea y el bosque lugar en el cual Serena le gustaba ir a contemplar la Luna. Pero sobre todo los días de Luna Llena se escapaba de su casa para un a contemplar su esplendor Serena no sabía que ella ya había sido prometida para el hijo del Alcalde. Y para peor fue en la fecha de la celebración de la fiesta en honor a la Diosa Selene la cual se ralizaba con la intención de que cuidará a las doncella. Ahí mismo agasajaban a las cuales se casarían antes de la Luna Llena.

Mientras estaban todos bailando y disfrutando de la fiesta el Alcalde pidió que le prestaran atención para un anuncio que tenía que hacer referente a su único hijo, al cual hizo subir al estrado para felicitarlo por su próxima boda con la doncella Serena. Al pronunciar su nombre de la rubia sintió que su pies le fallaban y su vista se nubló, cuando su padre la agarro del brazo para que subiera al estrado para estar junto a su prometido. Ella se soltó de agarre de su padre y asustada comenzó a correr sin rumbo fijo, todos los presentes empezaron con las murmuraciones ante la reacción de la chica, ya que la mayoría de las jóvenes del pueblo estarían más que dispuestas a casarse con ese joven tan atractivo. Serena seguía corriendo sin rumbo fijo hasta que sintió que las piernas le fallaban y no tenia mas aire. Se dejó caer sin percatarse que ya se encontraba en el Bosque Oscuro, ella levanto la mirada al cielo y miro la Luna Creciente preguntándose por que sus padres la querían casar sin amor. Con la mirada ausente sintió una corriente de aire frío la hizo darse cuenta que estaba perdida en el bosque prohibido. Asustada empezó a buscar la manera de salir pero sin darse cuenta paso a paso se aun mas adentraba dentro del bosque, sin percatarse que era observada por alguien desde las penumbras de aquel siniestro lugar.

En el corazón mismo del Bosque se encontraba mansión de estilo colonial, en la cual vivían los cambiantes, cuya manada era guiada por el Alfa, Artemis. El junto a su esposa Luna con la cual tuvo a su hijo Seiya, quien sería el próximo líder de la manada cuando el muera. Seiya es un joven alto, con la piel bronceada y un cabello azabache atado en una coleta, unos hermosos ojos color zafiro hipnotizantes, el cual era uno de los pocos creyentes en el amor a primera vista, y principalmente no está de acuerdo con ser casado a la fuerza.

Es por esto que dentro del despacho de la mansión Artemis mantenía una de tantas discusiones con Seiya, porque el joven no estaba dispuesto a casarse con Kakkyu la hija del sabio para así poder unir a las manadas. Kakkyu era una hermosa pelirroja de piel nívea y unos hermosos ojos que sabia levantar pasiones con solo su andar. Pero Seiya ya estaba fastidiado de que su padre le insistirá en tomar como compañera a la pelirroja. - No padre ya te dije que yo no me voy a casar con nadie a la fuerza. – Repitio con fastidio. - ¿Y que piensas hacer Seiya? – Respondio Artemis. - ¿Lo mismo que hizo mi hermano Zafiro? Viste cual fue su final al tomar a una humana y mira como terminó. – Finalizo levantando demasiado la vos. - Ya lo sé padre, pero esa no es mi intención yo quiero a una de nuestra clase, además si así fuera yo la protegería y no todos tenemos el mismo destino. - Dicho este el joven salió dando un fuerte portazo de la ira que tenía al saber que su padre no lo entendía Al salir del despacho se encontró con su madre la cual se mostraba preocupada por las continuas peleas. - ¿Que paso hijo? ¿Porque sales así del despacho? – Le pregunto aun sabiendo la respuesta. - Es mi padre. Mamá siguiente con la idea absurda de que me case con la hija de Sabio. - No te enojes Seiya, tu padre solo quiere lo mejor para ti, no quiere que tu pases por algo como lo de tu tío Zafiro. - Ya lo sé madre, solo que nunca me han contado buen que le paso a mi tío. – Finaliza intrigado. - Ve hijo mío a hacer tu guardia. Cuando regreses te contare del tío Zafiro. - Mejor madre cuéntame ahora, tengo tiempo todavía. - Esta bien, pero vamos a la cocina por algo de beber que es un poco largo de contar. – Responde invitando a su hijo. Sentados en la cocina y con un vaso de te frio de por medio Luna comenzó su relato. - Eso paso hace unos veinte años aproximadamente, tu tío Zafiro, el próximo al liderazgo de la manada, salió a hacer su guardia ese día como era costumbre. Esa noche hubo luna llena… fue cuando a una joven de nombre Serenity. Era muy bella, por lo que tu tío Zafiro me contaba. El me decía que desde que la vio sintió una fuerte atracción hacia ella. El solo la observaba desde los límites del bosque y el río cuando ella iba a contemplar la luna llena. Hasta que en una de esas noches ella estuvo a punto de ser atacada por un cambiante de la manada de Sabio, por lo que no lo dudo y la defendió sin pensarlo. Cuando acabo su pelea con el otro macho, Zafiro quedo mal herido, pero antes de llegar a la mansión no pudo porque se desmayo por la herida.

Serenity que no lo había perdido de vista se acerco para auxiliarlo y agradecer que la defendiera. Ella se acerco y acarició su pelaje para relajarlo y así poder vendan la herida con un trozo de sus vestidos para que ya no sangrara. Con el contacto de su mano acariciando su pelaje se cambio a su forma humana y la joven se asombro pero no grito solo lo abrazo y comenzó a llorar, a pedirle que no se muriera que se sentiría culpable por su muerte.

De esta forma la joven le empezó a vendar las heridas con las tiras de tela que rasgaba de su capa. Sin dudarlo se quedo con zafiro hasta que se curó por completo.

Ella se asombro al ver que su recuperación fue tan rápida. Ya con los primeros rayos de luz compartieron el alba, se presentaron y quedaron de acuerdo para volverse a ver en la noche y así mantuvieron su amistad en secreto por un tiempo. Así se fueron conociendo, así se la pasaban platicando de sus vidas, ella le dijo que ya estaba comprometida con un hombre al cual no amaba, solo la casaban con el por interés por que él tenía grandes negocios en su aldea.

Hasta que una noche estando con ella le llego su tiempo de celo y con la Luna como único testigo la hizo su mujer… Mientras Artemis seguía en su despacho pensando en lo rebelde que era Seiya referente al compromiso y si no le quedaba de otra lo casaría a la fuerza. Molesto salió del despacho para ir a su alcoba a descansar oyó murmullos proveniente de la cocina. Con sigilo propio de su raza se asomo para ver quién era si se suponía que ya todos deberían estar en su guardias o durmiendo. Para su sorpresa eran su esposa e hijo al cual le dio una mirada reprobatoria al no estar en su guardia, lo mismo fue para Luna al hablarle a Seiya de Zafiro. Porque para Artemis, a pesar del tiempo todavía le dolía la pérdida de su hermano. - ¿Seiya que haces aquí todavía? Se supone que tu ya deberías estar en tu guardia. – Reprueba su padre con dureza. - Padre tranquilo, ya me voy, además no hay de qué preocuparnos Yaten y Taiki están haciendo sus rodas. A parte desde que tengo uso de razón nada fuera lo de lo normal ha pasado desde ese trágico día. - Respondió Seiya un poco exasperado.

Como respuesta Artemis dominado por la cólera de sus palabras le dio una bofetada, cosa que dejo a Luna sorprendida y se fue agarrar a Seiya para evitar una confrontación mayor. Seiya se levantó con la mano en la mejilla la cual le latía por el golpe. - Hijo será mejor que te vayas a tus deberes yo hablo con tu padre para que se calme. - Esta bien mamá, me voy pero no creo regresar al alba como es la costumbre.

Necesito estar solo. – Responde con seriedad e ira contenida. - Esta bien hijo. Ve con cuidado. – Responde su madre dándole un beso en la mejilla. Seiya salió de la casa ya convertido en lobo y lanzó un aullido que se oyó en todo el bosque. Y empezando su rutina, sintió un olor a sangre humana y se apresuró a seguir el rastro antes de cualquier otro cambiante encontrará al humano.

Habían pasado un par de horas mientras Serena intentaba pensaba la forma de volver. Fue cuando escucho un aullido, el cual la hizo volver a la realidad de donde se encontraba. Estaba en el bosque sola a merced de lo que sea que habitaba en el. Se levantó y empezó a buscar la salida para regresar a la aldea, pero mientras más avanzaba más se adentraba al bosque. Serena se sentía perseguida y asechada conforme avanzaba. Ella estaba tan desesperada por salir que no se dio cuenta en qué momento chocó con algo que ella creía que era un árbol.

Pero cuál fue su sorpresa cuando levanto el rostro y se encontró con un monstruo grande y peludo. Asustada ella solo pudo emitir un grito de horror ante tal bestia.

Grito lo escucho Seiya gracias a su desarrollada audición. Corrió lo más rápido que pudo maldiciendo, el por qué no salió a tiempo para su guardia para poder encontrar el primero y no uno de lo manada vecina, que no tenía piedad con los humanos, y si eran mujeres la cosa era peor ya que las sometían y tomaban las veces que fueran hasta dejarlas inconsciente o muertas. Y eso sucedía el tendría una grave problema por no cumplir con sus obligaciones como debían ser.

Bueno es todo por hoy espero, les guste

PD. Si ven algún error de ortografía lo corregire, ya que era tarde cuando lo subí.

No sean tan crueles.

Un agradecimiento especial a la persona que me ayuda con la edición te quiero