Invader Zim pertenece a Jhonen Vasquez. La historia es mía.


-¡Mira esto!

Louie se volvió a Gretchen, habían estado charlando un poco desde que el viaje en autobús comenzó, el cielo era naranja con un toque de rojo. La tarde caía como las hojas de los árboles en el otoño.

Ella lo jalo de su camisa más cerca de sí para que pudiera ver lo mismo en la pantalla de su celular, parecía muy emocionada.

-¿Gusanos? –pregunto Louie confundido.

-No, tonto –río Gretchen frunciendo un poco el ceño- mira bien –le estampo la pantalla del celular más cerca de sus ojos- son ultragusanos.

-Oh… tienen cascos, ¿son griegos? –bromeo Louie ganándose un empujón por parte de Gretchen.

-No tienen cascos y definitivamente no son griegos –negó Gretchen volviendo a su celular- son un nuevo tipo, son excavadores muy profundos, los estudios dicen que hasta pueden penetrar a través del concreto.

Louie se deslizo más cerca de ella para ver la imagen.

Tenía aspecto de un gusano común, escurridizo, viscoso y de color sucio rosa. El recuerdo de tener uno en su mano lo estremeció. Recordando cómo se retorcían.

-Asco –murmuro Louie ante el recuerdo.

-Más respeto, Louie –le reprendió Gretchen atenta a la imagen y a la reseña que había abajo- la señorita Von Verminstrasser dice que son indispensables para el desarrollo de la tierra, no hay asco en ellas y que incluso no haría daño convivir con ellas un día o dos.

-Esa señora te enseña cosas extrañas, Grete –hablo Louie mirando a su compañera.

Gretchen tenía el cabello sujeto en una coleta, llevaba una blusa color crema, aún tenía los brackets pero su sonrisa ya no era tan "exageradamente" horrible como antes. Sino como algo más ordenado, limpio y dulce.

Gretchen bufo.

-Y los ignorantes evitaran expandir sus horizontes más allá de la incredulidad y la falsa felicidad que constituyen sus vidas, negándose a las posibilidades de cruzar las fronteras de su estúpida mente, aclarando sus pensamientos y expandiendo su mente a la verdad –relato Gretchen antes de mirarlo con seriedad- dime Louie, ¿debo llamarte ignorante o creyente?

-Creo en las estrellas fugaces –sonrió Louie y ella lo empujo.

-Eso es de niños –replico Gretchen volviendo a su celular.

-¿Y qué? Aún podemos creer en eso –insistió Louie- mira una estrella y pide un deseo.

-Tenemos 14 años –rio Gretchen- ya no somos niños.

-¿Entonces que somos?

-Somos…

Gretchen se giró hacía a Louie con una expresión burlona, lista para humillarlo con otro ingenioso y elaborado sermón salpicado de palabras poéticas con un sentido tan profundo y correcto que él no sería capaz de rebatirle nada más hasta llegar a casa.

Pero no conto que Louie estaría tan cerca, sus ojos celestes la miraron con curiosidad esperando una respuesta de parte suya, Gretchen se olvidó de que estaba a su lado y de que hace unos momentos su mejilla había chocado con la suya.

-Somos… –insistió Gretchen mientras un extraño temblor empezó apoderarse de su voz.

Siempre habían estado cerca, intento calmarse Gretchen, desde ese tonto día en que el anaranjado se dio cuenta de lo que sentía por Dib un poco demasiado tarde.

Louie sonrío levemente y sonrió, su rostro se acercó, amenazando a Gretchen con cortarle la respiración.

El corazón le latió rápido, sintió un hormigueo en su estómago, y Louie solo sonreía.

-¿Somos? –pregunto Louie con una suave sonrisa, tan suave como caliente, lo suficientemente caliente para derretir su corazón.

Oh, no.

Louie… él… no.

Gretchen bajo la mirada de sus ojos, encontró su sonrisa, sus labios. Su corazón se aceleró.

Dib, Dib, Dib… ¿quién era ese?

-Hey.

Gretchen se exalto levísimamente y levanto la mirada al celeste cielo, abierto y claro y salvaje de sus ojos. Ojos que la miraban con burla y diversión.

-Mis ojos están aquí –dijo Louie antes de alejarse con una sonrisa.

Ella enrojeció.

-Bueno, aquí me bajo –anuncio Louie preparando su mochila

-¿Uh? –balbuceo Gretchen con confusión.

Miro por la ventanilla y vio el poste de la parada de autobús del vecindario de Louie, se había olvidado que el trayecto en el vehículo no era eterno, su mente estaba procesando que estaban bastante cerca de su casa y que tenía que despertar de su ensoñación.

Sueño… fantasía.

Gretchen se giró a Louie quién ya se alejaba por el pasillo del vehículo, tan distraída como estaba y tan inepta en el arte del habla como había quedado, solo pudo inclinar su cabeza a la pantalla de su celular otra vez.

Al mirar la imagen de los ultragusanos ya no le pareció tan interesante como antes.

Entonces Louie se regresó donde ella.

-Ah lo olvidaba, ¿estás libre el sábado? –le pregunto con una sonrisa.

-Uh sí… me reúno con la Condesa Von Verminstrasser, Louie –respondio Gretchen recuperando lentamente el control sobre su lengua.

Se sintió un poco mejor cuando Louie se rasco la nuca apenado cuando se lo recordó.

-Cierto… bueno ya no importa –dijo Louie cambiando de idea de repente- nos vemos mañana.

-Adiós ignorante –le grito Gretchen detrás de él antes de que bajara.

Louie se río y eso hizo que Gretchen sintiera otro revoltijo en su estómago, como si estuviera batiendo las comidas que había digerido en el día, la tensión de las clases y las emociones que estaba sintiendo por…

No.

La sonrisa de Gretchen se borró.

No con ese niño idiota.

Mientras tanto Louie veía como se alejaba el autobús, vio desaparecer los mechones fucsias de su compañera y se quedó hasta que el vehículo se perdió por la calle.

Louie se llevó una mano a la boca.

Y enrojeció.

-¿Por qué? –se dijo- ¿Por qué tenía que detenerla?

La había tenido tan cerca para echarse para atrás.

¿Por a veces era tan tonto?

Suspiro con resignación antes de decidirse irse a casa.

Mañana sería un nuevo día. La vería otra vez.

Louie sonrío ante esto.

No sería un gusano miedoso esta vez.


Vamos a reírnos de esto.

Pero estuve practicando este tipo de escenas y no se me ocurrió con que otra pareja podría funcionar, además necesitaba quitarme este deseo de encima y aproveche que ya salió la personalidad canon de Gretchen para describirla (¿ya leyeron el volumen 15?) para juntarla con mi Oc Louie de Invader Zim.

Je, tengo historias que escribir, pero quería hacer está antes que nada.

Espero que hayan tenido un buen día.

Y que les haya gustado este raro fic.

p.d: Primer fic del año 2017, ¡hurra!