Hola chicas(os) que leen esto, a diferencia de mis otros fics este ya esta totalmente definido, van a ser 13 caps probablemente publique uno cada semana o dos por semana dependiendo del la alimentación que me den (Reviews, babe!), en este fic voy a tocar un tema que puede que no muchos conozcan o puede que si lo hagan, no lo se bien.
Caps: 1/13
Advertencias: Gender Fluid o Genero Fluido(algo del tema) inclinación homosexual, bisexual y heterosexual. -todo el fic.
Tsuna(17) Mukuro(18)
Psdt. Mukuro is sexy as hell!
KHR no me pertenece... pero si la almoada con el rostro de Xanxus~
Cap.1: '-chan'
Tsuna sabía que Mukuro era alguien de muchos secretos, además de que le gustaba que se quedasen como tales. Si el castaño era franco sigo mismo podía llegar a admitir sin mucho rebusque que nunca se habría enterado de los secretos de su Guardián de no ser porque Reborn lo obligo a estar más atento en las acciones de cada uno de sus Guardianes y Elementos.
El futuro Decimo también sabía que Mukuro no confiaba en nadie, ni siquiera en Nagi, Fran, Ken o Chizuka. Más que saber era su Intuición la que prácticamente se lo había deletreado.
Mukuro era la representación perfecta de la Niebla e incluso había logrado engañar a Reborn, una proeza única en su tipo. Tsuna tuvo un buen shock de 15 minutos antes de que su sádico Tutor con apariencia de un niño de 8 años le diese una patada. El adolecente estaba más que orgulloso de haber no haber dicho ni una palabra de los secretos de Mukuro por mas tortura China que hubiese tenido que pasar.
Tsuna no sabía guardar secretos, o, mejor dicho, no podía guardar secretos eternamente lo que lo llevaba a estar en las puertas de Kokuyo Land.
El castaño sintió un escalofrió apenas ingreso en los dominios de Mukuro.
Bam.
Tsuna parpadeo un par de veces, su intuición le estaba molestando demasiado con que voltease por lo que lo hizo, pero nunca espero encontrarse con la cara fastidiada de Ken a milímetros. El futuro Capo negaría toda su vida haber soltado un gritillo nada varonil y dio un salto hacia atrás de por lo menos cinco pasos.
-Oi, Vongola. ¿Qué diablos quieres?
El castaño trago nervioso a la vez que levantaba algo inseguro los bentos que había traído. Tenía que calmarse, Ken podía oler el miedo.
Tsuna tomo una corta respiración cuadrando los hombros y mirando a los ojos al rubio.
-Chrome-chan se fue con Kyoko-chan y Haru-chan a preparar un proyecto para Ciencias así que no pude darle los bentos, hubiese sido un peso molesto para ella.
Ken observo algo suspicaz al castaño para luego dirigir su mirada a los bentos y dar una pequeña olfateada al aire.
-¿Los hiciste tú?
Tsuna parpadeo un par de veces antes de asentir.
-Oka-san estaba algo ocupada y no quise molestarla.
Ken frunció el ceño.
-La última vez también los preparaste tú.
El futuro Decimo se ruborizo ligeramente. Había sido una verdadera proeza convencer a los integrantes del grupo de Kokuyo para que recibieran sus bentos o mejor dicho los de su madre.
. –Estaba muerto si Reborn se enteraba de que había tartamudeado. El castaño se aclaró la garganta. –Me gusta cocinar y quería traerles algunas cosas que Oka-san me enseñó. – Tsuna trago nerviosamente. –Ella está ocupada con el ingreso de Lambo e I-pin en la escuela y no ha podido preparar sus bentos, lo siento.
El rubio chasqueo la lengua con fastidio.
-¿Acaso somos tus conejillos de indias para probar tus experimentos?
Esta vez fue el turno de Tsuna para fruncir el ceño.
-Nunca. He cocinado para ustedes porque quería hacerlo no porque hubiese querido experimentar con mi comida y usarlos de catadores. –Tsuna se acercó al otro adolecente mirándole directamente a los ojos. Los ojos anaranjados chocaron con la aleonada. – Nunca, absolutamente nunca los usaría en ninguna forma, Mukuro.
Poco a poco la forma de Ken empezó a cambiar dejando a un Mukuro con una ceja enarcada.
-Oya, y yo que pensaba que te demorarías aún más en darte cuenta.
Tsuna suspiro pasándose una mano por los cabellos.
-Últimamente es más fácil.
-¿Ah sí? –Pese a que la pregunta parecía desinteresada y el tono llano, el joven futuro Capo podía decir fácilmente que Mukuro estaba yendo entre una a mas conclusiones.
Tsuna dejo los bentos en el suelo con cuidado de que no se le cayesen por error.
El adolecente vio directamente a los ojos heterocromaticos.
-Cuando sé que hay una ilusión aún más fuerte escondida entre las demás es mucho más sencillo, Mukuro-chan.
Tsuna, pese a que se había preparado para el impacto, no espero ser tumbado al suelo y tener un tridente apuntado a su cuello, aunque eso no era nada comparada a la mirada llena de odio que le dirigió la Niebla.
-Ni. Se. Te. Ocurra. Volver. A. Mencionarlo. Nunca.
El menor sintió el tridente ir aún más profundo empezando a escocerle la piel.
-No me im..porta si eres muj–
-¡Silencio!– El tridente presiono aún más fuerte y el castaño empezó a sentir un líquido caliente corren por su piel. –No tienes ningún derecho a mencionar eso, no eres nadie para saberlo.
Tsuna cogió el tridente con sus manos alejándolo un poco de su piel mirando a los ojos a la Niebla.
-¡¿Cómo puedes decir que no soy nadie?! ¡Soy tu amigo!
Mukuro alejo el tridente con cierta reticencia, pero el odio en su mirada no había desaparecido.
-Vete, Vongola.
Tsuna sintió una punzada en el pecho. Hace mucho que Mukuro no le llamaba de esa forma tan despectiva.
-No. –El castaño se sentía como un entrometido, pero aun así no dejaría a Mukuro en ese estado caótico en el que parecía estar. –No me iré aun así tenga que pelear contigo por estar aquí.
Mukuro no necesito ningún otro incentivo para atacar.
Tsuna apenas tuvo tiempo para esquivar el primer golpe y tragar sus pastillas, lastimosamente no tuvo tiempo de ponerse sus guantes. Las quemaduras dolerían luego.
Tanto Mukuro como Tsuna no dieron su brazo a torcer en ningún momento, si bien los golpes iban por ambas partes era más que obvio que los golpes de Mukuro eran más los de alguien que va dirigida por la ira del momento como para calcular nada más que golpes mortales, en cambio Tsuna golpeaban en los lugares que sabía que adormecerían mas rápido a la Niebla.
Cuando las ilusiones empezaron a tratar de aparecer y no dieron resultado, el futuro Capo se dio verdadera cuenta de que tan delicado era el asunto y se sintió como un mismísimo imbécil.
Mukuro dejo que su ira la controlase en la mayor parte de la pelea, pero cuando empezó a ir bajo de energía se detuvo y por ende deteniendo a Tsunayoshi-kun quien al igual que él respiraba agitadamente. Tanto la Niebla como el Cielo se observaron mutuamente, ambos con heridas y golpes por todos lados. Mukuro observo con cierta satisfacción los golpes que le infligió al menor, así como también el hecho de que hubiese peleado de la misma forma como si nada fuese diferente, como si no se hubiese enterado de que era lo que era.
-¿Como?
Tsuna dudo por un segundo antes de responder.
-Miras mucho los uniformes de las chicas. –Aquello había causado que muchas veces Gokudera se refiriese a Mukuro como un pervertido. –Comes mucho chocolate durante ciertos días del mes, también te vuelves algo perezoso en ese tiempo. –Tsuna sintió sus mejillas calentarse por lo que había dicho, pero aun así no se detuvo. –Te gustan las flores. –Tsuna se sonrojo aún más cuando se dio cuenta de lo sexista que estaba sonando, pero aun así siguió. –Escogiste a Chrome como tu buque y conexión. Si un ilusionista escoge otro cuerpo para hacer posesión por tiempos largos tiene que coincidir con ciertas características, me lo dijo Mammon.
Mukuro soltó un bufido.
-Al menos tus semanas en Varia no fueron un desperdicio. –Tsuna casi se pone verde de recordar su felizmente corto tiempo en Varia. –¿Entonces, que es lo que buscas obtener con lo que sabes?
-Nada.
La Niebla soltó una risa amarga.
-No hubieses arriesgado tu vida por nada, Vongola.
Tsuna hizo una mueca, pero no comento el apodo.
-Eres mi amiga, –Esta vez Mukuro no comento nada. – Y quiero que confíes en mí.
-¿Y porque debería confiar en ti?
-Porque yo confió en ti.
Mukuro se quedó mirando al Capo por un largo rato antes de relajarse y reír. Reír como no lo había hecho en mucho tiempo.
Tsuna parpadeo sin entender, pero cuando la niebla empezó a salir del cuerpo de Mukuro no pudo más que sonreír ligeramente. Donde antes había estado unas facciones masculinas angulosas ahora se encontraban finas facciones femeninas, pómulos altos, labios llenos, pestañas espesas y ojos ligeramente más grandes; donde antes había hombros amplios ahora se encontraban unos más pequeños pero no delicados como los de una mujer menuda sino derechos como los de alguien quien ha batallado por más tiempo del que su propio cuerpo debía de aguantar; donde antes había un pecho plano ahora habían un abultamiento que el joven Capo prefirió pasar por alto; la altura, el tono de piel y el color de los ojos y cabello era el mismo pero ahora la ropa se veía mucho más grande para el cuerpo que ahora las ocupaban.
-Kufufufu eres un idiota, Tsunayoshi-kun.
-¿Eh?
Mukuro no recordaba la última vez que había dejado su ilusión dejar su cuerpo, había hecho hasta lo imposible para que esa ilusión no se fuese aun cuando estaba a puertas de la muerte y por una vez dejar su cuerpo, su cuerpo biológico, fuera de sus ilusiones se sentía como si un peso inexistente se hubiese levantado de sus hombros aunque también era incomodo dejar algo que la había cubierto por tanto tiempo la dejase.
-Espero un bento diario, Tsunayoshi-kun.
Tsuna decidió olvidar el insulto anterior solo para sonreír de lo más feliz.
-Traeré un bento diario para ti y para todos los demás. Estoy seguro de que Oka-san le encantara cocinar para ustedes también, incluso pueden pasarse por mi casa.
Mukuro sonrió de lado negando.
-Oya, creo que fui clara. Espero un bento diario, Tsunayoshi-kun. –Mukuro se acercó al castaño usando aun su altura como intimidante. Malas costumbres eran difíciles de matar. – Quiero que tu prepares mi comida y solo tú.
Tsuna al principio no entendió, su comida no era ni cerca tan deliciosa como la de su madre, tuvieron que pasar unos segundos para que aquello ingresase debidamente en su cabeza. Mukuro confiaría en él, pero no en nadie más, y si Mukuro quería que el preparase sus comidas así lo haría.
Tsuna asintió aceptando.
Mukuro sonrió dejando que la Niebla la volviese a envolver, pero en cierto modo se sintió más cómoda que antes, más cómodo de lo que nunca se había sentido.
-Y una última cosa, no me llames 'Mukuro-chan' si hay otros cerca ¿quedo claro?
-Te prometo no dejar que nadie se entere a menos de que sea tu decisión. –Él no sería quien divulgase los secretos de Mukuro.
El ilusionista se alejó para recoger los bentos.
Tanto la Niebla como el Cielo se habían percatado de la llegada de la otra Guardiana, pero no mencionaron nada.
-¿Boss? ¿Mukuro-sama? ¿pelearon? –Chrome espero, lo que sea que hubiese sucedido había sido un evento bastante fuerte, si los daños a los alrededores y los golpes en ambos chicos decía algo.
Tsuna se estiro un poco.
-Los veo mañana, Chrome-chan. –El castaño se voltio a ver a la otra Niebla dando un cabeceo en su dirección y haciendo caso omiso a sus heridas, las había tenido peores. –Mukuro.
Aquello pareció divertir al ilusionista quien sonrió de lado viendo marchar al castaño.
Gender Fluid o Genero fluido es un termino que define una de las muchas identidades sexuales existentes, se refiere a la persona que no se identifica con una sola identida sexual, puede cambiar esporadicamente entre masculino, femenino o neutro, o combinar femenino y masculino al mismo tiempo.
Los temas de Gender Fluid pueden ser leves o solo atisvos que se vean mas adelante, solo les pongo la idea.
Como ven no es muy largo ni muy corto, en general el fic se basara en escenas de los personajes y saltos temporales de dias, semanas, o hasta meses.
Gracias por leer!
¿Review?
