DISCLAIMER: Los personajes de Mentes Criminales y el hilo conductor de esta historia no me pertenecen, son propiedad de CBS.


LO QUE PASA EN LAS VEGAS SE QUEDA EN LAS VEGAS

Capítulo 1: Sushi y risas en Las Vegas

Las Vegas era una ciudad distinta. Las luces y los ruidos enmascaraban los pecados de sus habitantes y de la gente que estaba de paso. La Unidad de Análisis de Conducta se había desplazado a la ciudad para investigar unos secuestros de niños. Habían encontrado el cuerpo de un niño en el desierto. El asesino le asfixió pero no había abusado de él. Lo más extraño era que el secuestrador se había puesto en contacto con los padres de la víctima para echarles en cara lo mal que habían cuidado de él. Otro niño, Michael Bridges, había sido secuestrado. Afortunadamente el perfil funcionó y pudieron salvarlo a tiempo. El SUDES era una mujer psicótica que confundía a los niños con bebés. Los mantenía vivos siete días y los amamantaba, de ahí que los niños estuvieran delgados pero no desnutridos.

Eso fue los datos esenciales para capturar a Claire Bates. Su historia era desolador: tres semanas antes de que ella dio a luz a un niño tomó los Servicios Sociales para evaluar que no era capaz de criar al bebé. Después de haber dejado la medicación, la psicosis y el delirio aumentado lo llevó a confundir a los niños con los bebés. Era triste, pero al menos había sido capaz de salvar a Michael.

Ver a Amy Bridges abrazar de nuevo a su hijo era la sensación más reconfortante que Hotch había tenido en mucho tiempo. Con un trabajo que ocupaba tanto tiempo era difícil encontrar momentos para ver a Jack, y más desde su divorcio con Haley. Antes, al menos, podía verle al llegar a casa. Ahora ya ni eso. Ya no sabía si le gustaban sus regalos, si El Principito seguía siendo su cuento favorito o que aprendía cada día en el colegio. Claro que le llamaba todos los días y lo cierto es que Haley era bastante flexible y comprensiva respecto a las llamadas y visitas. Con suerte, podía verlo una vez a la semana. A veces ni eso.

Pese al final feliz del caso, la angustia de Reid apenas se había aplacado. Las pesadillas eran más frecuentes e inquietantes. No se acordaba de quién era Riley Jetkins y su madre decía que no existía. Como en una de las canciones de Bob Dylan, se sentía como una piedra rodante, solo y sin rumbo. Pero estaba en la tierra donde nació y creció. Quizás no era su hogar, pero su madre vivía allí. La persona que le había criado, a la que más quería. Y a la que más temía. Porque lo que Spencer Reid más temía no era la soledad o recibir una bala, era la esquizofrenia que le había quitado a su madre.

Spencer sabía que Morgan estaba preocupado. Había estado taciturno últimamente y sus pesadillas le preocupaban. El equipo no se lo había tomado tan en serio, pero ellos no habían oído sus gritos en casa de los Bridges. Por eso lo mandó investigar y dio con Riley Jetkins. Reid parecía no recordar mucho del tema, pero a Derek le inquietaba.

El propio Reid había sugerido salir por la mañana, así podría pasar algo más de tiempo con su madre. Hotch dio el visto bueno, al fin y al cabo el caso había sido psicológicamente agotador y se merecían un descanso. Había pocos días tan buenos como este y había que disfrutar el momento. Y además… ¡Estaban en Las Vegas! Hotch le había preguntado a Morgan que si sabría que hacer una noche en Las Vegas. ¡Por favor! ¿Derek Morgan? Algo se le ocurriría…

Pero por el momento fueron al hotel a cambiarse y quedaron en el hall del hotel. Cuando Morgan bajó vio a Rossi sentado en un sofá hablando con Prentiss, que parecía estar riéndose del mejor chiste del mundo.

- ¿Puedo saber cuál es el chiste? – Emily se rió más fuerte aún y Rossi se levantó del sillón molesto.

-Pues… Es que… Es la primera vez que veo que Rossi no se siente orgulloso de su amplia experiencia –Dijo la morena aguantando la risa.

- ¿Cómo es eso posible? – Preguntó Morgan mientras Rossi le dirigía una mirada reprobatoria.

- Resulta que aquel botones de allí le confundió con mi padre – La carcajada de Morgan fue audible en toda la sala.

- No sé qué le veis de gracioso – La indignación de Rossi tan solo hacía más cómica la escena - Está claro que no te llevo tantos años. Además, me conservo bien. –Añadió con una sonrisa mientras se tocaba la perilla - Tengo más pinta de un novio maduro y atractivo que de tu padre. – Hizo una pausa –Y lo sabes... – Emily rió de forma encantadora.

- Oh David. – Dijo la morena con un suspiro llevándose dramáticamente la mano al pecho –Sabes que lo nuestro es imposible. No soportaría la idea de ser tu cuarta esposa. Creo que el mismo don que tienes para encontrar mujer lo tienes para divorciarte. – Morgan se quedó expectante. A veces el humor de Prentiss podía ser demasiado ácido y en esta ocasión no tenía claro cómo iba a reaccionar el mayor.

- Mi ego herido por segunda vez esta noche. Creo que empiezo a odiar Las Vegas… -Su expresión de enfado había cambiado a una de dramatismo que a Emily y Morgan les sacó una sonrisa divertida. En ese momento se acercó JJ que venía de la calle.

- ¡Ey! ¿No se suponía que tenías que descansar?- Le reprendió Emily acercándose a ella.

- Tranquila. Solo me acerqué a la farmacia a por una crema. – Dijo levantando las manos como demostrando su inocencia- Últimamente me duelen demasiado las piernas. Tengo mucho peso que soportar – Añadió tocándose su abultado vientre de más de 8 meses ante las sonrisas de comprensión de sus compañeros.

- Bueno si necesitas que alguien te aplique la crema ya sabes que hay Derek Morgan para todas - Dijo el moreno seductoramente.

- ¡Oh por favor! – Rió Emily mientras rodaba los ojos y compartía una mirada de complicidad con Rossi.

- Bueno pero si tienes algún recado o antojo ya sabes que nos lo puedes decir e iremos en menos de lo que García tarda en buscar fotos de pandas en internet. – Esta vez sus palabras eran sinceras y estaban cargadas de afecto.

- Gracias Derek. – La sonrisa de JJ era mil veces más hipnotizante que todas las lucecitas de Las Vegas. El embarazo le sentaba realmente bien y lucía radiante. - ¿Dónde está Hotch?

- Sí... Tenemos un jefe que tarda más en arreglarse que una mujer. – Rio Morgan ganándose un codazo de JJ.

- A ver si te crees que llevar así un traje es tan fácil… - Comentó Prentiss con sarcasmo, sin percatarse de que el jefe de la unidad acababa de llegar junto a ella.

Morgan no pudo contener una risa ante la cara que puso Prentiss al ver que en efecto, Hotch había escuchado su comentario.

-Siento la tardanza. Estaba hablando con Jack. –Añadió mientras miraba con semblante serio a una avergonzada Emily. Parecía que Morgan estaba a punto de explotar por contenerse la risa y eso provocó las sonrisas divertidas de Rossi y JJ.

- ¿Bueno, habrá que decidir dónde cenamos no? – Comentó Rossi restándole importancia al momento y ganándose la gratitud eterna de Prentiss. - ¿Italiano tal vez?

- ¿David Rossi proponiendo un italiano? – Dijo Emily con tono irónico.

- ¿Así me lo agradeces?- Le susurró por lo bajo mientras Morgan comentaba la opción de ir a un indio.

- ¿Un indio? ¿Qué quieres que me ponga de parto en Las Vegas con tanto picante? – Añadió JJ dejando a Morgan con cara de tonto por no haber tenido más tacto en su elección y provocando las risas de los demás.

- Yo creo que un francés estaría bien. – Propuso Emily entre risas.

- ¿Por qué no dejamos que escoja JJ? Además su voto debería contar por dos. – Dijo con ternura Hotch mientras dirigía su mirada hacía el vientre de JJ.

- Me parece bien –contestó halagada- Además, estos tres –dijo señalando a sus compañeros- podrían estar discutiendo hasta morir por inanición.

- Si estuviera aquí Reid te diría lo imposible que es eso ya que, llegado un momento nuestro instinto de supervivencia dominaría a nuestras preferencias. – Morgan provocó una risa cariñosa en todos sus compañeros. Todos estaban de buen ánimo por el final feliz del caso; sin embargo, echaban de menos la presencia del miembro más joven del grupo, que había ido a visitar a su madre.

- ¿Qué os parece un japonés? He oído que el Nobu Matsuhisa está realmente bien. Además, Will nunca sale de los tallarines y el arroz tres delicias en cuanto a comida asiática se refiere.

- Algún defecto tenía que tener. – Contestó Emily sonriéndole a su amiga.

- Ya… es que no todo el mundo es tan perfecto como el Agente Morgan. – Le sonrió coqueto a la morena mientras ésta le hacía un comentario sobre su enorme ego y se adelantaban con JJ hacia el coche.

- ¿Qué tal la charla con Jack?

- No lo sé Dave. A veces pienso que me estoy perdiendo demasiado. –Confesó Hotch con una amarga sonrisa.

- ¿Sabe que hoy su papá le ha salvado la vida a un niño de su misma edad?- La sonrisa de Hotch parecía aún más amarga con cada palabra. Comenzaron a andar detrás de los demás que seguían con sus bromas ajenos a la conversación de los dos veteranos.

- En realidad no sé si me apetece salir por ahí…

- Bueno, creo que después de un día tan duro y de haber salvado a Michael, te puedes permitir una cena con unos amigos. – Dave le dio una amistosa palmadita en el hombro. Sus compañeros les esperaban en el coche, al parecer Morgan insistía en conducir.

- Creo que está claro que yo tengo que ir de copiloto, porque dudo que este barrigón permita que tres personas quepan en la parte de atrás. – Rossi al fin veía una sonrisa sincera en el rostro de Hotch. Al fin y al cabo David tenía razón. Si no podía ver hoy a su hijo, al menos desconectaría del horrible mundo que veía todos los días y celebraría el rescate del pequeño Michael Bridges.

Una vez encontraron un restaurante, pidieron mesa y se sentaron. Rossi se había percatado que desde su conversación sobre que era mejor, si El señor de los Anillos o Star Wars, el humor de Hotch había mejorado y eso le alegraba. Lo cierto es que era bastante divertido ver como Morgan resumía las tres películas de Peter Jackson como "Un paseo con bonitas vistas", "Continúa la caminata pero con algún bache" y "Después de un camino TAN largo si no es por un yonki con trastorno bipolar casi se acaba el mundo". JJ no podía parar de reír y más cuando Prentiss empezó a defender la trilogía del anillo.

-¿Sabes lo difícil que es crear una lengua? Tolkien era un genio y una de las figuras más importantes de la literatura. -Hotch, entre ambos, apenas podía aguantar la risa. Parecía un partido de tenis y le sorprendía como Emily podía molestarse tanto con un tema tan trivial. Sabía que le encantaba discutir con Morgan y que éste a veces la sacaba de quicio, pero nunca se habría imaginado una situación como la que estaba presenciando. Con Reid hubiera sido hasta normal, ¿Pero con ella?

- ¡Oh venga, Prentiss! Sabes perfectamente que solo hay un retorno y ese es El Retorno del Jedi. ¡Pero si El señor de los Anillos solo son tres películas de gente andando! – Hizo una pausa y se metió un trozo de sushi en la boca - ¡Si hasta los árboles andan! - En ese punto de la conversación Rossi creía que lloraba y Hotch parecía realmente divertido ante la actitud ofendida de su compañera. Estaba claro que Morgan hacía esos comentarios solo para fastidiarla.

- ¿Sabes qué? Paso de tu análisis simplista. El señor de los Anillos es una obra sin precedentes que le da mil vueltas a la excusa de merchandising que montó George Lucas. – Sentenció la morena mientras mojaba el sushi en la salsa de soja y comía.

- Ahí no le puedes negar la razón - Alegó JJ. - Por mucho que me guste la primera trilogía de Star Wars, está claro que la segunda fue solo para sacar dinero –Finalizó ganándose una mirada de aprobación de la morena.

- Tal vez. Pero era una historia que tenía que ser contada… -Continuó Morgan.

- Uy si… La historia de una marioneta sin carisma que hace la peor interpretación de la década. Y mejor no hablo de ese grito tan patético que da en la última… No me extrañaría que George Lucas se sacara de la mano otra trilogía para sacar más dinero y dijera que ya la tenía pensada cuando hizo la primera… -Interrumpió Emily mientras Rossi parecía a punto de atragantarse con la comida. Morgan dudó por un momento pero volvió a sonreír con sorna.

- Sigue siendo mejor que 9 horas de caminata más lo que tarda el final. Bueno, los finales… Por qué al menos te cuentan 19 finales a cada cual más cursi. Porque si hablamos de escenas penosas no puedes ignorar esa en la que el pequeño Frodo despierta con el viejo verde mirándole y de repente se pone a hacer una guerra de almohadas con los demás hobbititos…

- ¡Ya vale Derek Morgan! – Le señaló amenazadoramente con los palillos - ¡Voy a llevarte a patadas hasta la Comarca si no cierras esa puñetera boca! –El silencio se hizo por un momento y solo fue roto por una enérgica carcajada que, para sorpresa de todos salió de Hotch. Ninguno de los presentes había escuchado nunca reírse de tal forma al jefe del equipo. Todos sabían que Aaron Hotchner era una persona seria, incluso él mismo reconocía que no tenía sentido del humor, pero ver a su subordinada amenazando a Morgan de esa manera tan cómica y con esas palabras había provocado la única carcajada que habían escuchado de él. Los cuatro parecían sorprendidos pero tras la impresión inicial, no pudieron evitar acompañar a su amigo y se deshicieron en un montón de risas. Por su parte, Prentiss se quedó muda con una sonrisa de diversión en su cara. Nunca hubiera imaginado que le sacaría una carcajada al que (muy posiblemente) era el jefe más serio de todos los Estados Unidos. Apenas tardó unos segundos en darse cuenta de lo que había dicho realmente y se sintió un poco avergonzada. Más tarde se plantearía lo de dejar de beber vino pero de momento…

-Yo no me reiría tanto. –Añadió de nuevo dirigiéndose a Morgan- En Rusia hice amigos que podrían extirparte la columna vertebral en menos delo que tardas en admitir que Jar Jar Binks es el peor personaje de cuantas sagas se hayan rodado.

- ¡Vale Em! Tú ganas… Admito mi derrota. – Emily asintió satisfecha – Además, no quiero que Hotch se ahogue por escuchar tus sutiles amenazas.

- Creo que a partir de ahora mediré mis palabras delante de ti. – Continuó Hotch fingiendo expresión de preocupación. – Y más si tienen que ver con la Tierra Media.

- Más le vale, señor. – Añadió Emily triunfal.

- Sí. Nunca sabes cuándo una friki de Tolkien te puede plantar a patadas en la Comarca. – Apuntó Rossi, provocando la risa de todos.

La cena continuó y hablaron un poco del embarazo de JJ. Les comentó alguna anécdota y como había decorado la habitación del bebé, además de que ya le había enseñado cómo funcionaba la unidad a Jordan, su sustituta para cuando cogiera la baja maternal.

-Y por cierto, Derek –dijo dirigiéndose a su amigo mientras daba un sorbo a su copa de agua- trátala correctamente y no le coquetees mucho, no vaya a ser que pongas celosa a García.

- ¿No sé de qué te quejas? Sé perfectamente que tanto a ti como a Prentiss… Especialmente a Prentiss –añadió mientras la aludida ponía cara de aburrimiento- os encantan mis inocentes coqueteos. Pero capto el mensaje. Además, ninguna mujer es capaz de satisfacer mis necesidades como lo hace mi "Baby girl".

- Creo que muy a nuestro pesar –comenzó Rossi con sorna- y sobre todo para el de Prentiss – rió mientras Emily le lanzaba una servilleta- estamos al tanto de ello. – Todos volvieron a reír. Morgan y García tenían una relación muy especial. Se entendían muy bien y bromeaban constantemente. Penelope era la luz en el equipo. Incluso Hotch se iba acostumbrado a sus comentarios y Rossi a veces bromeaba con ello. – Y ya que estamos – Continuó David incorporándose- propongo que cada uno dedique un brindis.

- Dave… – Dijo Hotch en tono cansado.

- Vamos Aaron, no es algo tan malo. – Le instó amablemente ante el aparente descontento de Hotchner.

- ¡Me parece buena idea! Permíteme que empiece yo. – Morgan se puso en pie y levantó su copa. – Brindo por Penélope García y sus manos mágicas. – Dijo en tono ligeramente lascivo mientras los demás brindaron con una sonrisa.

- Yo brindo por todas las cosas buenas que están por venir. –Dijo JJ mientras levantaba su copa de agua y con la otra mano se acariciaba el vientre.

- Aaron, por qué no continúas tú – Sugirió Dave ante la mirada expectante de los demás. Hotch se incorporó y a regañadientes alzó su copa.

- Está bien… - Se tomó un momento - Son pocas las veces en las que un caso acaba de esta manera. Así que… Porque esta no sea la última noche que celebremos un final feliz. – Los demás sonrieron melancólicamente y se unieron al brindis. Era tan obvio por lo que iba a brindar Hotch que prácticamente les entristecía. Les hubiera gustado tanto que brindara por algo personal o que le involucrara directamente… Claro que el final del caso era algo que debía ser celebrado, pero el hecho de que el trabajo tuviera tan absorto a su jefe era tan preocupante como triste.

- ¿No era tan difícil verdad? –Inquirió Rossi.- Y continuó yo y alzo mi copa para brindar por las seis personas que trabajan a mi lado día tras día para detener el mal. –Todos se miraron entre sí - Por esas personas que pese a todo, siempre están ahí y con las que sé que puedo contar. ¡Por mi familia! – Todos sonrieron con cariño. Rossi era el último que había llegado y sin embargo se había ganado rápidamente el cariño de todos. Así que todos brindaron encantados.

Entonces Morgan se percató de algo.

-Un momento, falta Prentiss por brindar. – Los demás giraron sus rostros para ver a la morena recostada en su silla mirando con cara de pocos amigos a Derek. Después de las palabras de Rossi (Ya se vengaría por no haberse guardado su gran oratoria para después de su brindis) no sabía que decir… ¿Por qué merecía la pena brindar? En ese momento solo se le ocurría una cosa que estuviera a la altura… La risa de Hotch. Era algo tan insólito que merecía más de un brindis. Le miró por un breve instante. A lo mejor la razón por la que esa sonrisa le cautivaba tanto residía en lo inusual que era verla.

- Está bien –se levantó y captó la atención de todos. Dudó un momento y se preguntó si sería apropiado o si le molestaría, aunque estaba segura de que todos estarían de acuerdo con ella. Todos parecían expectantes. - ¡Por Peter Jackson! – Todos se quedaron sorprendidos.

- ¡Emilyyyy! – JJ le arrojó su servilleta mientras reía. También recibió la de Rossi.

- ¡Paso de brindar por eso! – Dijo Morgan molesto. Todos volvieron a reír. Si Emily Prentiss no se atrevía a brindar por la excepcional risa de su jefe, al menos se esforzaría por sacarle una de vez en cuando.


N/A: Hola a todos. Este es mi primer Fic. Espero que les haya gustado el primer capítulo de esta historia que tengo prevista continúe por bastantes capítulos. En principio tengo pensado actualizar semanalmente. La acción transcurre durante la línea temporal que sigue la serie. Esta primera historia trata sobre lo que no vemos durante la cuarta temporada (que por cierto es mi favorita). Hay momentos y conversaciones que reconoceréis y otras que he extendido. Mi intención es dar una perspectiva que siempre he imaginado sobre lo que no se vio y aportar un toque cómico. La vida sin risa no es vida y es algo que nuestros chicos de la UAC necesitan más que nadie entre tanta oscuridad.

Al lado del título de cada capítulo figura el número de episodio durante el cual transcurre. En este caso, la historia comienza al final del 4x06, cuando viajan a Las Vegas y Reid sueña con el asesinato de Reiley Jetkins y con su padre, mientras el equipo sale a cenar.

La conversación sobre ESDLA y Star Wars está basada en una divertida escena de Clerks 2 de Kevin Smith.

Se agradecen comentarios. Saludos.