¡Buenas! Aquí traigo un fic del juego al que me he obsesionado recientemente. Esta primera parte está ambientada en cuando Ezreal y Lux tendrían unos 13-14 años aproximadamente. ¡Disfrutadlo!
Ezreal suspiró.
Llevaba esperando ya media hora a que llegara. Sacudió su pelo rubio con su mano y pensó en la de cosas que tenía pendiente de hacer, y él allí, perdiendo el tiempo. Se tumbó hacia atrás observando el cielo. Algún día llegaría a investigar el cielo y el espacio. Visitaría otros planetas y descubriría antiguas civilizaciones. Sonrió levemente ante esa idea. Entonces, una sombra le tapó los ojos entre risitas.
-¿Quién será?- Dijo, haciéndose el tonto mientras que la sombra reía ligeramente más fuerte. De pronto, retiró sus manos de los ojos de él. Él entreabrió los ojos, aún sabiendo quien era.
-Hola.- Saludó ella con una leve sonrisa.
-Hola tardona.- Dijo él, con un deje de mofa en su voz. La rubia parecía ofendida.
-¿Tardona? Deberías saber que hace falta tiempo para mantener este pelo bonito y suave.- Dijo, señalándose el cabello color oro. Ezreal rio sordamente.
-¿Bonito?- Le dirigió una mirada condescendiente.- No sería ese adjetivo el que yo elegiría.-
-No ya sé que no.- Dijo ella sonriendo levemente. Miró al chico que a su lado yacía. Sus ojos celestes entrecerrados, dando impresión de estar soñando despierto, pero ella lo conocía lo suficiente como para saber que estaba tomando nota de todo lo que pasaba alrededor suya. Ella suspiró, en poco tiempo él se había convertido en un amigo muy importante para ella, puede que incluso algo más que eso, pero no sabía si el sentimiento era mutuo. De todas formas, las noticias que iba a darle mitigarían toda esperanza.
-Oye Ez.- empezó ella, mordiéndose el labio.
-Me llamo.- Dijo él, ladeando la cabeza y mirándola, haciendo que su corazón diera un brinco.
-Tengo una cosa que decirte.- Musitó ella, jugueteando con sus dedos. El chico la miró, frunciendo el entrecejo levemente.
-Adelante Lux, sabes que no soy muy paciente.- Bromeó él, pero ella supo que de alguna manera, él estaba preocupado.
-Veras, esto...er...-Vaciló ella. Inspiró hondo.- En unos días volveré a Demacia.-
El chico se quedo petrificado durante al menos unos segundos y luego, una sombra de enfado cruzo sus ojos. Ella no podía hacerle eso. Era injusto. ¿Acaso no se sentía cómoda en Piltover*? ¿La había molestado el con sus bromas? Lux pareció ver aquellas preguntas rondando por sus ojos ya que se apresuró a explicar razones, las cuales Ezreal consideró que eran meras excusas. El chico suspiró resignado.
-Bueno, siempre podemos vernos durante vacaciones o mandarnos cartas.- Dijo él, esbozando una falsa sonrisa. Lux notó la poca veracidad de esa sonrisa pero no hizo comentario alguno ya que no quería pasar los últimos momentos enfadada con su hasta entonces mejor amigo. Miró con resignación al cielo azul, como sus ojos preguntándose porque. ¿Algún día saldrían las cosas bien?
Esa fue la última vez que el Explorador y la Dama Luminosa se vieron las caras.
NdA: Considero que Lux fue a una especie de intercambio o viaje a Piltover para estudiar, ya que es la ciudad del progreso.
