LO QUE LA MUERTE NO LE QUITA A UN TIRANO
CAPITULO 1
Era otro fin de semana arduo, Morinaga apenas ha regresado de su curso en Hamamatsu, dentro de poco , al titularse trabajará en la farmacéutica S,no sé como ese idiota se las arregla para estar entero…o al menos eso creía yo, lo que significa que pasará menos tiempo conmigo en mis proyectos, la verdad…ésa idea ya me empieza a molestar, incluso la he pagado con mi malhumor un poco, porque sé que es jodidamente bueno en todo lo que hace, no tardará en escalar posicione, lo que significa una cosa, que él empezará otra vez a sentirse …de ésa forma, porque estará menos tiempo ¡Uf! Eso significa que querrá estar encima de mí todo el tiempo, pero no tan fácil la tendrá, mi cuarto siempre tiene llave y así no hará tontas o estúpidas perversiones.
Suena mi celular, veo el mensaje hablando del idiota.
"Sempai, ya llegué a Nagoya, sé que no vendrás por mí ¿Se encuentra bien todo en el laboratorio? ¿Quieres que vaya a asistirte?"
Miré la hora, no lo creo faltan 2 horas para salir, ése inútil sólo quiere estar de pegostes conmigo, la verdad no tengo ganas, se la pasará chachareando de su trabajo y sus nuevos compañeros tan encimosos ¡Sí! Ése malnacido ha recibido un montonal de mensajes y llamadas de ellos, tanto chicos como chicas, siempre dije que era muy carismático…pero ¡¿QUE CARAJOS ME IMPORTA?!
Le respondí tajante que ni se le ocurriera, además iría de pasada a ver a Kanako y me tardaría o quizás pase la noche en casa de tía Matsuda, sólo así me salvo de su clásica trampa para hacerme caer y tomarme ¡MALDICION! Mi parte baja se sobresaltó un poco, ese bastardo ya me ha metido sus burradas en la cabeza, terminé por echarme agua fría en la cara y despedí a todos temprano, mientras caminaba a casa de tía Matsuda recibí la contestación.
"De acuerdo sempai que tengas buena velada y descansa"
Muy dentro sentí que una punzada me perforó el estómago, no era como si lo estuviera evitando, pero ¡Ese cachalote no conoce la frase ESPACIO PERSONAL! Empecé a preguntarme si le estaba evitando porque sus ausencias serían cada vez más frecuentes y no quería reconocer que tal vez me dolerá el no verlo tontear por…
-¡MORINAGA KUN! ¡Que gusto verte!.
La frase resonó y volteé, sus compañeros lo habían abordado, los colores encendieron mi cara, ¡Todo el tiempo estuvo aquí! ¡Es como lo de Canadá! ¡Como cuando fue a recogerme! Siempre con sus tonterías para sorprenderme ¿Acaso no ve que trastoca todos mis planes? Estaba descubierto, apenado muy avergonzado…pero tenía ésa cara, la que siempre hace para ocultar todo ,Yamaguchi me miró y pidió me acercara, pero veía a Morinaga con sentimientos encontrados, con el ceño fruncido, desaprobando su aparición repentina.
Y entonces su contestación me dejó helado.
-Yo…sólo vine por unos documentos, tengo que prepararme para mi titulación jaja, se… que sempai está muy ocupado por eso no quería molestarle, además tengo cosas que hacer y yo creo él también, somos amigos pero cada quien tiene su vida—Todos se miraron yo sólo saludé de lejos y le dije en mi usual tono severo:
—Es bueno tenerte aquí al fin…no hagas tonterías y regresa a lo tuyo.
-¡Gracias sempai!-Me contestó sencillo, se fue disculpando de todos y enfiló a la puerta con rapidez, tuve la impresión que al verme era como si ahogara un grito, como un golpe seco en un cristal, porque su gesto se torció levemente al darme la espalda, además de enfilar rápido por los pasillos.
¡MIERDA! ¡Ahora estará molesto! Iba a continuar con lo mío, pero ésa sensación fría en mi estómago subió a mi pecho, mientras vi pasar una mariposa azul violeta con negro, muy extraña algo me hizo pensar…no debo perderlo de vista y enfilé con rapidez al pasillo donde desapareció.
Tardé en asimilar que Morinaga estaba huyendo de mí ¡MALDITO CHANTAJISTA! Pero escuché en los jardines un murmullo, voces… una era la mi kohai, la otra no podía saberlo, al acercarme ¡Me asusté horrores!
Morinaga estaba en el suelo doliéndose del pecho, trataba de no hacer ruido, pero su gemido ahogado denotaba sufrimiento, me incliné y lo moví varias veces pues su gesto compungido era cada vez más angustioso, como si una garra invisible le atenazará sus órganos internos, una sacudida y grito mío de angustia lo hicieron abrir los ojos, sudaba copiosamente, sonrió tontamente diciendo:
-ya…pasó todo sempai—¡Pero sus ojos estaban extrañamente vacíos! Desencajados, me asusté ¡Me asusté como nunca! No podía ni pensar por estudiar lo pálido que estaba, hace un minuto estaba bien ¿Cómo es posible esto? Morinaga comenzó a levantarse torpemente, así desperté del letargo y lo ayudé, pasando su brazo encima de mis hombros suspiró aliviado, fue entonces que toda la culpa y el miedo se agolparon en mis entrañas, estallé en un grito ronco tratando de contenerme por no sacudirle.
-¡Mierda contigo! ¿Que fue eso?—Morinaga se hizo a un lado irreflexivamente, usualmente hace eso cuando le levanto la voz o el puño, estaba sobresaltado, seguía pálido. Instintivamente se recargó en el árbol tras de sí como si necesitara de apoyo, su respiración era tranquila, pero pesada entonces aun estás…
-Perdón yo…no quería molestarte sempai—Su voz se escuchó apagada, entendí que aún no recuperaba el aliento y regañarlo no era conveniente, si no se calmaba podía colapsar otra vez, me alarmé y cavilé que en vez de estar aquí gritando, debería llevarle con el médico de la universidad, volví a poner su brazo en mis hombros, mientras le obligué a regresar al edificio.
-Tengo que llevarte con el médico—Morinaga quiso negarse, trató de detenerse.
-¡No no! Todo está bien ya no me pasa nada ¡Fue el frío! Sí ; es que llegué corriendo y hace frío o…olvidé el suéter—La mirada asesina que le destiné lo hizo tragar grueso en lo que respondí bastante cabreado.
-¡NO TE ESTOY DANDO OPCIONES TARADO! Vamos ya—Así arrastré a un kohai bastante desconcertado, su miedo era más por la intención de mis palabras.
- Obedece o te desuello tarado, tironeé de él llevándole a ver al médico.
Luego de un rato que lo auscultara, el doctor dijo que sólo tenía unas raspaduras por el golpe de la caída, me dio gasas, desinfectante y la recomendación de que se le deberían hacer chequeos a Morinaga, ya que podía ser el estrés o algo más serio, sólo por descartar, era demasiado joven pero mejor fuera que le hicieran análisis.
Al ir de regreso a casa, empecé a preguntarme si todo éste tiempo de ausencia ¿Se habría cuidado de comer apropiadamente? ¿Desde cuándo ha empezado a tener malestares? ¡Porqué diablos no me dijo nada!
Es entonces que cavilé que todo éste tiempo, apenas si veía sus mensajes, no por desinterés, era lo meloso lo que me molestaba, sempai esto, lo otro ¿Me extrañas? Yo sí quiero estar a tu lado pronto y una que otra… ergh tontería sexosa, opté por tomar un taxi, no quería que se agitara mucho, no podía dejar de ver y analizar el ritmo de su respiración, todo parecía bien, tuve que darle un pellizco al muy necio de Morinaga porque insistía en que camináramos, sí sus malditas cursilerías de ir juntos, realmente quería darle un golpe, pero bueno acababa de sufrir un ataque, no quería pasar por eso otra vez.
La palabra ataque volvió a mi mente con mayor fuerza, un viejo sentimiento se anidó, despertó como llaga candente, hizo que recordara la sensación que tuve cuando mamá enfermó, mis hermanos eran tan pequeños y papá tenía que trabajar , le ayudé a cuidar a mamá hasta el último de sus días, el recordar el olor del hospital que por más limpio y desinfectado no dejaba de darme náusea…no era por el olor, el recuerdo de la inmensa tristeza, la pérdida de mamá, no la volví a ver luego de ésa visita.
Entonces miré horrorizado a Morinaga , él no ponía atención, parecía muy cansado, observé bien,tenía sombras oscuras bajo sus ojos, la mirada triste, perdida en las calles, los entrecerraba por momentos y luchaba por seguir despierto ¿Y si él no se ha sentido bien?¿Desde cuándo?¿Acaso….me ocultaba sus malestares?
Lo peor se vino a mi mente, Morinaga parece decaído hoy, pero ¿Si ya tiene tiempo con esto? Hay enfermedades que sólo al estar en etapas ya avanzadas dan síntomas recordé a mi madre y palidecí…
¿ Si él tiene de ésa …clase de males?
-Sempai…ya llegamos—Me sacó de mis pensamientos, Morinaga iba a sacar su billetera, pero yo adelanté el pago, rápido salí pero éste se había salido del taxi rápido, lo cual me alarmó y regañé por no dejarme abrirle la puerta del vehículo.
-¡Oye! ¡Con cuidado idiota! Recuerda que te puedes marear tarado ¡Tsk! Iba a abrirte la puerta.
-Pero estoy bien sempai yo puedo—Lo miré con enfado, porque intentaba calmar mi mente que ya iba muy lejos.
-¡Dejate de taradeces y vamos! No quiero que digas que soy un ogro y menos que no sé tratar con enfermos ¡Y mañana buscaré un médico para que te atiendas! De ser necesario te amarro y te pongo un bozal—Morinaga frunció suavemente el ceño, mientras subía los escalones.
Al llegar al departamento, le ordené que se metiera a bañar, como quien trae un niño, entonces observé el lugar, mi kohai había llegado primero al apartamento, casi corriendo diría, pues había recogido todo el caos y desorden que dejé a mi paso en 2 semanas de ausencia, pasado la aspiradora, lavado el baño, todavía desempacó; escuché a Morinaga desde la regadera:
-¿Qué quieres que cocine sempai? Ya compré despensa y…— Fui arrebatado por un asalto de arrepentimiento y culpabilidad ¡Ese tonto! ¿Todavía quiere hacer de cenar? ¿Después de haberlo visto así? Me exalté; no estaba enojado con él, estaba molesto conmigo mismo.
-¡NO DIGAS TONTERIAS! ¡TE SALES DEL BAÑO Y TE VAS A LA CAMA! ¡YA ESTOY PIDIENDO DE CENAR A DOMICILIO! — Contuve las lágrimas y tragué grueso mientras marcaba, escuché suavemente.
–Está bien tranquilo, entendí sempai.
¡Ese idiota! No dejaré que mueva un dedo más, hasta aquí me di cuenta que realmente Morinaga se desvive por mí y yo no he hecho realmente nada, ni siquiera un regalo de cumpleaños, lo único que le di fueron medicinas y vitaminas cuando enfermó aquélla vez en que la fiebre lo hizo decir…
-El baño está listo sempai, puedes entrar ya—Dijo secándose la cabeza, al menos el calor del agua le puso color a su piel, le contesté que luego, pues el repartidor acababa de llegar, al abrir la puerta, pagué y… ¿Otra mariposa azul violeta con negro? deben estar migrando.
Volviendo, no he sido el mejor compañero de cuarto, ni amigo, pensándolo bien soy la peor persona en éste mundo ¡Está bien sí! Me saca de quicio que quiera estar encima de mí ,si por él fuera seríamos unos malditos conejos haciéndolo todos los días, pero ha pasado tiempo, sólo quería verme, tener un rato a solas conmigo, algo de intimidad, y yo le estampo la puerta en la cara, ahora que…
¿Si Morinaga está enfermo realmente? ¿Si empeorara? ¿Si él …?
Todo el panorama se me ensombreció, cuando sentí el delicado roce de unos labios suaves, Morinaga antes de entrar a su cuarto me alcanzó a dar un beso fugaz y tierno, casi infantil… y con ésa sonrisa me dijo:
-Sempai no es muy bueno consintiendo, pero me has tolerado mucho, incluso ahora te doy problemas, lo agradezco-Y se me acerca con mirada maliciosa—Si quieres algo de intimidad, ya sabes sempai…sé gentil conmigo.
Le valió que casi quisiera golpearlo, pero me contuve, no sin antes entrar rápido a su cuarto luego de que le grité:
-¡ NI EN TUS MALDITOS SUEÑOS!¡PERVERTIDO! VETE ACOSTAR O TE ACUESTO DE UN PUÑETAZO.
Escuché reírse a ése tarado ¡cómo puede estar tan tranquilo! Pero a segunda vista, todo se puso peor para mí en la ducha, la imagen de Morinaga en el suelo ¡Y ESA CARA DE SUFRIMIENTO! No me dejaba en paz, menos el hecho que venían acompañadas de todas las veces que le rechazara, diera un puñetazo, lo hiriera por no saber expresarme, tratándole como esclavo, incluso poniéndole en ridículo frente a sus amigos homos (lo de la boda gay que Mori no avisó por obvias razones)
Me acordé cuando Kanako me dijo en medio de llanto, al incendiar nuestra casa el maldito otaku.
-¡MORINAGA ESTA DENTRO Y NO HA SALIDO!-Le dije que nunca quería volver a tener ésa sensación, pero ahora me embargaba, me asfixiaba, súbitamente… escuché un murmullo, igual que oí en los jardines, la voz grave y extraña que discutía con Morinaga.
¡¿Por qué?! Es como tratar de recordar una pesadilla, me sacudí las ideas junto con las lágrimas, no debe verme así, aunque ya me temo que sospeche de mi conducta, pero ¡No puedo estar en paz! Es como…si algo estuviera pasando a mis espaldas o es el miedo.
Salí del baño, dispuesto a cenar con Morinaga, calenté un poco más el pedido, pero al llevar la cena,otra vez estaba extrañamente pálido, leía tranquilo, pero al ver la cena, no es que no fuera buena, pero…parecía inapetente y se veía algo cansado.
-Yo… no tengo mucha hambre sempai, creo sólo tomaré sopa, es que estoy cansado, fueron 2 semanas muy arduas—Se pasó la mano por el cabello negro azulado—Pero mejor vamos al…
-¡YA TE DIJE QUE TE QUEDES EN CAMA!—Le reprendí severamente, incluso tembló en mis manos la mesita de servicio, Morinaga alzó la ceja derecha y me preguntó ya bastante preocupado.
-¿Te pasa algo sempai?—Acerqué la silla y negué al tiempo que tomé el plato sin mirarle , trataba de hacer como si nada.
-Nada, solo un imbécil que no quiere comer su sopa.
-¡AGH! sempai, no te pongas así—Suspiró y luego Morinaga tomó el plato como niño regañado para empezar a comer.
La cena transcurrió tranquila y en silencio, Morinaga no parecía muy de ganas para charlar, no me extrañaría, después del susto y lo que le hice, me sentí mal por anteponer mi malhumor al afecto de mi kohai, por decirle que no quería verlo, cuando estaba a punto de darme la sorpresa, analizando las cosas…yo también quería verlo pronto, pero sería como darle alas a su forma de ser conmigo, es tan terriblemente empalagoso cuando se lo propone.
¡De verdad quería verle! Pero era como admitir que yo, díganme machista insensible, que yo de verdad ya no era tan fuerte como siempre, porque tú me encaras con el lado que te quiere decir… ¿Te necesito?
Me sorprendí porque Morinaga me sacudía y me hablaba.
-¡Sempai! ¿Qué te pasa? Tengo rato hablándote pero no me oyes—Yo negué con la cabeza y retiré la mesita, pero él me tomó de la orilla de mi pijama con fuerza.
- Sempai ¿Es por lo de hoy? Sólo fue un dolor muscular, te juro que llegué corriendo y sin suéter, no es nada malo—Morinaga se sorprendió.
Voltee a verlo, yo estaba temblando, en mi mente resonaba ¡Ése inútil vendrá y no se va a comportar! Nos verán todos, prefiero irme a casa de tía Matsuda a que se le baje la emoción a éste idiota, será insoportable con sus arrumacos y luego…la cara de total decepción, igual que en Canadá, al final siempre termino lastimándole por querer ser espontáneo, la culpa me engullía y de pronto le respondí en voz alta.
-¡IDIOTAA!...tú eres un descuidado, tanto andas detrás de mí y olvidas que tú también existes ¡Mira que venir cansado! Corriendo a levantar la casa luego de trabajar fuera por dos semanas, para luego ¡Querer venir a la universidad y seguir con más trabajo! —Dejé de hablar, agitado, el remordimiento me carcomía, Morinaga me veía sorprendido y pálido.
-¿EN QUE PENSABAS AL IR CORRIENDO? ¿FORZANDOTE SI ESTABAS AGOTADO? Sólo…para ir a sorprenderme ¡Tú en verdad no entiendes!—La imagen volvió con un latido de mi corazón, para atormentarme.
—En vez de venir devotamente a servirme, aguantarme, soportar cada majadería, capricho o golpe ¡Debiste avisarme que te sentías mal! ¿¡ACASO NO ME TIENES CONFIANZA?!
Para sorpresa de ambos, empecé a llorar incontrolablemente, Morinaga seguía helado, sus dedos que ceñían mi pijama se estremecieron, por la forma en que titilaban sus hermosos ojos verdes supe que por primera vez no sabía si abrazarme o darme espacio.
Eso me hizo pensar que tal vez con tantos malos ratos, maltratos, negaciones, palabras que pudieron oírse horribles...habían por fin menguado su fortaleza espiritual y ahora su físico lo resentía.
"DEBO ANTEPONER LOS SENTIMIENTOS DE SEMPAI A LOS MIOS"
"DEBO CUIDAR MAS DE SEMPAI PORQUE ACCEDIO A PERMITIRME ESTAR CON EL"
"LE CAUSO DEMASIADOS PROBLEMAS A SEMPAI"
Todas las frases y recuerdos en que me violenté por tonterías, discutí con Morinaga por el sexo, por negar nuestra relación, resumiéndolo a él es "especial", me abrumó, siempre viendo por el bien ajeno, olvidándose de sí mismo, fue cuando cruzó por mi mente ¿Acaso es un aviso? ¿Si Morinaga un día ya no regresara porque …m…muriera?
Lo miré un instante, seguía con su cara confusa y pálida, entonces grité finalmente , sin poder más dejé salir todo lo que se revolvía en mi mente y mi pecho tan salvaje como esas flamas que envolvieron mi casa el día más horrible de mi vida…
-¡¿PORQUE NO CONFIAS MAS EN MII?! ¿PORQUE NO ME HAS DICHO QUE TE SENTIAS MAL? ¿ACASO…ACASO ES PORQUE SOY UN TIRANOO?
Morinaga estaba en shock, no esperaba mi reacción así, me sentía arder la cara y las lágrimas rodaban sin control por mi rostro, jadeaba tratando de controlarme sin conseguirlo, él solo podía negar con la cabeza, sus verdes pupilas estaban agrandadas y muy brillantes, una lágrima gruesa rueda por su mejilla hasta el tembloroso labio inferior, la luz lo hacía verse más desencajado y me asustó el pensar lo peor…
Súbitamente lo agarré del rostro, acercándome a Morinaga, por primera vez mi kohai estaba sin palabras, temeroso como conejo acorralado, ésta vez no tenía idea de qué pasaría, ni siquiera yo lo sabía ,estaba congelado…pegué mi frente a la de Morinaga, pude sentir el frio de una gota de sudor correrle por los nervios, el titlar de sus pupilas esmeraldas llenas de miedo, yo estaba sollozando, sin embargo pude controlar mi voz, quería que el calor que encendía mi rostro calentara el suyo que estaba extrañamente frío como la porcelana, no pude evitarlo, las palabras salieron tan fluidas como las lágrimas que me anegaban.
-¡T…TE AMO TETSUHIRO! ¡ENLOQUECERIA SI TE PASARA ALGO!
Tetsuhiro quedó paralizado, sin moverse, el shock lo dejó totalmente impresionado, usualmente sería:
"¿Lo dijiste? ¿Qué dijiste? por favor dímelo otra vez sempai"
Obvio me negaría lleno de vergüenza, pero seguía mudo ¡Esto ya no estaba bien! ¡Vamos imbécil! Llora…ríe ¡ARROJATE A MI PARA LLENARME DE BESOS! Pero por favor, no te quedes así.
Bajé la vista confundido y lleno de sentimientos encontrados, enojo, frustración y vergüenza, pero sintiendo como si un gran peso de encima me liberara, estaba muy aliviado, fue cuando empecé a asustarme en serio.
Morinaga ¡No! Tetsuhiro estaba temblando de pies a cabeza, al levantar la vista pude saber la razón ¡Su cara! ¡TENIA UN RICTUS DE DOLOR INMENSO! Como si le estrujaran las entrañas ¡Ni siquiera podía hablar! Un pequeño sollozo se escapó de sus labios y me ofusqué tanto.
¡SERA POSIBLE QUE NO ME CREA!
Tragué grueso, era obvio, tal vez con mi impertinencia empeoré su condición, no sabía que más hacer ya. De pronto , sin razonarlo, desesperado porque Tetsuhiro se calmara, no sé ni siquiera porque… ¡LO BESE! Lo besé con fuerza.
Primero solo fue presión a los labios fríos, luego los lamí tratando de ser gentil, que entendiera y me creyera, al entreabrirlos metí mi lengua tratando de imitar lo que él siempre me hacía al besarme, con la esperanza que atenuara la dolencia o ataque ¡Lo que sea que lo estuviera torturando! Jugueteé con su lengua, suavemente la pasé por sus dientes con delicadeza, éste primero no se movió , luego la entrelazó conmigo, cálida y una sensación de paz me fue invadiendo, pensando que tal vez sí funcionó y por fin dejara de sufrir , que dejara de hacer ése…rostro.
Me separé suave, dejando que un hilo de saliva nos uniera un instante, yo estaba rojo como tomate y ésta vez levanté la voz con fuerza, casi gritándole:
-¿LO ESCUCHASTE TARADO? ¡TE AMO! ¡LO VOLVI A DECIR!¡ DI ALGO! Y POR FAVOR, YA NO PONGAS ESA CARA.
Tetsuhiro no me miraba, negó suavemente con la cabeza, sollozando de manera incontrolable.
¡YA NO SUPE QUE MAS HACER! Lo agarré con fuerza abrazándole contra mí pecho, mi mentón se apoyó en su cabeza, él correspondió el abrazo, hundiéndose en mi tórax, enjugando su llanto que ya se tornaba en crisis histérica, aferrándose, me sentí impotente porque no sabía que le pasaba ¡Por qué no reaccionaba como el idiota de siempre! Tuve una colisión emocional, lo cual me hizo gritarle mientras levanté su cara llena de tristeza y llanto.
-¿¡QUE MAS QUIERES! ¡YA LO DIJE! ¡DEBIAS PONERTE FELIZ!
Tetsuhiro me soltó y escondió su rostro entre sus manos, seguía llorando y negando con la cabeza, ésta vez sí me alarmé , si está enfermo, tantas emociones son malas para él ,la razón se antepuso y lo besé en su cabeza fuerte…tenía que calmar su ataque de ansiedad o histeria.
-¡Voy por agua! ¡Y un tranquilizante! ¡SI!
Salí corriendo a la cocina, sólo vi que Tetsuhiro miró un momento la ventana antes de salir, apenas tomé el vaso con agua y escuché un portazo, tiré el mismo haciéndose añicos en el suelo, para darme cuenta horrorizado que Tetsuhiro ya no estaba en su cuarto, ni sus tenis, su chaqueta tampoco.
¡ESE LOCO ESCAPO! ¡¿PERO PORQUE?!Se salió en pijama con éste frío, apenas pude tomar mis vaqueros para ponérmelos encima de la pijama, mi chaqueta, llaves y cartera, salí corriendo detrás de él ése idiota no estaba lejos, siempre haciéndome lo mismo para chantajearme ¡PERO ESTA VEZ YA LO ADMITI!….¿PORQUE?
Al fin llegué al parque cercano al edificio de apartamentos, grité su nombre, a estas alturas del partido me importaba un cuerno el que dirán de los vecinos ¡Tenía que hallarle! La luz de un farol se estremeció, en lo que volví a ver, ésa mariposa azul violeta con franjas negras y fue cuando lo ví…
Tetsuhiro estaba frente a otra persona .
"¡¿QUE DIABLOS ESTA CON OTRO?!"—Los celos me embargaron así como la intriga, grité acercándome furioso a Morinaga:
-MORINA…TETSUHIRO ¡¿QUE DEMONIOS ESTAS HACIENDO?!
Lo que vi, me dejó de una pieza ,Tetsuhiro volteó horrorizado a verme, pero yo estaba más espantado, porque…
Lo que yo veía ni siquiera se acercaba a la realidad.
No era un posible nuevo amante, tampoco era Masaki, el hombre que estaba junto a él y con quien hablaba de forma entrecortada se adelantó, poniendo distancia entre Tetsuhiro y yo, la luz lo iluminó ése hombre… ¡ERA YO!
Sí, era yo mismo en una versión más pálida y dantesca, tenía ojos negros totalmente, con pupilas violetas, idéntico a mí sólo que él vestía un kimono blanco , también usaba lentes y sujetaba su largo pelo platinado, con la leve excepción que el listón era negro pero…su sonrisa helaba cada fibra de mi ser, su voz salió grave más ronca, solemne pero que me estremecía, pues era mi voz que yo a la vez desconocía por ser más tétrica.
-¡Humanos! Siempre tan ruidosos y tan inoportunos, de todos los que pudieron venir, tú eres el más molesto.
No pude más que sorprenderme, pero me irrité, la cara de Morinaga decía claramente que no esperaba que lo hubiera seguido o hallado tan fácilmente, me acerqué más enojado a la figura dispuesto a quitarlo de mi camino para zarandear a ése idiota, pero Morinaga se alarmó y quiso correr para impedir que me acercara más a mi doble, todo fue tan rápido.
Mi tétrico doble volteó a ver a Morinaga quien se adelantó con rapidez sólo lo tocó con un dedo en su espalda cuando se detuvo en seco, agrandando los ojos llenos de angustia y sorpresa.
-¡ESPERA!..SEMM…NGH—Su frase se interrumpió, Morinaga se desplomó y el hombre lo atrapó en un movimiento rápido por la cintura sobra decir que enfurecí, algo estalló en mis entrañas llenándome de una ira rabiosa, no sólo por saber ¡QUE JODIDOS HACE ESE TIPO CON MORINAGA! ¡¿PORQUE SE PARECE A MI?!
Y LO QUE MAS ME CABREABA ERA ¿QUE MIERDA LE HIZO?
Rugí más que grité… lleno de ira a la vez que corrí con todas mis fuerzas a arrancarle de su brazo el cuerpo de mi kohai que apenas podía levantar el rostro adolorido y suplicándome con la mirada que no me acercara, pero mi sangre hervía ¡Había lastimado de algún modo a Morinaga! Y tenía la impresión que era el causante de toda ésta conmoción.
-¡SUELTALO YA CABRON! ¡¿QUE LE HICISTE Y…?!
No pude proseguir, ya que de improviso, la mariposa que seguí se interpuso y me detuvo en seco, no pude moverme un centímetro más, se había metido con increíble rapidez a mi pecho y sentí como si chocara con un muro invisible, levantándome a escasos centímetros del suelo, la impotencia y enojo dio paso al pánico ¡¿QUE PASAAA?!...¡MI CUERPO NO OBEDECEEE!
Apenas pude esbozar un gemido ronco, mi tenebroso doble se acercó, cargando en su costado el cuerpo de Tetsuhiro que me veía con mezcla de pánico y cansancio.
-NNGH…MGH—Apenas pude articular y la figura llegó hasta mí, yo estaba más preocupado por Morinaga, ya que estaba más y más decaído, además que rogaba porque alguien me dijera que pasaba, entonces ÉL, me habló:
-Insulso humano, pudiste haberte evitado todo esto, pero ¡realmente eres un tirano muy terco! Tatsumi Souichi.
¿Cómo sabía mi nombre?, su rostro se tornó serio alejando la sonrisa divertida mientras titilaban sus pupilas violetas.
-Mori…Mori, déjame darte la razón en algo, tu amante es confuso, te da una idea clara con su actitud, luego se arrepiente por vergüenza y prejuicios, después no sabe cómo explicarse, el clásico machista pero da risa que tú seas el activo, esclavo de día para tu tirano, de noche se cambian los papeles cuando te enciende él o ya no soportas que juegue así contigo, ahora veo porque en tanto tiempo que te he dejado no habías podido concluir tu pendiente ¿Y ahora? Esto ha sido muy entretenido pero…sabes qué significa ésta última visita.
¿PENDIENTE? ¿VISITA?...No entendía ¿Por qué le habla con tanta familiaridad? ¿Qué me ha estado ocultando ése tarado? Morinaga me miró, se aferró a la vestimenta de mi extraño doble, bajando la mirada avergonzado ante mi gruñido bajo de completo enojo hacia él, hacia ambos, suplicando en tono bajo y con respeto.
-Su señoría…Shin sama, por favor, tenga piedadsu asunto es conmigo y yo cumpliré mi palabra, usted sabe que no esperaba esto, había pensado vagamente…incluso soñado con éste momento, más que darme miedo a la pesadilla, no creí que pasara, al menos a alguien tan insignificante y problemático como yo, deje que explique a mi sempai luego procederá a finiquitar nuestro contrato, es mi último pendiente.
¡¿Qué rayos?! Sólo podía gemir ahogadamente, el que se decía ser Shin me miró de reojo bastante serio, luego encogió los hombros, ayudó a levantarse a Morinaga poniéndole una mano en el pecho a la vez mientras lo acercó a mí, mis pies se apoyaron en el suelo, pero aún me sentía paralizado, no podía mover un músculo, ése hombre, Shin se presentó con mirada penetrante.
-¡Qué modales! Mi nombre, bueno, me dicen de muchas formas, permití que Mori me tuviera más confianza para hacer esto más tranquilo, me cae bien, es un poco inseguro, celoso y a veces bocón, pero es un excelente anfitrión y cocinero, yo soy conocido en éste país como Shinigami, el cegador, la parca…la muerte, puedes llamarme también Shin sama, ahora mi mariposa te mantendrá tranquilo, no podrás moverte pero sí podrás hablar, después que Mori te explique la situación… Mori, todo tuyo y cuando concluyas sólo di Souichi, así tu tirano podrá decir lo que tenga que decir y concluiremos el trato.
Morinaga me miró con un gesto de profundo pesar, más que de las tantas ocasiones que lo vi forzándose una sonrisa, igual ahora…pero su sonrisa era la máscara de su dolor, mismo que me era tan difícil de ver porque sentía que yo mismo moría poco a poco, cerré los ojos… estaba enojado y no podía verlo así, solo quedaba escuchar su explicación.
-S…sempai, sé que estas muy enojado y con mucha razón, pero lo que sucede no …es tan fácil, menos explicarlo, sólo te pido antes que nada esto.—Y abrí los ojos , sentí una opresión fuerte en las piernas.
MORINAGA SE HABIA ARRODILLADO Y ME ABRAZABA CON FUERZA DE LAS PIERNAS
¡Quería tener la fuerza para soltarme! ¡Quería sacudirlo de una vez! Pero se limitó a soltarme y con el rostro más desolado que jamás le haya visto, arrodillado como un niño castigado, empezó a hablar tratando de sonar tranquilo, pero su voz se quebraba poco a poco.
-Shin sama, es la misma muerte, vino aquí por el pago a un favor, como has visto es real porque has sentido el poder que emana y me disculpo de corazón por haberte arriesgado a sentir esto…
Se cortó su voz, una lágrima zurcó su cara y temblaron sus cejas al decir:
-Todo empezó la horrible noche en que ése otaku se atrevió a incendiar tu casa, Kanako me suplicó que fuera por el retrato y la placa de tu madre, sé que me odias por recordarte ése evento tan desgarrador pero no…no todo pasó como lo recordamos ahora sempai.
Por la forma en que lo dijo sólo pude agrandar los ojos y alzar la ceja izquierda, una punzada atravesó mis entrañas cuando prosiguió, por alguna razón no quería oírlo, me negaba, pero ya no tenía opción.
-Yo quedé atrapado por la explosión y tú…viniste por mí ¡Por mí! Sin merecerlo, porque en ése momento deseché todo y creí me habían abandonado todos, tal vez no debiste ¡No por alguien que sólo te dio problemas y mortificaciones! ¡Que me aproveché de tu momento de debilidad! Te hice mío sabiendo que no eras tú del todo, encima de eso, viniste por mí… arriesgaste tu preciada vida sempai por alguien que tal vez nunca mereció haberte conocido.
¡YA CALLATE MORINAGA! ¡Ya no sigas! ¡Ya no llores por favor! ¡Detente! Quería huir de sus palabras que salían incontenibles, llenas de una dolorosa realidad que me estampó la cara.
-¡ESE DIA MORISTE! ¡Me salvaste de las llamas! Pero al salir de la casa, nuevamente hubo una explosión de gas y te cayó encima el techo ¡DELANTE DE MI! ¡Y FUI UN INUTIL! ¡NO PUDE HACER NADA POR SALVARTE PORQUE ME EMPUJASTE!... EL ESTALLIDO TERMINÓ POR AVENTARME.
No podía decir nada, súbitamente algo golpeó mi cerebro y lo vi todo, el incendio… como empujé a Morinaga porque oí tras de mí el rugido, luego la explosión, recordé el fuego abrazar mi carne , el techo venirse encima, dolor y que todo se volvía negro, era como volverlo a vivir.
La carne chamuscarse, la asfixia del humo, todo lo recordé, lágrimas cayeron de mis ojos, hasta que sentí tu abrazo nuevamente , con tus ojos desorbitados llenos de dolor e impotencia al recordarlo.
-Cuando sacaron tu cuerpo, no pude evitar ver a Kanako y tía Matsuda ser llevadas al médico por la crisis de histeria, fueron testigos de todo ¡Sus vidas estarían marcadas nuevamente por la tragedia! Y todo por mi falta de visión, sólo pude pensar que fue mi culpa…ahí mismo recordé cuando mi familia me exilió por vergüenza al escándalo, por mi culpa mi ex amante quiso suicidarse al estallar la verdad de nuestra relación, por mi culpa…sempai siempre está enojado y sufriendo por mi actitud tan torpe, por mi amor estúpido y ciego ¡YA BASTA! Ya no podía soportarlo, a lo único que vine a éste mundo fue a causar dolor y problemas, tenía que pedirte perdón, sólo pensaba en eso y me colé donde dejaron tu cuerpo, estaba lleno de tristeza y quería morirme ahí mismo.
Entonces, mi mente se abrió con las palabras de Morinaga, porque era como si muy secretamente las hubiera oído.
-Por favor, la más alta deidad que exista en éste mundo por favor escúchame, éste hombre ha pagado por pecados que son sólo míos, si existes…te suplico ya no quiero que nadie sufra por mi causa o mi propia existencia maldita, si hay una forma de regresarlo…TE LO SUPLICO, ¡HAZLO Y CON GUSTO ME VOY YO A CAMBIO! ¡TE PAGO CON MI PROPIA ALMA QUE ES LA UNICA CAUSANTE DE TANTA DESGRACIA!…PERO POR FAVOR REGRESALO A EL, YO NO TENGO A NADIE YA, NO HAY FAMILIA QUE ME ESPERE NI SER AMADO,PERO ÉL ES AMADO POR SU FAMILIA, YO LE TORCI A MI MODO DE SER, ÉL NO ES CULPABLE ¡TE JURO QUE TE ENTREGO MI ALMA PODRIDA A CAMBIO DE ÉL! NADIE, NADIE EXTRAÑARA A UN SER COMO YO QUE NO MERECE SER AMADO ¡SOLO HE DADO PROBLEMAS Y DOLOR! Por favor yo le amo, pero éste amor está maldito, renuncio para siempre a mi vida a cambio de recibir por entero mi justo castigo por poner mis ojos en alguien que no es como yo…por favor.
Me quedé en blanco, porque pude ver la imagen como película vieja, Morinaga llorando sobre la bolsa negra donde estaban mis restos, la figura oscura de una mujer ponía su mano en el hombro ¡SE PARECIA A MI MADREE!...
-¿Eres tan capaz de darme lo que prometes por ésta alma?—Morinaga volteo a ver los oscuros ojos con pupilas violetas, la mariposa danzaba a su alrededor, yo ¡yo quería gritarle! Pero estaba atrás, como si un muro me lo impidiera, no podía moverme, no podía hablar, sólo las lágrimas me zurcaban el rostro al ver el inmenso dolor y miedo reflejado en mi kohai, pues reconoció la figura de la mujer como mi madre.
Morinaga tragó grueso y puso el ceño serio, la mujer le enseñó en su mano una preciosa mariposa brillante de colores y un reloj de arena flotaba a un lado, mientras la figura se presentaba con aire solemne pero sarcástico.
-Soy un shinigami, vine por ésta alma, pero tu rezo y la voz en tu espíritu ha sido tan fuerte que me dio curiosidad, pude ver dentro de ésta alma todo lo ocurrido entre ustedes y tengo qué saber, si sabes cómo es ésta persona, como ha sido tu vida con él y lo que esperas quizás nunca lo tengas…¿por qué pides darle los años de tu vida?
-Porque lo amo—La figura se rió y miró muy de cerca a Tetsuhiro, éste le sostuvo su fría mirada.
-El amor—contestó la figura—Es tan efímero como el aleteo de una mariposa, tan significativo como un grano de arena en medio de una estrella, tan corto como el suspiro de una vela al soplar la llama, pero tus ojos, arden con solo decirlo, no pareces muy común Morinaga Tetsuhiro, si estás dispuesto a pagar el precio acepto.
Morinaga se turbó y yo también me sorprendí ¿Así de rápido aceptó? ¿Sin más? A lo que contestó envolviéndolo en su blanco manto.
-No te sorprendas, no pierdo, un alma será cegada como quiera, tarde o temprano pero…soy inmortal, he visto muchas cosas, muchas palabras decirse, pero no muchas con tal convicción, sería un honor tener que ser yo el que te reciba, quien sabe, hasta pueda conservarte si me places.
Y señaló la mariposa azul violeta con franjas negras.
—Serías una hermosa mariposa, no podrías reencarnar si te quedas así conmigo, pero te aseguro, jamás volverías a sufrir dolor, ni desprecio, por otra parte, aún y no me convencieras, tu alma será cegada y tu ciclo volverá alguna vez, con nuevos sufrimientos, alegrías pero no puedo asegurarte si volverías a ver a éste hombre, tienes pendientes, tienes pecados que purgar como tú dices pero parece que alguien como tú puede soportar todo un milenio purgando sus pecados…no te aseguro nada pues también podrías perderte en tu propia oscuridad y no volver a encontrar el camino a reencarnar, yo decidiré al final, acepto Morinaga Tetsuhiro…
-Haz de mí lo que quieras, sólo te suplico que lo regreses y borres éste horrible episodio—Lo dijo Tetsuhiro con los ojos anegados en llanto y la voz quebrada por el dolor.
-Te costará—Y el reloj empezó a girar varias veces—Morinaga Tetsuhiro, vendré por ti cuando tu máximo pendiente se resuelva y ya sabré para ése entonces qué hacer contigo, vive y haz todo lo que desees y puedas hacer.
La figura detuvo el reloj súbitamente y ya no era mi madre frente a Morinaga, ahora era yo, se acercó a Tetsuhiro quien parecía absorto, paralizado, no podía moverse, como en un trance, acarició su cabello para luego mirarme con aire triunfal, lo tomó firme del cuello atrayéndole… dándole un beso en los labios, suave y calmado.
YO QUERIA DESGARRARLE LAS ENTRAÑAS A ESA CRIATURA PORQUE SE ATREVIÓ A BESARLE…PARA FINALMENTE DECIR:
-Tu máxima felicidad, tu mayor anhelo sellará tu destino final y te llevará a mis brazos Morinaga Tetsuhiro, hasta pronto, te visitaré y más vale me recibas, ocioso decir que mantengas el secreto o no disfrutarás el tiempo con tu sempai, porque te creerán loco de atar…nos vemos.
Así, la imagen desapareció, volví a ver a mi kohai arrodillado, respirando profusamente y sus preciosos ojos verde olivo llenos de lágrimas que trazaban caminos brillantes en su rostro cada vez más pálido, se aferraba a una de mis manos, sonrió, con ésa mueca que sólo él sabe hacer, sus orbes agrandadas la sonrisa que cubría su dolor ¡Quería hablarle! Quería llamarlo…pero sólo un quejido sordo se escapó de mi garganta.
-¡UGNHH!
-Perdóname por no decírtelo…soy feliz porque escuché de tus labios lo que tus acciones me demostraban, soy un insensato por haber dudado en el pasado, nunca pensé en esto o la verdad—Morinaga tragó grueso, su sonrisa desapareció, las pupilas se agrandaron.
—Quería seguir disfrutándolo como si nunca hubiera mañana, pretendiendo que jamás sucedería perdóname por subestimarte tanto, por causarte éste dolor… yo iba a irme para que me odiaras por abandonarte sin razón, prefería tu odio al hecho que supieras toda la verdad porque no quería que sufrieras , mucho menos te hubieras enterado de esto, si me hubieras despreciado, me olvidarías.
-¡¿OLVIDARTE IMBECIL?! ¡¿COMO PUEDES DECIR ESO…LIBERAME …DI MI NOMBRE YA!—Ya no puedo soportarlo más, sólo mis pensamientos resonaban sin poder salir.
Entonces se limpió las lágrimas , levantándose con dificultad me abrazó con fuerza , sus ojos… su brillo ¡Estaba a punto de volver a llorar! Se contenía, para besarme suave y dulcemente, mis labios se abrieron a recibir su lengua, recorrió mis dientes entrelazándola, mordisqueó levemente mis labios, se separó juntando nuestras frentes, mi pecho me dolía al verlo con los ojos cerrados, tenía el ceño fruncido, respiraba dolorosamente ahogando su llanto, cuando se separó, su mirada era intensa, la tristeza más grande que jamás había visto fue después de la muerte de mi madre reflejada en los ojos de mi padre y Tomoe, se mordía el labio inferior, cuando me soltó, un leve temblor sacudió apenas mi cuerpo, quería soltarme de ése maldito hechizo, el calor de Tetsuhiro se grabó en mi piel, pero iba desapareciendo.
-Es hora—Shin susurró detrás de él , mis orbes se agrandaron al ver que una mano enguantada en metal agarraba su hombro derecho, Tetsuhiro se sacudió perdiendo la vista en un punto fijo, empezaron a levitar, como a 30 centímetros del suelo ambos, no oponía resistencia¡Lucha …lucha ! Gritó mi cerebro.
-Adiós Souichi—Al hacerlo caí de rodillas al suelo pesadamente, me sentía como un bloque de cemento, mis músculos no reaccionaban, inmóviles, entumecidos, apenas levanté la cara, Shin apretó su mano que ahora lucía un enorme guante que le hacía ver como si tuviera una zarpa de metal, Tetsuhiro se dejó llevar por la fuerza impresa, ambos levitaban y se alejaron de mí como un metro Shin lo soltó en el aire mientras su pobre víctima dejaba caer hacia atrás su cabeza, entonces mi respiración se detuvo.
Cuando vi que en un raudo movimiento, silencioso, frío y cruel… la mano metálica atravesó el tórax de Tetsuhiro cual si un fantasma fuera, pero podía ver brillar algo en la zarpa, el cuerpo se estremeció levemente dejándose de mover, mi corazón dio un vuelco que me golpeó cada fibra de mi ser, los ojos verde olivo fijos al cielo, la boca quiso abrirse en una mueca, pero se cerró finalmente sus párpados se entrecerraron y el brillo que tuvieron sus pupilas ya había desaparecido, mis oídos percibieron su último suspiro, así la oscuridad me tomó por sorpresa, sumiendo mi desesperación en la niebla.
