Capítulo 1
Zuko estaba terminando de acomodar sus valijas en su habitación. Una parte de él aún no podía creer que estaba en el templo aire al que viajó hace unos años y en compañía del Avatar y sus amigos. Mientras apilaba ropa cerca de su cama encontró un retrato de su tío y esbozó una sonrisa.
-Esta vez haré lo correcto tío, te lo prometo- dijo para sí mismo.
-Zuko ¿Ya terminaste de desempacar? Aang quiere empezar con las lecciones de Fuego Control- dijo Sokka.
-Sí, ya terminé vamos-
Una vez que llegaron al patio estaban casi todos presentes ansiosos de ver el espectáculo excepto Toph quien aún tenía los pies vendados debido a las quemaduras que Zuko le había hecho accidentalmente. La única persona que no demostraba entusiasmo era Katara quien aún miraba al ex príncipe con malos ojos.
-Lo primero que un maestro fuego debe controlar es su respiración-
-Sí lo sé, tuve un maestro fuego durante un breve momento que me enseñó algunas cosas, pero aún no estaba listo ya que todavía no dominaba el agua ni la tierra-
-En ese caso ya sabes cómo debes respirar y qué posición debes asumir para lograr un dominio básico. Intenta hacer esto- dijo encendiendo una pequeña llama en la palma de su mano.
El joven monje se paró en posición y luego de respirar unos segundos intentó copiar a su maestro. Al principio creyó haberlo logrado cuando una pequeña chispa salió de sus dedos pero un segundo después el fuego creció y casi escapa de su control de no ser porque Zuko hizo que las llamas se apagasen.
-¿Qué diablos fue eso?- preguntó su maestro luego de disipar el fuego.
-Yo… no lo sé, quise hacer lo mismo que tú pero perdí el control-
-No lo entiendo, te he visto dominar a la perfección los demás elementos. Si pudiste dominar la Tierra control que es el elemento opuesto a los maestros aire, por definición no deberías tener problemas con el fuego-
-Es que tengo miedo Zuko, miedo a perder el control y lastimar a alguien de nuevo-
-¿De nuevo?- preguntó extrañado.
El monje le contó la historia acerca de su entrenamiento con Jeong Jeong, cómo terminó quemando las manos de Katara y que no quería terminar como Zhao quien destruía todo a su paso por no tener autocontrol –Y eso fue lo que sucedió-
-Ya veo, no debes dejar que tu miedo te domine de lo contrario perderás el control y quemarás todo a tu alrededor. Sé que piensas que el fuego control es algo maligno y que no debería existir, pero eso es porque la Nación del fuego le ha dado una mala reputación a ese elemento. Si fuera el Reino Tierra quien hubiera iniciado la guerra probablemente te hubieras sentido igual cuando Toph te entrenaba ¿Entiendes?-
-Sí, supongo-
-Te diré un secreto, cuando era chico y veía a mi hermana realizar un gran dominio del fuego control y lo usaba para molestar a los demás, yo tampoco quería aprender porque no quería parecerme a ella-
-¿De veras?-
-Así es, pero mi madre me consoló diciendo que no debería tener miedo de ser un maestro fuego. Sólo porque alguien más lo utilice de una forma que no te gusta no significa que tú también termines como esa persona. El dominio de un elemento es una herramienta, como una espada, así como puede ser utilizada para lastimar a la gente también puede ser usada para la justicia y ayudar a los demás-
-Quiero intentarlo de nuevo- dijo más animado.
-Me alegra oír eso-
Luego de unas largas horas de arduo entrenamiento el chico realmente parecía estar aprendiendo cosa que a Zuko le dio algo de tranquilidad, ya que para ser sincero estaba algo cansado de tener que repetirle las cosas una y otra vez acerca de cómo debía hacerlo. Aang ya lograba crear llamas con sus manos y también pequeñas bolas de fuego sin perder el control.
-¡La comida está lista!- gritó Sokka desde lejos.
Mientras comían Zuko se sentía algo intimidado por la forma en que la maestra agua lo observaba, parecía querer fulminarlo con la mirada como hacía el hombre combustión con sus enemigos. Para evitar ese momento incómodo decidió entablar una conversación.
-Este lugar no ha cambiado mucho desde la última vez que vine-
-¿Ya habías estado antes aquí?- preguntó Aang.
-Sí. Fue uno de los primeros lugares al que vine para poder…. ya sabes, encontrarte-
-Capturarlo querrás decir- dijo Katara.
-Katara eso ya no importa, es parte del pasado-
-Sí, no tienes que ser tan ruda princesita- dijo Toph.
-Me sorprende que lo defiendas, creí que querrías vengarte de él por haberte quemado los pies-
-Y planeo hacerlo, pero eso no significa que debamos ser descorteses con él todo el tiempo-
-Sólo era un comentario, nada más-
-Y dime Zuko ¿Conoces bien este lugar? En un principio iban a trasladarme aquí para que continuara con mi entrenamiento antes de que me escapara y terminara congelado en un iceberg-
-Pues si mal no recuerdo, tenía una sala donde parece que se usa para meditar, una biblioteca con algunos manuscritos aunque la mayoría están ilegibles debido al paso de los años y también creo haber visto un huerto-
-Probablemente lo usaban para cosechar frutos o hierbas medicinales-
-Vayamos a verlo tal vez encontremos algunas frutas, de esa forma Aang podrá comer algo más que sólo arroz- dijo la maestra agua.
-¿No comes carne?- preguntó Zuko.
-¡Claro que no! Los monjes me enseñaron a respetar toda vida, es por eso que soy vegetariano-
-¿Ni aunque tengas mucha hambre?-
-Ni aunque estuviese al borde de la muerte por hambruna- respondió cosa provocó que su maestro sonriera.
-¡Vaya! Este es un día memorable: Zuko está sonriendo- comentó Sokka.
-No estaba sonriendo, sólo hice una mueca- respondió algo sonrojado.
-Pues a mí me pareció una sonrisa-
-Pues no lo era-
-Vamos Zuko no te pongas tanto a la defensiva, está bien divertirse de vez en cuando. Dicen que la risa es buena para el alma-
-Ya hablas como mi tío-
-Por cierto ¿No has tenido noticias acerca de su paradero?-
-No, cuando fue la invasión fui a rescatarlo de su celda pero ya había escapado- dijo algo triste.
-Estoy seguro que lo volverás a encontrar- respondió el monje apoyándole la mano en su hombro.
-Eso espero. Será mejor que nos vayamos a dormir mañana tendremos otra sesión de entrenamiento y esta será más intensa que la de hoy-
-¿Más intensa todavía?-
-Si quieres dominar a la perfección el fuego control deberás trabajar duro. Nos vemos mañana, buenas noches- y se retiró dejando al grupo.
Una vez que el resto se retiró sólo habían quedado Katara y Toph. La castaña estaba utilizando agua control sobre los pies de su amiga para que sus heridas sanen más rápido –No confío en él-
-A todos parece agradarles Zuko excepto a ti-
-Ya nos traicionó una vez ¿Recuerdas? Podría volverlo a hacer-
-Ya se disculpó por eso, hizo lo que creía correcto en ese entonces y cometió un error. Ahora está tratando de enmendarse-
-¿Desde cuándo eres tan amable con los demás?- preguntó su amiga extrañada.
-No lo sé, supongo que desde que tú te volviste desconfiada y fría-
-Mejor nos vamos a dormir, nos vemos en la mañana- Una vez que estuvo acostada en su cama Katara meditó acerca de lo que su amiga le había dicho. Es cierto que ella había cambiado, por lo general no tenía problemas con los demás y nunca solía estar a la defensiva, pero por alguna razón se sentía así cuando Zuko estaba cerca. Luego de dar algunas vueltas su mente sucumbió a las necesidades de su cuerpo y se quedó dormida.
