Tormenta.

Como si fuera tan fácil el apagar una vela, el reloj no parada de dar su sonido repicante.

Tic-toc. Tic-toc. Tic-toc. Tic-toc.

Cada Segundo acababa con mi vela, acababa con mi vida; pronto llegaría el momento de la despedida, y eso no es ni será algo alegre.

Mi nombre es Renessme Cullen Swan, tengo 5 años, aparento 16, y si, lo asumo, con mucha felicidad, soy una niña Media-vampira. Así como lo leen, mi vida tiene parte de los dos mundos. Como, duermo, respiro, y mi corazón late cada día, cada segundo; Pero siento una gran pación indestructible, por la sangre, ese liquido carmesí que da la vida a un ser humano, y que decreta su muerte al quedarse frívola, quieta e incesante, es mi pación, así como la de mis tíos, padres, y abuelos.

Somos un aquelarre de vampiros muy especial, somos vegetarianos, consumimos sangre animal, bueno eso hasta hace 3 semanas; Ahora si, con mucho gusto pasare a contarles la historia de mi muerte. Día por día, segundo a segundo.