Katekyo Hitman Reborn no es de mi propiedad.
A bientôt, a plus tard
Y sentándome en la puesta del sol, volví a recordar, a aquel primer momento, al encuentro número uno de los tantos que habíamos tenido.
A su cabello de color castaño, al profundo silencio que habitaba en la habitación, a él sumido en sus pensamientos auto-destructivos, a los ojos miel que tanto amo, a esos dos pozos que parecían siempre vacíos, excepto cuando me sonreía, cuando me demostraba, como un niño inocente, que se sentía feliz, emocionado, extasiado, embriagado por los sentimientos positivos. Y yo estaba muy orgulloso de haberlo provocado, así que, cada vez que elevaba la curva de sus labios, le daba un dulce, las nubes que antes eran irremplazables para mí, hasta que llegó él.
Oteé hacia el ocaso. Verifiqué que el cielo esté despejado, y en efecto, así estaba. A él le encantaban las puestas del Sol, más cuando no se presentaban obstáculos para observarlos. Y, siendo sinceros, entre nosotros, para "el gran Byakuran", él era su luz. Una cosa desconocido desde mi punto de vista.
Tsunayoshi Sawada, fue su nombre. Con él experimenté cosas que nunca imaginé. Que nunca siquiera pensé por un segundo que sentiría… Bien, me corrijo. Mejor dicho, nunca pensé que sentiría algo. Mis emociones se encontraban en lo más recóndito de mí, mostrándome ante los demás como alguien falso, cínico, 'encantador', manipulador, infantil y hasta aterrador. Tsunayoshi-kun nunca me dijo nada de aquello. Él sólo me entregó dulzura. Y eso no terminará, nunca, ni con los violines que tocaban la triste y melancólica tonada, que contraté, por cierto.
Estaremos juntos, sempiternamente. Lo juro de manera solemne, Tsunayoshi-kun. Nuestras memorias nunca desaparecerán, ni con el olor del desinfectante del hospital; nada nos detuvo y ahora mucho menos lo hará. Y a pesar de que en este día estés durmiendo y yo esté sufriendo completamente, que me encuentre llorando a tu lado, arrodillado, gritando y clamando por tu nombre y tu despertar, te prometo que no caeré en las fosas de la desesperación y la oscuridad, no como antes. Posterior a esto, me levantaré. No sin ti, por supuesto. Sin embargo, trataré hacerlo.
Trataré de fingir que esto no duele mucho. Fingir que en mi corazón ninguna, mentalmente; emocionalmente, espada venenosa esté atravesándolo.
Haré cualquier cosa por ti, Tsunayoshi-kun. Porque tú me iluminaste. Sí, tú fuiste la luz que me iluminó. Pero lamentablemente, en algún momento, ésta se extingue, se consume lentamente…
Yo no quise abrir los ojos a la realidad. Empero, así era. Tenía muy en cuenta que pasaría de todas formas aunque haya deseado evitarlo. Es un triste momento.
Aunque estés, ahora, durmiendo y conectado por miles de cables, yo… Quiero decirte que te amo. Que por ti, cometería locuras que hasta para mi persona los eran. De hecho, es algo estúpido que me sienta así por alguien tan joven como tú… No importa.
No importa que digan que no hay muchas probabilidades de que despiertes, porque me hiciste creer en los milagros. Tú te convertiste en mi milagro, Tsunayoshi-kun.
… Siempre, mi querido y amado niño inocente, estaré a tu lado. Te amo. Por eso, mientras tanto, adiós.
