Advertencia: Narnia no me pertenece, pertenece al increíble CS Lewis
Esa mañana, después de tomar su desayuno, Polly Plummer salió al porche de su casa y se dirigió al buzón para ver si no tenía correspondencia.
Recibió unas facturas, una carta de una amiga suya y la última era una carta de Digory Kirke.
Polly sonrió y se dirigió a su pequeña sala, tomo la carta de su amigo de infancia, se puso unos lentes de lectura y comenzó a leer.
Querida Polly
Ha ocurrido algo extraordinario en mi casa, supongo que pensaras que mi casa, donde pasamos todos los veranos, es tan vieja que es imposible que sea más extraordinaria de lo que ya es. Con semejantes habitaciones llenas de armaduras, libros, pinturas, etc. Pero te aseguro querida Polly que lo más extraordinario ocurrió justamente en la habitación mas pequeña de la casa y que solo contiene un armario.
Lo que ocurrió fue lo siguiente: una mañana llegaron a mi estudio Peter y Susan Pevensie (los chicos que se están quedando en mi casa debido a los bombardeos) vinieron a pedirme consejo pues Lucy, su hermana menor, aseguraba que había encontrado un mundo mágico dentro del ropero. No le creyeron, después Lucy llego a decirles que había vuelto entrar en ese mundo mágico y que esta vez Edmund le había acompañado. El chico aseguro que solo estaban jugando y acuso a Lucy de mentirosa. Ante la situación los mayores vinieron a pedirme consejo y yo aconseje que debían creer en su hermana, ya que nunca decía mentiras y no estaba loca.
Cuando se fueron intente no pensar mas en el asunto, pero lo encontré difícil. Polly, la pequeña Lucy tiene la edad cuando nosotros fuimos a Narnia y nosotros sabemos muy bien que existen otros mundos. Solo hasta ese momento volví a recordar que el ropero está hecho con la madera del manzano que pertenece a Narnia. ¿Sería posible que ese insignificante ropero, único recuerdo de nuestras aventuras de infancia, es una puerta a Narnia? O ¿Una puerta hacia otro mundo?
La verdad la descubrí el día de hoy, la Sra. Macready acababa de despedir a unas visitas, cuando llegaron corriendo a mi estudio los Pevensie, sus miradas tenían un brillo extraño y parecía que acababan de salir de un sueño. Empezaron a relatarme que todos habían entrado al ropero en un intento de que los visitantes no los vieran (en otras palabras, de la Sra. Macready no los regañara) y llegaron a Narnia, que estaba siendo gobernada por La Bruja Blanca, Jadis, (te puedo asegurar que se me hizo un nudo en el estómago al oír ese nombre) y la había condenado a un invierno eterno. Ellos eran los cuatro niños de una profecía que junto con Aslan derrotarían a la bruja.
Te contare mejor la historia en otra carta, los niños estaban tan excitados que les era difícil poner en orden todas sus ideas. Solo puedo decir que después de derrotar a la bruja ellos se convirtieron en Reyes y Reinas de Narnia y la gobernaron por más de dieciséis años. ¡Dieciséis años Polly!, casi toda una vida y ahora regresaban a Inglaterra de nuevo como niños. Los pobres se sentían culpables por dejar su reino desprotegido y sin poder decir adiós.
Creo que cualquier adulto les habría dicho que solo había sido un sueño o que tenían una gran imaginación. Que no debían preocuparse por nada. Pero yo no lo hice. Al terminar de oír su relato me levanté de la silla y les hice una reverencia y dije: "Sus Majestades no deberían estar melancólicos, pues los tiempos pertenecen a Aslan y Él sabe cuándo volverán". Me miraron atónitos y Peter fue el primero en decir: "Profesor…acaso usted? …" Antes de que terminara de hablar conteste: "Si, he estado antes en Narnia, cuando Aslan la creo" Y empecé a narrarles nuestra historia.
Nos pasamos horas hablando de viejos tiempos, nos perdimos la cena, sino hubiera sido por la Sra Macready, que llego muy preocupada porque ninguno apareció en el comedor, habríamos seguido toda la noche.
Ahora los cuatro reyes duermen en sus habitaciones y yo, querida Polly, me vuelvo a sentir como un niño. He abierto la ventana de mi estudio y hasta mi llega el aire cálido de la noche, pero yo solo puedo pensar en el aire tan vigorizante de Narnia y en el canto de Aslan.
Antes estaba un poco abrumado porque no sabía qué hacer con estos cuatro chicos que solo discutían. Pero ahora comprendo que todo fue obra de Aslan, todo siempre es gracias a Él.
Con amor
Digory
PD: Gracias por recomendarme hacer un armario al manzano caído. Creo que jamás te lo había agradecido, pero ahora, gracias, gracias Polly. Eres la mejor amiga que este pobre profesor ha podido tener.
Polly levanto la mirada de la carta, se quitó los lentes y cerró los ojos por unos momentos. Afuera se escuchaba el tráfico de las calles, los pasos y las conversaciones de las personas, pero ella no las escuchaba, ella solo puede oír el canto de un León y como se iban creando los árboles y los animales, pensó en el farol, en su amigo Fresón, en el rey Frank y la reina Helen, en los anillos y en un manzano que estuvo plantado en el patio trasero de su vecino, hasta que una terrible tormenta lo derribo. Vio a su amigo como derraba lágrimas de pesar por ese manzano y como ella intentando de que se sintiera mejor le recomendó que lo convirtiera en un armario.
Quien iba a pensar que Aslan se valdría de el para que unos niños pudieran salvar a su querida Narnia.
"¡Oh Aslan!" pensó Polly con lágrimas de alegría en su rostro "todo es obra tuya siempre, gracias"
Hola a todos. Soy nueva escribiendo sobre las Crónicas de Narnia, pero siempre las he amado desde niña. Algunos de los capítulos serán como este, en forma de cartas y otros en no lo serán.
Saludos y gracias por leer
