Capitulo 1
Lo odiaba. Realmente lo odiaba hasta decir basta. Al principio era solo un juego pero a medida que vas creciendo y eres consciente de las cosas que te pierdes se vuelve un asco, y verdadero asco. Pero en teoría ya se terminaba, esta seria la ultima vez, y aunque no lo fuera no volvería ha contar conmigo. Llevaba años haciéndose los sordos para no escuchar que aquella situación no me gustaba. A mis 18 años estaba cansada de no haber pasado más de un año de mi vida en un mismo lugar. He conocido más sitios que mucha gente de más de 40 años: Nueva York, Oregon, Texas, Arizona, UTA, California, Washington hasta en México, y así un largo etcétera. Puedo decir que lo único bueno que saque de todo aquello fue el poder aprender lo diferente que puede ser un mismo país y aprender otro idioma, el español, algo necesario si querías sobrevivir en lugares como México.
Y ahora estamos camino de Florida, la que en teoría seria nuestra ultima parada en la vida. Llevábamos casi 5 horas de camino y cada segundo el estar sentada en un coche de cinco plazas con cinco personas se volvía más claustrofóbico. Iba sentada entre mi hermano Emmet, de 24 años, el cual ocupaba como si fuesen dos personas en vez de una, y de mi otro hermano Seth, el cual con solo dos años de edad estaba apoyando su cabeza en mi brazo durmiendo desde hace dos horas. Y en la parte de delante iban lo que son dos de mis pesadillas. Los adoro, es decir, son mi madre y mi padrastro pero detesto estas mudanzas. Mi madre Rene, una de esas personas peculiares con las que te cruzas por la vida, estuvo viuda por más de 10 años, cuando mi padre, Charlie murió de un infarto al corazón. Mi madre suplió ese vació durante mas de diez años conociendo mundo, y consigo arrastrándonos a nosotros. Fue cuando yo tenía unos 13 cuando conoció a Phil, el que es nuestro conductor en estos momentos y nuestro padrastro. Es entrenador de béisbol en ligas menores, por lo cual su trabajo le hace viajar tanto como mi madre quería, fue amor a primera vista y se complementaban de una manera perfecta. Apenas recuerdo a mi padre asique Phil ha sido eso que me quitaron a los 2 años.
Supongo que mi vida es normal si exceptuamos esta situación, somos una familia corriente, que se quiere pero que no puede evitar ciertas situaciones tensas de vez en cuando. Nos queríamos, eso estaba claro, pero no solíamos profesar ese amor en voz alta, la única que lo hacia era mi madre, cosa que nos solía avergonzar a todos, incluido al pequeño Seth, que a su corta edad era un crió demasiado despierto.
En cuanto a mis relaciones sociales no puedo decir lo mismo, son de todo menos normales. Creo que es algo lógico, no pasar mas de un año de tu vida en un mismo lugar hace que el contacto se pierda, o simplemente no te de ni tiempo a crearlo. Resumiendo, no tenia ni una sola amiga, pero si un amigo, mi hermano Emmet. Puede tener 6 años mas que yo, ser un poco infantil para su edad y un golfo sin remedio, ya que al contrario que yo creaba relaciones de una forma rapidísima y con la misma rapidez las destruía, lo que viene siendo un polvo, eso es lo que le duraban las "amigas", pero nadie mejor que el entendía mi situación, asique era mi apoyo constante, menos cuando sacaba a pasear ese raro sentido del humor que arruina hasta las situaciones mas idílicas. Si no hablo de mi vida amorosa es porque es tal nula como la social, no me gustan esas parejas que solo les falta saber el nombre del otro para meterle la lengua hasta la campanilla. Si, tenía demasiado idealizado el amor, lo sabia, pero así era yo.
Me gustaba reflexionar normalmente sobre mi vida, aunque rara vez tuviese un cambio que no fuese algo relacionado con "cambio de ciudad". Supongo que este traía incluido "entrada a la universidad", porque si, a mis 18 años acababa de ser admitida en la universidad de Florida para la carrera de Enfermería. Y esa era una de las razones por las que no pensaba moverme de Florida por los próximos 4 años. No quería vivir mi vida universitaria como lo tuvo que hacer Emmet, el estudio magisterio de Educación Infantil en 4 universidades diferentes, un dolor de cabeza APRA cualquier persona e este mundo, y lo peor de todo, no vivió la experiencia como se merece ser vivida.
Y ahora estamos aquí, viendo por la ventanilla del coche la magnifica playa que se extendía por kilómetros. Amaba el sol y el calor, aunque mi piel dijese lo contrario. No se en que me quede pensando durante os últimos 5 minutos pero cuando quise volver a la realidad el coche ya estaba parado frente a un bloque de edificios.
-Venga hermanita, empieza una nueva etapa-.
Y con eso me baje del coche estirando mis mas que agarrotados músculos, respire ese aire que combinaba la humedad con la brisa del mar y me hice un nuevo propósito, disfrutar de la vida. Tenía 18 años y no me apetecía seguir siendo ignorada por el mundo, quiero decir, soy una chica demasiado tímida que de un día para otro no puede ponerse en el edificio mas alto de toda la ciudad y gritar cualquier locura, simplemente quería estudiar como el resto del alumnado, sin pensamiento de "mañana tengo que ir a secretaria ha hacer traspaso de papeles… por undécima vez en mi vida", quería enamorarme, quería encontrar a ese chico que con solo una mirada lograse hacerme feliz son importar absolutamente nada; quería saber lo que era confiar en alguien mas que no fuera mi propio hermano; quería saber que problemas afectan a la gente de mi edad; quería saber como era el mundo fuera de mi familia. Cogí mi poco equipaje con las dos manos y me dispuse a subir a lo que a partir de hoy sería denominado "hogar". Nada mas Phil abrió las puertas del apartamento supe que esta vez si sería diferente, no se si porque mi corazón lo deseaba mas que nada o porque es cierto eso de que las mujeres tenemos un sexto sentido.
-Familia, bienvenidos a nuestro nuevo hogar- nos dio mi madre la bienvenida.
"Bella, bienvenida a tu nueva vida"
