Los personajes mencionados son propiedad de Hiro Mashima, solamente la historia me pertenece.

Leve Ooc.

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One-shot.

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Nobody like You.


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Aquel día; ella lo veía desde lo lejos. Él caminaba de la mano de su actual novia y futura prometida. Él reía y jugaba con alguien que nunca sería ella.

Y era lo mejor. Para ellos, o principalmente para ella.

Para ella y su terco corazón que se había empeñado en amar a alguien a quien no podía. Se había enamorado de alguien que estaba prohibido ante los ojos de Dios y de la sociedad. Se había enamorado de su hermano.

Es que para ella, no existía nadie como él, alguien capaz de hacerla sonreír en sus peores momentos, alguien que siempre estuvo con ella en los momentos difíciles, que le dio una mano en medio de la soledad que a veces la embargaba y la hacía querer huir lejos de todos.

Jellal había sido su luz.

Y ella lo quería, realmente lo quería.

Sin embargo no era posible y lo sabía muy bien. Ella estaba viva porque su corazón seguía latiendo, pero emocionalmente estaba muerta; cada vez que lo veía de la mano de su actual novia, una daga se enterraba en su corazón haciéndola querer maldecir a cada uno de los que se encontraban con ella.

Él era el culpable por ser simplemente él, por ser aquella figura de lo que ella buscaba en un hombre. Jellal siempre había estado para ella desde su niñez, su padre había muerto cuando él tenía 17 años y ella tenía 14. Su madre era una mujer que se había entregado a los vicios y que simplemente de un día para el otro se había marchado para no regresar más.

Desde aquel momento siempre habían sido ellos dos, el uno para el otro, lo único que tenían y lo que más atesoraban ambos; para cuando se dio cuenta que aquel amor que profesaba hacía su hermano había pasado el limite, quiso ignorarlo diciéndose que era mentira, que ella no lo quería de aquella forma, que después de un tiempo lo olvidaría y volvería todo a la normalidad, pero se mentía cada vez más, aquel sentimiento en vez de morir como ella tanto lo deseaba, crecía cada vez más y más.

Era un círculo vicioso del cual ella nunca podría salir.

–¿Erza? –Él la llamó. La pelirroja alzó la mirada encontrándose con la conocida mirada de su hermano mayor. –Vamos a casa. –Le sonrió. –Kagura no nos acompañará hoy; tiene cosas que hacer con su hermano.

–Que mal. –Mintió mientras se levantaba del lugar en el cual estaba sentada. En realidad el hecho de que Kagura no les acompañara por esta vez, le alegraba. No le caía mal la pelinegra, es más… Kagura era una mujer fuerte y sociable, alguien con quien Jellal seguramente sería muy feliz. Y era aquello lo que le molestaba, aquello que le provocaba envidia, pues ella si sería capaz de darle a Jellal la felicidad que ella deseaba otorgarle. Todo el camino de regreso a casa habían pasado riéndose acerca de una comida que Erza había preparado hace unas semanas; del cómo había quemado todo y como él en su papel de todo súper héroe para ella; había limpiado todo y hecho una cena decente para no irse a dormir con el estómago vacío.

Habían llegado a casa pasada las 7 de la noche, la caminata por toda la playa había sido algo lenta; pues siempre tardaban mínimo 20 minutos en llegar a su casa, sin embargo aquel día habían decidido mirar todo como si nunca anteriormente lo hubieran hecho, sentirse uno con el viento y querer dejarse llevar por la fría brisa.

No habían puesto gran empeño a la hora de realizar la cena, unas tostadas con tocino y huevo era perfecto; nuevamente estaba esa sensación a la que ella tantas veces había dicho adiós.

Ella sabía que estaba mal aquello, pero no podía evitar sentir aquel amor que la obligaba a crear excusas cuando le dolía.

Y claro que le dolía.

–Kagura dice que su hermano no deja de preguntar por ti. –Bromeó Jellal mientras levantaba los platos de la mesa, ella lo ignoró. – ¿Me escuchaste? –Preguntó parándose a su lado mientras depositaba los platos en el fregadero y se disponía a lavarlos.

–Simón es muy agradable. –Sonrió forzadamente. Ya sabía por dónde venía aquella conversación.

–Kagura estaría muy feliz de que ustedes se conocieran un poco más. Yo también. –Alegó. –Me gustaría que se llevaran mejor. –Le motivó, ella asintió distraídamente mientras secaba los platos que él iba pasándole. –Además… –Ella lo miró esperando que Jellal continuara. –Le pediré matrimonio a Kagura. –Dejó caer el plato que anteriormente estaba secando; Jellal le preguntó que le pasaba pero ella seguía perdida luego de escuchar aquello que él había dicho.

Se casaría. Le pediría matrimonio a Kagura.

Una lágrima brotó inconscientemente de sus orbes marrones, él la miró preocupado; cuando quiso acercarse a ella, la pelirroja huyó de su toque y salió corriendo de la habitación; por más que él la llamó, ella no le respondió. Corrió lo más lejos que pudo mientras las lágrimas nublaban su vista; aquello que siempre había visto de alguna manera lejano se hacía realidad y aunque le doliera, ella debía aceptarlo.

Se dejó caer en la arena; y entonces lloró todo lo que tenía retenido, lloró por no poder siquiera aparentar una felicidad efímera ante su hermano. Cuando Jellal la consiguió ella ya no lloraba; simplemente veía las olas romperse ante ella, la fría brisa ella su compañera. Ella habló sin que él se lo esperara.

–Lo negué tantas veces. ¿Sabes? –Sonrió tristemente. –Pensé que ignorando aquello que me ''atacaba''; podría olvidar la forma en la cual me sentía por ti. Sin embargo no pasó, por más que me dije que no te quería, que era algo imposible; aquello siempre crecía dentro de mí.

–Yo, Erza…–Él intentó hablar pero ella le hizo una seña para que callara.

–No fui fuerte y eso es algo que nunca encontraste en mí. –Susurró. – Porque siempre me mirabas cuando estaba rota y eras el bálsamo perfecto para mi dolor. –Sonrió mientras jugaba con la arena. –Y está mal, sé que está mal, pero me gusto solamente cuando estoy contigo. Aunque intente negarlo varias veces... ¡Te amo! – Exclamó. –te amo de una forma diferente a la cual dos hermanos pueden amarse; por eso... A pesar de que muchas veces lo intenté y no lo conseguí, hoy realmente quiero irme y dejar todo atrás; estoy sola. –Mencionó levantándose y dándose la vuelta para encararlo. –Pero hoy digo adiós realmente.

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Y él quiso hablarle, él quiso querer buscar una solución. Pero ella lo ignoró y se fue. Se fue pues aquello no tenía remedio alguno.

Estaba sola en un mundo en el cual, nunca encontraría a alguien como él.

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Nota/Autora: Esto será una serie de one-shot / Drabbles / Viñetas que no tendrán relación alguna. ¿Motivo? No lo sé, simplemente me dio ganas de querer escribir y que mejor que Fairy Tail que es en donde menos soy activa (?) xDD Lo único que tendrán de relación; es que el género será angst.

Prompt del día: 6. I thought ignoring the way I feel would make me all out of love./ Pensé que ignorar la forma en la que me sentía haría que dejara de amarte. Los prompt son cortesía del foro Canon Island.

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¿Reviews?

Un review alegra al autor.

Gracias por leer.

Saludos... RosseV.