A/N: Esto va en honor a la SwanQueen y Supercorp, por haber logrado llegar a la final en las votaciones en zimbio. También, la idea transcurrió en un grupo, donde una persona publicó algunas fotos (súper hermosas, btw) y las ideas llegaron a mi mente y me ofrecí a escribirlo. Espero que les guste. Enjoy!

Nota: Los personajes de OUAT y Supergirl no me pertenecen, le pertenecen a sus respectivos productores.

Un Hermoso Reencuentro

Era un hermoso día en Ciudad Nacional. Una pequeña rubia de 10 años, iba saliendo de su escuela con una gran sonrisa, corriendo a los brazos de su madre adoptiva, Emma Swan. Mientras ésta la espera con los brazos abiertos para recibirla.

-¡Hola Emma! –saluda Kara con una gran sonrisa y eso hace que Emma eleve una ceja, eso hace reír a la pequeña aún más. –Perdón… mamá. –dijo Kara entre risas y Emma sonríe junto con ella.

-¿Qué tal estuvo la escuela hoy? –pregunta Emma. A Kara le brillan los ojos al recordar lo que ocurrió hoy que tanto le hace feliz y eso a Emma le da intriga mientras entran al escarabajo amarillo. Ambas se ponen los cinturones de seguridad y Kara comienza a contar todo.

-Hoy invité a la chica nueva al cine. Ya sabes, para hacer que se sienta parte de esta ciudad. –comenta Kara.

-¿Al cine? Espera, ¿La invitaste para ir al cine con nosotras esta noche? –pregunta Emma mientras enciende el motor y comienza a guiar, saliendo de la escuela. Kara escucha el tono en el que su madre adoptiva habla y eso la pone nerviosa, comienza a jugar con sus dedos mientras Emma conduce y asiente.

-¿Te molestó que lo hiciera? –pregunta y Emma la mira por un segundo antes de tomar su mano.

-Claro que no, ahora solo debemos esperar que su madre le otorgue permiso. ¿Tienes su número? –Pregunta. Kara esconde su rostro con sus manos y eso es suficiente para saber la respuesta. Se le olvidó pedir su número. –No te preocupes, Kara. Ahora veremos si esta noche aparecen o no. Ahora, ¿Tienes hambre? Porque yo sí. –Dijo Emma y Kara ríe.

-Quiero donas. –Comenta Kara y Emma asiente, mientras su dirección cambia hacia la cafetería de su amiga Ruby.

Dentro de la cafetería, recién llega Regina Mills junto a su pequeña hija adoptiva, Lena Luthor y su hijo mayor, Henry Mills. Regina, después de terminar su carrera en Nueva York, había decidido volver a Storybrooke con su familia y luego de unos años, con la ayuda de Cora, quién aún era Alcaldesa, adoptó a su primer hijo a quién nombró Henry Mills en honor a su padre. Luego de unos años, comenzó a trabajar en una empresa de perfumes y demás productos y al tener un empleo estable, adoptó a una niña de 7 años, quien fue abandonada por su madre a los 6 años, la niña llevaba por nombre Lena Luthor. Le ofrecen una promoción a Regina y se muda a Ciudad Nacional para tomar ese puesto. Henry se encuentra en la preparatoria con 16 años y Lena en primaria con 10 años.

-Henry, Lena, voy al baño y regreso en un segundo. Si el mesero pide nuestra orden, le piden una ensalada y una botella con agua para mí y ustedes pidan lo que quieran, ¿Está bien? –Dijo la morena. Henry la mira con una ceja alzada y Lena asiente pero mira a su hermano adoptivo con curiosidad.

-Pediré una hamburguesa con papas fritas para ti. –recibe una palmada de su madre en su brazo. –Mamá, una vez al año no hace daño. –Lena ríe y mira a su hermano.

-¿Crees que eso es gracioso? –La pequeña ojiverde niega levemente con la cabeza y Henry sonríe.

-Deja que ría todo lo que quiera, Querido. Mientras, voy al baño. –Se aleja y va de camino al baño mientras Lena y Henry hablan animadamente sobre su día. De repente suena la campana de la puerta y entran dos rubias, una adulta y su pequeña. Lena voltea a verlas y sonríe al ver a Kara, ésta ve a Lena y corre hacia ella.

-¡Hola, Lena! ¿Es tu primera vez aquí? –pregunta Kara con una sonrisa y arregla sus espejuelos. Lena asiente y Henry mira detenidamente a su hermana y su… ¿Amiga? En silencio.

-Sí, es mi primera vez en esta cafetería. –dijo con algo de timidez.

-Deberías probar las donas. ¡Son buenísimos! –exclamó Kara. Luego escucha a su madre llamarla desde la puerta y Kara suspira. –Ya tengo que irme. –dijo en un tono triste y se despide. Henry, como si hubiera leído los pensamientos de la pequeña rubia, escribe los números de teléfonos en una servilleta. –Nos vemos en esta… oye, ¿Tienes un número de teléfono donde pueda llamarte?

-Aquí tienes. –dijo Henry con una sonrisa y Lena lo mira, agradeciéndole silenciosamente por el favor. Kara le regala una gran sonrisa y sale con la servilleta en mano. En ese momento el que ellas se van, el mesero se presenta, preguntando su orden. Lena y Henry deciden pedir lo que quieran y aparte de eso, las donas que Kara les había recomendado probar.

Minutos después, regresa Regina a la mesa y encuentra que Lena ocupó su lugar.

-Wow, no esperaba que tomaras mi lugar, Lena. –dijo Regina con una pequeña sonrisa y la ojiverde voltea a verla, baja su mirada al suelo.

-Perdón… -dijo y Regina se arrodilla y pone sus manos en sus mejillas para que la mire.

-No te preocupes, yo tomaré tu lugar y así puedas estar con Henry… ¿o quieres estar conmigo? –Lena sonríe y se levanta de su silla para sentarse donde estaba hace unos minutos pero esta vez, Regina se sienta a su lado.

El ambiente estuvo tranquilo, hablaron de como estuvo su día en la escuela y Lena le contó a Regina sobre cierta rubia que la invitó al cine. Regina mira detenidamente a su hija adoptiva y luego a Henry.

-Lena, yo tengo mucho trabajo… Quizás Henry debería acompañarte porque yo no conozco a estas personas. Todo esto es nuevo para nosotros. –dijo. Lena hace un pequeño puchero.

-Pero mamá… -dijo Lena y sabe perfectamente que con tan solo decirle a Regina ''mamá'' es su única debilidad. Regina la mira unos segundos más y luego suspira.

-Está bien. Tomaré la tarde libre solo para ver quién es esa tal Kara que te invitó al cine. –Comenta. Lena sonríe y mira a Henry. Llega el mesero con su comida y los tres comen. Todo fue tranquilo, Regina llama para avisar que tomará la tarde libre y luego de terminar de comer, van a su hogar.

Lo que Regina no sabe, es que esta noche volverá a ver al amor de su vida, una persona a quien ha amado por años, y seguirá amando por el resto de su vida aunque sea en silencio.

SQSC

Departamento Emma Swan.

Emma y Kara llegan a su hogar y Kara rápidamente le quita la bolsa de comida para llevarlo al comedor y sacar su comida. Emma deja sus cosas y corre tras ella para detenerla, la pequeña rubia es capaz de comer todo en un bocado y no ve si es su comida o la de su madre.

-Kara, ten calma. La comida no tiene patas como para huir de nosotras. –dijo y Kara hace un puchero, sentándose en su silla.

-Yo solo quiero comer. Tengo hambre. –comenta Kara cuando Emma le entrega su plato de comida y rápidamente comienza a comer. –También porque quiero que llegue la noche para ir al cine. –dijo con la boca llena.

-Kara… -la pequeña rubia la mira detenidamente y traga su comida.

-Perdón, mamá… -susurra antes de seguir comiendo, esta vez con calma. –Es que estoy muy emocionada. –comenta.

-Es la pequeña con quién hablaste en la cafetería, ¿verdad? Nunca la había visto en esta ciudad. –comenta Emma, antes de tomar un bocado de su comida y Kara asiente con mucho entusiasmo con una sonrisa. -¿Le pediste su número para confirmar?

Kara asiente.

-Muy bien. –Emma asiente y siguen comiendo con mucha tranquilidad. Emma había adoptado a Kara con la ayuda de Belle, la hermana gemela de su mejor amiga, Lacey. Tan iguales y a la vez, tan distintas. Belle es abogada y en su tiempo libre, trabaja en la Biblioteca pública de Ciudad Nacional mientras Lacey trabaja en un bar en las noches mientras que durante el día, se ocupa de la Biblioteca.

En la cafetería…

Mientras tanto en la cafetería… Regina, Henry y Lena terminan de comer. Lena va por el postre y Regina frunce el ceño al ver la pequeña caja que acaba de llegar en su dirección. Eleva una ceja y abre la caja, eran unas donas glaseadas de fresa para Lena y Regina y chocolate para Henry.

-¿Quién pidió esto? Esto no es nuestro. –Regina estaba a punto de levantarse para entregar la caja pero Lena la detiene.

-No, mamá… -cuando Regina la mira, Lena comienza a jugar con sus dedos, algo nerviosa. –Henry y yo lo pedimos. –baja su mirada hacia su plato vacío. Regina mira a sus hijos y eleva una ceja.

-¿Con permiso de quién? –pregunta, poniendo la caja en la mesa. –Esto es mucha azúcar para ustedes. –mira a Lena. –Especialmente para ti, corazón. –pone una mano en su espalda y Lena la mira a los ojos.

-Es una recomendación de mi… amiga. –dijo Lena y Henry sonríe leve.

-Sí, mamá. Fue recomendación de Kara, quien invitó a Lena al cine. Por favor, pedimos uno para ti también. –Hace los ojos de cachorro y Lena decide unirse también. Regina los mira con seriedad porque ellos saben que ese gesto es una de sus debilidades y suelta un suspiro.

-Está bien. Vamos a comer donas pero esta será la última vez que pedirán algo sin mi autorización. –sentenció. Ambos asienten y comienzan a comer, son las donas más deliciosas que han probado en toda sus vidas. Gracias a la amiga de Lena por tan excelente recomendación sobre este lugar.

La familia termina de comer y Regina se dirige a la cuenta para pagar por la comida y las donas pero Ruby, la jefa, la detiene justo cuando va a pagar por las donas.

-Eso va por la casa. –comenta Ruby con una sonrisa. Esas palabras hacen que la morena la mire con sorpresa y la cajera y dueña del lugar, solo encoge los hombros y le regala una sonrisa. –Conozco a la madre de la pequeña que les dio esta sugerencia y pagó por el postre. –le guiña y eso sorprende más a la morena. Sonríe y hace un movimiento con la cabeza, dándole las gracias antes de acercarse a sus hijos, tomar la mano de Lena y salir del lugar.

Eso fue extraño.

-¿Mamá? –Sus pensamientos se esfuman al escuchar la voz de Henry.

-Perdón, Henry… ¿decías? –pregunta la morena mientras caminaban hacia el auto, quita el seguro y los tres suben al auto para abrochar sus cinturones.

-Que ya tengo novia… -dijo Henry con seriedad, aunque riéndose internamente y Regina desorbita los ojos, mirándolo con sorpresa y algo de… ¿Celos? ¿Enojo?

-¿¡Tan pronto!? –dijo Regina. Lo golpea suavemente el brazo y Lena tapa su boca con sus manos para que no la escuchen reírse de la escena que se está presentando frente a ella. Regina voltea a ver a Lena y ésta desvía la mirada hacia la ventana, luchando con todas sus fuerzas para no reírse. –Sé que te estabas riendo, Lena. –No pudo aguantarlo más, Lena ríe.

-Mamá, era una broma… no tengo novia pero hay chicas bonitas. –comenta Henry y su madre lo mira con seriedad.

-Tú no tendrás novia hasta los 30. –voltea a ver a Lena. –y tú, hasta los 35. –Eso les hace reír más mientras Regina comienza a conducir el Mercedes Benz de camino al edificio. El trayecto de la cafetería hasta el edificio donde ellos residen, fue uno alegre y lleno de risas. Regina no pudo evitar reír ante cualquier ocurrencia de Henry con Lena. Eso le hace pensar que ella ha tomado una buena decisión en adoptar a Lena Luthor, ahora Mills. Su madre la apoyó incondicionalmente cuando tomó la decisión de adoptar a Lena, ya que, ciertamente conoció a los Luthor años atrás y su historia con esa familia, no fue para nada bonito.

-¿Qué película van a ver? –pregunta Regina a Lena mientras prepara algo sencillo para cenar, ya que sus planes en esta noche, es ir al cine a ver cualquier película que ha escogido la tal Kara.

-Vamos a ver la nueva de Star Wars. –comenta y Henry grita de alegría desde la sala. Lena sonríe y Regina rola los ojos con una sonrisa en su rostro mientras pone a preparar una pequeña pasta.

-Bueno, al menos es una buena película. –encoge los hombros. –Lena, lo mejor será que te tomes un baño y te vistas. También dile a Henry si no quiere perderse la película. –comenta con un guiño. Lena sonríe y corre para decirle que hacer.

-Deberías bañarte. Mamá dijo que apestas y no quiere llevar a un hijo apestoso al cine. –dijo Lena, Henry saca su lengua y se pone de pie. Regina la llama desde la cocina, justificando su respuesta.

-Yo no dije eso, Henry. –dijo la morena desde la cocina.

-Lo sé, mamá. –Cruza los brazos y luego juega con el cabello de su hermana. –Sé que tú no dirías eso. –Dijo entre risas antes de irse a buscar su ropa antes de bañarse. Ambos se bañan en diferentes baños y se visten, se reúnen a la mesa para cenar algo sencillo y luego de pequeñas charlas entre los tres, Regina termina su comida y sale a su cuarto para bañarse y prepararse.

SQSC

Esta noche en el cine…

Emma y Kara son las primeras en llegar al lugar. Ellas se prepararon rápidamente para llegar hasta aquí, pensando que la amiga de Kara ya había llegado recién y resulta que era una falsa alarma, no ha llegado. Emma le entrega su celular a su hija para que la llame y se aleja un poco para darle privacidad pero como toda madre, se queda supervisando de que ningún sinvergüenza se acerque a hacerle algún daño.

Minutos luego, llega Kara y le entrega el celular.

-¿Y? ¿Qué dijo tu amiga? –Pregunta Emma, guardando su celular en el bolsillo y asegurándose de que sus taquillas todavía estén en el mismo lugar.

-Dijo que vienen de camino. Al parecer su mamá no le gusta salir sin maquillarse. –dijo Kara con una risita.

-Mujeres… -murmura Emma con una risita.

-Mamá. –cruza los brazos y Emma la mira. –Tú también eres mujer. –dijo aguantando la risa.

-Sí, pero no me maquillo mucho. –hace un gesto, señalando su rostro y Kara sonríe, ajustando sus lentes. –Además, las mujeres son bonitas, no sé por qué necesitan tanto maquillaje. –se acomoda un poco y su hija la mira.

-Para verse más bonitas. –dijo sin más.

-Sí, pero hay muchas que se maquillan demasiado y parecen payasitas de circo. –Ese comentario hizo a su pequeña rubia reír.

-Quiero ver una así… -dijo Kara.

-Quizás la veas hoy. –le guiña su madre y eso hace que Kara se ría más. Una de las cosas que a Kara le gusta mucho de su madre adoptiva, son sus ocurrencias, siempre tiene algo que decir para todo y en el momento preciso. Ojalá nunca tenga que volver al Sistema, ciertamente quiere mucho a Emma.

¡Kara! Escuchan ambas rubias a lo lejos y cuando Kara voltea a ver, lo único que ve es cuando la ojiverde la abraza fuertemente. Eso le toma por sorpresa a la rubia y un poco sonrojada, la abraza de vuelta. Detrás de Lena, viene un joven de unos 16 años, cabello castaño y ojos color café. Emma lo ha visto antes, lo ha visto en la Cafetería. Ella se acerca al joven y extiende su mano.

-Tú debes ser el hermano de Lena. Soy Emma. Emma Swan. –Se presenta la rubia, con su mano extendida y Henry la toma y sonríe.

-Soy Henry. Un placer, Emma. –Sonríe el joven y mira a su hermana aun abrazando a Kara. –Oye, ya sepárense, van a morir asfixiadas ustedes dos. –dijo y Emma ríe ante el comentario.

¡Henry! ¡Lena! Escuchan y Emma siente escalofríos. Esa voz la reconoce en cualquier lado. Pensó que jamás iba a volver a escuchar esa voz. Tan melódica y tan hermosa. Una voz que extrañaba escuchar pero desde que se graduaron de Storybrooke High, no había vuelto a oír.

Regina caminaba a toda velocidad, gracias a Lena que tan pronto vio a Kara, salió corriendo y Henry detrás de ella para asegurarse de que no le pase nada. –Les había dicho que me esperen y no hacen… -Llega hacia ellos y se detiene en seco al ver a la rubia, siente como su mundo se detiene y lo único que puede escuchar, son los latidos de su corazón. Traga en seco y sus manos sudan. No puede ser… Emma Swan, la mujer de su vida. No ha cambiado en nada, sigue igual de hermosa. Pensó la morena.

-¿Emma? –Pregunta Regina en un susurro.

-¿Regina? –La rubia hace lo mismo.

Continuará…

A/N: No, la historia no terminará aquí. Lo pensé mejor y decidí añadir una segunda parte y quizás una tercera. Pronto leerán la segunda parte y verán como todo va a fluir. Si hay algún error, es mío y lo siento. De verdad espero que les guste y déjenme saber que opinan, me gustaría saber. ¡Hasta la próxima!