El Secreto de la Princesa

Capítulo I

10 años

Disclaimer: Los personajes de Sailor Moon utilizandos en esta historia son propiedad de Naoko Takeuchi.

Historia que ha salido de mis pensamientos y sueños. Ahora la comparto con todas ustedes.

Espero les guste, y dejen sus comentarios.

Atte: Zibo Kou


Inglaterra siglo XV, situado sobre una colina empinada con excelente vista a los paisajes más hermosos se encuentra un hermoso reino. El castillo de estilo medieval se componen de varias torres puntiagudas de gran tamaño interconectadas entre si.

Hermosos jardines llenos de flores hacen del palacio real un lugar mágico y maravilloso. La decoración interior del castillo es particularmente interesante, donde se puede apreciar hermosos tapices y muebles finos que resaltan cada habitación. Además, de los grandes pinturas de famosos artistas de la época.

El reino "Star Light" dirigido por el rey Artemis III, el cual era considerado uno de los mejores reyes que habían gobernado. Por lo general, el rey visitaba muy frecuentemente su pueblo para poder estar en contacto con la gente y enterarse de cómo se desarrollaban en sus actividades diarias. Además, de revisar si los mandatos que ordenaba se cumplieran como el había propuesto. Los habitantes lo respetaban y quería a su noble rey.

El pueblo era muy pintoresco, pequeñas casas decoradas con flores silvestres las hacían bastante acogedoras. En las calles, siempre había vendedores que ofrecían sus productos, e invitaban en ocasiones a disfrutar de estos si algún costo. A pesar de ser una población bastante grande todos los habitantes se conocían y vivían tranquilamente bajo el mandando de Artemis III.

Todos los días los mensajeros del rey colocaban los anuncios más importantes en la pequeña plaza del pueblo. Esta vez la noticia era realmente importante. Una joven de larga cabellera rubia sujeta en una coleta se abrió paso entre el tumulto de gente para poder ver de que se trataba la noticia que tenía a todos muy contentos. Al poder pasar por la muralla de gente a su alrededor, sus ojos brillaron al descubrir que por fin la espera había terminado.

Ella corrió hacia el lugar donde se encontraba una de las personas más importantes de su vida y a la cual tenía que proteger.

-¡Serena!…gritó lo joven que se detuvo en la puerta de una elegante tienda agitada por no parar de correr.

-¡Mina!, ¿pero qué pasa?, ¿ha sucedido algo?...preguntó la bella joven.

- Él, él regresa...con voz cortada por la falta de respiración dijo la chica

- ¿Quién regresa, de qué hablas?, primero tranquilízate para que puedas hablar...dijo Serena acercándose a su amiga.

- Sei..Seiya regresa, lo acaban de anunciar en la plazuela del pueblo. Llega en tres días.

Serena, era una hermosa doncella que vivía en el reino "Star Light desde que era muy pequeña junto con su amiga Mina. Con profundos ojos color azul y larga cabellera rubia. Su esbelta figura y la elegancia que emanaban la hacían la doncella más bella de todo el reino. Ella y Mina tenían en el pueblo una tienda llamada "Moon Light", donde se encontraban las más finas telas del reino. Además, ellas producían los mejores vestidos de gala para la realeza así como vestidos que utilizaban las doncellas.

La noticia de Mina había dejado a Serena totalmente sorprendida. Se quedó en silencio y camino hacia uno de los grandes ventanales que tenía la tienda donde se podía apreciar el maravilloso palacio real.

-¡Serena!, ¿no dices nada?, ¿Qué te pasa?...dijo Mina al ver a su amiga derramar sutiles lágrimas.

-Y, ¿y sino se acuerda de mi?, y ¿si él ya me ha olvidado?...se preguntaba Serena en voz alta.

Mina acercó a Serena y colocó sus manos en sus hombros en señal de apoyo.

-Claro que te recuerda. Seiya está muy enamorado de ti, de eso estoy segura. Ambos se declararon su amor Serena, deberías estar feliz. En unos cuantos días estará aquí.

Serena miró a Mina

-Han pasado 10 años desde que se fue, y solo éramos unos niños. Pero mi amor por él nunca ha cambiado. Le prometí que estaría esperando hasta que él regresara. Pero, ¿si él se olvidó de mi?.

-Serena, no tienes por qué preocuparte. Seiya será el mismo de siempre tal vez más guapo, pero él de verdad te ama. Solo espera y sigue con esa paciencia que nunca has dejado, que ya no falta mucho. Y quítate esas ideas de la cabeza.

La hermosa rubia miró a su amiga tratando de controlar las lágrimas.

-Gracias Mina, creo que tienes razón. Seiya me ama y yo a él, es solo cuestión de días para estar de nuevo juntos como hace 10 largos años.

Tres días que pasaron lentamente para Serena. Ella siguió con el trabajo en "Moon Light" junto con Mina. Tal vez ese presentimiento que tenía eran solo nervios por volverlo a ver. De seguro, ya era todo un hombre y no aquel chico de 14 años que le había robado el corazón. Seiya su eterno amor.

La gente del pueblo había decorado la entrada principal, para recibir a los guerreros incluyendo a Seiya. Serena estaba nerviosa, en unas cuantas horas lo vería llegar y pasar junto a ella.

- No puedo Mina, tengo esta angustia que no me permite estar tranquila y recibir a Seiya...dijo Serena saliendo de la tienda dejando a Mina muy sorprendida.

-¡Serenaaa, espera!...gritó Mina al ver a su amiga correr hacia el bosque.

- Serena que es lo que te sucede...musitó para sí.

Las trompetas del palacio se escucharon a lo lejos anunciado la llegada de aquellos chicos que por 10 años habían dejado el reino para irse a preparar como guerreros y servir al rey Artemis III.

Mina cerró la tienda y se dirigió hacia la gran cantidad de gente que ovacionaba a todos los guerreros.

-No cabe duda, es él...suspiró Mina al localizar a Seiya entre la gran cantidad de guerreros que marchaban hacia el palacio. -Pero que guapo está, se ha vuelto todo un hombre. Sin duda es digno de portar esa armadura.

Mina mantenía su mirada clavada en el joven, hasta que de pronto desvió su atención a dos chicos que se encontraban junto a él.

Repentinamente, Seiya rompió la formación dejando a todos muy sorprendidos, dirigiéndose con rumbo desconocido y perdiéndose en la distancia.

-Seiya, ella te necesita más que nunca...dijo Mina, al ver marcharse al guapo guerrero.

OoOoOoOoOoO

Después de salir corriendo de la tienda, Serena llegó a un lugar realmente mágico. Un hermoso prado lleno de flores blancas y amarillas que se encontraban a la orilla de arroyo con agua realmente cristalina. Un frondoso árbol era el refugio de hermosas aves silvestres que no paraban de emitir sus hermosos cantos.

Los profundos ojos azules de Serena permanecían cerrados imaginándose como sería Seiya. Escuchaba la gente gritar y las trompetas no paraban de tocar. Definitivamente, él había regresado. Se quedó parada frente al arroyo observando los pececillos jugar con las burbuja que se hacían en la superficie.

El ruido de las pisadas de un hermoso caballo color negro la sacaron del silencio en el que se encontraba. Ella giró en dirección de aquel sonido, y poco a poco vio un guapo hombre bajar del caballo vestido de una elegante traje cubierto por una fina y sorprendente armadura.

Sin duda alguna era él. Ella no podía emitir ninguna palabra, sus ojos se encontraban totalmente abiertos por tal sorpresa ya que no esperaba verlo en ese lugar al menos el día de su llegada.

Serena comenzó a llorar, no lo podía creer, él estaba ahí a unos cuantos pasos de ella. Seiya no emitía ninguna palabra, solo se quedo observando a la hermosa rubia.

Con lágrimas en los ojos ella corrió hacia él, necesitaba abrazarlo y sentir ese calor que por mucho tiempo había extrañado.

-¡Seiya!, ¡haz vuelto!

Él se mantenía sin expresión alguna

-No te atrevas a tocarme...exclamó Seiya con una postura bastante fría antes de que Serena pudiera acariciar su rostro.

-Para ti y para todos soy el príncipe Seiya Kou y tu futuro Rey.

Serena se quedó inmóvil, ¿había escuchado bien?. Su lindo y dulce Seiya era ahora un hombre frío y orgulloso. Esto no podría estar pasando.

Seiya Kou, era el único hijo de el rey Artemis Kou III. Había enviado a Seiya a un entrenamiento especial para prepararse como guerrero y ser el futuro gobernante del reino Star Light. A sus 24 años, lucía como todo un hombre y con el porte de un verdadero príncipe, su cabello color negro sujeto en una coleta y sus profundos ojos color zafiro enloquecían a cualquier doncella.

-No entiendo que es lo que pasa, ¿Por qué me hablas así?, si no estuve en tu llegada es porque estaba nerviosa. Pero eso no te da derecho de tratarme así...dijo Serena con la voz temblorosa por la reacción de Seiya.

- Eso no tiene importancia, no esperaba más de ti. He venido a buscarte para darte esto.

Seiya arrojó una cadena de plata con un hermoso dije que unían a la Luna con una estrella. Mientras miraba a Serena con desprecio.

Serena dirigió su mirada al pasto donde había caído la cadena, la recogió y la cubrió con su mano. Sus lágrimas comenzaban hacer más intensas, no podía ni pronunciar una palabra ante la mirada desafiante de Seiya.

-Eres una mentirosa, pensaste que no me daría cuenta. Cómo pude creer en tú promesa. Cómo pude creer en ti, eres una mujer hipócrita. Esas lágrimas deben ser otra de tus mentiras.

-¡Basta Seiya!, no me hables así. Me estas lastimando, no entiendo lo que pasa aquí. ¿Qué significa esta otra cadena?

Seiya se acercó a Serena la tomó de los brazos y la presionó muy fuerte.

-Está más que claro. Te odio aun más que todo el amor que te tuve. Fui un idiota, solo me utilizaste...sus ojos emanaban fuego, mientras que los ojos de Serena no dejaban de derramar lágrimas.

-Me lastimas Seiya, suéltame...suplicó Serena.

Seiya la soltó y ella cayó derrumba por la indiferencia y el odio del príncipe.

-¿por qué me tratas así?, Seiya respóndeme...gritó Serena

Él no dejaba de mirarla su despreció era tan grande que decidió marcharse.

Ella se paró y comenzó a seguirlo

-No te vayas por favor...seguía suplicando.

-Escúchame Seiya por este gran amor que te tengo.

Seiya no quizó escuchar más, se dio la vuelta, subió al caballo y siguió su camino.

Esa indiferencia por parte de él, estaba destrozando a Serena.

-¡Seiyaaa!, necesito saber qué es lo que te ha hecho cambiar..gritó Serena haciendo que él se detuviera.

-Si quieres saber la verdad, tú ya no significas nada para mi. Eh traído conmigo a la mujer que amo...dijo el príncipe y se alejo de Serena dejándola aturdida por esas últimas palabras.

Serena se quedo paralizada, Seiya había dejado de amarla. El lugar donde hace muchos años se habían jurado amor, ahora era el lugar más doloroso para ella.

La rubia cayó en el manto de flores que se encontraba a su alrededor, estar de pie era imposible. El dolor era más fuerte que ella.

- ¿La mujer que ama?, ¿qué es lo que esta pasando no entiendo nada?...se repetía Serena mientras sus lágrimas eran cada vez más intensas.

-¡Serena!...gritó Mina al ver a su amiga en un mar de lágrimas.

-Serena, que sucedió vi a Seiya alejarse en su caballo, llevaba una cara de pocos amigos ni siquiera se detuvo a saludarme.

-Él, él ya no me ama Mina. Y no lo creo, esto es una pesadilla...dijo serena mientras sus lágrimas no cesaban y su dolor era más agudo cada minuto que pasaba.

Mina no lo podía creer

-Eso no puede ser, Serena él te ama. Yo vi como te buscaba entre la multitud de gente. Esos ojos eran de amor, se veía impaciente por encontrarte. Fue cuando salió con su caballo en tú busca se dirigía hacia aquí.

Serena seco parte de sus lágrimas, el dolor en sus ojos era inevitable de ver.

-El vino a darme esto y a tratarme como la peor de las mujeres...Serena abrió su mano y le mostró la cadena a Mina.

Mina, abrió sus grandes ojos al ver la cadena

¿Pero qué tiene que ver tú cadena con todo esto?, ¿Cómo que te la vino a dar?, si él te la dio hace 10 años.

Serena sacó de su cuello una cadena idéntica a la que Seiya le arrojó

-Es lo que no entiendo Mina, porque yo aquí tengo la mía. Seiya me dijo que esta cadena era única. No comprendo por qué hay dos.

Mina tomo las dos cadenas

-Es verdad son idénticas…las dos rubias no salían de su asombro. -Pero tienes que explicarle esto a Seiya y enseñarle las dos cadenas con los dijes.

Mina se levanto y comenzó alejarse.

-Mina espera, ¿qué haces?

Mina se detuvo dirigiendo su mirada a Serena

-Iré hablar con Seiya, esto no se puede quedarse así. Mírate como estas, esto es imperdonable. Por mucho que sea el príncipe…sutiles lágrimas comenzaban aparecer en el rostro de Mina.

-Él no te escuchará esta cegado por su orgullo

-Pero Serena, él está en un gran error que puede terminar con el amor que se tienen.

Serena se acerco a Mina.

-Mina que no lo entiendes, ni siquiera me dio el derecho de defenderme y mostrarle el dije que él mando hacer para mi. Seiya creyó en las palabras de un desconocido que le dio esta otra cadena.

Mina abrazó a Serena

-Me destrozó el corazón con su odio y su desprecio...lágrimas comenzaban a caer ahora también invadiendo el hombro de Mina.

-Pero él esta confundido, aunque él no tenía el derecho de tratarte así. Porque tú eres...

- Calla Mina, eso no importa ahora. Regresemos a casa necesito estar sola.

Mina le ofreció un pequeño pañuelo para secar sus lágrimas. Durante todo el camino, las dos rubias se mantuvieron en silencio. Mina no podía creer lo que había pasado.

Ya en el pueblo

Mina, encárgate de los pendientes...dijo Serena, al llegar a Moon Light.

Estaré indispuesta por el momento, necesito pensar lo que ha pasado...los ojos de Serena comenzaron a emitir algunas lágrimas.

Seiya se olvidó de mi, a dejado de amarme...Serena se dirigió a su habitación y cerró la puerta dejando a Mina realmente preocupada.

-Serena...suspiró Mina mientras recargaba su cuerpo en la puerta de la habitación de su amiga, escuchándola llorar y repetir el nombre de Seiya una y otra vez.

OoOoOoOoOoO

Por otro lado, en el palacio real, el rey Artemis III estaba feliz por la llegada del príncipe al palacio y de los demás guerreros. Había preparado un gran recibimiento donde solo asistía la familia real.

-Seiya, es un gusto tenerte de nuevo con nosotros te extrañamos mucho...dijo una hermosa joven con grandes ojos y cabello color verde.

-Gracias Michiru, yo también los extrañé. Te has convertido en una hermosa mujercita...dijo Seiya a la joven, la cual se sonrojó un poco y corrió al lado de sus padres.

-Por cierto Seiya, ¿Quién es la dama que ha venido contigo?. ¿Dónde se encuentra ella ahora?...dijo el viejo rey.

-Ordené a Lita prepararle la mejor habitación para que descansará, fue un viaje largo. Ella estará aquí para la cena, ahí mismo les anunciaré quién es ella y les daré una noticia importante.

-Seiya, hijo me dejas intrigado. Espero que lo que hayas decidido sea por tu bien y el bien de nuestro reino ya que pronto te convertirás en el futuro rey.

-Así será padre, te lo aseguro.

Seiya después de saludar a su familia más cercana se retiró, necesitaba estar solo. Lo que había pasado con Serena lo habían también lastimado, pero su orgullo de hombre hacía que lo disimulara incluso delante de ella.

Seiya era un joven encantador, pero enterarse que la mujer que ama le había sido infiel lo había destrozado y llenado de odio.

La prueba estaba en la cadena con el dije que un hombre le dio, mientras se encontraba en su entrenamiento, sin pasar desapercibido lo bien que había disfrutado a la rubia y como ella sin ningún remordimiento se deshizo del símbolo que representaba el amor entre ellos.

Lo pudo haber pensado de otra mujer pero de ella jamás. Desde aquel entonces, la mirada de Seiya estaba vacía y sus pensamientos solo anhelaban venganza.

-¿Así que aquí estabas?...dijo un joven de largo cabello color marrón sujeto en una coleta que iba acompañado de otro joven con largo cabello color plata y ojos color verde esmeralda.

-Necesito estar solo, discúlpenme...dijo Seiya volteando a ver a los elegantes caballeros.

-Seiya, nos puedes decir que es lo que te pasa, desde que llegamos tu actitud se ha vuelto muy soberbia.

-No tengo porque darles explicaciones Taiki, lo que he hecho no tiene marcha atrás.

-¿Y que has hecho?, cuéntanos Seiya, eres más que un amigo, eres nuestro hermano. Nos conocimos en el campo de entrenamiento y a partir de ahí prometimos cuidarnos...dijo Taiki, mientras el otro chico solo observaba cuidadosamente los movimientos de Seiya.

-No puedo decirlo hasta que haya cumplido mi objetivo. Yaten, Taiki solo les pido que no se involucren en esto...Seiya les devolvió una sonrisa a sus amigos en señal que todo estaría bien.

-Es mejor que nos vayamos, la cena esta por comenzar y tendré que darles una noticia...dijo el príncipe mientras se alejaba con Yaten y Taiki.

Al llegar al comedor el rey conversaba con los padres de Michiru sobre su futuro. Cuando fue interrumpido por Seiya que llegaba con Yaten y Taiki invitados por parte del príncipe.

-Padre, debo presentarte a estos honorables guerreros que reconozco como hermanos y han venido a Star Light para servirte.

El rey les dio la bienvenida y los invitó a sentarse.

-Lita, avisa a nuestra invitada que la cena ha sido servida...la joven obedeció y se retiró.

Uno de los mayordomo se acerco a Seiya para darle un mensaje que lo tenía de nervios.

-¿Pero qué se cree esa mujer?...musitó Seiya

Se levanto de la mesa pidió disculpas para retirarse y salió fuera del palacio dejando extrañados a todos.

-¿A que has venido?...dijo Seiya tajantemente

-Necesito hablar contigo, tienes que saber lo que realmente pasa. Serena esta destrozada.

-Lárgate de aquí, no quiero escuchar nada de esa mujer.

-Seiya, por favor estas cometiendo un gran error ella te ama

Mina trataba de buscar la mirada del príncipe.

-Escucháme Seiya.

-¡Guardias!...gritó él príncipe.

-Te dije que te fueras, o atente a las consecuencias.

Mina no lo podía creer, Seiya estaba totalmente cegado como había dicho Serena y todo por un tonto error.

-De aquí no me voy hasta que me escuches...le dijo al príncipe

Pero fue demasiado tarde él ya había dado la orden para que la sacaran del palacio.

-¡Seiyaaa!, espero no sea demasiado tarde cuando te des cuenta del grave error que cometes. Serena te ama como no tienes idea, aun estas a tiempo de buscarla y pedirle perdón...gritó Mina mientras forcejeaba con los dos guardias que la sujetaban de los brazos.

Seiya entró al palacio, se recargó sobre uno de los grandes pilares que sostenían las torres. Colocó su mano en la frente jalando su cabello.

-Maldito sea este amor que aun siento por ti, bombón. Te has vuelto una mujer realmente hermosa. Pero te haré pagar, eso tenlo por seguro. Y este amor lo destruiré aunque sea el hombre más miserable el resto de mi vida.

Se tranquilizó un poco y se dirigió al comedor, esperando nunca arrepentirse por lo que iba hacer.


Primer capítulo, espero les guste. Mi segunda historia.

No olviden dejar sus comentarios chicas.

Felices fiestas.

Pueden pasar a leer mi otra historia. Una Estrella en mi Corazón

Abrazos.

Zibo Kou