Camuflaje
Un Fan Fiction de: My Little Pony: Friendship is Magic
Por: RoflLuxRay
"Diseñado por la madre naturaleza…" pensó un joven Pegaso mirando al cielo, contemplando como las nubes pasaban. Detrás de él, varios Pegasos caminaban alrededor nerviosos, algunos con rostros más serios, otros tratando de esconder el pavor que fluía por sus cuerpos.
"Ya sabes lo que tienes que hacer… justo como lo dice tu flanco," giró su cabeza para observar la marca de cronómetro dividido por una línea negra por el medio en su flanco azul marino, cubierta parcialmente por el número siete. Al final del flanco, su cola salía con poca longitud teñida en un azul más fuerte que su cuerpo, intercalando con un amarillo intenso. Este patrón también se repetía para melena, la cual tenía el hábito de permanecer erecta por su frecuente contacto con energía estática.
"Rompe el record… Bate el tiempo… Gánatelo," se repetía como tic nervioso en su cerebro, esas palabras parecían darle aliento para su presentación. No todos los Ponies pueden entrar a la competencia de mejor volador joven, mucho menos aspirar a ganarla como él pensaba, de ahí que hubiera pasado meses entrenando en las afueras de Cloudsdale algunos trucos y habilidades que su padre le había enseñado.
"¡Ampy!" exclamó una Pegaso café tras él con la melena de color negro,
"¿Qué número te tocó?" caminó hacia ella con una grata sonrisa en sus labios. Su nombre verdadero era Sapphire Bolt, pero la gente se refería él como Ampy por su tendencia a guardar electricidad estática en el al volar por las nubes.
"Roy," respondió Ampy rápidamente al ver a su vieja rival, "me tocó el siete, ¿y a ti?"
"Me dieron el trece, tienes suerte, irás antes que yo."
"Veré a la Princesa Celestia antes que tú, ciertamente," dijo Ampy recargándose en un pilar de nubes, como muchos que había en la antesala del escenario en el anfiteatro de Cloudsdale. Una gran cortina roja era lo único que los protegía de los gritos de cientos de Pegasos afuera de ella, uno a uno las jóvenes promesas salían para realizar sus rutinas e intentar impresionar al jurado de lujo que cada año traían: A los mundialmente famosos 'Wonderbolts' y una de las dos regentes de Equestria, la Princesa Celestia.
"¡Número seis!" dijo una Pegaso con una pequeña libreta en cascos, "Número seis, ¡es tu turno!"
Un Pegaso amarillo con el seis en su flanco corrió hacia la cortina roja gritando algo ininteligible.
"No creo nadie pueda quitarnos el espectáculo, somos tu y yo, Sapphire Bolt," Roy caminó y se recargó junto a él en el pilar, mirando al resto de los concursantes con arrogancia.
"Ese es tu problema, Blueball Roycewicz. Siempre crees que eres el centro de todo, no lo somos, la profesora Cheerilee de Ponyville era muy enfática con eso."
"Rainbow Dash siempre se muestra como es, no veo por qué no imitarle."
"Por qué Rainbow Dash es una Wonderbolt y no tiene nada de malo, y tampoco deberías idolatrarle tanto."
"No te sientas mi padre, Ampy," dijo con tono de ofensa, "Eres un Pegaso muy raro, el único de toda la generación que no disfruta de ver a los Wonderbolts."
"Porque, a diferencia de todos ustedes, no quiero ser un Wonderbolt."
"Y para qué estás en la competencia, ¿si no es para hacer una audición a los Wonderbolts?"
Ampy se disponía a responder esa cuestión, cuando el Pony con el número seis apareció de vuelta por la cortina roja, con un rostro lleno de pánico.
"¿Ya lo viste?" dijo Roy burlonamente, "el pobre acabó paniqueado."
"No te burles de él, ya será tu turno…" Ampy caminó hacia el telón con una sonrisa en sus labios, sabía que su turno seguía.
"¡Número siete!" exclamó la Pegaso organizadora, "¿en dónde estás?"
"Justo aquí," Ampy se levantó del suelo con un solo batir de sus alas, levitando al frente de la cortina roja. Podía oír al público afuera, como pisoteaban las nubes, ansiosos por ver al siguiente concursante.
"Tienes tres minutos para hacer tu presentación, si te pasas sonará una campana. No puedes interactuar con la audiencia, en especial con los jueces," dijo la Pegaso con los ojos bien puestos en su libreta. La sonrisa en el rostro de Ampy solo se expandió más.
"Volveré en dos," salió disparado por la cortina, impulsando una gran cantidad de aire con sus alas. Voló a toda velocidad por el escenario hecho solamente por nubes. Flotando en medio, diez pilares en línea servían como obstáculos para los jóvenes, separado de las nubes de base del estadio por al menos una distancia de cincuenta metros. Justo arriba del telón por el que los participantes aparecían, la Princesa Celestia observaba con calma el volar de Ampy, acompañado por los cuatro integrantes de los Wonderbolts.
"No lo haces por ellos, tu sabes bien lo que quieres…" pensó antes de llegar a los pilares, doblando a la izquierda para pegarse a las nubes de base.
"¿Quién es ese?" preguntó Spitfire, la actual líder de los Wonderbolts al potro que estaba a su lado, también vestido en el clásico uniforme azul con amarillo. Rainbow Dash, su nuevo elemento, giró su cabeza hacia su líder con curiosidad.
"La ficha dice…" Soarin', el único miembro del género masculino en el equipo, bajo la mirada hacia la hoja de papel en sus pezuñas, "se llama Sapphire Bolt, nacido en Trottingham. Su marca es un cronometro partido a la mitad."
"Intrigante," agregó Flare Charge, moviendo su corta melena roja lejos de su mirada, "nunca he oído de una marca como esa."
"Su rutina ya es rara," dijo Rainbow Dash, apuntando su pezuña hacia el joven debajo, "miren."
Ampy voló en círculos alrededor de la base a toda velocidad, batiendo sus alas a un ritmo impresionante. Cada cinco segundos completaba una vuelta alrededor de la circunferencia, que cubría más o menos setecientos metros.
"Está volando bastante rápido," Spitfire aseveró alzando una ceja.
"Eso no es nada," dijo Rainbow Dash, "le falta mucho a ese muchacho para alcanzar mi record."
"De todas formas, es el más rápido hasta ahora," el comentario de Flare Charge hizo que Rainbow callase, aun no estaba acostumbrada a imponer su forma de ser en los Wonderbolts.
"Suficiente, hora de subir," Ampy dobló una de sus alas para ganar altura, manteniendo el curso marcado por la base del escenario. Haciendo un espiral para subir, su cola comenzó a soltar un rastro de electricidad detrás de ella, la audiencia estalló emocionada al notarlo.
"Vas con el tiempo justo, ¡acelera!" forzó a su cuerpo a batir las alas más rápido, aumentando la velocidad a la cual ascendía. Todos le miraban con asombro, menos los cinco jueces al tope del estadio.
"¿A cuánto estará volando?" preguntó Soarin' con algo de emoción.
"Tres quintos del Sonic Rainboom, quizás," respondió Spitfire.
"No muchos llegan a esa marca, ¿verdad?" dijo el majestuoso Alicornio que contemplaba el escenario con una mirada tranquila.
"Así es, su alteza," respondió la líder de inmediato, "no muchos ponies alcanzan esa velocidad, uno de cada mil quinientos superan esa marca."
"Pues aún no acaba este muchacho, miren," señaló Flare hacia el rastro de electricidad que ascendía al menos cincuenta metros por encima de ellos. Ampy se había elevado bastante en tan solo diez segundos, reduciendo cada vez más la circunferencia de su espiral.
"Diez…" apresuró su vuelo más arriba, por sobre la espiral de pura electricidad.
"Nueve…" abrió sus brazos para frenar su vuelo.
"Ocho…" giró su cuerpo para cambiar su curso, mirando hacia abajo para caer en picada.
"Siete…" acomodó su cuerpo para acelerar su caída, batiendo sus alas nuevamente.
"Seis…" el viento golpeó su cara de lleno al acelerar con ayuda de la gravedad y sus alas.
"¡Cinco…!" alcanzó su propio rastro de electricidad, tomándolo con sus pezuñas y jalándolo con él hacia abajo.
"¡Se acaba al tiempo, te quedan cuatro…!" continuó bajando hacia el escenario a toda velocidad, la respiración ya se le dificultaba bastante.
"Está cayendo bastante rápido, seguro ya está volando a velocidad transónica," Spitfire caminó hacia el borde de su balcón para mirar más de cerca el espiral eléctrico.
"Maldita sea, ¡más rápido!" Ampy cerró sus ojos y trató de aletear aún más rápido, pero su cuerpo había llegado a su límite. El aire a su alrededor se condensaba, principalmente a la altura de su flanco.
"Dos…" con la electricidad que cargaba en sus pezuñas, creó un estallido sónico al abrir sus brazos.
"Uno…" con el aire impulsado por el abrir de sus brazos, voló lejos del estallido para evitar que lo lastimara, esta le alcanzo pero solo para impulsarlo. Una ráfaga de electricidad inofensiva se esparció a lo largo, alto y ancho del estadio y el público enloqueció por ello.
"Un choque eléctrico…" murmuró Soarin' sin ocultar su emoción al aplaudir, "nada mal para un joven de su edad."
"Lo hizo todo en menos de un minuto, de haberse pasado la electricidad se habría vuelto peligrosa," dijo Flare con una mueca de satisfacción en su rostro.
"No lo notaron, ¿verdad?" preguntó su líder con una mirada seria, mirando al joven Pegaso volar por el estadio para recibir sus merecidas ovaciones.
"¿Notar qué?" agregó rápidamente la novata con su característico énfasis, "¿lo genial de su presentación?"
"No," respondió Spitfire manteniendo su fría mirada, "ese muchacho… creo que alentó el tiempo al volar."
"Me dices que voló tan rápido que ralentizó el tiempo, ¿pero no creo un Sonic Rainboom?" dijo Flare escéptica.
"Todos los Pegasos hacemos algo especial al volar rápidamente, y creo que este alentó el tiempo, miren el tiempo de su presentación," señaló un gigantesco reloj digital arriba del telón que marcaba cincuenta y dos segundos.
"Cincuenta y dos segundos, ¿y eso qué?" dijo Rainbow con particular desinterés.
"Cuando aprendas más, Rainbow Dash, acerca del vuelo supersónico que puedes hacer, sabrás que el tiempo inerte de la electricidad que suelta un Pegaso al volar es de solo cuarenta y siete segundos," dijo Spitfire con tono de regaño, mirándola casi con desprecio. La novata alejó su mirada hacia
Sapphire Bolt, quien solo volaba en círculos por el estadio con una sonrisa en rostro.
"¿Qué dices?" preguntó Soarin' alzando su ceja izquierda.
"Me gustaría tenerlo para hacerle las pruebas, pero no como el ganador de la competencia."
"Será difícil el ocultar-"
"Chicos," interrumpió la Princesa con su clásica voz calmada, "creo que tienen trabajo," señaló al horizonte con una de sus pezuñas cubiertas por zapatillas doradas.
A lo lejos se apreciaba una nube oscura acercarse demasiado rápido para ser solo una nube oscura. Su tamaño era inmenso, probablemente abarcaba dos veces el tamaño del estadio y soltaba rayos de color negro hacia los lados. La multitud, ingenua, creyó que este era parte de la presentación de Ampy.
"Eso no estaba en el plan," se dijo a si mismo contemplando la nube con desasosiego, levitando de vuelta al telón rojo del cual salió.
"Princesa," dijo la líder de los Wonderbolts mirando fijamente a la nube, señalándole a sus compañeros hicieran lo mismo, "vaya a cubrirse."
"Ya voy para allá," el Alicornio se incorporó y se retiró a la parte trasera del estadio a paso lento, lo que sea que venía en la nube no parecía intimidarle.
"Muy bien chicos," dijo Spitfire preparándose para emprender el vuelo, "ya saben de qué se trata. Captúrenlos, no los maten."
"Le quitas la diversión, jefa," una sonrisa se marcó en los labios de Flare, quien agitaba sus alas en ansiedad.
"No estoy jugando," remarcó su líder, "son ordenes de la Princesa."
"Marca el camino," Soarin' se colocó los lentes protectores en su cabeza y abrió sus alas calmadamente.
"En sus marcas…" los Wonderbolts miraron con ansias la nube ya colocada encima del estadio, algunos en la multitud ya se habían percatado que el nimbo sobre ellos había ahuyentado a su regente y comenzaban a agitarse.
"Listos…" Rainbow Dash se colocó sus lentes a último momento, inclinando su cuerpo hacia el abismo frente a ella. Sapphire Bolt permanecía a un lado del telón con su mirada fija en la nube.
De esta, cuatro estelas de cirros salieron disparadas en dirección de los puntos cardinales.
"¡Fuera!" los cuatro Pegasos salieron disparados hacia el centro del estadio, cada uno con dirección a una estela en particular. Estas no prestaron atención de sus perseguidores, juntándose en el centro del estadio. Al disiparse las nubes oscuras detrás de sus flancos, cuatro Pegasos vestidos de manera análoga a los Wonderbolts, pero en colores oscuros, aparecieron. Uno de ellos se quitó los lentes, revelando unos ojos color miel que se posaron sobre la presencia de Sapphire Bolt.
"Manténganlos ocupados," dijo el Pegaso con voz femenina profunda y un tono arrogante, "yo iré por el chico."
"Enseguida, jefa," otro con melena azul claro con blanco respondió con una voz muy grave, volteándose hacia los Wonderbolts que se acercaban velozmente.
"Rainbow Dash, céntrate en Starry Skies, la necesito neutralizada. Soarin', distrae a Stratus y Charger, no los quiero atrás de mí; Flare Charge, ven conmigo, necesitaré tu ayuda para frenar a Nightshade," ordenó con entereza Spitfire, el resto de su equipo se reunió atrás de ella para afirmar su orden.
"¡Si, señora!" gritaron todos al unísono, rompiendo su formación para acatar lo ordenado. Rainbow Dash giró su cuerpo a la izquierda para ir tras un Pegaso con melena purpura y lila, que volaba hacia arriba con intención de alejarse. Soarin rompió fila hacia la derecha, fijando su curso hacia dos Pegasos de complexión robusta y fornida. Uno de ellos alzó sus lentes para acertarle al Wonderbolt una mirada llena de odio con sus ojos de color verde claro. El otro, solo acomodó su estilizado peinado pasando una de sus pezuñas en su melena azul verdosa.
"¿Qué demonios está pasando?" se preguntó Ampy con algo de temor, inmovilizado por su creciente curiosidad. Al notar que la Pegaso con melena azul marino volaba hacia él, voló hacia adentro del telón lo más rápido que pudo.
La estela de arcoíris característica de Rainbow Dash se extendía por varios metros, atrás de otra estela de nubes oscuras de la cual sobresalía una melena purpura alternada con rosa. Trataba de darle alcance, pero la especialidad de Dash era la caída en picada, no el vuelo horizontal. Se veía el esfuerzo en su rostro para siquiera mantener la distancia de Starry Skies.
"¡Oigan, negros!" Exclamó Soarin' arrogantemente, atrayendo la atención de los dos Pegasos que le asignaron como blanco. Mientras tanto, Flare
Charge y Spitfire aceleraron hacia Nightshade. Al notar esto, la líder del otro equipo movió sus alas y entro al Telón a una velocidad impresionante.
"Maldita sea, odio que haga eso," dijo Flare con frustración.
"Céntrate, Flare," agregó Spitfire, "no sabemos qué es lo que quiera, aprieta el paso."
El llamado de Soarin' no solo atrajo la atención de sus blancos, si no que ocasiono furia en uno de ellos.
"Basta, Charger," dijo el Pegaso con ojos verdes, "le voy a arrancar la espina."
"Tranquilo, Stratus," respondió su aliado con voz calmada, "hay que obedecer a la jefa y entretenerlos, ya habrá tiempo para matarlos."
"No me interesa," inclinó su cuerpo hacia Soarin', quien les miraba confiado, "ese marica es mío."
"No tan rápido," Charger le tomó de la cola con sus pezuñas antes de que saliera disparado, "están siguiendo a la jefa, y hay que protegerla."
Stratus gruñó enojado, y calmó el movimiento de sus alas.
"¿Qué pasa, negros?" dijo Soarin' a la distancia con voz burlona, "¿los Shadowbolts se arrugan?" Las burlas causaban rabia en el antiguo miembro de la guardia real, pero rebotaban en el rostro del conocido mafioso que le acompañaba.
"Vamos, solo déjame romperle una pierna."
"No, maldita sea," respondió Charger exasperado, "hay que limpiarle el camino a la jefa, y no creo que le guste desobedezcamos sus órdenes."
"¡Vamos nenas!" el Wonderbolt comenzó a bailar en el aire, provocándolos con una de sus pezuñas.
"Tu ve con la jefa," Stratus salió disparado hacia Soarin', ignorando la voz de razón de su aliado. Al ver esto, el Pegaso de uniforme azul voló en dirección opuesta para huir de su furibundo enemigo.
"No puedo creer que Nightshade lo haya hecho segundo al mando…" se cubrió el rostro con una pezuña decepcionado.
Detrás del telón, todos los concursantes ya se habían ido y Ampy no tenía una idea diferente. Las nubes en el suelo estaban cubiertas por hojas de papel, parecía que había pasado un tornado.
"¿A dónde vas?" Ampy se congeló al escuchar la voz de Nightshade detrás de él.
"A la salida, ¿por?" su respuesta pareció tranquilizarle, pero su corazón no paraba de latir rápidamente.
"Buena respuesta, amigo," la yegua uniformada avanzó hacia la espalda de Ampy, el sonido de su caminar se escuchó en todo el salón con claridad,
"¿Cómo te llamas?"
"Sapphire Bolt," se dio la vuelta para que sus ojos naranja se encontraran con los miel de Nightshade, "¿Qué está pasando?"
"No te dejes intimidar por nuestra… peculiar entrada," el tono de su voz cambio drásticamente para mostrar cierto grado de amabilidad, "Somos un grupo independiente que busca la liberación de Equestria."
"¿Qué?" Ampy se dio la vuelta sorprendido, "explícate."
"Nos hacemos llamar 'los Shadowbolts' y hemos sido marcados equivocadamente como un grupo terrorista, por conveniencias de la Princesa Celestia," se acercó lo suficiente para extenderle la pezuña a Ampy, y lo hizo con una sonrisa, "Mi nombre es Nightshade, un gusto conocerte."
"Me dicen Ampy, por el peinado," pensó que mantener la cordialidad con la desconocida era la mejor estrategia para evitar que algo malo le pasara.
"¿Ampy?" Nightshade alzó una ceja, "muy original. Bueno, no te entretendré mucho e iré directo al grano; te hemos estado observando y nos gustaría tener a alguien de tu perfil entre nosotros."
"¿Observaron mi presentación?"
"No hizo falta, sabemos lo que puedes hacer."
"Muchos Pegasos sacan rayos al volar, no hay nada de especial en eso."
"Tú sabes muy bien a qué me refiero," una sonrisa algo malévola se dibujó en sus labios.
Afuera en el estadio, Charger había alcanzado a las dos Wonderbolts y les cortó el camino, mirándoles detrás de sus polarizadas gafas amarillas. Spitfire, al ver esto, frenó de golpe para corregir su rumbo, dándole a entender a su compañera que entretuviera al potro enfrente.
"¿A dónde?" Charger se movió velozmente para frenarle el camino a Spitfire. Flare giró para taclearlo, empujándolo contra la pared violentamente. El fornido Pegaso volteó a ver los ojos azul verde y se levantó las gafas, revelando ojos café oscuro.
"No suelo golpear damas…" El Pegaso levantó una de sus pezuñas y le conectó un enérgico puñetazo a la quijada, haciéndola retroceder aturdida. Charger aprovechó y voló a toda velocidad en dirección de Spitfire, quien ya se acercaba al telón.
"¡Dash!" exclamó la aturdida Flare Charge, su compañera giró su cabeza hacia abajo atendiendo el llamado, "¡Relevo!"
"¡Entendido!" Dash dio una pirueta hacia adelante, cambió el rumbo para una caída en picada. Siendo su especialidad, la novata de los Wonderbolts alcanzó una velocidad impresionante en tan solo segundos.
Su relevo, cuya especialidad era el vuelo vertical, alcanzó una velocidad parecida a la de la novata en poco tiempo, saliendo de su aturdimiento rápidamente.
"Más rápido…" pensó Rainbow Dash para forzarse a aumentar su increíble velocidad. Al poner sus pezuñas delante de su rostro, facilitó que un cono supersónico se formara alrededor de ella, liberando electricidad al ambiente.
"¡Ya te tengo!" Exclamó Charger a tan solo unos metros de Spitfire, tratando de alcanzarle con una pezuña. Antes de que pudiera tocarle la cola, Rainbow Dash le conectó una poderosa tacleada directo a la espalda, llevándoselo hacia abajo.
"¡El camino está libre, jefa!" el efecto Doppler ahogó la voz de la novata, pero Spitfire alcanzó a oírla. Con un suspiro de tranquilidad, aceleró hacia el telón.
Detrás del mismo, Ampy retrocedió impactado por las palabras de la Shadowbolt.
"En verdad no sé a qué te refieres," era obvio que negaba la verdad, el nerviosismo en su voz lo delataba.
"No juegues conmigo, Ampy," Nightshade avanzó intimidantemente hacia él con su mirada clavada en los ojos del joven Pegaso.
"No estoy jugando," bajo la cabeza para esquivar la agobiante mirada, "no sé de qué estás hablando."
"¡Mientes!" le soltó una cachetada a la mejilla izquierda y Ampy retrocedió aturdido. Detrás de uno de los pilares, su amiga y rival Blueball Roycewicz miraba atónita.
"¡No lo toques!" exclamó Blueball, caminando hacia Nightshade con valentía.
"Pero si no es Blueball Roycewicz…" el gesto en el rostro de la Shadowbolt no inspiraba confianza, "qué útil que los dos estén aquí."
"¿Qué demonios haces aquí, Roycewicz?" preguntó Ampy sorprendido.
"Me quedé a ver a los Wonderbolts," Blueball caminó a un lado de Ampy, "¿qué culpa tengo?"
"Pónganme atención, muchachitos," Nightshade alzó su voz de manera amenazante, "los dos vendrán conmigo, y más les vale que sea por las buenas."
"No puedes obligarnos," respondió instantáneamente Ampy con firmeza.
"Oh, niños…" el cuerpo de Nightshade comenzó a emanar una aura oscura que se esparció por el cuarto como neblina. Los dos jóvenes quedaron completamente atónitos y se sentían inmovilizados por esta aura, "claro que puedo obligarlos."
"¡Déjalos ir, Nightshade!" Spitfire atravesó la cortina roja y embistió a la Shadowbolt, llevándola contra la pared. El aura que salía de ella se desvaneció casi al instante, liberando a los dos Pegasos que yacían paralizados.
"¿Qué demonios están esperando?" Spitfire volteó a verlos con desesperación, "¡Lárguense de aquí!"
Ampy asintió la cabeza, por impulso más que otra cosa, y empezó a correr a la salida. Blueball, sin embargo, permaneció atónita al tener un Wonderbolt tan cerca de ella.
"¡Vámonos!" Sapphire Bolt corrió de vuelta a ella y le tomó de una pezuña, jalándola con él al techo. Su amiga salió del trance unos instantes después, soltándose del agarre de Ampy. Juntos, aceleraron por el techo inexistente hacia la fábrica de nubes que se ubica al oeste del estadio. Las localidades aledañas al estadio se encontraban absolutamente vacías, ni un solo Pony era reconocible en la distancia. Detrás, podían oír o incluso ver como los Pegasos se correteaban sin cuartel.
"¿A dónde nos dirigimos?" preguntó Blueball preocupada, manteniendo el paso de su amigo.
"Nos podemos esconder en la fábrica de nubes, no creo nos vayan a buscar ahí," señaló con una pezuña el peculiar arreglo de nubes blancas rodeado de nubes más oscuras.
"No creo sea una buena idea," la preocupación parecía crecer en ella.
"Si estos sujetos nos han estado vigilando, creo que ir a nuestras casas es una idea estúpida."
"Tienes un punto…" se tocó el mentón, acreditándole la razón sin pronunciar una palabra.
De vuelta en el estadio, Nightshade tenía su mirada fija en Spitfire, llena de odio.
"No sé qué es lo que tramas, pero te aseguro que no lo dejare pasar," aseveró la líder de los Wonderbolts apretando los dientes.
"Quiero ver que lo intentes," después de mirarle por unos segundos, le conectó una patada al estómago con la suficiente fuerza para lanzarla contra la pared opuesta a diez metros.
Nightshade aprovechó el aturdimiento y despegó en dirección de los jóvenes, frenándose en la cima del estadio.
"¡Shadowbolts!" su llamado los reunió en tan solo unos segundos, ignorando por completo a quienes perseguían, "necesito a esos dos Pegasos con vida."
"No será tan fácil con esos molestos Wonderbolts atrás, jefa," dijo Starry Skies con un acento andaluz, muy característico de la aristocracia de Cloudsdale de la que provenía.
"Lo sé, por eso necesito que me escuchen. Stratus, quédate aquí con Starry Skies y entreténganlos a toda costa. Charger, ven conmigo."
"¿Me podrías dejar un traductor si es que me quiere hablar?" dijo Stratus de manera sarcástica, ganándose un puñetazo al hombro por parte de su colega.
"Dejen de jugar, hay trabajo que hacer," dijo Nightshade con liderazgo, cortando el momento de golpe. Starry Skies y el segundo al mando se voltearon hacia el estadio para interceptar a algún Wonderbolt. Los otros dos, siguieron el rastro electrostático que dejaba Ampy al volar, visible solo a los ojos de Charger.
"Se fueron hacia la fábrica," señaló Charger con una pezuña a la distancia.
"Pues, ¿Qué estamos esperando?" batieron sus alas, partiendo en dirección de la fábrica de nubes.
En el estadio, los confundidos Wonderbolts se preguntaban a donde se habían ido los terroristas, juntándose en el centro del estadio.
"¿A dónde se fueron?" preguntó Flare Charge exhausta.
"¡Los negros se arrugaron!" exclamó Soarin' al aire, tratando de provocarlos si es que lo escuchasen.
"No les digas negros, es racista," Rainbow Dash le respondió con una mirada fría.
"Bueno, no podemos quedarnos aquí papando moscas, tenemos que ir y buscarlos," dijo Flare con ansiedad.
"Espera," respondió de inmediato Soarin' con autoridad, pertinente por ser el segundo al mando, "tenemos que esperar ordenes de Spitfire antes de movernos."
"Pues llegaron las ordenes, muchachos," su líder voló hacia ellos lo más rápido que puedo, señalándoles con una pezuña que se reunieran a su alrededor.
"No te gusta dejarnos 'volando', ¿verdad?" dijo Soarin en tono de broma.
"Muy chistoso," Spitfire le acertó una mirada despectiva, "al parecer los Shadowbolts están aquí por Sapphire Bolt, y probablemente ya estén muy cerca de él."
"¿Qué querrían ellos del muchacho?" preguntó Flare.
"Creo que lo mismo que nosotros," su respuesta inquietó al grupo, Rainbow Dash parecía la más agitada por ello.
"¿Crees que se les vaya a unir?, recordarás que intentaron hacerlo conmigo," dijo la novata con angustia.
"Espero que no, pero preferiría asegurarme de ello. El plan es así," todos los Wonderbolts centraron su atención en la líder, "Soarin', conociendo a Nightshade seguro que tiene una emboscada lista si intentamos salir volando. Tú y Flare Charge encárguense de ello mientras yo y Rainbow Dash nos escabullimos por la entrada principal."
"¿No estarán esperando por encima de la entrada principal?" remarcó Soarin' alzando una ceja.
"No, pues espera que la siga por donde vi que se fue. Confía en mí."
"Muy bien, jefa," el único Pegaso masculino enderezó su cuerpo y le dio un saludo militar.
"Ya saben sus órdenes, ¡cúmplanlas!" al cabo de su grito, los Wonderbolts rompieron fila en dos pares. Flare Charge y Soarin' volaron hacia la parte superior del estadio, atrayendo la atención de Stratus y Starry Skies como Spitfire lo había predicho, comenzando una persecución frenética por todo el inmueble hecho de nubes.
Rainbow Dash y su líder bajaron al nivel cubierto por el Telón, el cual ya había caído y colgaba de un borde.
"¿Crees que la distracción de Soarin' y Flare Charge funcione?" preguntó Rainbow con algo de angustia, corriendo al lado de Spitfire por un pasillo marcado por pilares hecho de nubes.
"Ya se han de estar preguntando en donde estamos, pero no tienen forma de comunicarse entre ellos."
"¿Cómo sabremos hacia dónde fueron?"
"Nightshade será muy veloz, pero no puede esconder la estela oscura que deja detrás de su vuelo. La seguimos y llegaremos a Sapphire Bolt."
"Esperemos que tengas razón…" Spitfire pateó la puerta de nubes con la fuerza suficiente para vaporizarle. Los Wonderbolts alzaron la mirada al cielo para ubicar el rastro de Nightshade.
"Por ahí, sígueme," Spitfire abrió sus alas y se elevó con dirección al oeste, viendo hacia la fábrica de nubes.
A unas millas de ahí, en las cercanías de la fábrica, Sapphire Bolt y Blueball Roycewicz se recargaron en la pared azul junto a la puerta hecha de nubes para descansar de su veloz vuelo.
"Creo que los perdimos," dijo Ampy entre sus jadeos. Blueball, sin embargo, permanecía activa y revisaba sus alrededores con su mirada.
"¿A dónde se fueron todos?" preguntó al notar la ausencia de toda forma de vida a su alrededor. Las nubes negras que flotaban arriba de unas gigantescas tuberías humeantes liberaban rayos al ambiente, llenando el aire con su estruendoso sonar.
"Como hoy era la competencia, los Pegasos de la fábrica no trabajan," respondió ya con más aire, su jadeo disminuía más y más.
"Mucho mejor, nos podemos esconder adentro."
"¿Estás loca?" dijo Ampy avasallado, "ese lugar es peligroso."
"Es eso o que nos atrape la extraña Pegaso loca," Blueball se acercó a la puerta y la abrió lentamente. Adentro, se veían varios mecanismos de refinación de nubes alrededor del espacioso inmueble, desde su creación hasta su salida por los tubos en el techo. Debido al día de asueto, las luces de las instalaciones estaban apagadas, la única luz adentro era la que los rayos de las nubes dejaban pasar por los amplios ventanales en el techo.
"A veces me pregunto por qué te hablo…" resignado, Ampy entró a la fábrica detrás de su amiga. Pegados el uno al otro, caminaron por la oscuridad hacia el centro.
"Ya estamos adentro, ¿ahora qué?" preguntó Ampy nervioso.
"Esperamos," un rayo iluminó el área al cabo de su frase, la maquinaria de color blanco se vio con toda claridad por solo un instante.
"Lástima que ya no pudiste participar," Ampy creyó que una pequeña charla era la mejor manera de calmarse, pues sentía que su corazón se le salía del pecho con cada latido que daba.
"Eh… pues ya ni modo," alzó los hombros como si no le importara, "lo que quería era ver a los Wonderbolts y ya los vi."
"Espero no verlos más, mira todos los problemas que causan."
"No digas eso," otro rayo permitió ver sus iris rosados junto con su rostro de disgusto, "ojalá con esto nos estén siguiendo."
"Si tú lo dices…" Ampy giró sus ojos ignorándola por completo. Al hacerlo, le pareció ver por un instante una silueta pasar por uno de los ventanales arriba. Un escalofrío corrió por toda su espina al notarlo.
"No te separes," tomó a Blueball de una pezuña y le puso atrás de su presencia. Ampy movía su cabeza junto con su mirada para disipar o confirmar sus sospechas, la Pegaso detrás hacia exactamente lo mismo.
"Pase lo que pase, no te separes," susurró Sapphire Bolt al oído de su amiga al ver una sombra en el suelo por un instante, revelada por otro rayo.
Cuando la oscuridad les cubrió nuevamente, Nightshade ya estaba parada frente a ellos.
"Te preguntaré una vez más," dijo con malicia en su voz, "¿te unirás a nuestra causa?"
"No tengo suficientes razones para tomar esa decisión," respondió Ampy con nerviosismo, Blueball se asomaba detrás de él con cautela.
"Tienes razón, joven," el gesto en el rostro de la Shadowbolt mostraba el hecho de que estaba de acuerdo con las palabras de Ampy, "pues te las daré."
Dos relámpagos sacudieron los ventanales mientras Nightshade caminaba hacia ellos, se le veía pensativa, buscando las palabras indicadas.
"Somos una organización... independiente," alzó su mirada hacia los ojos naranja de Ampy, "lo único que deseamos es un cambio en Equestria, y al intentarlo hemos sido marcados como terroristas por la Princesa Celestia. Ella, jóvenes, es la razón del atraso cultural que sufre nuestra nación, pues sus acciones racistas contra las razas de los ponies distintas de los unicornios previenen que los Pegasos o Ponies terrestres tengan acceso a una mejor educación."
"He oído de eso," Blueball salió de su cobertura en simpatía con las palabras de la Shadowbolt, "mi padre me ha hablado mucho de eso."
"Entonces tu padre ha escuchado a las personas correctas, Blueball Roycewicz," una sonrisa se apoderó del rostro de Nightshade.
"Yo no me manejo por ideales políticos o luchas burocráticas, si eso es todo lo que tienes para convencerme, no me uniré," dijo Ampy tajantemente, enfriando su mente y corazón para mirarla fríamente.
"Si no tenemos éxito, Celestia exterminará a las demás clases de ponies. El tenerte entre nosotros no solo te salvará del apocalipsis que la Princesa planea, te permitirá desarrollar todo tu potencial."
"¿Por qué me necesitan?" Ampy preguntó exasperado.
"Porque tú eres único, Sapphire Bolt. Fuiste bendecido con una impresionante habilidad al volar, una con mayor potencial que cualquiera de los que ya estamos aquí."
"Halagarme no te salvará, me he decidido y he dicho que no me uniré," Ampy alejó su mirada con desprecio lejos de Nightshade con una sonrisa confiada en sus labios.
"No es la mejor decisión, y creo que lo sabes," la Shadowbolt extendió sus piernas en preparación, un destello proveniente de un relámpago se vio ahogado por el aura oscura que emanaba del cuerpo de Nightshade, paralizándolos con solo verla.
"Si no vienes por las buenas, ¡vendrás por las malas!" su grito pareció ahogarse en el aura que ya les llegaba hasta el cuello. Antes de perder toda visión a la oscuridad, los ojos de Nightshade comenzaron a brillar en un color dorado intenso.
"¡Déjalos en paz!" un grito lejano llegó a los oídos de los dos Pegasos, trayendo un nuevo sentido de esperanza consigo. Enmudecido por la oscuridad, pudieron ver como la puerta era azotada y un Pegaso volaba a toda velocidad contra Nightshade a quien embistió ferozmente.
Cuando recuperaron la audición, escucharon como el ventanal sobre ellos era quebrado súbitamente, bañándolos con pequeños fragmentos de vidrio.
"¡Rainbow Dash!" exclamó Spitfire conteniendo a Nightshade, "llévatelos de aquí."
"Enseguida," la novata asintió la cabeza al descender entre el vidrio roto. Los dos jóvenes le miraron anonadados por las circunstancias.
"¡¿Qué están esperando?" gritó Spitfire con desesperación.
"¡Vámonos!" Rainbow Dash les sacudió del hombro para que reaccionara alguno de los dos Pegasos, y fue Blueball la que sacudió la cabeza junto con el aturdimiento primero. Ella alzó la cabeza para ver una sombra pasar sobre el marco del ventanal roto gracias a un relámpago por solo unos instantes.
"¡Cuidado, Rainbow Dash!" Exclamó Blueball súbitamente, empujando a la Wonderbolt a un lado para que no fuera impactada por Charger, quien descendía a toda velocidad para embestirla.
El golpe lanzó a Blueball contra la maquinaria de nubes escondida entre la oscuridad. Un agudo gritó escapó de su pecho cuando la electricidad que se inyectaba a las nubes comenzó a fluir por su cuerpo, iluminando el todo el lugar con un azul intenso. Ampy finalmente reaccionó al grito de su amiga, mirando cómo se retorcía por el flujo de energía en su cuerpo.
Mientras más tiempo transcurría, más fuerte se volvían los gritos de Blueball, quien comenzó a cambiar su coloración en pelo y piel a un color azul oscuro. Naturalmente, Ampy intentó correr para sacarla de ahí, pero Rainbow Dash le tomó del torso y se lo llevó volando lejos de ahí, susurrándole algo que él no entendió al oído, su único deseo era interrumpir el sufrimiento de Blueball Roycewicz.
Spitfire soltó a Nightshade y voló hacia ellos, ordenando algo que Sapphire Bolt fue incapaz de entender, en su cabeza solo escuchaba los gritos de su amiga. Contra su voluntad, los Wonderbolts se lo llevaron por el agujero en el ventanal, ignorando por completo a Blueball, quien no paraba de gritar en dolor.
