Disclaimer: Los personajes aquí descritos no son míos, pertenecena Stephenie Meyer... Porque si fuesen míos, Jacob no se hubiese imprimado de la pequeña chupasangre y Sam estaría muerto.


"Ámame una vez más"

La abrazó fuertemente y le besó la frente, luego las mejillas y los labios... No quería perderla, ella era su mundo, su razón de vida, su todo. Estaban en silencio, abrazados y sentados sobre la alfombra de un hotel de paso. Alice apoyaba su cabeza en el hombro de Jasper, quien no la soltaba. En un arrebato de excitación la recostó sobre el suelo y la besó apasionadamente enviando toda clase de emociones al cuerpo de su compañera.

-Te quiero, Alice.- susurró Jasper al oído de ésta. –Te quiero demasiado.

Recorrió su cuerpo con besos, caricias y emociones haciéndola entregarse a él como nunca antes lo había hecho. Jasper tomó el rostro de Alice entre sus manos y la miró directo a los ojos, esos ojos que lo volvían loco y le hacían querer vivir su eternidad, besó sus labios tiernamente y sus manos descendieron para desnudar a Alice, mientras ella hacía lo mismo con él.

-También te quiero, Jaz.- Alice se estaba dejando llevar por los besos de Jasper y por la atmósfera cargada de deseo que impregnaba la habitación. –Ámame una vez más, hazme tuya hoy y siempre.

Como si hubiese sido la señal que él esperaba, obedeció, esa noche la amó como un loco, la hizo suya y le arrancó suspiros de placer entre los cuales se colaban su nombre. Entre ellos, esa vez, no hubo tiempo ni espacio, solo el amor que sentían el uno por el otro.

FIN


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