La habitación era pequeña, nada lujosa. Solo una cama, una mesa y una silla era todo lo que había. Pero eso no importaba ya que era suficiente para lo que tenía planeado cierto rubio de gafas negras.

-Wesker suéltame… -Dijo en tono muy nervioso un joven de cabello castaño. El cual estaba siendo abrazado por la espalda por cierto hombre con gafas negras.

-Vamos Chris…- Susurro el rubio al oído del menor. –Sé que me deseas igual que yo te deseo a ti…- Volteo a Chris para que pudiera verlo a la cara y después lo aprisiono contra la pared, impidiéndole escapar tomando con fuerza las muñecas del castaño. Comenzó a besar con pasión su cuello, quería oírlo gemir.

-Ah… Wesker… no hagas eso…- Trataba de hablar e impedir que los gemidos salieran de su boca, pero era en vano, se estaba excitando aunque no quisiera admitirlo. Sentía como el calor invadía su cuerpo cada vez que Wesker lo besaba, no quería que se detuviera.

-Esto es solo el principio- Le advirtió el rubio y sin más que decir lo beso con pasión en los labios. Era algo que Chris no esperaba pero correspondió al beso con la misma pasión. Necesitaba eso, lo deseaba desde la primera vez que vio a aquel hombre. Wesker sin pensarlo llevo su mano derecha hasta la entrepierna de Chris y acaricio aquella zona con cuidado. Chris se resistió y abrió su boca para quejarse, Wesker aprovecho esa oportunidad e introdujo su lengua. El castaño solo cerró los ojos sin dar crédito a lo que sucedía. La lengua de aquel hombre buscaba con desesperación la suya y aunque Chris trataba de resistirse al final termino cediendo. Sus lenguas se entrelazaban una y otra vez queriendo vencer a la contraria. Al final tuvieron que separarse para poder respirar.

-Eres bueno…- Dijo Chris totalmente sonrojado y sin mirar a Albert.

-Ya lo sabía- Respondió con arrogancia el rubio, miro al menor de arriba abajo. La imagen de este sonrojado y con un aire de sumisión logró excitarlo. Quería a toda costa poseer aquel cuerpo.

Sin delicadeza arrojo a Chris sobre la única cama que se encontraba en la habitación. Se recostó sobre él y lo miro con lujuria. Aunque Chris no podía ver esa mirada por las gafas negras de Albert si podía sentirla, sentía el calor que emanaba el cuerpo de aquel hombre rubio, sentía el deseo y la lujuria que lo invadía, pero sobre todo, sentía el bulto que estaba aprisionado en los pantalones de Wesker.

-¿Que planeas hacerme?- Pregunto nervioso Chris.

-¿No es obvio?- Respondió a su vez Albert.

En los ojos de Chris se podía notar lo nervioso que estaba, en el fondo de su corazón él deseaba estar con Albert pero no quería que solo fuera sexo. Sintió como las lágrimas invadían sus ojos y empezaban a resbalar por sus mejillas.

-¿Que te sucede?- Le pregunto Albert al notar sus lágrimas. -¿Acaso tu no quieres hacerlo?- Se acercó al rostro del castaño y le dio un tierno beso en la mejilla. –Yo… de verdad… deseo estar contigo...

Chris se sorprendió al oír eso. Le resultaba difícil de creer. ¡Wesker había sido tierno con el! Entonces sonrió y tomo el rostro de Albert con sus manos para depositar en sus labios un suave beso que fue correspondido y pronto se convirtió en apasionado. Sus lenguas otra vez volvieron a enfrentarse. Mientras esto ocurría Wesker metió con cuidado la mano por debajo de la playera de Chris acariciando su pecho y jugueteando con sus pezones, los cuales se pusieron duros al contacto.

-Dime algo Chris- Dijo Wesker al separarse del menor y sin dejar de acariciar su pecho. – ¿Eres virgen?

Al escuchar esas palabras Chris se sonrojo por completo y volteo hacia otro lado.

-Eso obviamente es un si…- Dijo el rubio y sonrió con burla.

-¿Qué tiene de malo que sea virgen?- Le grito enfadado Chris sin mirarlo.

-Nada… de echo es bueno ya que así…- Wesker mordió el lóbulo de su oreja. – Yo seré tu primera vez…

Chris se estremeció y dejo escapar un leve gemido lo cual incito a Wesker a quitarle la camisa y a lamer su pecho mordiendo con cuidado los pezones del chico.

-We… Wesker… Ah…- Chris se sentía muy excitado.

El rubio lo miro con seriedad y sin pedir permiso desabrocho los pantalones del castaño y metió su mano dentro, tocando levemente la parte más íntima de Chris.

-Ah… Ah… Wesker….- Chris estaba completamente sonrojado y deseando lo que sucedería después.

-No me digas Wesker, llámame Albert- Le dijo el rubio en tono enojado.

-Pe... Pero…

Albert de un solo movimiento despojo a Chris de su pantalón y de su ropa interior, viendo con satisfacción que su miembro estaba muy excitado.

-Si no me llamas Albert tendré que castigarte- Dijo en tono amenazante para después tomar el pene de Chris y metérselo por completo en la boca. Lo chupaba de forma agresiva pero excitante. Chris solo se cubrió el rostro con las manos sentía la boca de Wesker muy caliente y cada chupada que él le daba lo volvía loco de excitación.

-Ah… detente… me voy a…- Dijo con dificultad Chris.

El rubio solo lo miro por sobre sus gafas y siguió chupando con más fuerza y rapidez. El castaño ya no podía soportarlo más la excitación lo invadía por completo y tenía que liberarla, arqueo la espalda y sintió como su semen salía con velocidad. Wesker trago todo con deleite, sin desperdiciar ni una sola gota de la esencia de Chris.

La respiración de Chris se escuchaba muy agitada. Su cuerpo estaba bañado en sudor pero estaba deseoso de más.

-Creo que ahora es mi turno- Dijo Wesker y se desabrocho el pantalón para liberar su miembro que ya se sentía apretado. –Hazlo.

Chris lo miro, asintió se incorporó de la cama y se arrodillo ante Albert. Tomo con cuidado el miembro de este y comenzó a lamerlo haciendo círculos pequeños solo con la punta de su lengua.

-Maldición Chris…. ¿Qué planeas hacer?- Le pregunto con desesperación el rubio y evitando gemir.

-¿No es obvio?- Le respondió con ironía el castaño, usando las mismas palabras que Wesker y volvió a lamer con delicadeza su pene.

Wesker no podía resistir más, sabía que ahora el que loe estaba torturando era Chris. Su excitación pudo más que su razón y cuando el castaño tenía más abierta la boca metió con brusquedad su pene, la acción provoco las lágrimas de Chris pero Albert lo tomo por el cabello y empezó a moverlo para sacar y meter su pene. Chris no podía oponerse y aunque le dolía decidió hacer lo que Wesker le indicaba. Basto poco tiempo para que Wesker sintiera que terminaría y antes de que eso ocurriera introdujo todo su pene en la boca de Chris y eyaculo en su garganta.

-Eres un idiota- Le dijo Chris después de tragar todo su semen.

-Vamos, no me dirás que no te gusto- Le dijo Wesker en tono burlón. Después tomo a Chris por la cintura y lo recostó con delicadeza sobre la cama.

-¿Albert?- Se sorprendió Chris al ver la delicadeza del rubio y lo abrazo con fuerza.

-¿Qué sucede?- Le pregunto correspondiendo al abrazo.

-¿Vamos a tener sexo?- Chris miro a Albert con inocencia pero se asustó al ver enfado en el rostro de este.

-No…- Le respondió Wesker y al notar a cara de tristeza de Chris le sonrió. –Vamos a hacer el amor…