Hace mucho que no escribo ni ná' de ná', pero aquí traigo una nueva historia.

NOTA: Si me seguís en Twitter actualizo las demás historias: MockS_rock

DATO: Esta historia está basada en Taken, de One Direction.

¿Por qué me haces esto Katniss? Yo ya era feliz. Te había olvidado. Días durmiendo en tu puerta, esperando que salieses, que contestases a mis gritos. Un cambio. Pero nada, no lo hiciste.

Y ahora que estoy con alguien más, me buscas, ¿qué es esto?

-¡Peeta! –te lanzaste a mi cuello llorando y yo te abracé por la cintura.

-¿Katniss? –pregunté extrañado. -¿Qué pasa? Hace mucho que no hablamos.

-Te he echado tanto de menos… -susurraste contra mi oído. –Peeta… Te quiero.

-Katniss, yo ahora estoy con alguien. –murmuré, dolido, apartándote de mí, vi que agachaste la cabeza, soltando algunas lágrimas. –Mírame a los ojos y dímelo. Dime que me quieres. -sonreíste, luego alzaste la mirada y nuestros ojos chocaron.

-Te quiero. –ampliaste tu sonrisa.

-Katniss, no te mientas más. Adiós. –y cerré la puerta. Esperé unos segundos alguna reacción, que fue de rabia. Un puñetazo en el marco y mi nombre dicho a gritos.

¿Qué vi ese día en tus ojos Katniss? ¿Qué me echó para atrás? Tú. Tú y tu alma vacía. No sentías nada.

Y seguiste intentándolo, aunque ya podía ver rencor en tus ojos. Cada vez que me veías con ella. Cada vez que pasabas por la panadería. Cada vez que te dejaba una cesta de pan en tu puerta... Pero también veía una sonrisa. Una sonrisa que pensaba que podrías recuperarme.

-Peeta. –una voz, muy conocida, suave y fresca me llamó desde el otro lado de la barra. Yo estaba cogiendo unas cosas para llevarlas al almacén, y paré para hablar contigo. Salí de la panadería, y te agarré llevándote conmigo a los hornos. Podía escuchar tu risa. Un nudo se formó en mi garganta.

-¿Quieres algo, Katniss? –pregunté, algo dudoso por lo que decía.

-Sabes qué quiero. A ti. –me sonreíste dulcemente. Tienes tanto encanto como una babosa muerta. La Katniss falsa es lo que estaba viendo, y no mi Katniss. Esa que había muerto hace tiempo en su interior, consumiéndose con las cenizas de su rubia hermana.

-Ya basta. ¿Quién te crees que eres? ¿Quién te crees que soy? –vi que te confundía y te echabas hacia atrás, cosa que agradecí.

-Soy yo. Tu Katniss.

-¿Mi Katniss? No está, murió. La perdí. –frunciste el ceño, aún más confundida.

-Peeta, no hablas tú, habla el veneno de las rastrevíspulas. –te miré dolido. ¿Cómo puede recordarme esa época con tanta facilidad? No te soporto más.

Hice un ademán de irme, pero me agarraste del brazo con fuerza.

-Quédate conmigo. –Sabías que ese era mi punto débil, y el de la verdadera Katniss.

-Ya sabes… dónde está la salida.

Y me soltaste.

¿Quién te crees que eres?

¿Quién te crees que soy?

Sólo te gusta verme sufrir.

En realidad no quieres mi corazón,

Simplemente el hecho de saber que puedes romperme.

Gracias por mostrarme quién eres tú.

¿Crees que hago esto para darte celos?

Sé que odias oír esto,

Pero no estoy cerca de ti.

Ahora que no me puedes tener,

De repente me quieres.

Ea, pues aquí está.

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