Disclaimer: todos los personajes pertenecen a Rick Riordan.

Drabble situado Post BoO de What If Leo y Calipso cortan luego de un tiempo fuera de Ogigya. Nada personal contra el Caleo pero simplemente no me convence ni me da feels. Incluye headcanon de bromance Mitchelleo [Mitchell/Leo Valdez] y headcanon de que Mitchell puede cambiar su apariencia. No sé ustedes, creo que Mitchell de lo poco que se vio de él era un chico sincero que decía su opinión incluso durante la dictadura de Drew y podría ser una buena amistad para Leo.

500 palabras.

Este fic participa en el reto "Leo Valdez" del foro El Monte Olimpo.


Distracción

Leo no era del tipo depresivo terminal que se queda encerrado por días en su cueva jugando videojuegos porque cortó con su novia, no señores, él sonríe despreocupado cuando Nyssa y sus otras medio hermanas se acercan a preguntarle qué sucedió con la ninfa, no quiere hablar del tema, es complicado, él necesita procesarlo todavía antes de comunicarlo con sus hermanos.

Necesita distracción, si se escondía como siempre en las fraguas o el búnker 9 su mente seguiría dandole vueltas al hecho del que ha estado huyendo afanosamente toda su vida.

Él no necesita una chica para ser feliz.

Leo siempre había buscado afuera que alguien se preocupe de él, que lo acepte y lo quiera cuando esa o esas personas han estado delante suyo en el Campamento Mestizo todo éste tiempo.

No era el tipo de amor que él esperaba, pero si tenía que ser sincero consigo mismo debía aceptar que no apreciaba lo que tenía: hermanos y amigos.

Pretender que su tipo de chica era aquella fuera de su alcance que nunca iba a tomarlo en serio era su manera de negar sus malas experiencias con el sexo femenino. Por eso se probaba a sí mismo cada vez que conocía a alguna chica ardiente en presencia de algún conocido, ellas nunca lo tomaban en serio y él estaba bien con eso porque nunca le volverían a hacer daño otra vez dado que no tiene que exponerse, no había nada que perder.

Excepto unos cuantos tornillos en la cabeza, no que fueran vitales para seguir funcionando.

Tal vez por eso le dio por ir a la casa de Barbie a sincerarse con la doctora corazón después de unos días, no quería un consejo de amor barato ni la lástima de nadie pero Piper insistió en que el más empatico para estos casos era Mitchell.

Leo apenas lo conocía, lo cual en teoría era perfecto para él ya que no tendría que fingir estar bien.

–¿Una poción de amor? –bromeó Leo cuando el hijo de Afrodita le ofreció una taza de té, contrario a la reacción que esperaba el chico sonrió con descaro.

–Eso quisieras, chico en llamas. –contestó Mitchell antes de recostarse hacía atrás en su cama al lado del latino– Dispara.

Leo quería decir otra broma sobre la decoración o si habían dado vuelta botellas industriales de perfumes pero se sentía perturbado, Mitchell era como mirar los ojos de Piper fijamente sólo que él incluía el paquete completo.

Después de unos segundos te mareabas.

Entonces le encontró utilidad a la taza de té que el chico le había dado, tomó un par de sorbos antes de hablar. Piper tenía razón, Mitchell es buen oyente porque escuchó toda su historia sin interrumpirlo y no lo miraba con cara de oh pobre chico. Leo odiaba eso.

Ironicamente Mitchell fue transparente con él, se reía de sus bromas, le seguía el juego y en algún punto de la tarde sus facciones habían dejado de ajustarse a los cómics que había leído.