El two-shot aquí presentado pertenece al reto Música Que Inspira, de la Sociedad del Sharingan Plateado, la cual busca más miembros.

La cancion en la que me inspire la mega amo, se llama It Hurts, del grupo coreano 2NE1. Aun cuando escucho esta cancion quiero llorar, no se si es por la cancion o por el pastel que sale ahi. Quiero un pastel asi. Bueno me fui por la tanjente, espero que disfruten de este fic asi como yo disfrute escribirlo.

Naruto no me pertenece, solo este fic que escribo sin ningún fin lucrativo más que el de entretener.


DUELE

Tú, usas los zapatos que te di y caminas por la calles junto a ella como si no pasara nada, la besas te echas la colonia que yo te di y la abrazas.

El café de siempre, donde trabajo como mesera. Bastante común y corriente, como yo. El lugar donde te conocí, en donde llamaste mi atención por leer ese pequeño libro naranja, lectura pervertida, según mis amigas y compañeras.

Todavía recuerdo esa mirada tuya risueña al acercarme a tomar tu pedido, esa mirada tan intensa que sentía desnudaba mi alma. En esa misma mesa en donde me invitaste a salir. Ahora esa mesa la ocupas con otra mujer ¿Por qué eres tan cruel Kakashi?

Desde la barra de pedidos puedo oler ese perfume que te regale el día de tu cumpleaños. Dijiste que lo usarías solo cuando saldrías conmigo y creí cada una de esas palabras, pero ahora lo usas con ella, la abrazas a ella, la besas a ella. Todo frente a mi ¿Tan poca cosa fui en tu vida?

Probablemente repetirás esas promesas que me hiciste, con ella.

Probablemente eso estás haciendo, ¿Eres de esos hombres que van engañando a chicas ingenuas? Algo me dice que no es así, que solo fui yo tu víctima, pues a ella la vez diferente. La tocas diferente. Me duele tanto el corazón.

Parece que ya se nos hizo tarde tu amor se ha acabado por favor, por lo menos no digas nada, realmente nos amábamos, ¿No puede volver a ser todo igual?

Añoro esos momentos Kakashi, Ino me regresa a la realidad de golpe, haciéndome saber con esa mano sobre mi hombro que todo estará bien. Me dice que ella se ocupara de esa mesa, me dice que puedo ir a la cocina para no pasar más tiempo viendo la escena que me carcome las entrañas. Pero no. Soy Hinata Hyuga, ex heredera de la prestigiosa familia Hyuga, portadores de un orgullo e imponencia envidiables y es hora de que sea, aunque solo sea por esta vez, una digna Hyuga. Me trago las lágrimas y continuo de pie, aunque por dentro todo este hecho añicos. Sonrío hacia los demás clientes, como si nada estuviera pasando, como si no estuvieras ahí. Como si no supiera que la estas besando. Y recuerdo sin querer esa primera vez entre tus brazos.

Esta noche, yo soy la única de nosotros que está sufriendo.

Días y noches tratando de descubrir que fue lo que hice mal. Tratando de desenmarañar algo en mí que te molestara para que te alejaras de esa manera ¿Mi pasado? ¿Mi familia? ¿Mi actitud pasiva? Y no hay una respuesta.

¿Has cambiado? ¿No significo algo más en tu corazón ahora? Cuando, pienso en ti me hace daño, daño, mucho daño.

Esas interminables tardes en mi casa, en tu casa, en el parque fueron nada para ti, supongo. Para mí lo fueron todo. Fuiste mi apoyo cuando mi padre por fin me quito de la familia, cuando me alejó de mi hermana y hermano, cuando se negó a darme el fideicomiso que mi madre me había dejado. Estuviste ahí, siempre.

Te observo buscarme con la mirada, algo en mi piensa que quizás solo quizás esto sea producto de una pesadilla y vendrás corriendo hacia mí. Pero solo vuelves tu vista hacia ella para besar sus manos. Kakashi ¿Qué fue lo que paso?

Un cliente pide mi atención, joven tez blanca como la mía, ojos negros igual a su cabello. Me sorprendo, pues se de quien se trata. Itachi Uchiha. Que al reconocerme se pone de pie y me abraza con nostalgia, gesto que imito, pues es de los pocos amigos que tenía cuando pertenecía a esa absurda aristocracia. Me separo de él y por un ínfimo momento me olvido que mesas atrás un hombre me está rompiendo el corazón.

Él pregunta sobre mi tiempo perdido en la alta alcurnia y desvío mi mirada, pues ese tema no es de mi agrado. Adivina mis pensamientos y agradezco que pregunte por el trabajo. Contesto cortésmente sus preguntas hasta que el sonido de un vaso rompiéndose llama mi atención. Justamente en tu mesa fue el origen del sonido. Parecías molesto y la chica que te acompaña estaba un tanto sorprendida y asustada. Ino recoge los cristales rotos y remplaza el vaso con una disculpa cargada de coraje. Sabes, tienes suerte de que Ino no te envenene por lo que me estás haciendo, sabe que me enfadaría con ella.

Itachi llama mi atención de nuevo, dice que tiene que irse, cosas de trabajo, pero me deja su tarjeta, junto con un beso en mi mejilla. Despido a un buen amigo.

Ves mis lágrimas como si no pasara nada continuas hablando tranquilamente, otra vez. Me hablas cruelmente y me dices que no podrías negarlo que no tienes ningún remordimiento y que esto no te afecta.

Siento una presencia a mis espaldas, pues aun veo por donde Itachi se ha marchado, al virarme veo que eres tú. Trato de tranquilizar a mi desbocado corazón, de que mis piernas no me traicionen y decidan caer. Así me pones Hatake Kakashi. Veo que hoy estas más apuesto que de costumbre, se ve que hoy te esmeraste en tu arreglo personal ¿Tanto la amas? Esos jeans azules van perfectos con esa camisa negra ajustada.

No se dé dónde pero mi orgullo y amor propio salen a flote, por primera vez en muchos años.

-¿Le puedo ayudar en algo señor?- Pregunto lo más respetuosamente posible, recordándome que ahora eres un cliente más y yo una simple mesera de cafetería.

Siento que te tensas, como si quisieras decirme tantas cosas. Pero decides la vía más fácil, lastimarme.

-Mi novia y yo estábamos esperando el postre pero tal parece que su compañera se perdió y usted estaba muy ocupada con el otro cliente. Así que nos cansamos de esperar. Queremos la cuenta.- ¿Esa es tú voz? ¿Fría, dura y áspera? No te reconozco.

- Mil disculpas. Aquí cada cliente es importante. En seguida traigo su cuenta.- No, no me dejaría lastimar más. Ya sufrí demasiado. Ya no puedo más.

Paso a un lado tuyo, poniendo distancia prudente, pues veo que tu chica nos mira, pero tal parece que a ti eso no te interesa ya que sujetas mi antebrazo con fuerza. Al voltear a verte para buscar alguna explicación te veo con el ceño fruncido ¿De qué me estoy perdiendo?

- Por favor suélteme.- Mi piel quema, pero no por lo fuerte que me estas sujetando, sino porque mi piel tiene memoria. Cada fibra de mi ser reacciona a tus manos, pues la reconocen como su dueño. Porque aunque me duela admitirlo, aun te pertenezco Kakashi.

-¿Quién era Hinata?- Cuestionas, sin ningún derecho. En tu voz noto furia incontrolable. Pero no Kakashi, ya no me doblegaras, por más que te amé.

- Su cuenta señor.- Ino a mi rescate. Sueltas mi brazo y por mas masoquistas que se escuche, lo extraño.

Tomas la pequeña nota, pagas ahí mismo y te marchas.

¿Es muy tarde para volver a empezar? ¿Acaso nuestro amor se acabó? Si esta es una mentira, por favor dime que no lo es, puedo ser una mejor chica ahora, creí que nunca más nos volveríamos a ver.

El negocio a cerrado, tengo que prepararme para dejar todo listo mañana, a pesar de ser sábado no hubo gente en la cafetería, el día siguiente domingo y el lunes la rutina de universidad-trabajo. Menos mal que el dueño decidió cerrar temprano, así hay tiempo para pensar lo que paso en este día y solo puedo llegar a la conclusión de que fue un asco. Por una parte feliz de verte, por otra parte con el corazón extirpado y hecho añicos en una licuadora por verte ahí, con ella siendo devorada por tus labios.

¿Qué me falto para estar a tu altura Kakashi? ¿Más alta? ¿Más baja? ¿Más carácter? ¿Más disponibilidad? Tú siempre me decías que era perfecta, que no necesitaba cambiar. Que bien me mentiste e ilusionaste. Eres muy bueno en eso.

Llego a mi edificio de departamentos y lo que veo en la entrada me hace detenerme abruptamente ¿Qué haces afuera del edificio? Me acerco, lentamente pues no quiero ilusionarme y creer que me estabas esperando. Justo cuando voy a pasarte de largo, me llamas.

Esta noche soy la única que sufre ¿Has cambiado? ¿No significo algo más en tu corazón ahora? Cuando, pienso en tí, me hace daño, daño, mucho daño.

-¿Quién era él Hinata? ¿Porque te saludo de esa manera?- A pesar de que esta vez tu voz era más suave no dejaba de ser demandante. Y yo no entendía porque jugabas de esta manera conmigo. Quiero llorar.

-Te responderé solo por cortesía Kakashi. Pero será la única vez. Es un viejo amigo. Su familia y mi familia tiene negocios en común, eso es todo.- Ni siquiera quise mirarte, pero sabía que tú lo hacías. Me dispongo a seguir mi camino pero de nuevo tu voz me detiene.

-Hmn, a un amigo no se le saluda así, con abrazo y beso en la mejilla.- Soltaste eso con veneno ¿Crees que soy una cualquiera? ¿Pensé que me conocías? Duele saber que no es así.

- Ese no es tu problema, en todo caso es mío. Tu y yo ya no somos nada y sin mal no recuerdo fuiste tú quien de un día para otro dijo "se acabó". Es muy mi placer si decido rehacer mi vida y con quien. Te lo dije, solo por esta vez contestaré, para la próxima te ignorare. Además, has sido tu quien sin ningún miramiento ha llevado a su chica a donde trabaja su ex chica a tan solo cuatro días de haberla dejado. Has sido tu quien me ha restregado en la cara que no me necesitas, has sido tu quien dejo de amarme.- Sabia que eso ultimo no debí decirlo. Pues me evidencie que aun muero por ti.

Vi ilusión en tus ojos, vi como tus manos querían hacer algo, vi tus músculos tensionarse ante mis últimas palabras, pero al final no hiciste nada. Solo diste media vuelta y me dejaste ahí, otra vez sola. Como hace cuatro días.

Ya no eres el mismo de antes. Porque al "tú de antes" al que yo amaba y el "tú de ahora" son tan diferentes ¿Estas conmovido? Sólo me puse de pie y lloré, viéndote desaparecer a la distancia.

¿Quién era ese hombre que me estaba dejando? No era el chico dulce y atento que yo conocí, no era aquel que entre sábanas blancas me hacía el amor y me juraba cuidarme y protegerme. Aquel que me celaba hasta del viento que rozaba mi piel. No era ese chico que por las mañanas me despertaba con un desayuno casi quemado. Que en susurros me decía cuanto me amaba. Este chico que me está matando lentamente no lo conozco.

No hay forma, no puedo aceptar que ya no eres más mi chico ¿Cambiaste? ¿No puedes volver? ¿Realmente cambiaste? ¿No puedes volver? Oh, ¿Es este el final? ¿No significo algo más en tu corazón ahora? Cuando pienso en tí Me hace daño, daño, mucho daño.

Subo a tropezones por la escalera, mis lágrimas no me permiten ver bien, ¿Así acabara todo? Abro mi departamento y solo al cerrarlo y asegurarlo puedo llorar nuevamente a todo pulmón. Como cuando perdí a mi madre, como cuando me alegaron de mi hermana y de mi hermano. Me dueles Kakashi, no te imaginas cuánto. Quiero terminar con esta pesadilla, pero lo peor de todo es que nunca cambiaría el hecho de haberte conocido, de haberte amado y de haberme entregado a ti. Aunque me duelas tanto.

Mientras tanto, a unas calles del edificio departamental de donde vive Hinata, un peliplateado caminaba a paso apresurado. Quería entrar a la regadera y quitarse el aroma de esa chica. Lavarse los dientes, usar enjuague bucal e hilo dental para que no hubiera rastros de su sabor. Lo necesitaba a la voz de ya. Pero una llamada a su celular detiene sus planes. Bufa con odio puro al reconocer el número. Solo da la opción de contestar llamada y pega el aparato a su oído.

-Espero que estés cumpliendo con tu parte Hatake. Aléjate de mi hija. La quiero de vuelta y si sabes lo que es mejor para ella sabrás que es lo correcto dejarla en paz.- La imponente voz de Hiashi Hyuga se escuchaba sin usar el alta voz.

-Esto lo hago por ella. Para que se le devuelva lo que por derecho le pertenece. Porque la he visto sufrir y llorar noche tras noche. Solo por ella hago todo esto.- Aunque al principio quería sonar decidido las últimas palabras salieron en un susurro.

-Lo mejor para ella es regresar a casa con los suyos y desposarse con alguien de su nivel. Eso es lo mejor.

-¡Eso no formaba parte del trato Hiashi!- Bramó furioso Kakashi casi rompiendo el celular con su mano por el coraje y la rabia que sentía.- Lo de hoy fue obra suya ¿verdad? La visita del Uchiha.- Empezó a ver como había actuado ese hombre, padre de la mujer que tanto amaba.

-Él es lo mejor para mi hija, así que aléjate.

Y sin esperar más la llamada se terminó. Mientras Kakashi maldecía el haberse dejado convencer por ese hombre el dejar a la única mujer que ha amado en toda su miserable vida.

-¿Que he hecho? Hinata.- Llevo sus manos al cabello estirándolos de manera desesperada.


Bueno si han llegado hasta aquí espero les haya gustado. Querida sociedad, reto cumplido. Tratare de escribir los que tengo pendientes. Queridos lectores espero ser merecedora de algún comentario.