DIARIO DEL ÚLTIMO ENCUENTRO

SEPTIEMBRE PDA DE DR. TEMPERANCE BRENAN

Cada mañana, cada minuto del día, la irrefutabilidad de lo efímero que me rodea me abruma.

Intento comprender en vano porque, cada vez más, siento como me afecta lo que veo, el sufrimiento de la gente que obrsevo día a día en el trabajo. Y cuanto más analizo la situación, más consciente soy de que sólo un nombre ya es en si la respuesta: Booth.

Porque cada caso en el que trabajamos, cada cena o comida que compartimos, no dejo de sentir como cambia mi mundo, la perspectiva de aquello que me rodea y sobre todo observo como las reacciones que tengo hacia la gente son radicalmente distitas.

Por todo ello he decidido escribir este diario. Bueno no es como uno de esos testimonios sensibleros en los que obsesivas adolencentes vuelcan sus miedos y referencias culturales y sociales.

No es, en definitiva, una técnica psicológica de autoanálisis (¡Como odio la psicología!). Sólo creo que de esta forma podré dejar tras de mi patente, la real línea de pensamiento de mi vida, si alguna vez llega a pasarme algo, o si algo le ocurre a Booth. Y es que últimamente a quedado claro de una forma palpable y totalmente aterradora los riesgos y la peligrosidad que conlleva nuesto trabajo, no es que antes no fuese así, es sólo que ahora parece que por fin me doy cuenta de ello, de que puedo perder en un instante todo lo que forma mi existencia.

Hemos estado demasiadas veces al borde de la muerte, hemos sufrido demasiados golpes anímicos y físicos y demasiada gente se ha visto afectada a nuestro alrededor. De forma, que si alguna vez todas esas consecuencias de lo que hacemos día a día, terminan por llevarse a cualquiera de nosotros, sólo espero que estas palabras sirvan de alivio, consuelo o al menos sean una forma lógica de poder entender los sucesos acaecidos alrededor del vano hecho de nuestra muerte.


PARA BOOTH (POR SI ALGUNA VEZ NO LO LOGRAMOS)

Hoy a sido realmente un día dificil, cuando creíamos tener resuelto ese maldito caso, el asesino a atacado de improviso y ha matado a dos chicas más. Se como te afectan estas cosas, cuando veo tensarse tu mandibula para contener la ira que sube desde tu interior, lo veo en tu mirada cuando me observas mientras analizo los restos de las jóvenes.

Te conozco lo suficiente como para entender que cargas sobre tus hombros con el peso injusto de la culpa, sintiendo que quizas si hubieses sido más rápido, más intelegente o intuitivo, o si hubiesemos hallado alguna pista más esclarecedora ahora esas chicas seguirian vivas. Pero no importa lo que pienses, en ningun momento ha sido tu culpa Booth. Has hecho todo lo que estaba en tu mano, como siempre, ambos hemos dado lo mejor de nosotros mismos. Te prometo que pase lo que pase siempre será así.

No podemos luchar contra la ira humana, la injusticia alcanza límites que nos sobrepasan, pero lo que si es seguro es que siempre haremos todo lo posible por que este sea un mundo mejor y eso te hace un buen hombre, una gran persona y el mejor de los compañeros, no quiero que lo dudes ni un segundo.

Si algún día lees esto espero habertelo dicho en persona, si no he tenido esa posibilidad, no dudo de que siempre has sabido que tu hijo no es el único tremendamente orgulloso de ti.


SEPTIEMBRE DIARIO DE S.BOOTH

Hace años que tengo la costumbre de registrarlo todo en pequeñas libretas, me viene desde el ejercito, cuando las horas de espera acechando a un blanco eran capaces de volver loco a cualquiera. Pero hoy es la primera vez que me doy cuenta de lo mucho que este simple hecho me ayuda a entender mejor la mierda contra la que tengo que luchar todos los días.

La suerte, la providencia, deseo pensar que Dios, ha puesto en mi camino la mente más brillante que he conocido jamás y aunque he de admitir que me desespera la mayor parte del tiempo, la capacidad que tiene de leer en mi como un maldito libro abierto, es lo mejor que me ha ocurrido en la vida (sin contar a mi hijo por supuesto).

El caso en el que estamos trabanjando ahora es duro, inusualmente duro, especialmente porque creía tenerlo todo bajo control cuando ese bastardo ha vuelto para matar a dos chicas más. No podía dejar de pensar que era mi culpa por no haber interrogado a los vecinos de la tercera victima a tiempo o por no prestar más atención a los detalles. Soy un cabrón porque estaba absorto en la tempestuosa vida sentimental de mi compañera de trabajo, preocupado por su bienestar y debí estar más atento a otras cosas. Ahora es muy tarde para ninguna de esas mujeres.

Mi cabeza estaba por explotar con todos los entimientos de culpa atormentandome, cuando he sentido su mano sobre mi hombro y esa mirada azul que tiene una inigualable capacidad sedante sobre mi.

Doy gracias a Dios todos los días por mandarla a mi vida.

Y sé que le preocupa que me sienta resposable de sus muertes, lo sé porque en parte ella también carga con esa culpa. Si hay un celo profesional más agudizado en el mundo que el mío, ese es el de Huesos sin duda.

Sin embargo, todas mis preocupaciones se han desvanecido en el momento en el que la he estrechado en uno de esos abrazos de compañeros.

¡Y un cuerno abrazo de compañeros!, Dios debió fulminarme por embustero cuando le dije aquello la primera vez, no hay nada de inocente en esos abrazos, pero ¿me lo habría permitido de cualquier otra manera?. Ahora nunca podré saber la respuesta y me hallo inmerso en esta espiral de duda en la que la siento cerca y a la vez más lejos que nunca, observando impotente como se relaciona con todos esos perdedores que no la valoran ni un gramo de lo que ella merece.

Abre los ojos Temperance, y quizás si miras lo suficiente, me encontrarás frente a ti esperando.

Pero debo centrar mi mente para vengar la muerte de esas chicas. Mañana queda un día duro por delante, siempre lo primero es el deber, pienso atrapar a ese cerdo. Uno de los chicos de antidrogas tiene un chivatazo que relaciona a nuestro asesino con su red de narcos, por la tarde participaré en la redada. No importa lo mucho que Huesos insista esta vez se queda en casa, ya la informaré de todos los malditos por menores a mi regreso. No pienso poner a nadie más en peligro.


SEPTIEMBRE PDA DE DR. TEMPERANCE BRENAN

Se que Booth intenta protegerme pero ¡por favor!, soy experta en tres tipos distintos de combate marcial y manejo más de cuatro estilos distintos de armas. Creo que estoy preparada para acompañarlo a una maldita redada.

Y se lo he dicho bien claro, que quizás con la acción del momento cualquiera de ellos no podrá ver las posibles pistas que se destruirían y yo si. Pero mira que llega a ser cabezota este hombre, porque no ha habido manera de hacerle cambiar de opinión.

He utilizado todas mis técnicas de persuasión, lo he intentado de todos los medios posibles y ¡nada!. Mantiene que no se lo perdonaría si me ocurre algo mientras él se preocupa por detener a esos hombres. Pero yo se que eso no me ocurriría porque él siempre me apoya, aun cuando a nuestro alrededor todo se sumerja en un caos.

Nunca he tenido fe en nada, no creo en Dios ni el destino, no creo en la suerte, pero tengo fe en Booth y se que cuando estoy con él siempre hará todo lo posible para que no me ocurra nada malo. Se que su instinto de protejerme es tan fuerte como el instinto que tengo yo de protejerlo a él, y aunque no estuviese segura de nada más, sólo ese simple hecho ha conseguido que vuelva a creer en los beneficios de las relaciones humanas, más allá del mero hecho de satisfación personal. Sólo por sentirse comprendida por otra persona, si... eso es, él me comprende. Nada puede comprar eso ni compararsele.

Angela insiste una y otra vez en que nuestra relación debería alcanzar otras dimensiones, explorar nuevas formas de expresión. Lo que no comprende es que para mí la relación que tengo con Booth es más sincera y profunda que cualquiera del resto de relaciones que he mantenido nunca. Confío en él plenamente, lo que es más de lo que puedo decir de los otros hombres que han poblado mi vida. Y si bien nuestra relación no ha trascendido al plano físico, me siento indudablemente más cerca de Booth que de cualquier otra persona que halla conocido jamás.

Es mi compañero, mi amigo y mi confidente, si he de perder todo eso sólo por explorar el apartado sexual ¿merecería la pena? (bueno no es que no desee "explorar" el apartado, creo que debo dejar aquí este punto o no se donde me llevará esa línea de pensamiento. ¡Oh vaya! ahora si que no puedo permitir que Booth lea esto nunca, o no habrá persona en el mundo capaz de aguantar la inmesidad de su ego, si, esto va a tener que permanecer en la intimidad de mis pensamientos).

Tengo que dejar de escribir, unos golpes insistentes sacuden mi puerta.


SEPTIEMBRE DIARIO DE S.BOOTH

Hoy a las 21.30 horas he vuelto a fallar, he cometido el error más grande con la única persona de este mundo que he jurado proteger por encima de todo y de todos.

Hoy a las 21.30 horas un maníaco homicida me ha arrebatado a la que se desde hace tiempo, aunque nunca lo he admitido, que es la persona más importante de mi vida.

No deseaba poner a nadie más en peligro, y por mi impetuosidad y terquedad, por querer hacerlo todo sólo y mantenerla alejada, como siempre, he roto mi promesa de estar a su lado.

Porque debía estar allí con ella, junto a la mujer que ha cambiado mi vida, cuidandola. Y no en aquel infeliz agujero alejado de la mano de Dios arrestando a esos pobres cabrones por un alijo de drogas, mientras el peor cabrón de todos la atacaba a ella en su propio apartamento. Cuando pille a ese tio ni Angela va a poder reconstruir su maldita cara.

Los de pruebas, me acaban de traer su PDA. Estaba escribiendo cuando la atacaron. No se si debo leer lo que estaba escribiendo, invadir de esa forma su intimidad. Pero mi cabeza me arde y sólo puedo pensar en que una parte de mi insiste en que sigue viva, que voy a encontrarla y que nada va a volver a separarla de mi lado.

Y al mismo tiempo un pensamiento fugaz aturde mi mente, surgido de Dios sabe que parte enferma de mi cerebro, insistiendo en la oscura y horrible posibilidad de que no vuelva a verla con vida y de que estas sean las últimas palabras que dejo escritas.

Siempre le digo a Parker que no lloré, que no es de hombres, que no le va a llevar a ninguna parte. Y aquí estoy yo sentado, desmadejado en el suelo de mi despacho, con su PDA en mis manos y la desesperación de hallarme a 14 horas de su desaparición sin pistas tangibles. Deseando morirme sin ella y llorando como un niño sólo de pensar que nunca más pueda abrazarla.

Abriré la PDA y leeré lo que escribió porque si regresa y me grita, sólo podré sentirme el hombre más afortunado del universo por volver a escuchar su voz.


¡Oh Dios mio!, por favor.

¿Como he podido estar tan ciego Temperance?.

¿Como permití que esto pasara?

Te prometo que pase lo que pase. Te encontraré.