Disclairmer: Digimon no nos pertecene, escribimos sin ánimo de lucro.
¡Hola, bienvendidos al fic conjunto del topic Taiora del foro Proyecto 1-8!
Ayer, 26 de abril de 2016, cumplimos el primer añito del topic más valeroso y amoroso del foro y, por lo tanto, ¡lo celebramos con una colección de historias taioricas! Descubre momentos maravillosos a lo largo de su amistad y relación amorosa con altibajos, pero que seguro nos encantan, de la mano de diversos autores maravillosos.
¡Somos vida, somos valor, somos Taiora! ¡Esperamos que les guste!
Autor: Alexeiss.
Prompt: Taiora de 6-8 años. Plaza/parque de Hikarigaoka. En primavera. Amistad o enamoramiento de niños. Juegos.
Kasugai Kiwi Gummy
Taichi no es un niñito mañoso. Es cabezota, es porfiado, es terco, pero no es mañoso.
Si hay arroz, come arroz. Si hay ramen, hay ramen. Si hay comida chatarra, hay comida chatarra y si toca lechuga, se come la lechuga.
Por eso, la mamá de Taichi le consiente que no se coma el kiwi.
No siempre hay kiwi, pero cuando hay Taichi arruga la nariz, la boca se le hace un pucherito y se niega a comer los cubitos verdes.
Está bien por que a cambio Taichi se come medio refrigerador.
Como es buen niño su mamá lo lleva al parque, con o sin kiwi, para que queme algo de esa energía inagotable que tiene.
Balón bajo el brazo y las zapatillas bien amarradas, con su sonrisa todavía completa, el Taichi de seis añitos, corre a la plaza buscando a alguien con quien jugar.
Todos parecen tener amigos ahí en ese parque, pero de la nada sale una niñita pelirroja que indica su balón con una sonrisa sin dientes (a ella se le cayeron las dos paletas juntas, cuando mordió una manzana).
—¿Quieres que juegue contigo?
Y Taichi la mira sonreír con los ojos y sin los dientes, y le entrega el balón.
Ella es muy hábil y Taichi se entretiene porque no tiene que enseñarle a patear el balón y ambos pueden patearlo desde lejos sin que se les arranque por el parque.
Cuando Taichi se cae (a veces su pie derecho cree que es el izquierdo) ella lo ayuda a levantarse y revisa su rodilla como toda una experta. Afirma que no tiene nada y que es un niño muy valiente. Taichi le cree, porque si lo dice una niña pelirroja debe ser cierto.
Juegan hasta que a la niña pelirroja le llama su mamá y tiene que irse.
El siguiente día Taichi come más rápido que nunca para poder ir al parque, y a pesar de que está listo veinte minutos antes de la hora de siempre, tiene que esperar a su madre que no entiende que es "mega-muy-importantintísimo" que ese día llegue temprano. ¿Que va a pasar si otro niño descubre que la niña pelirroja sabe patear el balón? No quiere arriesgarse a quedarse sin compañera de juego.
Ese día la niña pelirroja le avisa que se llama Sora, que tiene su misma edad, que vive en un edificio muy cerca al suyo y que cuando se le salieron los dos dientes de adelante no lloró.
Taichi le confiesa que a él aún no se le cae ningún diente, pero le dice que tiene un dientecito flojo.
Ese es el día que Taichi se saca un diente con la ayuda de Sora (su nueva mejor amiga) y su balón de fútbol.
A Taichi le gusta jugar con Sora porque ella nunca le dice que no a sus ideas locas, y cuando se cae no llora. También le gusta jugar con ella porque de vez en cuando Sora pasa a la tiendita cercana y trae dulces y siempre, siempre los comparte con él.
Están a mano, claro, porque él comparte su balón.
Uno de todos esos días Sora llega tarde, pero llega tan contenta (con una sonrisa a medias, esas paletas no parecen ser muy veloces) que Taichi no puede más que sonreirle de vuelta y aventarle el balón.
Juegan hasta que los dos están tan cansados que las rodillas les bailan y se sientan en el suelo. Sora saca de un bolsito celeste, y lleno de tierra, un paquete de dulces.
Antes de que Taichi alcance a poner mala cara, Sora se pone a hablar y como a Taichi le parece que brilla entera cuando habla, se queda callado y no la interrumpe.
—¡Estos son mis dulces favoritos! ¡Kasugai Kiwi Gummy! ¡Como mi fruta favorita! No entiendo cómo hay gente a la que no le gusta el kiwi. ¡Absurdo!
Y ella irradia energía y emoción y él no tiene cara para decirle que prefiere comer tierra a comer kiwi.
Ella saca varias gomitas con sus manos morenas llenas de tierra y sin asco alguno se las mete en la boca. Le sonríe con los cachetes llenos como un hámster y le acerca el paquete para que saque.
Es el momento más difícil en la vida del Taichi de seis años. Comer gomitas de kiwi o perder a su mejor amiga pelirroja as del fútbol.
Es complicado porque naturalmente ,no puede explicarle que no le gusta el kiwi, así que siendo el niño valiente que es, mete la mano al paquete y la saca llena de gomitas que se mete en la boca, que masca con ganas y que traga con una sonrisa algo forzada pero que su mejor amiga pelirroja no nota.
Ese es el día que Taichi Yagami se convierte en el mártir más joven en nombre de la amistad y salva la suya con Sora comiendo gomitas de kiwi.
Esa tarde, al volver a casa, Taichi le pide a su mamá que le de kiwi ¡Si tan solo Sora supiera lo que hacía por ella!
¡Gracias por leer! ¡Felicitaciones, Topic Taiora!
