¡Hola! Aquí está, es un one-shot de porque Milo está castigado y por qué Kiki hizo un servicio social a Camus.

Me encanta Camus y su relación con Milo no se si los capte en sus personalidades, pero así me imagino a Milo y a Camus se supone que lo subiría luego de "No me engañas" pero no encontraba el archivo pero lo encontré. Me encanta hacer enojar al precioso de Shaka.

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Amigos del alma.

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El sol se encontraba en su punto más alto lo que implicaba más calor, añadiendo el calor corporal que se genera luego de un entrenamiento era un infierno ya no lo soportaba, aunque solo llevaba un pantalón de algodón y el calzado griego y nada más, su torso dorado por el sol, perlado de sudor, sus cabellos amarrados en una coleta alta, era sin duda la ideología de un hombre espartano, Milo tenía ese aire sensual y travieso que te atraía como la polia a la luz, con el todo era extremo, si mucho calor o mucho frío, sí muy alegre o muy enojado, era raro encontrar puntos medios con él.
Caminando de su templo al templo de su amigo que era el único en soportar 24/7 a este se, pues nadie sabía controlarlo como Camus
—¡Maldito calor griego!

Mascullando entre dientes el griego pasaba por los templos, no olvidando los protocolos porque Milo podía ser muy revoltoso, pero en lo que respecta a las órdenes que regían a los dorados y el santuario las acataba y ejecuta solemne y orgulloso, excepto con Camus.

Llegó a la entrada de los privados de Acuario, asomó la cabeza por la puerta dándose cuenta que en el interior el ambiente era muy fresco.
—Camusss, ooohh Camus ¿Estás en casa cariño? —Milo sonreía traviesamente.
Un libro salió volando de saber dónde directo a su cabeza, el cual cogió en el aire, lo abrió leyó una línea y lo tiró al suelo.

—Me alegra saber que ya me consideras de nuevo tu amigo escorpio —la voz glacial y altiva de Camus resonó por el templo de Acuario.
—Seee lo que pasa es que si me hubieras dicho tu verdadero plan, en vez de actuar como secuaz de Hades... umm hubiera reaccionado diferente —respondió buscando el origen de la voz de Camus.
—¿Cómo hubieras reaccionado milo? Te conozco.
—En vez de estrangularte por ser un traidor, te hubiera estrangulado por haber muerto por tu amado discípulo —respondió sin pena ni gloria, pero más sin pena.
—¡Ja! Qué gran diferencia.
—Si hay diferencia acuario, porque lo hubiera hecho con cariño, sabes que lo último que debes hacer a un escorpio es traicionarlo ¿Y por qué no sales y das la cara o es que me tienes miedo santo dorado de acuario?

Otro libro proyectil salió a un costado de Milo el cual no logró esquivar y le dio de lleno en la sien, ladeando un poco la cabeza de Milo debido a la fuerza con que fue lanzado.
—¡Joder, Camus deja de tirarme libros, idiota! —hablaba mientras se sobaba la cabeza.
-—¿Se puede saber qué quiere el santo dorado de escorpio Milo? —Camus al fin salió de un pilar que se encontraba a un costado de Milo, no traía su armadura solo una camisa sin mangas azul y un pantalón de algodón blanco, estaba descalzo.
—No seas resentido —Milo lo miraba juguetonamente.
—¿Resentido yo? No seas hipócrita, ha pasado un mes desde que volvimos y hasta ahora te dignas a dirigirme la palabra, por más que te pedí disculpas,solo pasabas de mí.
—¿Ycomo hubieras reaccionado tú, he? Entiende cabeza de escarcha.
—Y ahora vienes y no precisamente a retomar nuestra amistad, vienes porque no aguantas el calor y sabes que acuario es el único templo que es de temperatura fría por mi cosmos ¿O me equivoco? Alacrán descarado.
—Bien si en parte sí, pero extraño a mi amigo también, los demás no me entienden —" más bien no me aguantan" pensó para sí Milo
—Eres el ser más cínico que conozco.
—Pero igual así me quieres,vamos hermano ¿Qe dices haces punto y aparte? Dime —Milo extendía su mano con la sonrisa más coqueta de su repertorio.

Camus golpeó la mano de Milo con el revés de su muñeca y dio media vuelta, dio un par de pasos y vio a Milo por sobre su hombro.
—¿Vienes o qué alacrán?
—Camus no seas cruel conmigo —lloriqueo mientras seguía a Camus dentro de su templo.
—¡Y encima te haces el sufrido!

Ya completamente dentro de el interior del templo Milo se desparramó en una silla de la biblioteca de acuario , Camus lo miraba de reojo, Camus tenía el semblante serio como siempre tan estricto que parecía una escultura de hielo, una escultura de pies a cabeza "tan hermoso " pensó milo
—¿Oye y esa cosa que es? No recuerdo que la tuvieras ¿Es nueva? —Dijo señalando la estatuilla que se encontraba en el escritorio de Camus, en el cual se encontraban unos cuantos libros.

La figurilla era de un ángel de vestido y cabellos cortos y alas hermosas, con patines, tenía las manos entrelazadas detrás su espalda.
—Es una estatuilla hecha de porcelana, nunca las habías visto
—Umm ya ¿Y qué hace aquí?
—Que te importa.
—Uy pues si me lo expones así,no …
-—¿Milo ya te refrescaste? —Camus lo miro directo a los ojos.
—Ya que lo dices, si ya se me quito el calor.
—Entonces ¡Haz el favor de irte de mi templo!
—Que genio te cargas amigo, bueno vuelvo pa la cena hermano, sorpréndeme cariño —nuevamente un libro se estampó de lleno en la cara de Milo.
—Pero no toleras una broma hombre —decía Milo mientras se sobaba la nariz —¡Y no maltrates lo libros, idiota!
—Lárgate Milo y no te atrevas a venir holgazán, en tu templo tienes lo necesario para cenar.
—Si pero no me gusta comer solo, adiosin —canturreo con su voz tan sensual y no porque la quisiera ser así es, solo que era algo tan natural en ese hombre,
Y eso le produjo escalofríos a Camus. Lo último que vio fue la mano de Milo despidiéndose por el filo de la puerta.

—NI SIQUIERA LO PIENSES MILO —el grito de Camus apenas fue escuchado por Milo porque ya iba corriendo como alma que se la lleva hades, no era tan tonto.

Ya en la cena Milo se encontraba frente a Camus en el comedor de acuario, Camus cenaba sin ver a milo ¿Y Milo? Pues, Milo lo miraba con ojos llorosos y mirada de cachorro abandonado bajo la lluvia.
—Camusss amigo del alma ¿Por que eres tan cruel?
—Te lo dije que para ti no habría cena —pues en el sitio de Milo no había nada de nada.
—Pues eres cruel e igual me paso a lo barrido —Escorpio se levantó y fue rumbo a la cocina, volvió con un plato de comida y comió de lo más tranquilo.
El que no estaba para nada tranquilo era Camus y que si la miradas mataran a Milo ya la hubiera explotado la cabeza
—Vous êtes un Milo effronté (eres un caradura Milo)
—Camus no seas así con tu hermano del alma, te hace falta una chica que te baje el mal humor con una buena —Milo puso la lengua contra el interior de su mejía repetidas veces a la vez que aproximaba su puño a sus labios al mismo tiempo, haciendo alusión bueno ya se saben a qué, lo siguiente que paso es que el plato de Camus se encontraba en la cabeza de Milo y Milo bien quitado de la pena solo aparto los restos de comida y siguió comiendo lo último que escucho fue el portazo que dio Camus.
—¿Ahora a este que le pasa? Ya lo averiguare.

Camus mascullaba en francés entre dientessentado en su escritorio, viendo la estatuilla.

Milo entro como Juan por su casa.
—¿Me vas a decir que te paso? —Amigo te extrañe, pero tú me sacas de mis casillas porque tienes que ser tan tú —le dijo señalándolo de pies a cabeza.
—Ni modo tómame o déjame ¿Que te pasa?

—Camus no en serio dime
—Me he enamorado Milo y no sé qué hacer, ella es como un oasis en el desierto, la estatuilla me la regalo ella cuando se marcho.
—Camus yo lo siento no quería...
—Me hacía falta hablar contigo, Mu es un buen compañero me escucho, me aconsejo, pero no me entiende no como tu Milo.
—Lo lamento en serio, pero ya estoy aquí dime.
—La conocí en el pueblo estaba visitando a su tía, nos conocimos por accidente.

Acuario comemzo su relato ante un muy atento Escorpio.

Camus termino su encomiendo hecho por el patriarca regresaba a paso tranquilo por el pueblo, no había sido necesario llevar su armadura por lo que se encontraba con ropas normales. Admiró la fuente de rodorio, hermosa con esos ángeles con las ánforas donde salía agua, era como una alusión a acuario, lo próximo que sintió fue algo que choco con su cuerpo, el ni se movió pero el objeto que choco con el hiba al suelo por instinto agarro a lo que caía al suelo, cuando aprecio lo que era que sostenía por la cintura, le gusto lo que vio, una chica cabellos tan lacios de color negro, ojos del mismo color, piel blanca, era linda.
—Gracias y lo siento… —ma chica lo aprecio de pies a cabeza notoriamente apenada— es venía corriendo y no me fije, llevo prisa.
—Descuide señorita, solo debería tener cuidado —Camus la seguía sosteniendo.
—He sí, me puedes soltar ya.
—Lo siento.
Ya en el suelo quiso seguir su carrera dio unos pasos pero se detuvo y giro su cuerpo para ver a Camus.
—Soy Bibi, lo siento no quería ser tan mal educada
Camus sonrió baya nombre pensó ¿Seria consciente de su significado? A Camus se le miraba con un semblante divertido, ella lo miro a la cara y se sonrojo no titubeo a la hora de preguntarle
—Tú sabes el significado de mi nombre ¿Verdad? —lo miraba expectante.
—Si, es un nombre francés que significa juguete de brujas —ella lo miro enojada.
—Soy Camus ¿Tú vives por acá? —cambio de tema rápidamente
—Mas o menos ¿Y tú?
—Vivo cerca. Te acompaño ya es un poco tarde para que andes sola.
—Umm no te preocupes.
—Insisto.
—Supongo que puedo confiar en ti.
—Claro y dime por qué tan apurada.
—Es que quería devolver este libro —levanto su mano mostrando un libro que Camus no lo había notado antes.

—Interesante, tengo la continuación.
—¿Enserio? Me encanta dime que lo presentaras siiiii, es que no lo encuentro por ningún lado — expreso su deseo muy confiada como si lo conociera de siempre
—Umm bueno yo —cuando vio la mirada de la joven no resistió— claro mañana en la fuente a las dos de la tarde, en la mañana no puedo. Eres muy confiada con los extraños.
-—En serio eres un amor, si ya me lo han dicho, pero estamos en un lugar público asi que…
El sonrojo de Camus fue instantáneo y así transcurrió el resto del día luego de regresar el libro hablaron y se despidieron.

Milo miraba sonriente a Camus, era bonito saber que ese cubo de hielo si se podía enamorar.

—Sabes así pasaron los días conversábamos de todo y de nada, poco a poco me fue ganando.
—Camus amigo no sé qué decirte ¿Ella dónde está, sabe lo que sientes por ella?
—Regreso a su hogar una semana luego de que nos conocimos eso tardo para enamorarme, no logre decirle, no tuve el valor me dio la estatuilla antes de marcharse, me ha escrito un par de cartas desde entonces.
—Hermano yo lo que digo es que pienses porque no le dijiste tus sentimientos luego sabrás que hacer yo te apoyare en lo que sea —le palmeo el hombro y se sumieron en silencio.
—Gracias Milo —Camus salió rumbo a su habitación dejando a Milo en el estudio.
Milo se quedo mirando la estatuilla luego la tomo en sus manos, la aprecio, se fue a la sala con la figura en las manos pensando que podía hacer para ayudar a su amigo.
—Tenias que aparecer tu ¿Dime por que has puesto a mi amigo así, dime? —agitaba la estatuilla cuando algo apareció tras sus espalda.

Por instinto tiro un puñetazo que se estrello contra un pilar cuando el objetivo se movió rápidamente,curiosamente en la mano sostenía la figura de porcelana, lo quprovoco que la figura se quebrara en pedazos, los ojos de Kiki estaban abiertos de par en par.

—¿Señor Milo que ha hecho? él señor Camus lo va a matar —lo señalaba con el dedo acusador.
—¿Qué? ¡Mierda, esto es tu culpa! ¿Por que te apareces de repente renacuajo de mier#**? Kiki por instinto se tapo los oídos.
—Mi maestro Mu me envía a decirle al señor Camus si quiere cenar con nosotros, pero yo creo que no lo hará cuando vea lo que a echo usted señor Milo.
—¿Yooo? Esto es todo culpa tuya, ni creas que te vas a librar, tu caerás conmigo —la mente de Milo trabajaba a mil por hora.
—¿Me esta amenazando señor Milo? —respondió Kiki con malicia.
—¿Me estas retando mocoso?
—¿Señor Milo que no le han dicho que no moleste a las niños?
—¿Niño? Tú no eres un niño, eres un emisario del mal.
—¿Señor milo como puede decirme eso? —los ojitos aguados de Kiki parecían romper en llanto en cualquier momento.
—Ami no me engañas tus tretas Kiki, así que déjalo.
—Ya que, ni modo —Kiki recobro la compostura.
—Eres un…
—¡Le voy a decir el señor Camus! —salió pies en pólvora a buscar a Camus.
—REGRESA MOCOSO.
—SEÑOORR CAMUUSSSS.

Milo corría tras el intentando atraparlo, pero Kiki se tele trasportaba de vez en cuanto para evitarlo. Cuando Camus salió Milo dijo pies pa que te quiero y salió corriendo, cuando kiki relato lo sucedido el santuario completo tembló.
—MIILOOOOOOOOOO VEN ACA ESCORPION INUTIL.

Pero de Milo ni las luces se miraban ya, el ya mencionado caminaba en círculos tomando sus cabellos con una mano, con la otra sostenía los restos de la figurilla que en paz descanse.

—¿Que voy a hacer? Rsyos, ya se Mu debe poder ayudarme.

En el templo de Aries se podía apreciar a Milo aporreando la puerta de los privados del templo. Cuando Mu salió, el pobre de Milo se le abalanzó chocando con un muro de cristal.
—¿Se puede saber que quieres escorpio y por que traes esas fachas? —cuando noto lo que sostenía palideció.
—Camus te va a matar.
—Lo sé joder que ya lo se, que hago, ayúdame.
—No es que sea mala gente pero ¿Por qué debería ayudarte?
—Porque fue tu aprendiz el causante de mi desgracia.
—Milo con Kiki no te metas, que desfachatez la tuya acusar un niño.
—Mu lo que tienes por aprendiz no, es un niño es un
Kiki apareció súbitamente logrando que Milo saltara en su sitio de lo alterado que estaba, Mu ni se inmuto, kiki parecía exaltado.
—¿Señor Mu a que no adivina? —cuando reparó en la presencia de Milo ambas miradas chocaron.—TUUU —exclamaron al unísono señalándose— señor Mu lo que Milo le diga es mentira, fue enteramente su culpa.
Mu levantó unos de sus puntito, vio a Milo, luego a Kiki, medito y prosiguió a su cuarto luego de unos segundos volvió a salir con una nota, Milo y Kiki seguían en su duelo de miradas.
—¿Kiki, me puedes explicar que paso?
—El señor Milo quiso golpearme —la ceja de Milo comenzó a temblar compulsiva mente apenas pude esquivarlo. Cuando su puño chocó con un pilar quebró la muñeca de porcelana.
—¡¿Queee?! No mientas —respondió Milo indignado— quisiste hacerme una jugarreta no mientas.
—Mklo, Kiki solo es un niño no intentes culparlo —atrás de Mu Kiki le sacaba la lengua,
Milo estaba furiosos. Mu le extendió el papel que sostenía en la mano, era una dirección.

Milo iba a preguntar. El santo dorado de Aries podía ser muy extraño cuando se lo proponía. Mu hizo el ademán que no lo hiciera.

—Rs mejor así Milo, tu sabrás qué hacer.
—Caro entiendo, adiós Mu —Escorpio partió de inmediato.

Al siguiente día se puede apreciar a Miko muy nervioso frente a la entrada de Acuario, lo dudo mucho, pero cuando al fin se digno a entrar pudo observar a Camus sentado en una silla, con su aire de dictador y sanguinario desalmado con una copa de vino en su diestra.
—Milo ya era hora que dieras la cara —la voz serena de Camus desarmó a Milo que no sabía a qué atenerse.
—Camus como lo siento no era mi intención, en serio —Milo cemenzo a hablar muy rápido ante la diversión de Camus— y entonces tuve que ir, era lo único que se me ocurrió. Ella es linda te mando saludos, esta carta y esta otra figurilla, no sabe que eres un santo de Athena, no supe que responderle del por que las cartas van a dirección de la biblioteca.
—¿Le dijiste?
—¡Claro que no!

Camus lo observó fijamente sorprendido que Milo fuera capaz de hacer todo eso para enmendar su error, aunque en el exterior no mostró ningún cambio, lo haria sufrir un poco mas.

—Milo, Milo, Milo —movía su cabeza en forma de negación— rompiste un objeto muy valioso para mi, fuiste a importunar a la chica que me gusta ¿Y vienes aquí esperando clemencia?
—Yo no vengo esperando clemencia y aceptaré el castigo que me impongas —El escalofrío que le produjo la sonrisa maquiavélica de Camus le dio mala espina.
—¿En serio? Si es así dame las cosas y acompáñame a tu castigo.
—¿Camus que me vas a hacer? Haré cualquier cosa, ya perdóname.
—Harás que Shaka te quite un sentido.
—!Queee! Tú sabes que shaka no participará en esto, mejor déjalo así.
—No te escaparas Milo, no me importa lo que tengas que hacer, para lograr que Shaka te quite un sentido, es tu castigo, anda —lo empujo a la salida de acuario— solo así haré como que si nada he pasado, creí que eras hombre de palabra.

Milo lo miró ofendido, lo era, caro que lo era ¿Que se creía Camus? No huiría ¡ Eso jamás!.
A la tarde podemos observar a Shaka muy, pero muy enojado refunfuñando y a Milo haciendo ademanes a Camus porque Shaka no solo lo dejo sin habla si no que no podrá utilizar su cosmos por el resto de la tarde, pero el tiempo que mñMilo se quedará sin habla no está definido.

Hassta que a shaka se le pase el enojo y se sabe que el enojo de un virgo puede ser de larga duración.