¡Hola a todos! Soy nueva por este mundo, esta es una historia que estaba rondando por mi cabeza durante la última semana, es lo que tiene estar de exámenes, que eres capaz de cualquier cosa por huir de tus apuntes.

Mi historia toma los acontecimientos producidos hasta el sexto curso de Hogwarts.


Capítulo 1: El día de la boda

Allí estaba ella, sola en la habitación del hotel donde se iba a celebrar su boda; es curioso que tan sólo una semana antes tuviese tan claro el paso que iba a dar, y sin embargo ahora… ahora tenía ese agujero en el pecho que no la dejaba respirar, y que desde hacía siete días era cada vez mayor.

- Hermione, baja a la tierra, llevo un rato llamando a la puerta, tengo que maquillarte – dijo Ginny mientras entraba a la habitación.

Mientras la pelirroja arreglaba las cosas para comenzar a maquillarla, vio la carta que había estado leyendo momentos antes, "Para Hermione Granger", Granger… ella siempre había asegurado que conservaría su apellido al casarse, y sin embargo no iba a cumplirlo, una de tantas. Esta no era la boda con la que había soñado, ella quería una boda al aire libre, en un bonito paisaje, lo más íntima posible. Sin embargo iba a celebrarla en el salón de un hotel, seguida de recepción en la que no conocería a la mitad de los invitados, es decir, que si iban casi 400 personas, ¡no conocía a doscientas! Doscientos pares de ojos desconocidos la estarían mirando mientras caminaba hacia el altar. ¿Y todo por qué? Porque, en palabras de su querida suegra Molly Weasly:

- ¿Cómo no vamos a invitar al tío Marcus? – Y al tío Tom, a la tía Emily, al primo Jack… ¿Quién demonios era el primo Jack? Ni siquiera había oído hablar de él hasta que le envió una lechuza invitándolo muy cordialmente a su boda.

- ¡Si no paras de moverte tendré que lanzarte un petrificus totalus para poder arreglarte! – Por el tono de su cuñada se dio cuenta de que no era la primera amenaza que le lanzaba.

- Perdona, no sé lo que me pasa hoy. – Mentirosa, claro que lo sabía, pero era una cobarde, porque estaba allí, esperando a que la maquillasen, con el vestido colgado al lado del espejo, y a cada instante que pasaba, estaba más confundida.

- No pasa nada, es lo normal, supongo. Pero si el día que me case estoy así, te doy permiso para que me pegues hasta que reaccione, ¿hecho?

- Claro… - y ahí estaba el otro gran problema, y es que tu mejor amiga sea la hermana de tu novio, hay ciertas cosas que no le puedes contar, y en este caso cosas bastante graves, como que anoche estuviste besando a cierta persona, y esa persona no era Ron.

Y también esta Ron, este último año había sido maravilloso, pero todo había pasado muy rápido. El la amaba, de eso estaba segura, y ella lo quería, pero querer no es igual que amar, y le encantaría que fuese así. Sentía como estaba traicionando a todo el mundo, pero no conseguía dejar de sentirse así.

- Lista, estás guapísima, voy a buscar a nuestras madres para que estén cuando te pongas el vestido. – Y sin más salió corriendo de la habitación, al tiempo que entraba otra persona.

- Vaya, si está aquí la novia más guapa del mundo.

- Harry, no estoy para halagos – y era verdad, no quería ni uno, no los merecía. Además necesitaba estar sola para aclarar sus ideas, calculaba que Ginny tardaría una media hora en encontrarlas y traerlas a la sala.

- De acuerdo, sólo estoy haciendo el papel de buen padrino de bodas asegurándome que la novia está bien. – Genial, Harry sospechaba algo. – Porque si no lo estuviese, me lo contarías, sabes que eres mi mejor amiga, y puedes confiar en mí. – Y encima con chantaje emocional.

- Estoy bien Harry, sólo necesito estar sola un rato, antes de que vengan todas para que me ponga el vestido.

- De acuerdo, me voy. – Dijo, mientras le daba un cariñoso beso en el pelo, iba a extrañarlo, Harry y ella se querían como hermanos. Un momento, ¿extrañarlo? Sinceramente, no le gustaba el rumbo que estaban cogiendo sus pensamientos. Porque era el día de su boda y no podía hacer más que pensar en huir de allí, porque anoche, mientras estaba con Draco Malfoy, fue la primera vez en un año que se había sentido feliz de verdad.

- Vaya, si es la novia más mentirosa del mundo, ya veo que recibiste mi carta. – Frente a ella se encontraba Pansy Parkinson, vestida con un elegante vestido azul, un momento, ¿qué hacía Pansy en su boda?

- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo es que nadie te ha visto?

- Granger, tienes a mas de 400 invitados, aquí se podría esconder cualquiera. Nunca te imaginé en una boda tan ostentosa. – dijo mientras sacaba dos frascos con pociones del bolso. – Respondiendo a tu pregunta, y sin que sirva de precedente. Vengo a ayudarte.

- ¿De qué estás hablando?

- Hablo de ese agujero que tienes dentro que no te deja en paz, ese que cada vez estás más segura que Weasly no podrá llenar, ese mismo que tenías hace un año. Sólo que cada vez es mayor, y esa sensación impotencia que tienes a veces, o de las mañanas que te levantas llena de angustia sin saber por qué.

- ¿Cómo sabes tú todo eso?

- Porque yo te lo hice. – Contestó Pansy, con una sonrisa maliciosa en los labios - ¿Quieres saber lo que es o prefieres quedarte y casarte con Weasly? – Preguntó Pansy mientras le ofrecía una de las pociones.

oOoOoO oOoOoO

- Ginny, tranquilízate, seguro que Hermione sólo ha ido a tomar el aire. – Dijo Harry mientras entraba en la sala donde la novia se preparaba para la boda. Solo que al entrar no estaba ella en la sala, encima de la mesita se encontraba su anillo de pedida al lado de una nota con sólo dos palabras: "Lo siento".


Ya se que es corto, pero la idea que está dando vueltas en mi cabeza quiere que sea así.

Se agradecen lo Rewiews ^^