One more night.
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"El primer y el peor de los fraudes, es el de engañarse a sí mismo."
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La primera vez fue un error, dijeron. La segunda, un acuerdo entre ambas partes. La tercera decidieron culpar al alcohol. Después de la quinta pararon de buscar excusas.
Eren sabía que la actitud que estaba encarando era una un tanto adolescente, aunque esa etapa había quedado atrás hacía casi seis años ya. Seis años, misma cantidad de años que habían pasado desde que lo conoció a él. Pero no podía evitarlo, algo le generaba ese malestar en el estómago a pesar de sus casi veinticinco. La sola mención del nombre del azabache le debilitaba las rodillas, le hacía perder el equilibrio y la noción del tiempo. Para colmo, saber que la noche prometía un posible encuentro, más los tres Jägermeister que Connie lo había desafiado a beber con fondo blanco, no ayudaban. Y ver esa coleta alborotada y ese inconfundible par de lentes fue todo lo que el castaño necesitó para abandonar el poco criterio que le quedaba, y a sus amigos. ¿Cómo no reconocerla?, si fue esa excéntrica mujer quien le presentó a su ex a quien se terminaría convirtiendo en su actual rival. Su respetable enemigo silencioso.
Las preguntas de Jean las hizo a un lado, y ninguno de los dos insistió al ver que Jaeger no planeaba contestar. Eren se dio cuenta que a este punto no le importaba más nada. Si bien sus amigos simpatizaban con Annie, el castaño sabía que ninguno de los dos iba a delatarlo. Y si lo hacían, en parte le daba igual. Por más que arriesgaba su relación con la rubia, lo que estaba en juego valía la pena. Ese juego, valía la pena.
Sus fuertes latidos se camuflaban de lo mejor con la música que salía de cada rincón de Club 'Kasa. Eren Jaeger estaba familiarizado con dicho lugar, por lo que sabía bien a dónde se estaba dirigiendo la castaña que seguía como pirata a su botín.
Ignorando la parte razonable de su conciencia, continuó su camino hasta llegar a donde rezaba se encontraría él. Y no se equivocaba.
Ahí estaba, cruzado de piernas tan elegantemente como siempre, con un Martini en mano y su Iphone en su regazo. Siempre tan distinguido, tan único, tan serio. Eren se preguntó cómo es que ese hombre había alguna vez sido suyo. Sin mencionar que su noviazgo había durado alrededor de cinco años.
Mientras se dedicaba a soñar despierto, mantenía a la vez una distancia considerable hasta esperar por el momento indicado para acercarse. Era bien conocido por ser un mocoso suicida, y él hubiese ido hasta destino sin importarle ni la mirada de Hanji, ni la de Nanaba o la de Mike, pero sabía que al azabache le molestaría, por eso, esperar fue su mejor decisión. Sabía también que su ex no toleraba estar rodeado de tanta gente -sus amigos, inclusive- por mucho tiempo, y que en cualquier momento lo vería levantarse y abandonar su posición.
Cuando vio que el hombre se incorporaba guardando su celular en el bolsillo de sus jeans blancos e indicándoles su trago vacío a sus amigos, asumió que era momento. Había esperado casi una media hora parado, pero siempre valía la pena.
Se hizo a un lado tratando de no ser visto de inmediato, aunque con la cantidad de gente que había no era necesario, el castaño de todos modos no quería arriesgarse a arruinar una muy buena oportunidad. Esperó a que su presa alcanzase la barra para ir hasta él.
Le sorprendieron dos cosas al llegar hasta su persona. Una, era que con las botas cortas que estaba usando, su ex no se veía tan bajo como de costumbre, lo que lo hizo sonreír al ver que, de todos modos, seguía siendo pequeño. Lo otro que le hizo cuestionarse si ese era en efecto su ex, fue que, luego de ordenarle al barman otro trago, sacara del bolsillo de su camisa floreada de diseñador, un paquete de cigarrillos. Hasta donde Eren sabía, Levi no fumaba. Recordaba las veces que él mismo fue regañado por fumar más de un cigarrillo al día cuando estaban juntos. Supuso que la gente ha de cambiar con el tiempo.
Modificó su inicial plan de atacarlo por detrás, por esperar a que el hombre llevase uno de los tubos de cáncer a su boca, y sonrió al sacar de su bolsillo trasero ese encendedor que le había, hacía minutos atrás, robado a Jean.
Una muy familiar mano se encontraba en cuestión de segundos frente a ese pálido rostro como para ignorarla, sosteniendo lo que en efecto necesitaba para prender su nuevo y recientemente adquirido vicio. Le tomó unos pocos segundos leer la inscripción del dispositivo.
"Si quieres coger, sonríe cuando me devuelvas el encendedor."
-Encantador, Jaeger.-Dijo lo suficientemente fuerte como para que el otro lo escuchara, aun así evitando sus ojos. Supo sin mirarlo que era él. Esa colonia la conocía bien, y esa mano que alguna vez lo había acariciado tan gentilmente, también.
Una vez habiendo usado el fuego tan amablemente ofrecido, siguió.-¿Esto es lo que cargas contigo cada vez que buscas ligar con alguien nuevo? Qué perdedor.
-Perdedor o no, funcionó para iniciar una conversación contigo, ¿mh?-El azabache rodó visiblemente los ojos ante eso, ganándose un suspiro por parte del castaño.-¿Cómo estás, Levi? Te ves bien.
-¿Estás implicando que alguna vez no me vi bien?
El contrario rió, familiarizándose cada vez más con ese carácter que, honestamente, nunca había dejado de tener presente, de extrañar.
-Sabes que jamás pensé eso de ti.-Respondió con una galante sonrisa por la que su ex jamás admitiría haber sentido escalofríos.-Pero, en serio, ¿cómo has estado?
-Su Martini, señor.-Se vieron interrumpidos por la grave voz del pelirrojo que le entregaba su trago y su cambio. Levi lo tomó después de devolverle el encendedor a Jaeger. Una vez solos nuevamente, el pelinegro questionó ignorando la pregunta anterior de su ex.
-¿Qué quieres, Eren?
Escalofrío llenó su cuerpo al oír su nombre salir de sus ácidos labios. Las palabras sonaban distantes, frías, mas Eren sabía que nunca era fácil ganar una charla con Levi, pero, por algún motivo que ambos conocían, pero negaban profusamente, el azabache terminaba cediendo ante algo más que una simple e inocente charla, y esto otro Eren también lo sabía.
-Ya sabes qué quiero.-Respondió delineando con sus largos dedos esa fina cintura, no sonando para nada seductor, más bien necesitado, melancólico. Patético.
Esta noche es un buen momento para echarle la culpa al alcohol, se repetía Levi una y otra vez. O tal vez se debía a que Erwin hubiese elegido hacer horas extras en su trabajo en vez de salir con él. Como fuere, si por estar levemente ebrio, o por haber sido botado por su novio, le estaba dando lugar a Jaeger, y sabía dónde terminaría. Otra vez.
(x)
El azabache no se sorprendió al ver dos cepillos de dientes en el baño de Eren. Uno verde, otro rosa. Sabía que su ex novio era un apurado, y que cuando algo se le metía en la cabeza, difícilmente alguien fuese a sacárselo. Estaba al tanto de a quién le pertenecía dicho cepillo, también. Sabía por Farlan, otro amigo suyo y novio de una prima de Eren, que el castaño seguía saliendo con Annie. Y aunque nunca iba a reconocerlo en voz alta, tenía bien presente el rostro de la chica. Calculó que ya llevarían un año de novios, si no más. Recordó cuán difícil se le hizo el último año en la universidad, cursando con Eren luego de haberlo engañado con Erwin. Pero, si se ponía a pensar, fue Jaeger quien había arruinado todo. Levi mismo fue quien vio con sus propios ojos la forma en que el castaño abrazaba a Annie, y no era para nada amistoso ese lazo. Eren insiste hasta el día de hoy que nunca había estado con ella de esa manera hasta sino después de haber terminado oficialmente su relación con Levi, aunque el azabache no le crea. De todos modos, mentira o verdad, ya era tarde para detenerse a pensar. Era tarde para cambiar las cosas.
Al ver la ducha trató de hacer a un lado la idea de Eren y Annie juntos, compartiendo el departamento que antes solía compartir con él. Trató de no imaginar el estilo de vida que esos dos llevarían. Trató de no preguntarse por qué Annie no estaba ahí, como supuso sería algo de esperar. Trató de no mentalizarse a los dos haciendo el amor sobre el lavabo en el que él actualmente estaba lavando su rostro. Trató, también, de no abrir la boca cuando Eren se le apareció por detrás preguntándole si todo estaba bien. Y pudo. No hizo nada más que asentir. Él estaba consciente de que no estaba siendo mejor persona que el castaño. Sabía muy bien que sería algo totalmente hipócrita de su parte creerse superior, ético. Era cínica la sola idea de creer semejante mentira. Levi estaba haciendo lo mismo con Erwin, después de todo. Tal vez su relación no era tan íntima como la del castaño y la rubia, pero aun así, no tenía derecho a atentar contra el castaño.
-Sí, sólo... ¿puedes prestarme tu cargador? Me quedé sin batería.-Atinó a preguntar, ganándose un cabeceo dudoso por parte del castaño.
Después de un incómodo intercambio de miradas llenas de silencio, ambos recorrieron un pasillo que conducía a la tan conocida habitación. Olía bien, a la colonia que llevaba Jaeger. Este tenía la manía de bañarse en perfume antes de salir, y al parecer eso no había cambiado.
Buscó su cargador en la mesa de luz, entregándoselo sin quitar esa mueca llena de preguntas de su rostro. Los dos querían llenarse de preguntas, mas ninguno era tan idiota como para someterse a eso. ¿Con qué fin?, ¿el de lastimarse?, no era un mal necesario. Nunca lo fue, y ya habían pasado seis meses de estos encuentros clandestinos. Los dos sabían bien a estas alturas que no podían pretender nada más del otro, nada más de lo que decidieran compartir en voz alta y de manera libre, lo cual no era mucho.
(-One More Night- / -Maroon 5-)
Se desvistieron tomándose cada uno su tiempo. Cualquiera pensaría que era una rutina de una pareja de hacía añares, ya que ambos estaban cómodos, o al menos se veían cómodos. Una vez en sus boxers y debajo de las sábanas, fue el castaño quien tomó al otro de su cuello, siempre con delicadeza, para acercarlo a sí y así besarlo. El azabache, siempre correspondiendo su tacto, no hizo más que cerrar los ojos y derretirse en el beso, olvidando con él todo lo que significaba, pretendiendo que estaba bien, haciendo la moral a un lado por algunas vagas horas que quedarían enterradas entre sombras después de que se marchase.
You and I go hard at each other like we're going to war. (Tú y yo vamos fuerte el uno al otro como si fuésemos a la guerra)
You and I go rough, we keep throwing things and slamming the door. (Tú y yo vamos duro, seguimos arrojando cosas y golpeando puertas)
El beso se intensificó, y con él el movimiento de sus cuerpos. Queriendo calmar ese cosquilleo interno, chocaron sus pelvis, esperando que con la nueva fricción el apuro se esfumase. Mas no fue así, todo lo opuesto. Eren aplicó más presión al agarre de la nívea piel del cuello del azabache, deslizando una de sus manos hasta tomar la cintura de Levi y subirlo encima suyo. El mayor -por apenas meses- obedeció, cumpliendo con el requisito, adaptando así una nueva posición, restregando mutuamente sus erecciones todavía cubiertas. Nunca dejaron de besarse, y al pasar el tiempo, la habitación se transformó en una suerte de sinfónica de gemidos y plegarias por parte de ambos.
You and I get so damn dysfunctional, we stopped keeping score. (Tú y yo somos tan jodidamente disfuncionales que dejamos de llevar la cuenta)
You and I get sick, yeah, I know that we can't do this no more. (Tú y yo nos enfermamos, sí, sé que no podemos hacer esto ya)
Sentir cómo Eren lo restregaba por su entrepierna tomándolo de su trasero lo hacía temblar; tanto, que necesitó separarse si no quería terminar demasiado pronto. Eren lo miró algo desorientado, pero lo dejó proseguir con lo que fuera que el azabache planeaba concretar.
Yeah, but baby there you go again, there you go again, making me love you. (Sí, pero, bebé, ahí vienes otra vez, ahí vienes otra vez, haciéndome amarte)
Eren echó su cabeza hacia atrás cuando una húmeda lengua comenzó a delinear la curvatura de su erección a través de su boxer. Se sentía bien, y toda culpa que podía llegar a sentir terminó por desvanecerse en ese preciso instante. Fue la falta de control lo que lo obligó a seguir, llenando de coraje al más bajo de continuar con su trabajo. Levi, feliz de obedecer, deslizó la ropa interior del castaño hasta que llegó a sus rodillas. No esperó a sacársela por completo, y agachó su rostro para atender el sensible miembro que se encontraba en frente suyo.
Yeah, I stopped using my head, using my head, let it all go. (Sí, dejé de usar mi cabeza, lo dejé todo)
Perdido en un mar de éxtasis, y recordando esa increíble sensación que sólo Levi le causaba, acarició con su mano derecha el rapado de la nuca de Levi, sutilmente atrayéndolo más a sí. Su otra mano la usaba para sostener su cabeza, ya que peleaba internamente entre ver, o dejarse caer. Ver le provocaba tantas cosas... tantas, que por más que le costase trabajo, tuvo que hacer fuerza y separar al azabache de sí, un hilo de espesa saliva siendo lo único que los mantenía conectados.
-Hey, ponte al revés-no, con tus pies para el lado de mi cara. Sí, así.-Comentó una vez conforme de ver al más bajo haciendo como le acababa de indicar. Por más que tener al causante de sus fantasías más eróticas comiendo su entrepierna era agradable, no quería ser el único sintiendo ese placer.
Levi se acomodó dejando sus piernas separadas, con su erección peligrosamente cerca de la cara de Eren, y su pecho apoyado en ese pecaminoso y tonificado abdomen. Sabía que no iba a durar mucho si el castaño continuaba provocándolo de formas tan obscenas, de todos modos no se quejó. Eren lo despojó de sus boxers después realizar algunos malabares y de repartir unos cuántos besos por el interior de sus muslos, ganándose dulces gemidos por parte del otro, los cuales eran música para sus oídos. Pudo ver en una de las tantas maniobras cómo el sonrojo en el azabache abarcaba no sólo su rostro, sino gran parte de su torso.
Got you stuck on my body, on my body, like a tattoo. (Te tengo atrapado en mi cuerpo, en mi cuerpo, como un tatuaje)
Sintiéndose orgulloso de ser él el causante, y decidido a no detenerse por nada en el mundo, prosiguió, dando vagas lamidas al miembro del más bajo, gestando el comienzo del clímax. Eren optó por imitar las maniobras que estaba recibiendo por parte de Levi, las cuales consistían en rebotar su cabeza a medida que el poder de succión aumentaba. El castaño pudo notar que el otro estaba cerca y no duraría mucho, y eso quería, verlo explotar de placer. En cuestión de segundos aumentó su velocidad con creces, lo que logró que Levi corriese su boca del miembro del castaño para poder emitir los gemidos que ya no lograba retener más.
And now I'm feeling stupid, feeling stupid, crawling back to you. (Y ahora me siento estúpido, me siento estúpido, arrastrándome otra vez hacia ti)
Notando que aún necesitaba de un último empujón para ver al pequeño hombre encima suyo disolverse en su estado más puro, Eren interrumpió momentáneamente la succión para moverse más arriba e introducir su lengua en la rosada entrada del azabache, reemplazando sus lamidas por su mano.
Un agudo quejido se escuchó, y tras él, una seguidilla de obscenos sorbidos. Cuando se percató que el recto estaba lo suficientemente humedecido como para soportar algo más que su lengua, llevó, con su otra mano, su dedo índice y medio hasta allí, y, sin previo aviso, comenzó a arremeterlos dentro, mezclándolos con su propia saliva. El azabache no toleró aquello por mucho, y Eren no se detuvo hasta sentir un espeso y tibio líquido en su pecho. Para cuando los gemidos se habían convertido en exhaustos jadeos, Eren retiró sus dedos, deleitándose con un tierno y necesitado berrinche debido al repentino vacío.
So I cross my heart and I hope to die (Así que cruzo mi corazón y espero morir)
Uno de los mayores placeres, Eren siempre lo encontraba al ver a qué reducía a su compañero sexual, en este caso, a Levi, y verlo así, cansado, desprolijo y entregado, le generaba algo no sólo en su parte baja, sino en el interior de su pecho. Levi no había sido su primera vez en cuanto al sexo, pero con él, y sólo con él, había descubierto el significado del deseo carnal, de la necesidad física.
That I'll only stay with you one more night (Que esté contigo sólo una noche más)
Con Levi iba más allá de ser una buena noche, un gran polvo, una excelente cogida. Lo que Eren y Levi compartían se podía comparar al celo de los animales. Se necesitan físicamente como un ser vivo necesita el aire, y el aire no puede ser reemplazado.
And I know I said it a million times (Y sé que lo dije un millón de veces)
Eren sabía que estos encuentros eran esporádicos. Sabía que el dolor posterior era más fuerte que el fortuito placer. Pero no le importaba. A ninguno le importaba, por lo que no se detuvieron ni cuando escucharon teléfonos sonar. No tenían mucho tiempo, después de todo, y necesitaban apreciar cada segundo antes de que ese momento se evaporase.
But I'll only stay with you one more night (Pero estaré contigo sólo una noche más)
Eren le dio unos segundos al azabache para recuperarse. No estaba en sus planes terminar todo tan rápido. Si había algo que amaba, era apostar mentalmente que podía desintegrar más de una vez seguida a Levi, y siempre ganaba. Y esta no siendo una excepción, prosiguió luego de notar que la respiración en el otro se había normalizado.
Había otra cosa que Eren amaba, y eso era la envidiable obra de arte que su ex novio tenía por cuerpo. Si estaba orgulloso de algo cuando todavía estaban juntos, era de salir con él y mostrarles a todos que era su dueño. Era un pequeño regocijo que no sólo a Eren le gustaba. Levi secretamente lo adoraba. Estar a merced del castaño y que este hiciera lo que quisiese con él lo trastornaba de las mejores y peores maneras.
Try to tell you "no" but my body keeps on telling you "yes". (Trato de decirte "no", pero mi cuerpo sigue diciendo "sí")
Sin haber interrumpido su posición, Eren deslizó lentamente al azabache por su cuerpo. Detuvo su acción cuando este se encontró en cuatro, de rodillas y manos por sobre las sábanas, dejándole al castaño suficiente espacio como para acomodarse y así quedar arrodillado, también, pero detrás de Levi.
Try to tell you "stop", but your lipstick got me so out of breath. (Trato de decirte "deténte", pero tu labial me quita el aliento)
Inclinándose más de lo posible, le robó un quejido al más bajo. Vio cómo sentir su erección rozar la humedecida entrada generó un temblor en el azabache, haciéndolo así sonreír ampliamente. Pero esa sonrisa no duró mucho, ya que para cuando se percató de su entrepierna, decidió no desperdiciar más tiempo.
I'll be waking up in the morning, probably hating myself. (Despertaré en la mañana, probablemente odiándome a mí mismo)
Estiró su mano sin querer separarse demasiado del cuerpo contrario y con un leve esfuerzo llegó a destino tomando un condón de su mesa de luz. Entrando en desesperación se deshizo con apuro del envoltorio, desenrollando en una rápida maniobra el látex por toda su longitud. Dos bombeadas después, Eren se encontró entrando en el azabache, absorto en el placer que le generaba esa presión a su miembro. Se sentía tan estrecho, y la sensación era exquisitamente tomada como recompensa después de tanta espera. Habían pasado meses de la última vez, y si bien Levi tenía un novio con quien seguramente tenía sexo -y Eren era consciente de eso-, la manera en que lo apretaba no cambiaba.
And I'll be waking up feeling satisfied but guilty as hell. (Y despertaré sintiéndome satisfecho pero culpable como el demonio)
Voluntad y autocontrol fueron necesitados, y Eren supo cómo conseguir aquello. Pasados algunos segundos -que se sintieron como infinitos minutos-, Levi comenzó a menear su trasero, causándole al más alto un quiebre en su respiración. Si no se mentalizaba, no iba a durar mucho, y Eren Jaeger no iba a permitir que eso ocurriese. Empezando un ritmo tortuosamente lento, ambos cuerpos se fueron amoldando hasta entrar en sintonía.
Yeah, but baby there you go again, there you go again, making me love you. (Sí, pero, bebé, ahí vienes otra vez, ahí vienes otra vez, haciéndome amarte)
Yeah, I stopped using my head, using my head, let it all go. (Sí, dejé de usar mi cabeza, lo dejé todo)
No hubo parte del cuerpo de Levi que Eren no haya acariciado. Su cintura, sus nalgas, sus muslos. Tocó cada centímetro de piel que tuvo a su alcance, y viendo que la reacción del otro era más que favorable, no se detuvo.
Got you stuck on my body, on my body, like a tattoo. (Te tengo atrapado en mi cuerpo, en mi cuerpo, como un tatuaje)
-Muévete.-
Y lo que inicialmente intentó salir como una orden, sonó como una patética plegaria. Eren hubiera reído si no fuese porque estaba demasiado perdido en el placer, y aunque provocar más al azabache sonaba prometedor, terminó obedeciendo, incrementando la velocidad de sus estocadas, yendo cada vez más fuerte y alcanzando más profundidad con cada arremetida.
And now I'm feeling stupid, feeling stupid, crawling back to you. (Y ahora me siento estúpido, me siento estúpido, arrastrándome otra vez hacia ti)
Levi era un manojo de jadeos y gemidos. Sus manos, las cuales se sujetaban a las sábanas con torpe fuerza, temblaban. Saber que quien dormía y hacía el amor con Eren en esas sábanas era alguien más le generaba rechazo y morbo a la vez. Sus rodillas las sentía de gelatina, y todo su abdomen comenzó a sentir esa familiar sensación que le avisaba que el clímax amenazaba con llegar pronto.
So I cross my heart and I hope to die (Así que cruzo mi corazón y espero morir)
That I'll only stay with you one more night (Que esté contigo sólo una noche más)
Pero Eren siempre se las ingeniaba para dejar a Levi queriendo más. Siempre lograba, con cada noche permitida, dejarle al azabache un recordatorio de lo que podía tener regularmente. Eren no era tonto, sabía perfectamente bien que si se esforzaba tendría otra noche más asegurada. Tal vez no mañana, tal vez no pasado, pero sí pronto. Y Eren no era de desperdiciar oportunidades.
And I know I said it a million times (Y sé que lo dije un millón de veces)
But I'll only stay with you one more night (Pero estaré contigo sólo una noche más)
Con ambas manos se sujetó de las caderas del azabache como jinete al pelaje de su caballo. Enterrando sus dedos en la sudada y nívea piel de su acentuada figura, Eren empezó a marcar un ritmo todavía más profundo y veloz, despojando de todo ápice de cordura a Levi, quien a estas alturas poco entendía. Eren hubiese dado lo que fuere para ver el rostro de su amante, pero sabía que el otro apenas sí podía respirar correctamente. Notando que necesitaba un final culmine, y sin aminorar las arremetidas a la próstata del azabache, Eren le ordenó.
-Eso es. Tú te tocas para mí. Lo haces siempre, ¿no es así? T-tocarte para mí… Por más que no te vea, tú te tocas para m-mí, ¿no es así, L-Levi?
Yeah, baby, give me one more night (Sí, bebé, dame una noche más)
Levi no entendía cómo las palabras salían tan claras de la boca del castaño. Tampoco entendía cómo a esas alturas era capaz de comprender lo que estaba escuchando. Pero tampoco se detuvo a pensar en respuestas. Se limitó a asentir, y al mover su cabeza pudo advertir cómo una mano le tironeaba del cabello lo suficientemente fuerte como para arrancarle un gemido gutural de su seca garganta.
Yeah, baby, give me one more night (Sí, bebé, dame una noche más)
-Córrete para mí. Grita mi nombre.
Tras un agudo quejido y lo que parecía ser un llanto de su nombre, Eren sintió a Levi tensarse debajo suyo para luego desplomarse en las sábanas con peso muerto. Una vez habiendo quedado su erección libre de tanta presión, con una mano se ayudó a quitarse el preservativo, y, con un último y largo gruñido más unas sobadas algo crudas, la espalda del azabache se vio teñida de esa blanquecina y cálida sustancia.
Yeah, baby, give me one more night (Sí, bebé, dame una noche más)
(x)
La primera vez que Levi abrió sus ojos después de caer en los brazos de Morfeo hacía horas, el reloj despertador de la mesa de Eren marcaba las seis y cuarenta y siete de la mañana. Para cuando logró despertarse del todo, ya se habían hecho las ocho menos diez.
Su cabeza dolía, y al sentarse notó que eso no era lo único que le generaba dolor. Sobó su cadera para confirmar que no, no había sido un sueño, y suspiró. Había vuelto a pasar. Giró su rostro para encontrarse con una desordenada melena de cabello castaño a su lado. Sus rasgos se veían relajados, y por la comisura de saliva que escapaba de esos hinchados labios, Levi suponía que Eren no planeaba levantarse pronto.
Suspiró otra vez. ¿Qué había hecho? Bueno, sabía bien qué había hecho, lo que se preguntaba era… ¿por qué? ¿Por qué seguía pasando eso? Levi tenía a un apuesto, trabajador y apasionado amante esperando por él ni bien cruzaba la puerta de esa habitación, sin embargo, ahí estaba, entre las sábanas de un mocoso con el que sabía perfectamente que no tenía futuro alguno. Al menos no uno positivo.
Eren era sin duda alguna especial para él, de otro modo nada de lo que pasó habría pasado, pero aun así se preguntaba qué era lo que hallaba tan atrayente en ese bastardo.
Levi no pudo responderse ya que se vio interrumpido por una luz roja en su celular. Se removió de entre las sábanas para tomarlo y así leer lo que esa luz advertía como un mensaje de hacía horas.
O tres mensajes.
"Levi, dónde diablos te metiste?"
"Levi, acabo de ver a los amigos de Eren pero no hay rastros de él…"
"Oh, Levi. Esto no puede seguir así. A las 10 am paso por tu casa. Más te vale ya estar ahí."
El azabache gruñó por lo alto. Hanji sabía.
-¿Levi?
Verdes y grandes ojos se notaban confundidos y adormilados, pero eso cambió de golpe una vez que el castaño cayó en la realidad. Ese sí era Levi, esa sí era su cama, y sí, ambos estaban todavía desnudos.
Eren se sujetó la cabeza quejándose entre murmullos de lo mareado que se sentía. Levi quería golpearlo en el rostro pero se contuvo. Esto era cosa de a dos, Eren nunca lo forzó a nada, y si era completamente honesto, Levi no había estado ni siquiera un poco borracho. Por eso odiaba todo más de la cuenta.
Sin respuesta de parte del azabache, Eren vio cómo este se levantaba y buscaba sus ropas, que, aunque sucias, seguían siendo mejor que nada. Eran mejor que una muda de ropa de Eren, inclusive.
El castaño bostezó dos veces antes de decidir imitar las acciones de su ex novio, para minutos después, terminar los dos vestidos por completo.
Esto era como una especie de rutina implícita. Cogían, se vestían, se despedían. Eso era todo.
Pero Eren estaba harto de fingir que eso le bastaba. ¿A quién querían engañar? Si ambos estuviesen felices con sus respectivas parejas, no estarían ocultándose para tener esos encuentros de una noche que… que honestamente Eren no quería que fuesen sólo eso y ya.
-En dos semanas cumplo veinticinco.-Comentó sin ningún tono en especial, estando los dos a metros de la puerta del apartamento. Esperaba una respuesta por parte de Levi, pero al no recibir nada, siguió.-¿Sabes qué ando necesitando? Podrías regalarm-
-¡Ya! Basta, Eren.
Sus vibrantes y verdes ojos se abrieron inmensamente ante ese gruñido, ante tal agresividad inesperada. Estaba al tanto que estaba aprovechándose de su suerte, pero ¿era para tanto? ¿Esa reacción era la que merecía?
-Levi…
-Eren, ¿qué es esto? ¿Eh? ¡Dime! ¿Qué se supone que es esto que estamos haciendo?
Era una pregunta retórica la cual no se animaba a responder ni de chance, por lo que permaneció callado hasta esperar una señal por parte de Levi. Algo que le indicase qué decir, cuándo poder hablar. Pero eso nunca llegó, ya que parecía que el azabache tenía algo más que decir.
-¿Sabes cuál es el problema que va a tener cada persona con la que estés?-Levi hizo una pausa, pero ambos sabían que lo mejor era no contestar nada por el momento y dejarlo terminar la idea.-El mismo. El mismo puto problema.
Eren frunció sus tupidas cejas no entendiendo qué era lo que su ex novio le decía, y Levi vio la confusión en el rostro del castaño, por lo que continuó.
-Tú tienes un tipo de persona. A ti te gustan- y puede que te parezca estúpido, pero a ti te gustan las personas como yo. Sino mira a tu novia.-Y esto último lo soltó con veneno, gracia fingida y algo de dolor, como si la sola palabra le quemase la lengua.-Tu novia tiene el mismo carácter que yo. Es antipática y fría, y calculadora, y una maldita enana.
Eren miraba a Levi mientras negaba con su cabeza sin decir nada. Estaba enojándose, y, conociéndose bien, sabía que en cualquier momento estallaría si el azabache no paraba.
-Te anticipo qué va a pasar cuando cortes con Annie, porque déjame decirte que te va a dejar cuando se entere de esto, porque, Eren, se va a enterar. Porque estás siendo un idiota con ella como lo fuiste conmigo.
Levi no era capaz de correr hasta Annie y decirle lo que venían haciendo desde hacía ya algún tiempo. Tampoco era algo que le preocupaba. En lo que a Eren le respectaba, Levi podía llamar a su novia e invitarla a una cena y contarle con detalle la relación secreta que estuvieron teniendo desde hacía meses. No que a Eren no le importase Annie, tampoco, pero cuando se trataba de Levi, Eren se olvidaba de todo y el azabache era lo único en su cabeza, en su mundo. Levi era su mundo.
Eren veía los labios de Levi moverse, pero no tenía fuerza para escuchar salir semejante veneno de la boca de alguien que amaba tanto, y el nudo en su garganta y sus venas hinchadas fueron lo que lo obligaron a hablar de una vez.
Una vez encontrando un silencio largo y, con la voz quebrada y vulnerable, Eren decidió responderle así se ganase una risa socarrona del lado contrario.
-Tú dices que estoy con Annie porque me gusta su estilo de persona como me gustaste- como me gustas, tú. Puedes encontrar todas las similitudes que quieras entre ambos, pero nunca me va a pasar nada con nadie como lo que me pasa contigo.
Eren sabía que lo mejor era callarse, lo sabía porque el que Levi viese lágrimas caer con fiereza de sus ojos no era lo que quería. Odiaba mostrarse débil ante el hombre, pero tampoco era como si podía evitarlo. Tal vez sus palabras lo llevarían a un futuro sin Levi a su lado, y aunque imaginarse tal cosa lo desgarraba, no podía mantener su boca callada.
-Me hablas de mis problemas, cuando tu problema-y el principal por el que nosotros cortáramos, fue el que creyeras que te estaba engañando con Annie.-El llanto y el tono de voz era cada vez más escandaloso, tanto que el hipo de Eren no le permitía hablar fluidamente. Incluso, Levi hasta vio un vecino salir al pasillo y al instante volver a entrar a su departamento con cara de horror para no pasar cerca, aunque no lo culpaba.-Tal vez hice mal en abrazarla, porque sí, me gustaba, porque me gusta como persona y eso nunca hubiese cambiado así no la hubiera abrazado jamás, ¡pero tal vez no debí hacerlo ya que eso hizo que tú decidieras que engañarme con Erwin era lo que merecía a cambio de un puto abrazo!
Grises ojos se vieron amenazados de agua salada por un breve momento, pero la furia que emitía el castaño le generaba más temor que otra cosa. Y lo siguiente que escuchó lo volteó dejándolo mudo.
-Puedes decir que Annie me gusta más, menos o igual que tú, Levi. Puedes decir y pensar lo que quieras. Puedes tratar de convencerte o de convencerme a mí de eso pero no me importa, ¡porque sé que lo que siento por ti, maldito desgraciado, nunca lo voy a sentir por nadie! ¡Y si lo que sientes es lástima por el patético hecho de que yo nunca te voy a olvidar y que siempre vas a ser la persona que más ame en mi patética vida, entonces eso es algo con lo que tendrás que lidiar tú!
Levi creyó que eso era lo último que escucharía salir de la boca de su vigoroso castaño, ya que tras secarse gruesas lágrimas con su antebrazo, le dio la espalda y sujetó la manija de la puerta como para cerrarla. Pero Eren no había terminado, y si lo anterior no había sido la estocada final, entonces esta definitivamente lo era, ya que se sintió como tal.
-¿Sabes?-El tono era sereno, hasta calculado, y Levi sintió un raro escalofríos de antemano.-Me gustaría poder decirte que no me llames más, aunque nunca lo haces.-El azabache vio un atisbo de dolor al oírlo decir eso, sólo que camuflado por una falsa risa. Quien siempre lo buscaba era Eren, después de todo.-Ni que me busques ni que me pienses. Me gustaría decirte que yo no planeo hacerlo de mi parte. Pero estaría mintiendo, porque es difícil no hacerlo cuando en lo único que pienso es en qué hubiera sido de nosotros dos si las cosas hubiesen sido un poco diferentes.-Levi sintió eso que tanto odiaba reconocer como culpa acumularse en su estómago, pero Eren estaba dispuesto a no dejarlo ganar. Ya no.-Pero tampoco me preocupa tanto porque, Levi, los dos sabemos que siempre vamos a terminar teniendo una noche más.
Quien siempre lo buscaba sí era Eren. Pero quien siempre decía que sí, era él.
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*No sé por qué siempre termino escribiendo algo relacionado con la infidelidad. Soy basura.
*Originalmente esto era un two-shot, pero me terminó seduciendo más la idea de quitarle el final y dejar todo a medio saber y que saquen sus propias conclusiones de cómo quedó todo entre estos dos imbéciles. Peeeero, si quieren el cierre avisen y lo subo, de otro modo lo pienso dejar así. Feliz año nuevo a todo/as, btw :)
