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Prólogo

Ella no era alguien quien creyera en cuentos de hadas, animales mitológicos o mucho menos en amores eternos; se podía decir que incluso llegaba a ser escéptica en cuanto a la existencia de un ser Divino que rigiera la vida de todo ser vivo en el planeta, sin embargo no podía evitar perderse en la inmensidad de su (aún existente) mundo infantil.

De vez en cuando (más que de vez en cuando) solía quedarse mirando a un punto fijo, mientras su mente, la cual es más rápida que cualquiera de las aburridas cátedras de sus maestros, solía montarse toda una novela gráfica que iba desde pasajes totalmente infantiles hasta escenas demasiado eróticas para ser pensadas a la mitad de la clase de Filosofía. Su mente, su mundo personal era tan estrambótico que a veces (solo a veces) la hacía dudar de su sanidad ¿pero quién no construía en su mente mundos paralelos donde era más fuerte, más atractivo y más "cualquier otra cosa"? era propio del ser humano atormentarse con los "Hubiera" y los variados "Y si tan solo"…

Ella, a sus veinticinco años de edad, seguía preguntándose ¿cómo sería su vida si fuera una gran cantante? ¿Qué hubiera pasado si hubiera tomado aquella clase de teatro que tanto había insistido su madre? o ¿cómo sería su vida si hubiera abierto aquella cuenta de Youtube que pensó casi diez años atrás? ¿Se hubiera convertido en una conocida Youtuber? ¿Podría a un hacerlo?... ¿Qué tal si mandará un mensaje a ese chico de Youtube que tanto le gustaba? ¿Le contestaría? ¿Podrían intercambiar palabras para algo más que no fuera: "Me gustan tus videos, sigue así"?

¿Y si fuera más alta?

Eran preguntas estúpidas… casi tan estúpidas como aquellas historias en su cabeza dónde ella tenía poderes "mágicos" y salvaba el mundo con ayuda de sus inseparables amigas, su gato parlanchín y el chico que amaría por siempre y para siempre; y quien, por cierto, era más bueno que el pan…en todos los sentidos.

Si. Ella no creía en cosas sobre-naturales, sin embargo sus otros "Yo" que vivían dentro de sí misma y eran más divertidas y "más todo", se embriagaban de lo anormal, de lo diverso y exótico… desde ser una celebridad del internet, una amada cantante o escritora, hasta la heroína del mundo y de las chicas con mini-falda y animales parlantes.

Ella era el todo y la nada.

A sus veinticinco años quizás debería pensar más en un ascenso y en el apuesto pero un tanto molesto chico de contaduría que llevaba semanas intentando llevársela a la cama, en lugar de pensar en las mejoras que ella hubiera hecho en aquel nuevo manga que acababa de encontrar, de leer y de terminar…si es que se notaba la escasa vida social de la que era dueña. Mentira. Su vida social era más que buena, aunque su lado Friki era incluso mejor, pero eso es algo que solo ella sabe, es su pequeño secreto, por fuera es una mujer más, ocupada con las esporádicas citas, sus intentos de ascenso y las charlas de amigas, mientras por las noches veía gameplays, jugaba "Amour sucré" y se ponía al día con sus fanfic favoritos y los capítulos de mangas semanales…

Oh, si…Su vida no era mala, una familia amorosa, un trabajo bien remunerado, pretendientes agradables, amigas confiables y su nuevo X-Box one esperando por ser desempacado.

—Si nos apuramos quizás encontremos al señor de los helados…

El semáforo cambio a verde y ella asintió.

Independientemente de sus "frustraciones" que en realidad no eran eso, sino solo medios por los cuales podía inventar historias en su cabeza y distraerse un poco de la vida diaria, lo cierto era que todo había comenzado a caer por su propio peso. Pronto ella sería la jefa de su sección, el ascenso soñado estaba a la vuelta de la esquina y el Doctorado estaba a nada de concluir exitosamente. Era, en su vida profesional, una mujer exitosa….pero en su vida personal, bueno… ella no negaba que a veces se pregunta qué era lo que estaba haciendo porque "Ella quería más que vida provincial"

Sonrió divertida antes su mal chiste.

—Mira, ya todos tus amiguitos están aquí…

¡Ha, si! Se había olvidado por un momento del porqué de su pequeño monólogo. Dio un lengüetazo al helado de limón que había conseguido momentos atrás y luego, con una breve sonrisa a la mujer que le acompañaba, comenzó a dirigirse dónde aquel pequeño grupo de animadas personitas.

Quizás se había caído en la bañera y el golpe en la cabeza había sido tan duro que ahora podía escuchar los pensamientos de las mujeres….bueno, eso último no pero apostaba lo que fuera a que en cualquier momento despertaría con un fuerte dolor en la cabeza para darse cuenta, no solo que todo había sido un sueño provocado por las drogas que los Doctores solían administrar, sino que le habían amputado las piernas….

¡Diablos! Y ella que tanto amaba el futbol. Ajá.

— ¡Hey!

Unos ojos castaños volvieron su atención hacia ella.

Quizás no era obra de ninguna contusión y solo era que ella se había vuelto loca… bien, si ese era el caso, entonces disfrutaría de la locura en la que era estaba envuelta; las respuestas llegarían a su tiempo y ella tenía demasiados planes para su nuevo entorno. Ella quería algo y cuando ella quería algo ¡pobre de aquel que tratará de intervenir!

¡Tiembla, mundo, tiembla! Tienes razones para temer.

— Ven a jugar

Dio otro lengüetazo a su helado de limón, mientras el niño de ojos castaño la miraba confundido, casi tan confundido como el grupo de niños que miraban a unos metros…. ¿Por qué ella estaría invitando a ese niño torpe y aburrido a jugar?

¡¿Y desde cuándo ella se unía todos para jugar?!

¡El mundo estaba enloqueciendo!

El niño de ojos castaño negó tímidamente y ella chasqueó la lengua, sin prisa termino su helado y luego puso brazos en jarras, luciendo intimidante o tan intimidante como podía con su nuevo cuerpo de niña de preescolar.

¿Confundido? Ella también, solo un poco. Igual y siempre supo que era un alma vieja atrapada en el cuerpo de una joven mujer (a los veinticinco aún se es joven ¡En serio!) Aunque ahora era de forma muy literal.

— Creo que no me has entendido, no era una pregunta—Sonrió con malicia no propia de una infante—Tú y yo vamos a jugar… Tsunayoshi.

Y el aludido tembló… a sus tiernos cinco años pensó que moriría, aquella niña de cabello negro y largas coletas le hiso conocer un sentimiento que no debió sino hasta años después con la llegada de cierto arcobaleno: Miedo, un miedo puro y al mismo tiempo, atractivo.

Pero como todos aquellos sentimientos eran demasiado para un pequeño y confundido Sawada Tsunayoshi hiso lo único que sabía: Llorar.

— ¡Hana! ¿Qué le hiciste a ese niño?

— Oh, cierto, puedes llamarme Hana—Dijo sin importarle demasiado que Tsunayohi llorara a moco tendido—Desde hoy en adelante yo seré tu sombra.

El parque entero escuchó el desesperado llamado de auxilio del futuro líder Vongola ¿quién diría que ese pequeño niño tendría tan buenos pulmones? Ni siquiera Sawada Nana sabía que su hijo podía subir tanto su usual tímido volumen de voz… ¡Qué maravilla! La nueva amiga de Tsu-Kun le estaba ayudando a superar su miedo y timidez.

Por su parte, "Ella" sonrió satisfecha, locura o no, toda esa situación sería de lo más entretenida.

Ser Kurokawa Hana sería interesante.


¡Hola fandom de Reborn! he decidido comenzar este pequeño fanfic que espero les guste, la idea es un poco extraña pero prometo será divertida, no quiero explicar demasiado de la trama así que no diré más.

Y como es mi primer fanfic decidí hacer algo especial. Me gustaría compartirlo con ustedes, por lo que si desean participar basta con llenar la siguiente ficha, solo serán seis lugares, ocho máximos, toda ficha deberá ser enviada por MP no en los comentarios:

*Ficha de tu personaje en el mundo de KHR:

-Nombre y apellido:

-Edad:

-Apariencia física: Imagen opcional.

-Personalidad:

-Historia:

-Posible pareja:

- Tipo de llama: Si tiene.

- Arma:

- Habilidades:

* Ficha de tu personaje en el mundo "Real":

-Nombre y apellido:

-Edad:

-Apariencia física: Imagen opcional.

-Personalidad:

-Historia:

- Habilidades:

Como han podido ver en el prólogo se da entender que "Hana" es del mundo real y en el mundo real tiene 25 años sin embargo por una u otra razón ahora está en el mundo de Reborn y en el mundo del manga tiene (por ahora) 5 años, deben de tener en cuenta eso a la hora de hacer sus fichas ya que sus personajes estarán en la misma situación.

Por favor, sean descriptivas para lo que quieres con sus personajes. Gracias :D