Disclaimer: Steven Universe no me pertenece, sino que a Rebecca Sugar. Escribo por diversión, no por dinero y blah, blah, blah...

Resumen: "Somos Malachite ahora..." ¡No! ¡No era cierto! ¡Ella era Jasper, y nunca sería un solo ser con aquella mocosa! / AU, muy probablemente. Explicación adentro.

Explicación: Esta historia sigue el canon a partir de Jailbreak, y también luego del Stevenbomb 2.0. Sin embargo, eso puede cambiar con la llegada de más episodios nuevos. Por eso, muy probablemente este sea un AU. Ahora, ¡disfruten la historia!


Prisionera


Nunca debió regresar a la tierra.

Aquel arcaico montón de rocas era inservible, siendo lentamente destruido por la especie dominante allí: los humanos.

Ella sabía que no debía volver, lo sabía. Pero lo hizo de todos modos. El deseo de venganza pudo más que su sentido común.

¿Y dónde estaba ahora? Encerrada dentro de una fusión que ella misma había forzado. Prisionera de una gema pequeña y de apariencia débil.

Pero aquella Jasper, la que aún se esforzaba por luchar contra la fuerza del mar que la rodeaba, no siempre había sido así.

Hubo un tiempo, en que Jasper sólo era una gema ansiosa por demostrar su valía, sin nada que perder y mucho por ganar.

Hubo un tiempo, en que Jasper sólo quería ser feliz.

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—¿Jasper? ¿Jasper, estás escuchándome?

La voz de su mentora se oía lejana, como un eco en el fondo mismo de su mente. La joven gema negó rápidamente con su cabeza, intentando pensar con claridad.

—Sí, señora.

—Entonces repite lo que a acabo de decir, soldado.

Jasper parpadeó un par de veces ante aquella orden, provocando que la gema mayor suspirara pesadamente, restregándose una mano en su rostro.

—No sé qué voy a hacer contigo—advirtió, negando con su cabeza en forma de reproche—. Si quieres convertirte en una gran guerrera, tienes que...

Pero Jasper ya no estaba escuchando. Ámbar ya le había dado esa charla desde el momento mismo en que nació. Para eso la había creado: para convertirla en una guerrera digna de las tropas de Yellow Diamond.

La mayoría de las gemas eran creadas como frutos de la unión entre sus creadores. Ella, sin embargo, había adquirido una forma física solamente para luchar.

Y hasta ahora, no era muy buena en eso.

Ámbar, su creadora junto a su señora, Spessartina, era literalmente enorme. Un puñetazo suyo podía obligar a cualquier gema a regenerarse. Y un golpe del mazo que convocaba desde la gema naranja en su pecho, podía acabar con la vida de aquel que se interpusiera en su camino.

Jasper, por su parte, era alta y flacucha. Su cabello corto distaba mucho de las melenas que las guerreras de Homeworld lucían. Y aunque deseaba volverse la gema luchadora que su creadora deseaba, le costaba trabajo hacerlo.

Especialmente porque se distraía muy fácilmente. Y cada día, a la misma hora, si mayor distracción pasaba frente al campo de entrenamiento, meciendo sus caderas de forma cadenciosa.

En aquel planeta liderado por un diamante amarillo y habitado por gemas de todo tipo, tamaño y color, las cosas funcionaban bastante diferente que en la Tierra.

Allí, lo que los humanos conocían como "matrimonio", era casi siempre un acuerdo de conveniencia. Las gemas más poderosas tomaban a otras, físicamente más fuertes, para que las protegieran.

El sistema de señoras y guardianas regía con fuerza en aquel planeta.

Y Jasper deseaba 'proteger' a Tanzanite. Lo deseaba desde la vio por primera vez, prendida del musculoso brazo de Onix.

Tanzanite era de las gemas más escasas, tanto en Homeworld como en la Tierra. Sus ojos profundos y su largo cabello llevaban un tono azul, mientras su piel se teñía de celeste.

—Si de verdad la quieres, tendrás que mejorar. Muchísimo.

Jasper se sobresaltó al escuchar a su creadora, quién al igual que ella, observaba a Tanzanite alejándose del lugar, siendo vigilada constantemente por su guardiana.

Jasper sabía que Ámbar tenía razón. Siempre la había tenido, y en aquel momento de epifanía, tomó una decisión.

Apretando los puños, supo que un día se convertiría en la mejor guerrera que Yellow Diamond alguna vez habría tenido en sus filas.

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—Deja de husmear en mis pensamientos, mocosa.

Lapislázuli se sorprendió al escuchar la voz áspera de su prisionera dentro de su mente. Hacía ya un par de días que había dejado de hablar, y sólo soltaba gruñidos molestos de vez en cuando.

Suspiró pesadamente

—No son 'tus' pensamientos—aclaró, apartando la vista y manteniendo firme su agarre en sus cadenas—. Ahora son 'nuestros'.

Jasper rió entredientes al escuchar sus palabras, y negó levemente con su cabeza. Abrazó sus rodillas, acurrucándose consigo misma en ese rincón de aquella fusión.

—Mis pensamientos son míos y sólo míos—masculló, apretando los dientes—. Así que deja de inmiscuirte.

Aquel no fue un pedido, sino que fue una orden. Sin embargo, estaba bastante segura de que no sería obedecía.

Al fin y al cabo, en aquella forzada e inestable fusión, aquella mocosa lograba mantenerla allí. Prisionera de su propia decisión.


¡Hola!

Me alegra escribir nuevamente para un fandom que amo, Steven Universe.

Y... pues no tengo mucho para decir sobre la historia. Porque los spoilers son malos, ¿mkay? (?)

Así que, pueden dejarme su opinión con un review. Las críticas constructivas son bienvenidas. Todos los reviews serán respondidos en el próximo capítulo.

Sin más que decir... ¡gracias por leer!

¡Nos leemos!


_-*-_-*-_KovatePrivalski97._-*-_-*-_