Recuerdos…de un amor…
OLVIDADO.
Las lágrimas corrían sin compasión sobre toda su hermosa carita, gritando y pidiendo a quién sea que la ayude a despertar de esa pesadilla…
Se aferraba al cuerpo que abrazaba, llorándole en el hombro, ordenándole que abriera los ojos…sólo una vez…al menos, para poder decir adiós.
A veces le pedía perdón a gritos, y otras más se las pedía en susurros, casi inaudibles.
Tanto sus manos como su ropa y cara, estaban manchadas en sangre, teñidas de ese rojo que detestaba, pero que aun así, ahora quería que saliera de ella.
A su alrededor habían más personas, todas heridas y bañadas en ese líquido rojizo. Hasta el paisaje se tornaba de ese color, ya que la sangre también estaba en el pasto, y hasta en algunos árboles, mostrándoles a todos el pasado de una fuerte y dura batalla, desprendida entre dos personas con un odio puro.
Ahora era cuando quería más que nunca haber desobedecido las reglas para seguirlo, para cuidarlo, y haber evitado, aunque con su vida fuese, la marcha hacia la luz de su persona tan querida.
Pero ahora, también quería no haberlo conocido nunca.
Quería desconocer ese sentimiento que la podía.
Quería no ser lo que era.
Quería…no haber tomado el camino que venía siguiendo desde chica.
Quería…haberlo odiado toda su vida, y así al menos, no sufriría lo que sufría.
Y si nada de eso pudo ser cierto, entonces simplemente, quería olvidarlo. Que sus ojos se opacaran ante la felicidad. Que sus labios se secaran ante el agua. Que sus lágrimas dejaran de correr. Quería sacárselo de sus memorias…
Pero entonces…sólo pudo recordar más.
Flash Back.
Estaba sentada en el piso de una plaza, acurrucada escondiendo su rostro en sus piernas, mientras lloraba, y no había nada más qué hacer.
Lloraba por el trato que le otorgaban, por molestarla con cosas que la herían tanto, por haberse separado de quién la había sacado del pozo en el que estaba. De la persona que la ayudo a salir de su cascarón, pero ahora, nuevamente todos eran despreciables con ella.
Sus ojos estaban rojos de tanto llorar, y sus hombros le temblaban cruelmente.
Fue entonces cuando escuchó unos pasos frente a ella. Pensando que se trataba de otra de las tantas que la insultaban, escondió aun más su carita, abrazando más fuertemente sus piernas.
-¿Qué te pasó?-le preguntaron. Era una voz que no le había hablado nunca antes…una que había escuchado tan ilusionada por detrás. Una voz…que la estaba salvando.
-Sa…su…ke…- balbuceó su tembleque boca una vez que sus verdes ojos empapados en saladas lágrimas lograron captar la imagen de aquel fabuloso chico.
Él la miraba impasible, con una tranquilidad increíble, su paz era enorme…y todo eso se delataba por sus hermosos ojos negros.
-¿me conoces?-preguntó el niño aun parado frente a ella, mientras levantaba un poco una ceja, aun con un tono bastante tierno.
Sus mejillas se mancharon, y las lágrimas caían sobre el rojo de su cara.
-yo…este…sí…sí te conozco…-respondió en voz tan baja y aguda que el morocho no alcanzó a oírla.
-disculpa, pero¿podrías decirlo más fuerte?-le pidió. Ella cerró los ojos aun con lágrimas, y casi gritando respondió.
-¡que sí te conozco!-
El niño se quedó un rato parado, viéndola en llanto. Sus manos estaban sumergidas en sus bolsillos.
Ella se quedó así, con los ojos cerrados, esperando a que él, aun sin conocerla, pudiera rescatarla.
Sasuke se sentó a su lado, fijando su mirada en el horizonte que se tornaba oscuro.
-y…¿Qué fue lo que te hicieron?-le preguntó por segunda vez. Ella levantó su vista para ponerla en él. Luego volvió a bajarla, mientras de nuevo sus hombros le temblaban, y más lágrimas caían. Sasuke la observaba tranquilamente.
-me…me…me molestan…-le respondió entre frases cortadas.
-¿y por eso lloras?-la niña movió su cabecita en señal de afirmación. Sasuke dejó de mirarla, para observar nuevamente el horizonte.-deberías ser más fuerte, hay personas que pasan cosas peores que las que tú…-ella levantó su cabeza sorprendida.
-¿más…fuerte?-él asintió con la cabeza.
-así es, sino todos te pisotearán, y harán contigo lo que les guste.-su vocecita, típica de un niño pequeño, hacía que esas palabras sonarán encantadoras.
La niña se quedó mirando asombrada al chico, para ser tan pequeño era muy inteligente…en cambio ella…era una pobre tonta que lloraba por todo, jamás podría siquiera igualarlo
Fin del Flash Back
Se aferraba cada vez más a él, gritando con dolor, dolor arrastrado.
Sus amigos la miraban con pena, y la gran mayoría lloraba, algunos con amor, otros con amistad, otros con lastima, y otros simplemente con furia y odio. Y a comparación de los demás, ella lloraba con todo eso mezclado. Pero lo que la ganaba era el amor, el amor que sentía hacia ese muchacho, el amor que ella todos los días se encargaba de regar, y alimentar, diciendo que habría esperanzas, aun sin él a su lado, y cuando ya las había perdido, entonces se las pedía al cielo…se las pedía a él…y a sus recuerdos otra vez.
Flash Back.
El silencio volvió, callando a ambos. Ninguno de los dos miraba al otro, permanecían serios, observando a distintos lugares. Algunos pétalos de cerezos caían sobre ellos, pero no les daban importancia. De pronto, una voz se escuchó en el pequeño parque.
-¿Por qué te molestan?-la jovencita volvió su carita algo roja hacia el niño que tenía al lado. Pero al instante regreso su vista al piso de ladrillos.
-mi…mi frente...dicen…que soy…fea…-respondió ella en una fino hilo de voz.
Sasuke se giró, y se quedó observando el perfil de la niña. ¿Le decían fea¿Por qué? A él no le parecía nada fea, es más, hasta le parecía bonita. Volvió a voltear su cara.
-pues, no les hagas caso, defiéndete.-le respondió él con esa paz que traía desde que llegó.
Ella lo admiraba por eso. En la academia él no hablaba, era muy callado, pero cuando hablaba, lo hacía de esa manera tan inteligente.
Silencio de nuevo. El único sonido lo hacían las ramas de los árboles, que se desprendían de sus rosados pétalos. A lo lejos el chico logró diferenciar a un gran hombre acercarse hacia allí.
Fin del Flash Back.
Sus ojos cerrados parecían una fuente. No dejaba de llorar, no podía. Detrás de ella se escuchaban sollozos, maldiciones echadas al culpable de esa perdida, y aun más cosas, pero a ella…¿Qué le daba? Nada. Siempre había sido la débil¿y por qué¿Sólo por qué demostraba sus sentimientos más abiertamente que los otros¿Sólo por querer protegerlo, y ayudarlo¿Sólo por querer unir a sus amigos¿Sólo por ser la chica del grupo¿Por ser la única en verdad enamorada¿Por intentar ser mejor¿Sólo…por…querer que él repitiera esas palabras otra vez¿Sólo por…querer…que él…al menos la tomara en cuenta?
Flash Back…
Lo reconocía a la perfección. Era el Hokage, el encargado de cuidarlo. Lo venía a buscar. Ya debería irse.
El silencio sólo duró un tiempo más, ya que de nuevo esa voz decidió cortarlo.
-¿Sabes?...-ella lo observó con sus empañados ojos.-a mi no me pareces fea, es más…hasta me pareces bonita.-con esto se puso de pie, ante la atónita mirada de la niña.
Las mejillas de la niñita se tornaron fuertemente rosadas, y su mirada brillaba con ilusión.
El niño caminó con las manos en los bolsillos-recuerda, no dejes que te pasen por arriba.-llegó hasta su tutor, y así desapareció de su vista.
Fin del Flash Back.
Era su fatal delirio…y lo sabía, era lo que ahora tanto la hacía sufrir, pero no podía hacer nada contra ello. No podía luchar contra sus sentimientos…ni mucho menos contra el destino…
Todo ese sufrimiento se remontaba de años atrás, en los que él dejó de ser dulce, en los que ella dejó de ser como era…
Y todo eso, era liberado ahora, entre lágrimas, gritos de desesperación, y manchas de sangre.
Flash Back.
Estaba perdida. Herida. No tenía nada qué hacer.
Pero ante la sorprendida mirada de todos, en el bosque, él despertó. Pero no era como siempre, una chackra violeta lo dominaba, y había marcas negras sobre su piel.
Se encargó de uno de los rivales, quebrándole ambos brazos. Ella lo observaba, atemorizada…
No lo reconocía.
-por lo visto…ya sólo quedas tú.-dijo él con voz de asesino, y se dio la vuelta, para acabar con el restante.
No era él…
No podía.
Se puso de pie, y corriendo, se dirigió a su lado.
-¡no¡¡BASTAA!!-
…
Se abrazó a su espalda, mientras las lágrimas corrían.
-¡no lo hagas, por favor!-se aferró a él más fuertemente.
Poco a poco…las marcas desaparecieron.
Fin del Flash Back.
Odio…como lo odiaba al maldito bastardo que le quito lo que amaba…
Como se odiaba…por ser tan débil. Por haber sido lo que fue…
Le hubiese encantado volver atrás en el tiempo, y haber sido más comprensible…haberle dado algo más que obsesión.
Haberle dado amor.
Flash Back.
-¡Sasuke!-su nombre…su nombre en boca de ella sonaba tan dulce…
Hace un año que estaban en el mismo equipo, y hace tan sólo meses, que él empezaba a valorarlo.
Ella, por su parte, seguía tras sus pasos, cuidándolo, siendo su sombra ilegal.
Él se detuvo al oír que lo llamaban. Y al voltear, localizo a ese cabello rosa tras de sí.
-Sakura.-sonaba indiferente, pero aun así, había una gran historia detrás de esa indiferencia.
-este…yo…¡te traje esto!.-sacó sus manos detrás de su espalda, mientras mostraba una cajita roja con algunos dibujos sobre la tapa. Ella miraba el piso, estaba avergonzada…pero lo único que quería…era que él tomara su regalo…
Fin del Flash Back.
Se abrazó más fuertemente a él, esperando que en cualquier momento, él le dijera: "Sakura…sal…de encima mío…no puedo…respirar…", como lo hizo aquella vez en el país de las olas.
Sabía que no lo olvidaría nunca. Que su recuerdo viviría en ella siempre…y eso le dolía…saber…que a cada momento…debería respirar, sin que él lo hiciera también.
Se disculpaba…por haber querido entrar en su corazón sin permiso, por "molestarlo", como él decía…le pedía perdón…por amarlo tanto.
Lloraba con rencor, tristeza, estaba aturdida, estaba fuera de ella…estaba…muerta.
Quería alcanzarlo, estar con él. Deseaba haberlo seguido cuando pudo…haber dado su vida por él. Quería…solamente, estar a su lado siempre.
Quería…que él abriera sus ojos…para sonreírle de esa forma altiva que sólo él poseía, quería que insultara a Naruto, que le dijese molesta, que le nombrase irrepetibles veces lo débil que era…que la ayudara…que la rescatara…
Que la amara…
O que al menos…
Respirara…
