El siguiente fic es dedicado principalmente a mi amor William.

En especial a Kioko Misuki y a Yumiko Igarashi, las cuales realizaron tan linda historia; con la que viví mi niñez y adolescencia Gracias.

Y a usted, que la lee también Gracias! Cualquier similitud con otra historia es pura coincidencia.

Mosquetero!

Una prisión con barrotes de oro

Albert – Otro día más- lo decía con cierto fastidio, para él los días eran iguales, tenía prohibido salir de la propiedad, ni pensar mostrarse en público, la Tía abuela Elroy, lo había dispuesto de esa forma para protegerlo y no dañar- El apellido Andry- lo dijo en voz alta casi gritando.

Mucama – Dijo algo Srito. Albert - Asustada, pues pensó que descargaría en ella su frustración, que se le notaba más que otros días.

Albert- No digo que pronto andaré por ahí – se rio nervioso – pues apenas se había librado de la metida de pata no podía mencionar el apellido pues nadie sabia que pertenecía al Clan Andry. Se dirigió a la puerta que se encontraba en el fondo de la habitación perezosamente.

Mucama- Estos niños ricos sí que son raros dijo en su mente- Ya está listo su baño, puede entrar- lo apuraba casi empujándolo hacía la puerta porque el muchacho lo hacía con mucho desgano – diciéndole- pronto vendrá Su Tía abuela y se disgusta mucho si lo encuentra en pijama.

Albert- Sí- Y se molesto por la premura de la joven, la volteo a ver y puso cara de que no le agradaba que lo apresurara –Esta bien, Esta bien en este momento me doy el baño- dijo muy serio. Entro al baño y se introdujo en la tina, se relajo al sentir el agua donde se sumergió y la tibieza del liquido, cerro su ojos color de cielo despejado, era ideal para relajarse

Bueno al menos lo preparo bien- dijo para sí, se recostó y divagó por unos minutos por un rato todo era silencio en ese lugar- Esto ayudo a la meditación con lo que inició, un recuento de lo que estaba realizando : clases de piano no soy bueno para eso, violín no me agrada el sonido, gaita eso si me encanta el sonido era melancólico y le agrada como se escuchaba dicho instrumento, a su edad era todo un poliglota: ingles, alemán, italiano, francés y uno que se le complicaba el español. Clases de etiqueta los martes, historia universal, arte, literatura, filosofía, geografía, lecturas de libros con poemas complicados que debía memorizar e interpretar. UFFF. –Soplo- mi vida donde se quedo a qué hora la deje por un lado, cuantos maestros que había tenido los quiso contar pero no lo logro.

Espero que baje el ritmo no se cuanto más podre soportar – las constantes clases le absorbían todo el tiempo, lo cual no le permitía salir al bosque a sentir la naturaleza que tanto amaba.

Mucama – Srito. Albert se encuentra bien – se escucho preocupada ya que el joven llevaba bastante tiempo dentro del cuarto de baño- por lo que pregunto - puedo pasar-

Albert ¡NO! -Como se le ocurre no soy un niño ya saldré denme un minuto- Sonó disgustado por la intromisión.

Mucama -Disculpe Srito. su ropa está en su cama- Salió rápido para que no la viera y se disgustara con ella.

Al salir del baño se vio de frente a un espejo se veía y sentía cansado a pesar de relajarse su rostro afligido lo delataba, los ánimos tampoco no eran los mejores, la falta de dormir cobraba factura en su cuerpo todo era culpa de un sueño recurrente en donde veía a su Hermana Pauna lo llamaba pero cuando trataba de alcanzarla esta desaparecía y Anthony lloraba junto a él. Las rosa que tanto amaba se sumergían en un profundo y obscuro abismo, al igual que él- al recordarse se sobresalto y decidió mejor empezar a vestirse.

Jardinero-Que te sucedió- preocupado por la chica que salió de la casa rezongando una y mil cosas del joven Albert.

Mucama – El Srito. Albert al parecer no durmió bien la noche y con una se desquita- le decía muy irritada por lo ocurrido en la habitación.

Jardinero-Déjalo piensa que estuvieras todo el día estudiando. Como te sentirías.

Mucama - Pero de que se preocupa no tiene que trabajar todo lo tiene lujo, dinero, servidumbre para que lo atienda, una linda mansión para el sólo. -Torció la cara muy disgustada

Jardinero- No tiene lo que tú tienes- Dijo muy calmado

Mucama -Pero si yo soy solo una mucama y no tengo, ni un buen apellido- replico al anciano.

Jardinero – Se ve que no comprendes y no conoces conceptos como Amor, familia y libertad-puntualizó las últimas palabras.

Mucama-Bueno si es de esa manera claro que tiene razón, es que en ocasiones me saca de mis casillas- bajo la guardia- Y sintió pena por el chico que anteriormente la enojaba se recordó que siempre lo veía solo y su única visita era la tía abuela, la cual era muy estricta y no mostraba ninguna expresión de afecto para el joven. Ya que durante el tiempo que tenía trabajando en ese lugar, en varias ocasiones los había escuchado pelear, alzando la voz.

Jardinero –Veo que ya entraste en razón- se escucho aliviado él reconocía que era un buen chico. Y que por etapas de la edad, el joven Albert estaba de mal humor,

Mucama- Sí ya lo comprendí, lo veo en la cena vuelvo a mis obligaciones, hoy tendremos la visita de la tía abuela y con el humor del joven Albert esto se pondrá color de hormiga- Se retiro apurada ya que no deseaba que la corrieran por perder el tiempo hablando con los demás criados.

Jardinero-Esta bien todo saldrá bien en la cena hasta pronto y no te preocupes-. Le decía a la chica viéndola alejarse del jardín-Aunque lo decía, él era el más preocupado, por dentro se sentía inquieto las rosas del jardín se estaban marchitando antes de tiempo- No entiendo las he cuidado como me explicaron la misma agua el mismo abono porque se mueren- Decía en voz alta angustiado por el deterioro del jardín se dirigía a las rosas pretendiendo que las mismas le contestaran- Se agacho para ver que sucedía en la tierra y las raíces de las rosas, talvez encontrar la explicación del deterioro de las rosas.

Dentro de la habitación Albert termina de escribir la carta que le remitiera a su hermana, con la tia abuela.

Pauna:

Gracias por tus regalos ayudan a mi soledad y tus palabras sirven de aliento para sobrellevar el encierro, en las clases voy muy bien no se me complican en lo más mínimo ninguna, los profesores solo dicen que quisieran tener mi edad, por la facilidad con que recuerdo y asimilo los contenidos, quizás es un don pero lo recibo con mucha alegría, así no tengo que estudiar mucho. Entiendo la responsabilidad de ser la cabeza de la familia Andry aunque por el momento no lo soy, no te preocupes si me mantengo de mal humor en ocasiones, esto es causado por la misma soledad, lo que más extraño son tus sabios consejos y la alegría de ver a mi lindo sobrino jajajaja si ya me han dicho que cada día se parece más a mí.

Te quiere tu hermano William Albert Andry

Albert-Listo otro día le escribo mas – La misma pesadez no le permitió escribir ya que el cuerpo le dolía, no comprendía ni el baño lo había relajado. La intranquilidad no le daba tregua. Salió de la habitación y bajo las escalera esperando sentirse mejor después de un paseo, en las afueras de la mansión ayudarían a despejar su mente. El aire libre y el contacto con la naturaleza le harían bien, se decía en sus adentros.

Por la visita de la tía abuela no recibía clases para que no descubrieran su secreto, cada año cambiaban servidumbre y maestros todo con el propósito de no dar a conocer su identidad.

Al salir de la mansión el espectáculo, lo saco de sus pensamientos y cavilaciones, las rosas que su hermana Pauna había plantado con tanto amor estaban marchitándose los pétalos caían con el más leve contacto del aire. Se enfureció ante los miles de pétalos que se encontraban esparcidos en el suelo.

Albert- ¿Por qué las rosas se han marchitado tan pronto? Exigió una explicación al jardinero muy molesto.

Jardinero –No tengo idea es lo mismo que me preguntaba-le hablo sin mirarlo.

Albert- No puede ser, intente de recatarlas - Se lo decía con un tono de suplica y cada vez airado.

Jardinero-Eso es lo que trato de hacer- Lo dijo muy calmado, sabía que si le contestaba de manera altiva, lo despediría, advertido por la mucama trato de controlar la situación

Albert – Al parecer no se está esforzando en cuidar el jardín – los ojos parecían llamas de fuego por la furia que tenia.

Sus sentimientos estaban a flor de piel últimamente se encontraba muy tenso y se le crispaban los nervios ante cualquier amenaza, se colocaba a la defensiva, por dentro trataba de calmarse pero en su interior, su ser le repetía que debía que huir de todo el tormento que le ocasionaba el sentirse solo, aislado de los únicos seres que lo reconocían como un ser humano. Trato de calmarse pero sus emociones estaban a todo vapor su mente no pudo contralar las frases que salían con enojo.

Jardinero- !No Srito¡. Albert las he cuidado muy bien pregúntele a la ama de llaves ella supervisara mi trabajo- totalmente intimidado por el chico frente a él.

Albert bajo la vista y no dijo nada, decidió mejor retirarse del lugar. No comprendía su reacción ante aquel anciano, se enojo con el mismo. Debe de ser por la visita de la tía abuela Elroy se dijo a sí mismo.

Camino a los establos y tomo un lindo caballo color negro azabache- lo acaricio- el acaballo se inclino hacia a él cómo sabiendo sus pensamientos- bajo la cabeza para que lo acariciara sintió alivio, al ver la reacción del caballo. Hola noche espero que este mejor que yo- el caballo resoplo- vamos te llevo a pasear-se monto en el caballo- y se introdujo en un bosque propiedad de la familia.

El lugar era hermoso lo arboles verdes y frondosos parecían saludarlos, conejos y ardillas se escondían al oír el trote del caballo. Los pájaros que se encontraban en lugar cantaban dándole la bienvenida. Ese espectáculo era lo único que lo consolaba una lagrima rodo por su mejía. Con un golpe de los pies puso a galopar a Noche, este rápido a vivo el paso, el viento alborotaba sus cabellos y se llevo sus lágrimas. Sera necesario el sacrificio para obtener casas, carros, títulos y que lo amen a uno – NOOOO!- grito en la espesura del bosque- ese día se prometió que si se llegaba a enamorar alguien de él, seria por lo que Él es, no por lo que el poseía, dinero, fortuna y un renombrado apellido. Si alguna mujer se acercaba a él por esas razones jamás la perdonaría aún estuviera perdidamente enamorado de ella.

Al dejar de pensar se dio cuenta que se encontraba lejos de la mansión amarro a noche a un arbusto para que descansara, camino hacia una colina que se veía a lo lejos, en ella se encontraba un imponente árbol el cual llamó su atención. Al estar junto al árbol lo abrazo y lloro en el. Unas voces lo sacaron del trance en que estaba, se dio cuenta que colina arriba venían unas niñas corriendo y jugando, tubo temor y trepo al árbol.

Ani- Espérame Candy no corras tan rápido no te puedo alcanzar- se escuchaba suplicante y sofocada la voz por haberse esforzado.

Candy- Apúrate Ani quiero jugar con klim- se asomaba el lindo mapache monocromático amigo de ellas, que salto a los brazos de Candy haciendo que esta caerá al suelo. Se levanto al mismo tiempo que Ani le daba alcance- y reían por lo divertido de la caída- vamos Klim subamos al padre árbol.

Ani- Si te subes te retaran acuérdate la otra vez te caíste por el polluelo ¿no te dolió?- Le decía con cara de asombro al recordarse del tremendo golpe

Candy – ¡No! soy muy fuerte - le guiño el ojo y luego se rió- Su risa era muy peculiar- y esa es la razón por la que quiero subir veré si se encuentra bien en el nido.

Ani- ¡No Candy! te retaran por molestar al nido o dime si no te retaron por molestar a los patitos el otro día- le dijo en tono maternal.

Candy- No subiré al árbol si me prometes que nunca me dejaras y siempre estaremos juntas- le decía mientras reía

Ani-Si Candy tú serás mi mamá y yo tu papá- se abrazaron efusivamente

Candy- Pero mañana lo vendré a visitar mientras la hermana María y Srita. Pony vayan al pueblo.

Ani- Eres muy testaruda Candy- se escuchaba enojada

Se fueron corriendo colina abajo-

Albert –UFF- por poco me descubren mejor regreso – al parecer estaba lejos de la mansión- Se le dificultaba bajar del árbol para que no lo descubrieran había subido a la cima del árbol.

Corrió hacia noche porque también a él lo retarían por no encontrarse en la mansión cuando llegar la Tía abuela. En el camino de regreso a la mansión no podía olvidar la dulce voz de la rubia que estaba en la colina y el viento traía de nuevo la risa que había escuchado a sus oídos.

Era extraño la mansión se encontraba en total silencio- le extraño no ver a la tia abuela pero no le tomo importancia. Ella era muy estricta y puntual con cualquier cita aun con él era muy rígida en el protocolo y formalidades de etiqueta. Siempre estaba recordándole que este tipo de comportamiento era necesario en la alta sociedad donde se desenvolvería en un futuro.