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Un pequeño AU en el que he estado trabajando y que complete hace unos meses, todos los personas corresponden a su creadora y esto es solo por diversión.

...

Aniversario.

¿Cuándo había pasado?, unos doce o quizás trece años... la verdad no quería recordar, era el cumpleaños de su hijo y lo que menos le importaba era rememorar que también era el día de su partida, pero su amada Rose no descansaba bajo la tierra como el resto de las personas, no, ella seguía de algún modo viviendo en Steven, sin embargo eso no hacía nada para aminorar la pena, Greg se había acostumbrado a vivir con eso, con la extraña familia que le quedaba pues a decir verdad eran todo su mundo, los viejos sueños de gloria sobre un escenario poco le importaban, lo único que valía la pena recordar era que Steven crecía sano y feliz.

Sin embargo seguía siendo su aniversario, y él no era el único que quería recordar.

Perla terminaba de limpiar el piso de su camioneta, puede que las gemas no envejeciesen del mismo modo que los humanos pero eso no significaba que sus apariencias fueran inalterables, la recordaba más pequeña y aunque seguía siendo en extremo delgada eso no negaba lo alta que era y bueno, las mujeres altas eran su debilidad. No era como Rose y nunca lo seria, su hermosa Rose, tan alta que apenas le llegaba al pecho y con una figura de ensueño, con sus enormes y hermosos ojos, con su lustroso cabello, su Rose que ya no estaba…

-esta es la única noche al año en que lo hacemos, al menos podrías haber limpiado-

-lo siento, ya sabes cómo me pongo…-

-no es excusa Greg- bufo la cristal gem mientras preparaba los últimos detalles, era hermoso el modo en que convertía ese pequeño espacio generalmente hecho un desastre en lo que una vez fue el lecho en el que amo a la mujer de su vida.

-ahora si, finalmente parece un lugar decente-

-gracias…-

El silencio de todos los años se instaló entre los dos, no era fácil pasar la noche intentando olvidar, de hecho, era imposible, sin embargo seguían repitiendo su ritual anual del mismo modo, desde que Steven cumplió dos años a la fecha y nunca se habían detenido, si las otras gemas lo sabían preferían guardar silencio, cada uno lidiaba con esas cosas a su manera y de todos modos tenían al pequeño para llenar el vacío.

Solo que era su aniversario, y entonces su ausencia se hacía más evidente.

-¿quieres que empiece?- pregunto Perla mientras jugaba tímidamente con las sabanas de seda, era un hecho que jamás se acostumbraría del todo al contacto humano pero ese día hacia una excepción, con deliberada calma se liberó poco a poco de su ropa hasta quedar desnuda en su forma humanoide.

Greg trago saliva, ansioso y temeroso a la vez, no habían muchas mujeres en ciudad playa dispuestas a salir con él y mucho menos a conocer a su familia y claro, no podía culparlas, no era más que el dueño de un autolavado que vivía en su camioneta, además se estaba quedando calvo y bueno, su cuerpo no era el mismo de antes, puede que eso de seguir la corriente al gimnasio en la playa funcionase por un rato para impresionar a su hijo pero no engañaba a nadie, se hacía viejo y era mucho menos atractivo que antes.

-¿estás bien Greg?- pregunto Perla, él solo atinó a sonreir.

Perla por su parte tenía una idea bastante clara de lo que ocurría, era inseguridad, después de tantos años seguía sintiéndose abrumado por todo lo que pasaba, quizás era por eso que solo lo hacían una vez al año, era justo para cuando ninguno de los dos supiese como sobrellevar la vida, como una gema de cristal su existencia seria de todo menos breve y era por eso que la decisión de Rose le intrigaba tanto, dar su forma física por una criatura tan frágil, tan pequeña… era estremecedor pensar que una guerrera y líder como ella fuese capaz de abandonar todo por un simple humano y luego dar mucho más, pero esa era Rose, eso la hacía única.

Y eso era lo que pensaba compartir con Greg Universe, por una sola noche que llevaba repitiéndose años, al principio con un hombre destrozado y una gema furiosa.

Ahora ese fuego estaba calmo, pero no menos brillante.

-déjame ayudarte-

Con dedos trémulos le libero de su playera y shorts, su cuerpo era distinto y aunque honestamente no encontrase muchas diferencias entre un humano y otro a Greg lo conocía desde hacía muchísimo tiempo, recostándolo para acomodarse sobre él se sujetó de su barriga, Greg se sonrojo murmurando una disculpa, ninguno de los dos se veía al rostro y pasarían un rato así para re familiarizarse con el contacto, poco a poco se fueron encontrando, los delicados dedos pálidos recorriendo la piel bronceada, mineral viviente y carne, ambos llenos de posibilidades, Perla podía sentirse asqueada de muchas cosas sobre el padre de Steven pero esa noche no le importaban, en vez de sentir repulsión solo pudo sentir curiosidad y el deseo de explorar y ser explorada, las manos de Greg la tocaban con sumo cuidado y ella no podía sino maravillarse con el contraste.

-eres hermosa Perla-

La erección de Greg creció en su entrepierna rozándola, Perla dejo escapar un gemido de placer tras otro mientras se movía de adelante hacia atrás, mordiendo sus labios se recostó sobre el pecho de Greg que se movía al unísono, la aprisionaba contra su cuerpo y besaba su cuello, tenían toda la noche para mantenerse en vela, toda la noche para contestar aquellas preguntas que de otro modo jamás se harían porque a la mañana siguiente dejarían de sentir esa terrible ansiedad.

-Greg-

-¿si Perla?-

-estoy… estoy lista…-

….

Algunos años atrás...

las emociones humanas le eran algo complicado de digerir, eso desde un punto de vista puramente figurativo, el proceso humano de digestión era otra cosa que le desagradaba pero por distintos motivos que no venían al caso, de todos modos no pensaba comer lo que ese extraño humano había cocinado, no desde la ultima vez que el señor Universe intento alimentarla, sus entrañas jamas se repondría de la experiencia.

No, lo que sentía Perla era algo definitivamente distinto, algo de lo que se avergonzaba y que la emocionaba en igual medida, curiosidad y disgusto, tan simple y sencillo como eso.

Porque para ella era sencillamente extraño, surreal lo que estaba ocurriendo, allí estaba su líder, la gema más poderosa que había conocido en toda su vida y que era para todos los efectos la líder más sabia, benevolente y amable que existía junto a un ser que poco y nada se diferenciaba de un simio.

-¿me pasas las chuletas Perla?-

Corrección, era un simio, un simio sucio, asqueroso y peludo y un entrometido también, que había entrado en su casa para robarle a su mejor amiga, se suponía que ella era la confidente de Rose, la más cercana de todas y allí estaba ese simio idiota dejado caer su cabello sobre sus muebles y en su sala mientras abrazaba a su amiga y comía en su mesa.

Y lo peor de todo era que no podía discutirlo con nadie.

Garnet se negaba a intervenir, según ella entendía a la perfección de que se trataba y no importaba cuantas veces Perla le insistiese en que eran cosas muy distinta, pues el profundo vinculo entre dos gemas era y siempre seria superior a cualquier lazo que los humanos pudieran crear, la fusión se negaba a hacerle caso e intervenir, "es su decisión Perla", le había dicho, "es su decisión y no tenemos el derecho a intervenir".

Y Amatista no era mejor, de hecho, era peor, mucho peor, ambos eran desagradables, comían como animales, reían demasiado fuerte y tenían cero respeto por el recato y los modales, y para empeorarlo todo veían juntos ese aburrido programa del pequeño mayordomo, Perla odiaba al pequeño mayordomo, detestaba la comedia barata y burda de los humanos.

Eran tan faltos de... clase, de modales, ¿por que eran tan incivilizados?, de Greg lo entendía, era humano pero Amatista debería comportarse mejor, era una cristal gem, eso significaba algo...

-Perla, ¿estas bien?-

la suave voz de Rose la saco de sus pensamientos, ¿que querían?, ¿acaso estaban hablando?, era cierto, aun tenia en las manos el plato lleno de chuletas de cerdo, las chuletas que Greg cocinó...

-estoy bien- murmuro despacio para luego darle su comida al simio.

-¿hay algo de lo que quieras hablar?- volvió a preguntar Rose y Perla no supo que decirle, así que excusándose de la mesa y lanzando una ultima mirada llena de desaprobación a Greg desapareció rumbo a su cuarto.

Fue una noche que recordaría por siempre, porque después de esa cena formal Rose empezó a pasar más y más tiempo con Greg hasta que un día anuncio algo que hizo que la dinámica de su familia cambiase por siempre, Rose estaba esperando un hijo, un niño mitad humano, alguien que no dispondría de la misma tecnología del planeta madre para llegar a la vida.

Y eso significaba una sola cosa.

-Rose...-

….

Era extraño como la vida cambiaba tanto y en tan poco tiempo, el pequeño en sus brazos era prueba fehaciente de ello, no hace más de unos meses atrás estaba tocando su guitarra junto al amor de su vida, con las estrellas y la playa como único escenario, era perfecto, glorioso, entonces podía llamarse a si mismo con toda confianza "Señor Universe" y nada, absolutamente nada podría mejorarlo hasta que descubrió que si existía un modo en que eso era posible.

Pero el precio... Greg estaba consciente de que al final la decisión fue de ambos, sin embargo dudaron, no se podía estar listo para esa clase de cosas, era sencillamente imposible.

Sin embargo ninguno de los dos quiso renunciar a esa posibilidad, y si para ello era necesario un sacrificio Rose estaba más que dispuesta a tomar el siguiente paso, porque a final de cuentas Rose confiaba en él, Rose creía en que podría ser un padre cuando ella abandonase su forma física y Greg que la amaba tanto, que la deseaba tanto, que no podía vivir sin ella tuvo que prometer, jurar que llegado el momento la dejaría ir y que se quedaría con Steven.

Porque Steven lo necesitaría, sin ella para cuidarlos a ambos Rose quería estar segura de que el pequeño fuese feliz y eso no seria posible si Greg se desmoronaba.

Y ahora estaba frente al templo con su hijo en brazos, las gemas aun no le hablaban y las entendía, para ellas él era un invasor, el hombre que les quito a Rose, Garnet se había vuelto aun más distante, si ya antes le era difícil relacionarse con la gema ahora le era imposible, con Amatista no se hablaba, el desastre del pequeño mayordomo estaba demasiado fresco en su memoria, nunca se imagino que la pequeña gema pudiese guardar tanto resentimiento contra su persona como para hacer algo tan... insensible.

Pero la que lo preocupaba más era Perla, porque Perla siempre pareció despreciarlo y si bien lo ocultaba con una mascara de cortesía era inegable el vitriolico resentimiento que le guardaba, los celos eran, después de todo una cosa terrible.

Greg no era ningún tonto, entendía a lo que se arriesgaba pero necesitaba hacer algo, el trato para comprar el autolavado estaba a punto de cerrarse y sin un empleo ni una educación superior sería su ultima oportunidad para tener ingresos seguros, lamentablemente producir sus discos costaba demasiado y aportaba muy poco y las clases de guitarra nunca resultaron, pero el autolavado era seguro, muy seguro. Después de todo Steven estaba creciendo y si quería darle un futuro a su hijo, cualquier futuro era mejor que empezase a ahorrar.

Ahora, si solo tuviese el valor suficiente como para tocar la puerta...

-hola Greg-

Greg se puso pálido, Garnet estaba a su lado y ni siquiera se dio cuenta

-hace tiempo no te veíamos, ¿esta todo bien?-

Greg se acomodo el cuello de la camisa, ¿estaba todo bien?, claro que no lo estaba, en primer lugar estaba usando una camisa, saco y pantalones, incluso tenía zapatos formales y apenas hacia unos meses se había convertido en un viudo, nada estaba bien, nada.

-claro Garnet, no hay ningún problema- mintió descaradamente, si la gema se dio cuenta o no jamas lo demostró, Garnet se limito a sonreír y algo del peso sobre sus hombros desapareció.

-pasa por favor, creo que a las chicas les gustaría ver a Steven-

Asintiendo dejo que la gema lo guiase a la sala, lo primero que noto fue a Amatista viendo televisión, la pequeña gema se veía muy deprimida y estaba rodeada por sobres de comida chatarra y botellas de gaseosa, Greg se aclaro la garganta esperando una reunión incomoda pero en vez de eso acabo sentado en el piso sosteniendo a su hijo mientras la gema lo abrazaba.

-lo siento- murmuro Amatista contra su pecho, cualquier rastro de enojo borrado, Garnet le sonrió mientras tomaba a Steven en brazos, el pequeño le sonreía a la gema fusión que aprovechó de tener un momento privado con el hijo de Rose.

Greg abrazó a Amatista, no tenía sentido el seguir molesto, ambos se sintieron lastimados pero lo superarían, quizás algún día volverían a llevarse bien.

-esta todo perdonado Amatista-

-me alegro, no hubiese resistido mucho más tiempo sin ver a Steven- comentó Garnet mientras lo ayudaba a ponerse de pie, Ametista lo sujetó de la mano y lo guio al sofá.

-lo sé, y lamento no haber venido antes pero como estaban las cosas...-

Ametista lo silencio -eso ya esta en el pasado viejo, lo importante es que debemos volver a ser una familia, incluso si Rose no esta aquí-

Greg no pudo evitar sonreír, se limpió las lagrimas y asintió, era cierto, debían ser fuertes por Rose y por Steven.

-no he sido justo con ustedes chicas, ustedes son la familia de Steven y fui muy egoísta al irme por tanto tiempo, solo espero que de ahora en adelante las cosas mejoren-

-eso esta por verse-

Perla había salido de su cuarto y a pesar de lo pulcra que se veía todos pudieron notar lo mal que estaba, tenía profundas ojeras y el ceño fruncido y se notaba que había estado llorando.

-¿vienes a pedir un favor verdad?, apuesto a que no pudiste encargarte tú solo de Steven-

-Perla- amenazo Garnet a su compañera para que no empezara otra pelea.

-tiene razón Garnet, necesito un favor-

Tanto Garnet como Amatista se quedaron el silencio, Perla se cruzo de brazos, su rostro abiertamente cruel, burlándose de su poca y nula habilidad para sustentar a su hijo.

-que sorpresa, el señor Universe ni siquiera puede proveer para su familia, ¿por que no me extraña?-

-sé que no tengo derecho a pedir nada pero...-

-silencio, no necesito oír tus excusas- escupió Perla, -cuidaremos de Steven mientras terminas tus asuntos, después de todo el chico no tiene la culpa de ser tu hijo-

Greg se ruborizo avergonzado, se puso de pie y dejando el bolso con las cosas de Steven se fue dando las gracias a las gemas y prometiendo regresar en un par de horas.

Perla se quedo quieta, una parte de ella se alegraba de haberlo lastimado, se sentía justo después de todo lo que perdió por culpa del humano el tener una pizca de venganza y al final lo que le dijo no era mentira, ella consideraba a Greg un bueno para nada, un pobre idiota que se estaba quedando calvo y que no se tomaba nada en serio, de seguro esa no era la clase de ejemplo que Steven necesitaría al crecer, no si planeaban entrenarlo como a una gema.

Pero otra parte de ella se sentía... se sentía...

-te pasaste de la raya Perla, fuiste muy cruel con Greg-

Perla ignoró a Ametista, -voy a limpiar este lugar, no puede ser sano para un bebé el estar entre medio de tanta basura-

Y mientras Garnet cuidaba de Steven Perla limpio el templo, incluso, se dio el trabajo de convertir un ventanal en una pequeña habitación para cuando Steven viviese con ellas de manera permanente, de ningún modo permitiría que se quedara a vivir en una camioneta.

Amatista que se había ido refunfuñando regresó media hora más tarde con un montón de cosas para el bebe, dentro de todo, lograron armar un lugar decente para cuidar del pequeño.

-Perla, Greg aun es el padre, necesitaras convencerlo de que nos deje cuidar de Steven, no podemos obligarlo-

Perla que seguía barriendo se detuvo, -no Garnet, no podemos dejar a ese hombre solo con un bebé, sabes que...-

-no- contesto la gema mayor, -no puedes ni debes obligarlo, a Rose no le gustaría-

Perla dejo caer la escoba y volvió a su cuarto ignorando a Garnet y Amatista, ¿como podían decir eso?, ella era la más cercana a Rose y sabia que a ella no le gustaría que su hijo fuese criado por cualquiera y mucho menos por alguien tan irresponsable y torpe como Greg Universe, no era correcto, no era sano, Steven tenía que vivir con ellas porque si lo dejaban con Greg entonces lo perdería como a Rose y no quería perderlo, no podía aguantar el perder a nadie más.

-todo es tu culpa Universe, si no hubiese sido por ti...-

Perla no sabía que hacer ni con quien hablar, pero de algo estaba segura, Greg Universe era el culpable y lo haría pagar.

…..

Greg llego algo más tarde de lo esperado con un montón de comida de los vendedores locales, desde donas hasta pizza y papas fritas, todo lo que pudo encontrar para agradecerla a las chicas por su ayuda, oficialmente era dueño del lavadero y aunque la maquinaria no fuese la mejor y tuviese algunos años seguía siendo suya, completamente suya, incluso el alcalde le había comprometido para limpiar su camioneta (remarcando lo cuidadoso que debía ser con el detalle de la cabeza gigante si no quería que terminaran como ciudad Océano), así que dentro de todo, las cosas finalmente iban bien, no perfectas, nunca perfectas pero bien.

Y Steven estaba muy feliz, se notaba lo bien que se llevaba con las gemas y no era para menos, el muchacho era igual a Rose, tan alegre y feliz, tan lleno de vida.

Y como se llevaban bien, Greg no tuvo problemas en decir que si cuando las gemas le pidieron pasar más tiempo con Steven y aunque el detalle de la habitación le parecía algo perturbador no podía negar que era tierno, además, era posible que en algunos años más Steven quisiera pasar más y más tiempo con ellas y no pensaba negarselo, eran su familia también.

Al volver a casa sonreía, por primera vez en meses sonreía y a pesar de que no se sentía tan feliz como antes al menos estaba contento, ya había tomado el primer paso para asegurar la estabilidad de Steven.

Con el paso del tiempo las gemas lograron convencerlo de que seria mejor que Steven viviese con ellas, no fue fácil, pero a decir verdad algo de razón tenían, el autolavado no era el mejor lugar para criar a un niño y la camioneta a veces estaba demasiado fría por lo que acordaron una rutina, durante los meses cálidos Steven viviría con su padre y durante los meses fríos lo cuidarían las gemas y podrían visitarse todos los días, de ese modo estarían siempre en contacto y ninguno estaría excluido de la vida de Steven.

Garnet y Amatista por lo demás estaban muy felices con eso, pero Perla...

…..

-esa fue la primera vez... ¿lo recuerdas?- pregunto Perla entre gemidos, meciéndose suavemente sobre Greg.

-si, pensé que ibas a matarme- bromeo Greg mientras la besaba.

Perla cerró sus ojos -yo también lo creí...-

…...

Puede que Garnet y Amatista hayan aceptado el trato de Greg, puede que incluso lo hayan perdonado por robarles a Rose, pero ella no pensaba perdonarlo, no lo haría nunca.

Fue de noche después del cumpleaños de Steven, de algún modo Amatista logró convencerla de probar algunas de las botellas de su enorme colección lo que la hizo sentirse extremadamente extraña, con sus inhibiciones al mínimo ni se dio cuenta de la hora a la que terminaron, para entonces Steven estaba dormido en su cama, Garnet descansaba en su habitación y Amatista convertida en gata hacia guardia junto al niño gema, Perla salio en ese momento rumbo al autolavado.

Cuando llegó encontró a Greg preparándose para dormir, ni siquiera la escucho venir, para cuando notó su presencia ella ya lo tenia en el piso de su camioneta con las puertas cerradas y su lanza apuntándole al cuello, Greg apenas alcanzo a levantar sus manos pero sabía que era inútil, si Perla lo deseaba podría acabar con su vida y nadie se enteraría, lo haría pasar por un accidente, después de todo había estado bebiendo y el alcohol y los vehículos de motor eran una combinación peligrosa.

-¿que quieres Perla?- pregunto Greg con temor, sabiendo que en cualquier momento su vida acabaría.

Perla se bamboleaba de un lado al otro, inclusive con su organismo superior una sustancia extraña como el alcohol le afectaba.

-¿que vio ella en ti Universe?, no se... no se que pudo ver en una cosa como tú-

su discurso era lento, al igual que sus pensamientos, Perla no pensaba con claridad y se le empezaba a notar, intentando aprovecharse Greg trato de zafar el arma y liberarse pero acabó nuevamente de espaldas mientras Perla le sujetaba del cuello.

-¿de verdad creíste que eso resultaría?-

-valía la pena probar- bromeo Greg quien se había resignado.

-eres patético Universe... tan patético...-

Perla se desplomó sobre Greg, sus ojos claros llenos de lagrimas.

-no se... no se que vio en ti- murmuraba la gema presa del mareó y un corazón roto -¿que tienes de interesante?-

Fue entonces que Perla se dio cuenta de lo cerca que estaban, generalmente sentiría asco al rozar tanta piel humana pero en este caso su curiosidad era lo que la dominaba, quería saber exactamente que veía y sentía Rose por esa cosa, porque por más que se esforzase no era capaz de entender.

-¿que te hace tan especial?- pregunto en voz baja inspeccionando el cuerpo de Greg.

Las manos de Perla recorrieron a Greg sin reserva alguna, justo se estaba preparando para dormir por lo cual no tenía puesto más que unos bóxer, frunciendo el sueño por la extraña prenda se la arranco de golpe, Greg se estremeció, no podía hacer nada para detenerla y lo sabía, tendría que esperar a que Perla recuperase el sentido y luego hablar con ella para que no se repitiese.

-no lo entiendo... no eres diferente a otros humanos de tu sexo...-

-por Dios Perla detente, no quieres hacer esto, en realidad no quieres- rogó Greg mientras intentaba alejarse.

Pero la cristal gem tenía planes muy distintos, incluso si su organismo lograba filtrar todo el alcohol a tiempo seguiría con lo suyo y no dejaría que sus dudas la volviesen a atormentar.

-¿sabias que una fusión es el mayor grado de intimidad que pueden alcanzar las gemas?, se necesita mucha confianza y armonía para alcanzarlo, cosas que tú no tienes y esto- señalo Perla sujetando el miembro de Greg, -difícilmente es un reemplazo-

Greg trago saliva, eso no estaba pasando, era un sueño, una alucinación, en cualquier instante despertaría y todo volvería a estar en orden, estaría solo en su camioneta y...

Perla lo apretó con sus fríos dedos, su agarre casi cruel, bordeando el sadismo, la gema era inescrutable en ese momento y cualquiera fueran sus planes prefería no saberlos.

-¿se siente bien?, no tengo idea de como funcionen ustedes los humanos más allá de lo básico pero supongo que esto es agradable para ti-

-Perla detente, si no te detienes...-

Una sonora bofetada impacto el rostro de Greg, Perla no hacia nada por suavizar su agarre, es más, comenzaba a disfrutar el poder que tenía sobre el humano.

-no seas un aguafiestas Greg, después de todo es tu culpa que estemos aquí, si no fuese por ti Rose seguiría viva y con nosotros, pero ahora no esta y lo único que me queda son dudas-

-Perla yo...-

-!no he terminado¡- grito Perla, -lo único que quiero entender es por que dejaría su vida por alguien como tú y nadie me explica, !nadie¡, ¿acaso tienes idea de lo frustrante que es?, ella era... ella era...-

Perla no lo soporto más, era lo que temía, quedarse sin respuestas.

-lo siento Perla, en verdad me gustaría darte una respuesta, créeme-

-sentirlo no basta- murmuro la gema, -quiero saber lo que es, y tú me vas a ayudar-

-¿de que estas hablando?-

…...

Perla respiraba con dificultad, se había rendido al cansancio pero se sentía bien, más que bien de hecho, la ansiedad y angustia había desaparecido y con suerte no sentiría nada más hasta el amanecer, no si Greg seguía sosteniéndola entre sus brazos y susurrándole palabras dulces al oído, porque así podría pretender que tenían una relación normal y no el torrentoso mecanismo de negación que compartían.

-quería hacerte sufrir y lo conseguí, ¿recuerdas como acabaste?, pensé que...-

-esta bien Perla, tenias todo el derecho a estar molesta, después de todo fue por mi culpa que perdiste a Rose-

-aun así no fue correcto, sabes que tengo entrenamiento militar y eso incluye formas de hacer hablar al enemigo, pude haberte lastimado gravemente Greg-

-si, pudiste, pero no lo hiciste-

-¿acaso no guardas ni un poco de rencor?- pregunto la gema mientras se acurrucaba junto a Greg, -te use esa noche, abuse de ti y no pudiste defenderte, creo que eso es motivo suficiente como para odiar-

Greg suspiro, todos los años tenían la misma conversación, -Perla, sabia lo que te estaba ocurriendo, yo pasaba por lo mismo y ambos usamos el mismo método para enfrentarlo, solo que al inicio no lo sabíamos-

-... Greg-

-¿si?-

-¿sabes que mañana volverá a ser todo normal?, esto que hacemos... no podemos mantenerlo en secreto por siempre ni podemos vivirlo abiertamente-

-lo sé Perla, pero es solo una vez al año, cuando tú y yo lo necesitamos más, entiendo que el resto del tiempo me desprecies, en serio lo entiendo-

-no te desprecio- mintió un poco, convencida de que en realidad nunca podría acostumbrarse sin importar lo tranquila que pudiese llegar a sentirse, -es solo que temo involucrarme demasiado, no soy como Rose, no estoy lista para dar mi forma física aun y quizás nunca lo este-

-uno nunca esta listo para esas cosas...-

-eso no significa que no te ame, ¿lo sabes verdad?, aunque sea un amor diferente eso no lo hace menos cierto-

-supongo que no...-

-también amaba a Rose y la perdí, la sigo amando, un día tú también desaparecerás-

Greg no sabía que responder, todo lo que decía era cierto, también desaparecería y su existencia era tan breve en comparación a la de Perla que parecía haber existido desde siempre que cualquier clase de consuelo se sentía insuficiente.

…...

Perla se quebró frente a sus ojos, llorando desconsoladamente se sujetó a su pecho y no dijo más.

Se sentía patética, realmente patética vertiendo sus sentimientos en un humano, el humano de Rose, ¿pero que otra cosa podía hacer?, no podía sacarse la pena del pecho, no podía consolarse y él estaba allí, sosteniéndola, diciéndole que no importaba, que todo estaría bien, ¿como podía mentirle así?, nada estaría bien, !nada¡, nada volvería a ser como antes...

-vamos Perla, calmate, me vestiré y te llevare a casa-

Perla no quería volver a casa, aun tenía muchas preguntas.

-¿que hacías con Rose en esta camioneta?-

El rostro de Greg se ensombreció, no pensaba compartir eso.

-ese no es tu problema Perla-

Solo eso basto para encender las flamas del odio, todo lo concerniente a Rose era su problema, aprisionando las piernas de Greg entre las suyas logro montarlo, se mordía el labio, se sentía diferente, ni bien ni mal, solo diferente.

-¿que estas haciendo Perla?- pregunto un atemorizado Greg solo para recibir otra bofetada.

-te ordené decirme que le hacías a Rose en esta camioneta y te negaste a hablar, este es tu castigo-

….

No hablaron del asunto, al amanecer la gema había abandonado la camioneta llena de vergüenza, preguntándose si la esencia del humano seguía impregnándose a su cuerpo, poco más y saltaría al mar para liberarse de esa mancha, era asqueroso, repugnante y absolutamente...

No, no podía ni quería pensar en eso, mientras más lejos estuviese de Greg Universe mejor, seguía sin entender que era lo que Rose veía en ese simio, ciertamente el extraño ardor entre sus piernas no ayudaba.

Perla se prometió a si misma guardar silencio sobre lo sucedido y tratar de olvidar y esperaba que Universe hiciera lo mismo, con algo de suerte estaría tan avergonzado que no regresaría por un buen rato al templo y la dejaría en paz, se convencería de eso para ahogar las patéticas suplicas de Greg mientras lo sometía a su muy extraño coito humano, realmente no veía la emoción en todo el asunto, goce físico aparte la experiencia estaba emocionalmente vaciá y ella esperaba algo diferente, algo significativo.

Pero luego su mente seguía repitiendole, "Rose lo ha disfrutado y tú también".

-no, es una tontería, solo estoy cansada- se decía a si misma tratando de ignorar el hecho de que muy a su pesar si llego a existir una conexión, sea por remordimiento, amores inconclusos o simple confusión logro vislumbrar que era lo que Rose amaba y lo que amaba era...

-no, no, nada de eso es cierto-

Greg apenas la escucho irse, seguía envuelto en un cobertor tratando de borrar la imagen de la gema de su cabeza, recordó que pronto tendría que ir a buscar a Steven y temía el momento del reencuentro, temía volver a escuchar esa voz tan llena de celos, de rencor y de soledad, cosas que conocía muy bien para su mala fortuna, quizás ese era el castigo por haber privado a Perla de Rose, era tan evidente el amor que una le tenía a la otra, sin embargo no se arrepentía, aunque fuese doloroso Rose lo había elegido a él, había elegido a Steven y era algo con lo que todos tendrían que vivir les gustase o no, esperaba de corazón que Perla como Garnet y Amatista hubiese encontrado un modo de lidiar con todo, pero la noche anterior le enseño lo equivocado que estaba.

Aun así intentó consolarla, y por primera vez en mucho tiempo la tristeza que se presentaba en la soledad de su camioneta parecía estar ausente, sabía que era cuestión de tiempo para que regresara pero hasta entonces pretendería que las cosas eran diferentes, Rose llegaría en cualquier momento y no lo vería solo y quebrado y como el objeto en que Perla acabó por verter años de celos y silencio.

Se repondría porque la amaba, y amaba a Steven.

Se pondría de pie por amor.

…..

Un año después Greg estaba en la misma posición, desarmado, desnudo y con una gema enloquecida invadiendo su camioneta.

-pensé que seria cosa de una vez, ¿acaso quieres repetir?- pregunto con tanta normalidad como le fue posible.

-...no te burles, he estado pensando-

-¿si?-

-Rose... ¿de verdad disfrutaba esto?-

la honestidad era algo difícil de practicar para ambos.

-si, lo disfrutaba-

-lo suponía- respondió cabizbaja.

Y el sufrimiento de algún modo abría una ventana a la verdad, ambos estaban solos, irremediablemente enamorados de la misma persona y completa y absolutamente solos.

Greg se acomodó, si querían lograr algo de normalidad era mejor que aclarase algunas cosas.

-disfrutaba de algo que muchos de nosotros tomamos como una simple diversión. Se que ustedes las gemas no necesitan de esto para demostrar que se aman pero para nosotros es importante, Rose quería saber como se sentía, era el modo que teníamos para unirnos al igual que muchas otras cosas, era algo especial que podíamos compartir-

-quiero sentir lo mismo, y ella ya no esta, nunca volverá...- suspiraba Perla desmoronándose en el piso de la camioneta.

Lagrimas, lagrimas de una guerrera, una estratega, una amiga y una amante, miles de años amando a alguien que la amaba pero no del mismo modo, era cruel e injusto y ambos lo sabían, ¿pero acaso no todas sus historias siempre habían sido injustas?, Perla conocía la decepción, incluso en la victoria la sentía, la respiraba a cada instante y con cada ciclo de las estrellas y quizás ese era el mayor misterio que no podía descifrar, amaba a Rose, amaba a Steven, amaba a Garnet y a Amatista, la diferencia es que Steven apenas llevaba unos años existiendo, quizás era lo breve de su existencia lo que los hacia tan diferentes, quizás, al igual que Garnet los humanos eran más que nada experiencia incluso si no se daban cuenta, luego estaba Greg, ahora al fin podía verlo y entendía.

Rose quería experimentar eso, una mortalidad fuera del campo de batalla que pudiese crear algo más hermoso que todas las creaciones del planeta madre y Greg Universe era la experiencia única e irrepetible para ello.

Sin embargo eso no hacia nada por aliviarla, aun tenía dudas, innumerables dudas.

-quedate conmigo- ofreció Universe, -quedate aquí y te diré todo lo que quieras saber-

-nadie me lo explica- sollozaba Perla, -nadie entiende, yo la amaba Greg, la amaba y ahora no me queda nada, no se que hacer, que decir, no lo se-

-quedate esta noche Perla, y tratare... tratare de mejorar las cosas, confiá en mi-

Poco a poco la gema cayo rendida, ambos eran almas perdidas en la noche mercurial, las estrellas lo sabían, el amor era una pesada carga que se volvía amarga y difícil de sobrellevar, la esperanza era esquiva y el mañana se volvía aterrador, aun así ambos seguían vivos, por Rose, por Steven.

Por amor, siempre por amor.

...

-un día ni siquiera te tendré a mi lado para recordarla Greg, y temo que no sabre que hacer-

-pues veras...-

-si vas a empezar con tus metáforas sobre comida no quiero escucharlo-

-no, no es nada de eso- se removió incomodo sabiendo que era justamente eso, -Perla, tú y yo somos muy distintos así como Rose y yo eramos distintos, sin embargo logramos crear algo maravilloso, logramos crear a una persona que vivirá mucho más que nosotros y sabes, es gracias a ti que la vida de Steven sera maravillosa, tú eres parte de él, de nosotros, incluso cuando ya no este puedes estar segura de que al igual que Rose, una parte de mi seguirá contigo y con Steven-

-eso... fue muy profundo Greg, no tenía idea de que pudieses ser tan sensible-

Greg sonrió complacido de que al fin reconociese algo de su talento.

-pues solía ser un gran músico, se supone que sea hábil con las palabras-

Perla le dio una mirada incrédula, aun así no podía sino tratar de imitar esa sonrisa, después de todo los cumplidos eran algo raro entre ellos y no se repetirían en mucho tiempo, el mundo estaba cambiando estrepitosamente...

-supongo que tienes razón- concedió la gema, -¿estas listo para más?-

-claro- respondió Greg mientras se limpiaba el sudor de la frente, -solo dejame recuperar el aliento-

-como quieras, y desde mañana empezaras una dieta, sin discusiones-

Perla se sintió complacida al escuchar a Greg murmurar que "no estaba tan gordo" y que era normal cansarse después de rendir tanto y tan bien.

-... solo quiero tenerte a mi lado por muchos aniversarios más-

Fin.

¿opiniones?, acepto de todo, incluso promesas de venganza.