Esta es una continuación, para quien entre a leer y pueda entender la historia, primero deberá leer Creo que jamás fui para ti, que se encuentra en mi biografía. Los personajes no me pertenecen, son de Kishimoto-san, esto mero entretenimiento sin fines de lucro
A pesar de todo
POV Sasuke
Hace un mes que nos topamos en aquel café y no he podido sacármela de la cabeza. Estoy completamente seguro que mi esposa empieza sospechar que algo anda mal, pero no me atrevo a decirle palabra alguna.
Después de nuestro encuentro mi cabeza ha sido un caos, todo el trayecto de regreso a nuestro hogar estuve metido en mis pensamientos, Naomi por más que buscaba hacerme platica yo simplemente no podía seguirle la corriente; tantas preguntas sin respuesta, tantas emociones a flor de piel, que realmente no esperaba tener si la volvía a ver, pero ahí estaban y aquí siguen.
Sé que no debería estar así, que debería estar al 100 con Naomi, no solo porque ella no lo merece, si no por nuestro hijo que viene en camino, pero es algo que no puedo evitar, y me irrita de sobremanera, han pasado casi 10 años desde que lo nuestro acabó ¿Por qué me estoy sintiendo así?, y me termino de un golpe el whisky que tenía en mi vaso, tratando inútilmente en dejar de pensar.
Volteo a ver la hora en mi reloj, ya es tarde son cerca de las 12 de la noche, pero parece que Morfeo otra vez no hará su aparición; necesito hablar con alguien sobre esto, se me está saliendo de las manos. Me guste o no, tengo que hablar con "el idiota".
Busco su número en la agenda de mi celular, y espero impaciente a que él decida contestar…
-Teme ¡que carajos! Es casi media noche… - empiezo a oír su alegato con voz chillona y modorra, pero realmente no me importa necesito hablar con él.
-Naruto, tenemos que hablar- no puedo descifrar el tono de mi voz, pero supongo que me oí bastante mal por su reacción.
-Te veo en 15 donde siempre - su voz se oía completamente seria y preocupada, creo que entendió mi desesperación, yo simplemente colgué la llamada y me dispuse a buscar mi abrigo antes de salir.
Al abrir la puerta de mi despacho me encuentro a Naomi parada afuera, es su rostro se reflejaba claramente su preocupación por mí, por nosotros…
-¿Qué no vas a venir a la cama?- no pude descifrar el tono de su voz y antes de que pudiera darle una respuesta se dio cuenta de la chaqueta que estaba entre mis manos - ¿Vas a salir? ¿A esta hora? – sus facciones se contrajeron en una mueca de desconcierto y tristeza entre mezclados, a mí simplemente se me hizo un nudo en el estómago, la estaba lastimando… lo sabía
-Tengo que hablar con Naruto de algo importante – me las ingenio a decir, tratando de apartar mi vista de ella, no puedo verla así y menos por mi culpa.
-¿Naruto? ¿Qué es tan importante que tengas que abandonar tu casa en la madrugada Sasuke?, ¿Qué está pasando, qué nos está pasando? – el tono de su voz sube unos cuantos decibeles y es clara su desesperación ante mi estado actual, no la culpo, casi 8 años de matrimonio y nunca le había hecho algo parecido. Pero no puedo responder a sus preguntas, ni siquiera yo tengo las respuestas y lo único que puedo hacer es verla y suplicarle con la mirada que me deje ir.
Puedo ver que entiende perfectamente mi silencio y aparta la mirada, pero a pesar de la oscuridad que hay en la casa puedo ver a la perfección como sus ojos se empañan; la he hecho llorar, y en este momento me empiezo a sentir como el peor de los maridos.
-Naomi por favor no…- trato de rodearla en un abrazo para evitar que llore, pero ella me lo impide.
-No Sasuke, ve y has lo que tengas que hacer, pero cuando regreses quiero a MI MARIDO de regreso… por favor- su voz se quiebra al final de sus palabras, pero ya no puedo verle el rostro pues me ha dado la espalda. Quiero confortarla, pero simplemente no puedo.
-Lo siento Naomi – no se me ocurre que otra cosa decirle antes de agarrar camino a la puerta y salir de la casa. Antes de cerrar la puerta puedo oír sus sollozos, y mi corazón se estruja. ¡Qué carajos estoy haciendo! Pero no puedo dar marcha atrás, tengo que sacar todas estas confusiones de mi cabeza.
Me voy caminando, el lugar donde me quedé de ver con Naruto solo está a unas cuantas cuadras. El parque donde de niños solíamos jugar Naruto, "ella" y yo. Tal es mi perturbación que ni siquiera puedo pronunciar su nombre en mis pensamientos; acelero el paso, necesito sacarme ya esto de la cabeza.
Cuando llego Naruto ya se encontraba ahí, sentado en una de las bancas; su mirada se veía perdida, pero increíblemente se veía completamente calmado ¿Qué demonios está pasando? ¿Naruto, calmado? Algo no cuadraba aquí.
Se percata de mi presencia y solo da un largo suspiro, su mirada me escanea y vuelve a dar otro largo suspiro. ¿Qué carajos…?
-Vaya, no creí que fuera a afectarte tanto – me dice con voz pasiva, como cuando un padre está a punto de darle un sermón a su hijo. Mi cara debe ser de completa sorpresa, porque veo como se burla ligeramente – Sí Sasuke, ya sé que tenemos que hablar… - y solo desvía su mirada de la mía y me invita con un movimiento de su mano a sentarme por un lado de él.
-¿Tú sabías?, ¡¿Sabías que ella estaba de regreso en Japón?! – y más que una pregunta, mis palabras sonaron como un reclamo, un reclamo lastimero y lleno de desesperación para mi gusto. Y trato de mantener la compostura un poco mientras me siento en la banca.
Tarda en contestarme, parece metido en sus pensamientos, pero no necesita decirme las cosas, en su mirada puedo ver la respuesta a mi pregunta. Y sin poder controlarlo más, el enojo explota dentro de mí, pero antes de que pueda decirle un par de palabras él voltea a verme y su contestación me deja completamente desarmado.
-¿Qué más da si yo sabía algo Sasuke?, Tu estas casado ¿recuerdas? – solo una vez en toda mi vida había visto semejante seriedad en Naruto, y fue el día en que le anuncié que me casaba con Naomi. Sabe que ha dado en el clavo con su comentario al ver falta de respuesta de mi parte y prosigue hablando.
-No tenía caso decirte nada, tu hace 8 años tomaste una decisión, que haga Sakura ya no es de tu incumbencia, pero si quieres una respuesta está bien, sí, si sabía que Sakura regresaría a Japón, y sí, también se donde estuvo todos estos años- el tono de su voz sigue siendo indescifrable y yo simplemente no daba crédito a lo que estaba escuchando.
-¿Por qué? – quería decir aún más, pero esa fue la única pregunta que pude formular. Sé que en mis ojos se reflejaba mi frustración y mi enojo pues Naruto no pudo sostenerme la mirada mucho tiempo.
-Tú sabes porque, no te quieras hacer el pendejo conmigo – su voz ahora se oía con cierto tono ácido – Hace 8 años tú estabas perfectamente consciente de que ella te seguía amando, y no te atrevas a negármelo, que si alguien los conoce a ambos mejor que ustedes mismos soy yo; sabías que ella te seguía esperando y aun así decidiste casarte con Naomi, no me metí en ese asunto porque realmente te creí que la amabas y si era así no había más que hacer, ¡Pero tenías que ir a pedirle que fuera tu madrina de bodas! ¡¿Qué carajos estabas pensando?¡ - en su mirada había un reproche contenido por muchos años, pero yo no pude contestar nada, me negaba a admitirlo pero en el fondo él tenía toda la razón de decirme aquellas palabras.
-No pude negarme cuando ella me rogó que la ayudara a huir de aquí, simplemente no pude Sasuke, fuiste demasiado egoísta –
-Tú y ella siempre estuvieron mis mejores y mis peores días Naruto, solo quería compartir con ustedes ese momento – si mis palabras sonaban patéticas en mi mente ahora que las había externado lo eran aún más y no necesitaba ver al dobe para saber que pensaba lo mismo.
-No busques excusas conmigo Sasuke, que me haga el tonto es completamente distinto a que lo sea- he indiscutiblemente sus palabras iban cargadas con mucha verdad.
Nos quedamos en silencio un buen rato, cada uno metido dentro de sus pensamientos, yo meditando sus palabras y él simplemente dejándome ser. Tenía razón, y yo siempre lo supe, empujé a Sakura a un punto sin retorno con mi petición aquella vez y si soy franco conmigo mismo aún no he descubierto por que le hice prometerme que me acompañaría en mi boda.
-No sé que me pasa, no me la puedo sacar de la cabeza – mi mirada estaba fija en un árbol frente a nosotros, pero mi tono de voz no le era indistinto, me conocía, sabía que estaba pasando un mal rato.
-Sinceramente no se que decirte, solo espero no hagas nada estúpido, vas a ser padre otra vez–
-Lo sé –
-Siempre has sido como un hermano para mi, pero hace años tomaste una decisión, mejor regresa a casa con tu mujer Sasuke, las cosas serán mejor así – y él simplemente se levantó y empezó a caminar rumbo a su hogar – Y solo para que estés enterado, es muy probable que veamos más seguido a Sakura-chan – volteó a verme con aires de padre advirtiéndole a su hijo que debe portarse bien – Regresará a vivir a la casa que le dejaron sus padres, por favor ten cuidado – y siguió su camino.
Yo me quedé un rato más en aquella banca, Naruto tenía razón, extrañamente pero la tenía, yo ya había tomado una decisión y debía seguir adelante con ella, que Sakura haya regresado no debía significar nada para mí. Y con esa idea en mi cabeza y dispuesto a enmendar mis errores, regresé a casa.
POV sakura
Debo admitir que no me he repuesto de aquel encuentro inesperado con Sasuke, aunque ya haya pasado un mes, el solo verlo removió tantas cosas dentro de mí; siempre supe que iba a ser doloroso volverlo a ver, pero una cosa era saberlo y otra muy distinta vivirlo.
Lo bueno de todo esto es que el hospital me ha mantenido ocupada, eso de tomar las riendas del "negocio familiar" como suele llamarlo Tsunade es completamente absorbente, así que he tenido chance de tener la cabeza metida en otros asuntos. Pero tengo que ser fuerte, ahora que he regresado a Japón es muy probable que me lo tope más seguido, por lo que Naruto me dijo seremos vecinos como en los viejos tiempos, así que tengo que aprender a vivir con eso.
-¡Mamá, despierta! Hay que acomodar las cosas aquí en la casa – Rin me sacó abruptamente de mis pensamientos y creo que me veo desorientada porque me riñe un poco – Otra vez andabas en la nubes, se te está haciendo costumbre – en su carita que pronto dejará de ser infantil se forma un hermoso puchero y no puedo evitar dar las gracias por tenerlo en mi vida; sin el todo habría dejado de tener sentido hace mucho tiempo.
-Disculpa Rin, estar en casa de nuevo me trae muchos recuerdos, es algo nostálgico no puedo evitarlo – le digo mientras revuelvo su cabello azabache y le quito de las manos la caja que estaba cargando para meterá a una de las habitaciones
-En esta casa fue donde creciste ¿No es así? – me dice con voz curiosa dándole por enésima vez una rápida inspección a toda la casa
-Si así es, aquí crecí, ¿Te gusta? –
-Sí, es muy hermosa y el parque que está a unas cuadras esta genial, así podré salir a jugar por las tardes – me dice con una sonrisa de oreja a oreja, mientras sigue buscando cajas que acomodar.
Yo simplemente lo observo con detenimiento, ya pronto va a dejar de ser un niño; con 12 años solo le falta mi cabeza para estar de mi altura, su cabello azabache se ha vuelto aún más rebelde de lo que ya era y sus ojos esmeraldas, si bien aún destilan inocencia, ya se pueden ver trazos de madurez a través de ellos. Siempre que lo veo me hace rememorar que de haber tenido hijos con Sasuke serían muy parecidos a Rin.
Y antes de seguir el hilo de mis pensamientos decido por fin ponerme en acción, o si no la depresión caerá en mí y la verdad no deseo que Rin me siga viendo en ese estado.
-Saldré por las cajas que están en el coche, tu empieza a meter tus cosas a tu cuarto Rin –
-Si – y antes de salir observo como sube las escaleras y se pierde en la parte superior de la casa
La verdad es que no esperaba que tuviéramos tantas cosas, nos mudamos a Japón hace un mes y es hora que no podemos terminar nuestra mudanza; debería empezar a pensar seriamente en hacer una limpieza profunda.
Entre mis cavilaciones y pensamientos mientras terminaba de bajar las cosas del coche, puedo escuchar claramente una voz llamándome y cual es mi sorpresa al voltear a ver de quien se trataba…
-¡Sakura Haruno! ¡No puedo creerlo! – una rubia alta de ojos azul eléctrico, con un cuerpo (aún) atlético, acompañada de un hombre mas o menos de su misma estatura cabellos azabaches y piel pálida; ambos mostraban en sus rostros incredulidad y sorpresa, no podía culparlos.
-Ino… Sai, ¿Qué tal? – esbozo una pequeña sonrisa y no sé que más decir, tiempo atrás ellos formaban parte de mis mejores amigos, pero después de haber huido sin decirle nada a nadie, ya no estaba tan segura que terreno estaba pisando con ellos.
-Tanto tiempo sin vernos y lo único que sabes decir es un ¿Qué tal? ¿Hablas enserio? – la irritación en la voz de Ino empezaba a notarse
-Ino tranquila, recuerda que no puedes alterarte – y ahí está el Sai que yo recuerdo tan tranquilo y apacible, con aquella sonrisa fingida, tratando de domar el carácter de Ino y no puedo evitar dejar salir una pequeña risita ante la bomba de recuerdos que me atacan al ver aquella escena, llamando así su atención una vez más.
-Disculpa Ino, la verdad no se que más decir – le aclaro con tranquilidad
-¿Qué no sabes que más decir? Que tal si empiezas por decir donde te metiste todos estos años, por que huiste sin decirme nada, por que no te comunicaste ni una sola vez conmigo, que demonios estaba pasando por tu cabeza cuando te largaste, alguna vez te preocupaste por saber como estábamos nosotros – y así las preguntas iban saliendo de la boca de Ino, y a cada pregunta que hacía el tono de su voz iba en aumento, hasta convertirse en un chillido histérico. Las pocas personas que se encontraban transitando en la calle se nos quedaban viendo como si fuéramos un par de locas, mientras que Sai seguía intentando (inútilmente) tranquilizar a Ino, pero antes de que yo pudiera darle una respuesta Rin salió de la casa, provocando que la "armoniosa y encantadora" voz de Ino cesara abruptamente
-Mamá ¿Qué demonios pasa? ¿Qué es todo este ruido? – su rostro demostraba claro desconcierto ante la situación, y yo solo podía observar como Ino inspeccionaba a mi hijo cuidadosamente y como llegaba a la conclusión que hace poco tiempo estaba pensando yo misma acerca de Rin, sin saber que estaba completamente equivocada.
-Tú… ¿mamá?… ¿cuándo?... ¿Por qué se parece a … - sus ojos son como dos enormes platos por la sorpresa, pero no le dejo terminar su pregunta y me adelanto a tratar de aclarar las cosas
-Tus conclusiones son erróneas – y volteo a ver a mi hijo que seguía sin entender nada – Ven Rin quisiera presentarte a unos amigos de la infancia, ellos son Ino Yamanaka y Sai Ishida, saluda por favor –
-Mucho gusto, mi nombre es Rinnosuke Haruno, un placer – pero mis antiguos amigos siguen atónitos ante la sorpresiva noticia que se acaban de llevar. El primero en reaccionar es Sai
-El gusto es nuestro Rinnosuke – y le extiende su brazo para darle un cordial apretón de manos que Rin contesta
-Por favor dígame solo Rin, así que son amigos de mamá; vaya no esperaba conocer tan pronto a tus amistades ma – me dice viéndome directamente, y puedo ver como la curiosidad lo carcome, desea conocerlos, para saber mas de mí, eso es obvio.
-La sorpresa es mutua cariño – le contesta Ino por mi – nosotros tampoco esperábamos conocer al hijo de Sakura – puedo detectar cierto reproche en su tono, pero no puedo hacer nada al respecto; está en su derecho.
Y antes de que se pudiera decir cualquier otra cosa entre nosotros, Naruto con su familia hacen aparición, disipando la poca tensión que se empezaba a formar.
-¡SAKURA-CHAN! ¡RIN-KUN! – la voz chillona y el rostro siempre alegre de mi casi hermano provoca cierto alivio en mí –¡Vinimos a ayudarles con la mudanza, aparte Hina-chan estaba ansiosa por verte Sakura-chan! –
-¡NARUTO! ¿Tú sabías sobre esto? ¡¿Y no me dijiste?! –
-¡NO ME GRITES INO! ¡Que no vez que estoy a un lado tuyo! - la voz de Naruto se combinó con la de Ino, provocando un verdadero escándalo fuera de mi casa, y si las personas ya nos veían raro, ahora nos veían peor.
-Vaya que tus amigos son ruidosos mamá – el rostro de Rin no daba crédito a la escena que estaba viendo, pero yo simplemente no pude evitar pegar la carcajada, provocando que el desconcierto de Rin fuera aún mayor
En cuanto oyeron mi risa, tanto Naruto como Ino pararon de discutir, y tuve la atención de todas las personas presentes.
-¡¿QUÉ ES TAN GRACIOSO FRENTE/SAKURA-CHAN?! – dijeron ambos al mismo tiempo pero esto provocó que mi risa fuera en aumento, ¡por Dios! Como extrañaba esto.
Cuando por fin me pude calmar ya no solo se encontraban Naruto y su familia e Ino y Sai, para mi infortuna Sasuke con su familia había hecho aparición, y eso sencillamente no me lo esperaba
-Naruto, Ino, buenos días… ¿Qué está pasando? – la voz calmada de la esposa de Sasuke extinguió mi risa sin poderlo evitar; para cuando salieron sus palabras ella aun no reparaba en mi presencia, cuando por fin lo hizo, por extraño que parezca, quedó petrificada al igual que yo
-Naomi-san, teme – la voz antes alegre de Naruto había cambiado por completo a una muchísimo más seria, algo que a pesar de la situación no pude dejar pasar por alto y mucho menos la formalidad con la que le había hablado a la esposa de Sasuke
-Naomi, Sasuke… gusto en verlos, realmente no pasa nada, solo estábamos recibiendo a Sakura en su nueva casa – Comentó tan tranquilamente Ino; realmente no parecía la misma que minutos antes estaba histérica por haberse enterado de mi regreso
-¿Sakura? ¿Sakura Haruno debo suponer? – su tono de voz no pude descifrarlo, realmente no sabía si le había sentado bien o mal verme ahí
-Así es – no se conseguí que la voz me saliera para contestarle – Mucho gusto volver a verla Naomi-san, Sasuke-kun – dije lo más civilizadamente que mis nervios me permitían y tratando de hacer una sonrisa, aunque no estoy segura si lo conseguí, ya que Rin se dio cuenta de mi cambio de humor de inmediato.
-¿Quiénes son estas personas mamá? – su tono se oía irritado y cauteloso, y provocó que todos volcaran su atención a él. Las reacciones fueron variadas; por lo que pude ver Hinata tampoco tenía idea de la existencia de Rin y la curiosidad junto con sorpresa resaltaron en su ojos, en cambio Sasuke y su esposa no supe definir a ciencia cierta que era lo que estaban pensando, pero si pude ver como ella palidecía un poco. ¿Habrá llegado a la misma conclusión errónea que Ino?
-También son amigos míos de la infancia corazón – tenía trabajando a todo mi autocontrol para mantenerme serena - ¿Recuerdas a Naruto? Él alguna vez fue a visitarnos a Chicago – Rin solo cabeceó dando a entender que lo recordaba – Bueno ella es Hinata su esposa- le señalé a mi vieja amiga de ojos perlas – y ellos son Sasuke-kun y su esposa Naomi – finalicé señalando a los susodichos
Rin los observaba a todos detenidamente, como si los estuviera analizando, incluso a Sai e Ino, a pesar de ya haberlos saludado
-Rinnosuke Haruno, un gusto - pero lo conocía bastante bien para saber que aquellas palabras solo eran de dientes para afuera, pero lo que más me consternó fue su mirada fija en Sasuke
Después de aquello nadie dijo palabra por un par de minutos, provocando un silencio bastante incómodo entre nosotros hasta que Sasuke extrañamente decidió romperlo
-Así que tienes un hijo, vaya eso no lo esperaba – su vista estaba clavada en mi, y su voz que no supe descifrar, había provocado estragos en mi cuerpo; el poco autocontrol que me quedaba estaba a punto de esfumarse, ambos estábamos perdidos en la mirada del otro y por un instante nadie más que nosotros estaba ahí.
Por un momento quería olvidar que tenía a su esposa por un lado, y poder lanzarme a sus brazos una vez más, pero el leve carraspeo de Naruto nos regresó a la realidad y ambos apartamos la mirada bruscamente; instintivamente voltee a ver a Naomi, y lo que vi en su rostro no me gustó, ella se había dado cuenta de nuestro pequeño momento y me miraba con ojos de reproche. A decir verdad, todos los presentes se habían percatado y yo no sabía que hacer.
-Vaya, que hermoso que usted también sea madre, Sakura-san – la voz de Naomi era tranquila, pero tenía un destile de frialdad – Bueno nosotros nos debemos retirar, debemos pasar a recoger a Yukio, un gusto saludarlos a todos, y un placer volverla a tener entre nosotros Sakura-san, nos estaremos viendo – sus últimas palabras más que cordiales habían sonado como una amenaza; amenaza que no había pasado desapercibida por nadie, ni siquiera por Rin.
Sasuke por su parte solo se despidió con un movimiento de cabeza y tomó la mano de su esposa para irse de ahí, no sin antes chocar su mirada una vez mas con la mía; esos ojos que decían todo pero a la vez nada.
Los que se habían quedado tenían sus miradas clavadas en mi y yo que no tenía ni idea de como reaccionar, ni que les iba a decir.
Empezaba a dudar de que hubiera sido buena decisión regresar.
-Creo que hay bastante de que platicar Sakura – la voz de Ino no dejaba punto para replicar; me comía con la mirada y esto solo confirmaba lo que acabada fugazmente de pasar por mi cabeza.
No había sido buena decisión regresar.
Bueno hasta aquí les dejo la primera parte de esta pequeña historia que se formó hace poco en mi cabeza, aun no decido cuantos capítulos serán, pero no creo que lleguen a 10. Para aclarar unas cosas Rin no es hijo de Sasuke, ni por asomo,en el próximo capítulo les haré saber la historia de este pequeño pero muy importante personaje.
En la línea del tiempo todos cuentan con 30 años de edad, lo aclaro por que en mi historia anterior cometí el error de poner que Sakura escapó cuando tenía 21 años y eso es incorrecto, Sakura tenía 23 cuando se fue a Estados Unidos y por ende si ya pasaron 7 años todos tienen 30
Espero sea de su agrado, y yo creo que habrá actualización hasta la otra semana, el lunes tengo que presentar una exposición y dependiendo de como la dé será mi calificación final así que debo estudiar. Saludos a todos los lectores
HarUchiha92
